6/30/2021

Talmud Bavli Sanhedrin 98b: ¿Yeshú es el Mesías leproso de la tradición rabínica?

BS"D


Por Fabián Sepúlveda, del sitio Derej HaShem.




Dicen los misioneros:


"Los rabinos entienden que "herido, golpeado por Dios," significa que el Mesías sufriría una enfermedad, de hecho creen que sufriría de lepra. Lo llamaban "el erudito leproso de la escuela del Rabino Judá el Príncipe." Porque este rabino sufrió una enfermedad por un período de 13 años, y él decía: "Amados, nuestros sufrimientos son una señal de la misericordia de Dios".

-“La teoría de los dos mesías”, publicado en: www.yeshuashemi.org/lateoriadedosmesias.html

"Los rabinos dijeron: Su nombre es “el estudioso leproso”, como está escrito, Ciertamente llevó nuestras penas, y cargó nuestras tristezas: sin embargo, nosotros le consideramos como un leproso, herido de Dios y afligido”. “Cuando en el Talmud aparece la expresión: “los rabinos dijeron”, significa que esta es la línea oficial de interpretación del judaísmo rabínico de la época. Esto nos enseña, en primer lugar, que el Talmud identifica Isaías 53 con el Mesías. En segundo lugar, está destacando el hecho de que el Mesías tenía que ser “leproso”, en el sentido de que tendría que cargar las enfermedades y los pecados del pueblo”

-Blad K., “Parashá Tazria 27”, consultado en: http://www.messianictorah.org/es/parasha_es/sp27.htm#_ftnref4 



Respuesta.

Desde hace un tiempo, los misioneros fundamentalistas, insatisfechos con tergiversar o sacar de contexto los escritos del TaNa”J (Biblia hebrea) para demostrar la naturaleza mesiánica de Jesús (Yeshú), han optado por buscar otra entrada al judaísmo para lograr su objetivo: la literatura rabínica. Al hacerlo, citan pasajes tomados de obras rabínicas escritas durante diferentes períodos que, según ellos, demuestran que lo que presenta el Nuevo Testamento son enseñanzas judías y que sus autores no introdujeron ideas extranjeras en el(los) judaísmo(s) del siglo I d.C. Con esta táctica buscan legitimar las ideas cristianas como si fueran judías. Curiosamente, esta estrategia no es muy diferente de lo que sucede con el Tanaj, donde hay instancias recurrentes de malas interpretaciones, malas traducciones y manipulaciones textuales. Aquí, sin embargo, se añade un nuevo elemento: la fabricación de fuentes o citas rabínicas inexistentes.


Por ejemplo, el debate en la España medieval entre el rabino Moshe Ben Najman ("RaMBaN" o "Najmanides") y el judío converso al cristianismo Pablo Cristiani puede verse como representativo de todo lo anterior. Cristiani citó textos del Talmud que, según su exposición, probaban que se suponía que el Mesías había venido durante la era del Segundo Templo, acusando así a los judíos de desobedecer o no saber lo que decían los antiguos rabinos. Hoy, la situación no es muy diferente a la de entonces, excepto por la "pseudo-sofisticación" con la que estos pseudo-maestros difunden sus escritos entre aquellos que no están familiarizados con las fuentes judías que citan. Casos como el de Rachmiel Fryland, Risto Santala, Marshall Koniuchowsky, Michael Brown, José Álvarez, Daniel Hernández (Dan ben AbrahaN), Avdiel Frías y otros ahora proliferan y por ello es necesario educar a quienes deseen conocer y profundizar en el judaísmo.


La interpretación de Isaías 53 ha sido objeto de controversia entre el judaísmo y el cristianismo. Por un lado, el cristianismo insiste en que el texto es una profecía sobre el "sacrificio" de un mesías sufriente que debe morir por los pecados de la humanidad, representada por Yeshú HaMamzer (Jesús). Por otro lado, el judaísmo generalmente aplica el texto a Israel como un colectivo representado por el siervo, que sufre en el exilio pero es exaltado en la era mesiánica por su sufrimiento y obediencia voluntaria. Algunos exegetas han aplicado este texto a profetas como Yirmiyahu (Rav Saadia Gaon o Ibn Ezra), Eliahu o a Moshé en sus obras. Finalmente, están aquellos que identifican al sirviente como el Mashiaj ben Yosef u otros individuos que usan métodos rabínicos de interpretación más complejos conocidos colectivamente como PaRDeS.

