8/03/2017

¡Hablemos en serio sobre el amor mesiánico!




Yesh”u de Natzrat predica un “nuevo” concepto, el de una deidad de amor. El primer mandamiento de Yesh”u, el mandamiento fundamenta, dice a sus jinukim (seguidores) que deben de amar a su concepción de dios, y hoy día tener una relación de amor personal con la deidad mutante del cristianismo, es uno de los pilares no solo del cristianismo, sino también del “judaísmo” mesiánico, como me lo han hecho saber en reiteradas ocasiones sus adeptos. Sin embargo, lo que desconocen tanto mesiánicos, natzratim, y cristianos es que también este concepto lo era en la religión de los misterios del Mediterráneo de hace 2000 años. Un estudiado actual escribe:

Si tuviera que destacar un rasgo primordial que distingue todos los cultos histéricos de otras religiones de la época, escogería la búsqueda de una relación personal con sus dioses. Por consiguiente, la actitud de sus devotos ante los dioses era de amor en vez de temor o manipulación indiferente. Parece que el motivo de gran parte de la religión primitiva era librarse de los dioses y, por las buenas o por las malas, impedirles que importunases al género humano. Para las religiones histéricas el motivo es el contrario: acercarse más a ellos, reconocerlos como los mejores amigos del hombre.
J. Godwin, 1981. p. 27

El sentimiento cristiano del “amor fraterno” era también un rasgo de los misterios seis siglos antes de que hubiera cristianos en el Mediterraneo. A los iniciados en la deidad Eleusis les llamaban adelphoi, que quiere decir “hermanos”. Un philadelphian era alguien que practicaba el “amor fraterno”. Los adeptos a los misterios de Júpiter Doliqueno recibían el nombre de fratres carissimos, o “hermanos amadísimos” (S. Angus, 1925, p. 204.).

Yesh”u enseñaba a sus seguidores no sólo a amar a sus hermanos cristianos, sino también a todos sus semejantes. En el Avongilaión de Mateo ordena a sus seguidores:
Πάντα οὖν ὅσα ἐὰν θέλητε ἵνα ποιῶσιν ὑμῖν οῖ ἄνθρωποι οὕτως καὶ ὑμεῖς ποιεῖτε αὐτοῖς οὗτος γάρ ἐστιν ὁ νόμος καὶ οἱ προφῆται.
“Todo cuanto queréis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos” (Mateo 7:12)
Pero esta enseñanza tampoco era nueva. Es un precepto eterno y ubicuo que se encuentra en casi todas las tradiciones religiosas.(T. Freeke, 1997, pp. 80-81.) Entre los dichos del filósofo pagano Sexto encontramos:
"Τι θέλετε γείτονά σας όπως εσείς, όπως σας πρέπει να είναι πλησίον σου."
“Lo que desees que tu prójimo sea contigo, lo mismo deber ser tú con tu prójimo”.
K.S. Guthrie, 1987, p. 268, Dicho número 20.

En este caso, comparemos la enseñanza “judía” de Yesh”u, con la enseñanza pagana del filósofo Sexto:

Yesh”u enseña
Sexto enseña:
“Todo cuanto queréis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos”
Πάντα ον σα ἐὰν θέλητε να ποισιν μν ο νθρωποι οτως κα μες ποιετε ατος οτος γάρ στιν νόμος κα ο προφται.
“Lo que desees que tu prójimo sea contigo, lo mismo deber ser tú con tu prójimo”

"Τι θέλετε γείτονά σας όπως εσείς, όπωςσας πρέπει να είναι πλησίον σου"


Pero Yesh”u va más lejos y enseña que debemos amar incluso a nuestros enemigos y perdonar a quienes nos hacen daño:
εἰ δὲ ὁ ὀφθαλμός σου ὁ δεξιὸς σκανδαλίζει σε ἔξελε αὐτὸν καὶ βάλε ἀπὸ σοῦ· συμφέρει γάρ σοι ἵνα ἀπόληται ἓν τῶν μελῶν σου καὶ μὴ ὅλον τὸ σῶμα σου βληθῇ εἰς γέενναν.
‘Al que te abofeteé en la mejilla derecha, ofrécele también la otra’

Mateo 5:29.
Estas “hermosas” palabras y profundas enseñanzas utópicas suelen considerarse una revolución teórica (porque nunca se han puesto en practica por los cristianos), que pretendían sustituir el ‘ojo por ojo’ de nuestra Torah. Es en verdad una desviación radical respecto de lo que la Torah enseña, ¡pero los iniciados de los antiguos misterios paganos las conocían muy bien! En Los Dichos de Sexto el pitagórico, encontramos las mismas enseñanzas:
“Desearas la posibilidad de beneficiar a tus enemigos”

Guthrie, op. Cit., Dicho número 55.

El propio Pitágoras decía que:
‘aunque fueras maltratado, no debías defenderte’

C.J. De Vogel, 1966, pp. 109 y 125.
De modo parecido, Epicteo escribe:
“Esta es la manera de actuar del filosofo; ser azotado como un asno y amar a quienes le azotan, ser padre y hermano de toda la humanidad” 

Epicteo, Manual, 81, cap.8:12

Pero el ejemplo más famoso en el mundo antiguo era el de Sócrates, que había expresado estas enseñanzas (de las cuales dejó constancia su discípulo Platón). Escribe Celso:
“Los cristianos tenéis un dicho que es más o menos así: “No ofrezcáis resistencia a un hombre que te insulte; aunque te golpee, ofrécele la otra mejilla también”. No es nada nuevo, y otros lo han expresado mejor, especialmente Platón”

Hoffmann, p. 114.

Celso comenta cáusticamente:
“Esta era la opinión de Platón y, como dice él, no era nueva para él, Los que he dicho sobre ellos puede servir, la parte por el todo, como ejemplo de la clase de ideas que mutilan los cristianos”.

(W.K.C. Guthrie, 1952, p. 197.)
Los grandes sabios de los misterios paganos ampliaron su ética del amor universal para dar cabida en ella a los animales, Pitágoras era vegetariano y Empedocles evocaba una edad de oro “en que ningún altar era mojado por la impía matanza de toros” (Platón, La Republica, Libro 2, 364 b-e) Los sabios paganos, al igual que los maestros paganos de toda tradición religiosa, se esforzaban constantemente por apartar a los iniciados de prácticas desfasadas y hacerles comprender el significado espiritual de sus ritos. (J. Godwin, p. 146.)

Conclusión.

Mientras que para el cristianismo solo es un ideal utópico el amar incluso a los enemigos, dejarse golpear, recibir todo tipo de vejaciones.

El judaísmo es un imperativo salvar la vida, incluso de los que desean destruirla, así como esta el no tolerar a los malvados (Midrash Tanjuma’ Bemidbar 21:8-9, comentario el ladino del Me’am Lo’ez, folios 100 a, por Itzjak Magistro. Esmirna 1781), pues ‘del malvado no se reciben bondades’. 

Nuestras fuentes enseñan: ‘No seas bondadoso con un malvado pues te compensara con maldad’ (Midrash Breshit Raba 22:11). Para nosotros la maldad no consiste en que una persona ser no-judía, o ser de otra raza, o que pertenezca a otra religión, la maldad que pueda atentar contra nuestra integridad física, como espiritual que nos pueda alejar de HaShem, Su Torah, Sus Mitzvot para dirigirse a otro camino alejados del Etern-o. 

Es este caso en el cual nos oponemos enérgicamente ante el misionerismo, A LA IDOLATRÍA que se ha hecho hacía el pueblo judío, por los misioneros.

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