Sin embargo, esta interpretación se produjo después del surgimiento del cristianismo y su exégesis no consideró el texto completo en su contexto, sino versos aislados con una comprensión diferente a la del cristianismo respecto a este poema escrito por Deutero-Isaías. En el marco de la exégesis judía de Isaías 53, el texto más antiguo en el que podemos ver la aplicación de Isaías 53 al Israel que sufre en el exilio es el “Libro de la Sabiduría” o “Sabiduría de Salomón”, escrito alrededor del siglo II o I a.C. Esta obra toma el motivo del justo que es afligido e injustamente condenado por sus perseguidores, aparentemente sin esperanza y muriendo en el olvido (Sab 2,4-5;12-20). Sin embargo, Dios lo cuida, lo protege y después de su muerte, sus enemigos son testigos de su exaltación. Confiesan su culpa y reconocen su justa destrucción como retribución por su maldad contra él (Sab 5, 1-15). El autor ofrece una interpretación y reinterpretación de Isaías 53, utilizando una estructura similar al poema del siervo sufriente en Isaías 52-53. A pesar de las diferencias, se pueden inferir ciertos paralelismos entre el siervo de HaShem descrito en el Deutero-Isaías y el justo sufriente del Libro de la Sabiduría.3


Is. 52:13: "He aquí que Mi siervo será prosperado,  engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto".

Sab. 5:1: "Estará entonces el justo en pie con gran confianza en presencia de los que le afligieron y despreciaron sus trabajos".


Is. 52:14: "Como muchos se asombraron de él, porque desfigurado, no parecía hombre ni tenía aspecto humano”. 

Sab 2:15: " ...Su sola presencia nos es insufrible. Lleva una vida distinta de todas y sus caminos son extraños..."


Is. 52:15: "Así asombrará a muchas naciones. Reyes cerrarán la boca ante él, al ver lo que no se les había contado y contemplaran lo que nunca habían escuchado". 

Sab. 5:2: "Al verle, quedarán estremecidos de terrible espanto, estupefactos por lo inesperado de su salvación".


Isaías 53:1-6: "¿Quién ha creído nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo del Eterno? Creció en su presencia como vástago tierno, como raíz de tierra seca .No había en él belleza ni majestad alguna, su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia lo hacía deseable. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en la enfermedad; y como que escondimos de él el rostro. Fue menospreciado, y no lo estimamos. Pero  él llevó  nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por golpeado por Di-s y abatido. Mas él herido fue debido a nuestras rebeliones, aplastado por nuestros pecados.  El castigo de nuestra paz estuvo sobre él, y por sus llagas nosotros fuimos sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su propio camino; pero el Eterno  cargó sobre él el pecado de todos nosotros..."    

Sab. 3:2-4; 5:2-8: "A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida, y su partida de entre nosotros por completa destrucción. Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad...Al verle, quedarán estremecidos de terrible espanto, estupefactos por lo inesperado de su salvación. Se dirán mudando de parecer, gimiendo en la angustia de su espíritu:"Este es aquel a quien hicimos entonces objeto de nuestras burlas, a quien dirigíamos, insensatos, nuestros insultos. Locura nos pareció su vida y su muerte, una ignominia. ¿Cómo, pues, ha sido contado entre los hijos de Dios y tiene su herencia entre los santos? Luego vagamos fuera del camino de la verdad; la luz de la justicia no nos alumbró, no salió el sol para nosotros. Nos hartamos de andar por sendas de iniquidad y perdición, atravesamos desiertos intransitables; pero el camino del Señor, no lo conocimos. ¿De qué nos sirvió nuestro orgullo? ¿De qué la riqueza y la jactancia?". 


Is. 53:7: "Maltratado  y afligido, no abrió su boca; como un cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció  y no abrió su boca".

Sab. 2:19: "Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza".Is.53:8: "Por juicio opresivo fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue golpeado"Sab. 3:2-3: "A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida, y su partida de entre nosotros por completa destrucción..."  

Is. 53:10: "Y el Señor quiso quebrantarlo con aflicción. Si entregare su alma como ofrenda de restitución, verá descendencia, vivirá por largos días y la voluntad del Eterno prosperará  en su mano"

Sab. 3:4: "...Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad. Por una corta corrección recibirán largos beneficios, pues Dios los sometió a prueba y los halló dignos de sí; como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó."

Esta interpretación antecede en 1 o 2 siglos al surgimiento del cristianismo, religión en la que el Siervo Sufriente comienza a identificarse con el Mesías. Sólo puede establecerse, con base en obras como los libros apócrifos de Enoc, que en ciertas ocasiones se aplicó al Mesías el título de Siervo, pero nunca como un Siervo Sufriente, sino como un líder exaltado y poderoso a quien Dios da dominio, similar a la interpretación apocalíptica del "hijo del hombre" en Daniel 7:13.


¿Hay apoyo textual en el Sanhedrín 98b para la interpretación cristiana de Isaías 53?


Uno de los textos citados por sitios mesiánicos como evidencia de que los antiguos rabinos consideraban Isaías 53 como un pasaje mesiánico, luego cambiado para aplicarlo a Israel, es el relato hagádico en el Talmud Bavlí Sanhedrín 98b, donde se cita Isaías 53:4 como texto de prueba. Con base en esto, los misioneros especulan que los rabinos de la antigüedad estaban familiarizados con la interpretación que identifica al siervo sufriente de Isaías con el Mesías y, por tanto, la interpretación que presenta el Nuevo Testamento no es extraña ni una innovación propia del cristianismo, sino más bien una antigua parte de la exégesis judía. Pero incluso en el mismo Nuevo Testamento, se puede ver que inicialmente, la idea de que el Mesías tenía que morir para redimir los pecados de la humanidad era ajena a los apóstoles de Yeshú. Sus expectativas mesiánicas no eran diferentes del común denominador judío de buscar la liberación de la opresión romana a manos de un Mesías davídico. Es solo después de la muerte de Yeshú que comienzan a adoptar la interpretación mesiánica de Isaías 53. La interpretación del Siervo Sufriente como el Mesías comienza en el Nuevo Testamento y no antes o al lado en el judaísmo.

Por otra parte, en el Talmud Bavli Sanedrín 98b hay un debate entre diferentes escuelas rabínicas sobre el nombre del Mashíaj, a raíz de una afirmación del rabino Yojanan sobre la creación del mundo por amor al Mashiaj. Cada escuela sustenta su argumento con un verso del TaNa”J, y al final intervienen los rabinos y presentan como evidencia Isaías 53:4, donde habla del Siervo de HaShem siendo golpeado o azotado, como un leproso. En las ediciones de Soncino y Rodkinson, que están disponibles gratuitamente en inglés, el texto se traduce de la siguiente manera:

“Rab dijo: El mundo fue creado sólo debido a  David. Shmuel dijo: Por causa de Moisés; R. Yojanán dijo: Por amor del Mashiaj. ¿Cuál es su nombre? - La Escuela de R. Shila dijo: Su nombre es Shiló, porque está escrito: “hasta que venga Shiló” (Génesis 49:10) La Escuela de R. Yanai dijo: Su nombre es Yinnon, porque está escrito: “su nombre durará para siempre  el sol, su nombre es Yinnon” (Salmos 72:7) La Escuela de R. Janina mantiene: Su nombre es Janina, como está escrito: “porque Yo no les daré Janina (favor)”. (Jeremías 16:13) Otros dicen: Su nombre es Menajem, hijo de Ezequías, porque está escrito: “Porque Menajem ['el consolador'], que aliviaría mi alma, está lejos de mí" (Lamentaciones 1:16). Los rabinos dijeron: “Su nombre es 'el erudito leproso’”, como está escrito: “Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros lo consideramos un leproso, azotado de Dios y abatido” (Isaías 53: 4)"

(Sanhedrín 98b, Edición Soncino)

“The Babylonian Talmud (Complete Soncino English Translation)”. Disponible en: www.halakhah.com 

"Dijo Rab: El mundo es creado sólo por hombres tales como David. Y Samuel dijo: Por hombres tales como Moisés. Y R. Yojanan dijo: Por hombres como el mesías. Pero ¿cuál es su nombre? Los discípulos de  R. Shila dijeron: Shila es su nombre, como lee [Gén. xlix. 10]: “Hasta que venga Shila.” Los discípulos de R. Yanai dijeron: Yinun es su nombre, como lee [Salm. lxxii. 17]: “En la presencia del sol, Yinun es su nombre.” Y los discípulos de  R. Janina dijeron: Janina es su nombre, como [en] [Jer. xvi. 13]: “Y no les concederé  Janina.” (Favor.) Según otros, Menajem b. Hiskia es su nombre, como en  [Lam. i. 16]: “Porque de mí en  Menajem (consolador) que aliviaría mi alma.” Y los rabinos dijeron: “El sufriente de la casa de Rabí es su nombre, como  [Is. liii. 4]: “Pero solamente  él soportó nuestras enfermedades  y nuestros dolores él transportó; mientras que ciertamente lo estimamos golpeado, azotado de Dios y afligido.” (Sanhedrín 98b, Edición Rodkinson).

“Babylonian Talmud, translated by Michael Rodkinson"(1918), pp. 310. Disponible en:  http://www.sacred-texts.com/jud/t08/t0814.htm 


En términos generales, las traducciones coinciden, excepto por los detalles del nombre dado al Mesías por los rabinos. Por un lado, en la edición de Soncino se traduce como “el erudito leproso”, mientras que en la versión de R. Michael Rodkinson se traduce como “el sufriente de la casa de Rabí”. Este detalle, que puede parecer insignificante, es importante para aclarar la identidad de este personaje y el significado con el que los rabinos citan este versículo de Isaías 53 en su discusión, que se explicará más adelante. 


El sueco Stefan "Ketriel" Blad, por ejemplo, escribe en su sitio web:

“Cuando en el Talmud aparece la expresión: “los rabinos dijeron”, significa que esta es la línea oficial de interpretación del judaísmo rabínico de la época. Esto nos enseña, en primer lugar, que el Talmud identifica Isaías 53 con el Mashíaj. En segundo lugar, está destacando el hecho de que el Mashíaj tenía que ser “leproso”, en el sentido de que tendría que cargar las enfermedades y los pecados del pueblo”.

Blad K., “Parashá Tazria 27”, consultado en: http://www.messianictorah.org/es/parasha_es/sp27.htm#_ftnref4 


Con base en la lógica de Blad, se puede decir que al usar Isaías 53:4 como evidencia para revelar el nombre del Mesías, los rabinos están comunicando la línea de pensamiento oficial del judaísmo en ese momento. De esta manera, los amoraim vieron a Isaías 53 como un pasaje mesiánico en lugar de referirse a Israel. Al respecto, considero necesario hacer las siguientes aclaraciones para refutar las afirmaciones del pastor:


Esta discusión entre miembros de diferentes escuelas rabínicas es parte de la Hagadá y no de la Halajá o sección normativa del Talmud. Por lo tanto, en primer lugar, no está brindando una interpretación legal al respecto. Es una cuestión de interpretación, más que de legislación. 


Con respecto a la afirmación sobre "dijeron los rabinos", el rabino Abraham Ben RaMBaM, en su “Introducción a la Hagadá”, explica lo siguiente:

" ...Y no piensen como aquellos que no entienden la verdad real de que cada simple Derash o llamada explicación alegórica del pasaje pronunciada por nuestros sabios, fue entregada por la tradición, como las principales partes de la Torá, debido a que el hecho es de otro modo; que la explicación de tales pasajes  que no involucran  un dogma o un principio religioso de cualquier ley de la Torá,   no tiene sustento, sino que fue explicada por los autores simplemente de acuerdo con su propio conocimiento y sentir. Muchos de ellos son usados simplemente como figuras del habla en un estilo poético o son explicados en esa forma poética.  De esta manera, no tengo dudas de que cuando Rabí Yehoshua dijo (Zebajim 116) respecto a la oración: “E Itró escuchó…” (Shemot/Éxodo 18:1) ¿Qué escuchó él? Rabí Yehoshua dijo, "la guerra de Amalek". Esto es simplemente una opinión, no una tradición, y el traer evidencia para apoyar su opinión, prueba que es así, porque en una tradición no necesitamos evidencia..." (Énfasis añadido por el autor. Introducción a la Hagadá, por Abraham hijo de Moshé Maimón, punto IX).

-7 Ibn Habib Y.  “Ein Yaakov. Introduction to the Agada by Abraham, Son of Moses Maimonides translated from the Hebrew” (Rabí Shmuel Tzvi-Hirsch Glick, trad.). Disponible en: https://en.wikisource.org/wiki/Translation:Ein_Yaakov/Introduction 


Por lo tanto, se puede señalar que la opinión rabínica contenida en la Hagadá del Talmud Bavlí Sanhedrín 98b no representa el judaísmo rabínico de la época respecto a Isaías 53, ni forma parte de la tradición oral judía ya que no requiere de un texto de respaldo para fundamentarla; más bien, se transmite de generación en generación y se conserva en la memoria colectiva. Sin embargo, esto no se aplica a la ciencia u otras ramas del conocimiento separadas de la Toráh. El hecho de que los rabinos se involucren en discusiones sobre el nombre del Mesías simplemente tiene como objetivo expresar una opinión sobre el asunto y no presenta a Isaías 53 como un pasaje mesiánico definitivo ni proporciona su interpretación oficial en ese contexto.


Una posibilidad es que la opinión de los rabinos fuera en realidad una tradición oral fuera de la Mishná. En la tradición judía, hay colecciones de dichos o declaraciones tanaíticas no mishnáicos, denominados "baraitot" (plural de "baraíta") en arameo. Si bien estos no tienen la autoridad de la Mishná en el Talmud de Babilonia (Bavli), sirven como textos de apoyo para los Amoraim al analizar e interpretar las mishnayot compiladas por el rabino Yehuda HaNasi. Cuando se introduce en la Guemará una enseñanza derivada de una baraita, se utilizan expresiones como “Tanya” ("Se enseñó") o “Tanu Rabanan” ("Nuestros rabinos enseñaron"). Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los baraitot no representan el pensamiento judío dominante de un período en particular, pero pueden usarse como base para casos legales. Además, la opinión de los rabinos con respecto al nombre del Mashiaj en el Talmud Bavlí Sanhedrín 98b tampoco se considera una baraita. La fórmula utilizada para introducir una baraita en la Guemará no se corresponde con la expresión “dijeron los rabinos”, que representa una tradición recibida, sino que introduce opiniones contrastantes de diferentes escuelas rabínicas y sus alumnos.


La afirmación de Blad carece de apoyo en el contexto de la tradición talmúdica, ni desde un punto de vista halájico, ya que la opinión citada sobre el nombre del mesías no corresponde ni a una baraita ni a una mishná. Entonces, ¿qué sentido tiene que los rabinos citen Isaías 53 en este debate sobre el nombre del Mesías? El texto del Talmud Bavlí masejet Sanhedrín 98b dice:


אמר רב לא אברי עלמא אלא לדוד ושמואל אמר למשה ורבי יוחנן אמר למשיח מה שמו דבי רבי שילא אמרי שילה שמו שנאמר (בראשית מט, י) עד כי יבא שילה דבי רבי ינאי אמרי ינון שמו שנאמר (תהלים עב, יז) יהי שמו לעולם לפני שמש ינון שמו דבי רבי חנינה אמר חנינה שמו שנאמר (ירמיהו טז, יג) אשר לא אתן לכם חנינה ויש אומרים מנחם בן חזקיה שמו שנאמר (איכה א, טז) כי רחק ממני מנחם משיב נפשי ורבנן אמרי חיוורא דבי רבי שמו שנאמר (ישעיהו נג, ד) אכן חליינו הוא נשא ומכאובינו סבלם ואנחנו חשבנוהו נגוע מוכה אלהים ומעונה


Rav dice: El mundo fue creado solo por causa de David, en virtud de su mérito. Y Shmuel dice: Fue creado en virtud del mérito de Mosheh. Y el rabino Yojanan (bar Napaja) dice: Fue creado en virtud del mérito del Mesías.

A propósito del Mesías, la Gemara pregunta: ¿Cuál es su nombre? La escuela del rabino Sheila dice: Shiloh es su nombre, como está dicho: “Hasta cuando vendrá Shiloh” (Génesis 49:10). La escuela del rabino Yannai dice: Yinon es su nombre, como está dicho: “Que su nombre perdure para siempre; que su nombre continúe [yinnon] mientras dure el sol; y bendíganse en él los hombres” (Salmos 72:17). La escuela del rabino Janina dice: Janina es su nombre, como se afirma: “Porque no te mostraré favor [janina] (Jeremías 16:13). Y algunos dicen que Menajem ben Jizkiya es su nombre, como se afirma: “Porque el consolador [menajem] que debería aliviar mi alma está lejos de mí” (Lamentaciones 1:16). Y los rabinos dicen: El leproso de la casa del Rabí Yehuda HaNasi es su nombre, como está dicho: “Ciertamente, nuestras enfermedades él soportó y nuestros dolores soportó; pero lo tuvimos por herido, por herido de Dios y abatido” (Isaías 53:4).


Antes de explicar la historia en cuestión, es necesario señalar que dentro de las interpretaciones rabínicas de esta Hagadá, se encuentra la del Rebé Menajem Mendel Shneerson, zt''l, en su obra Likutei Sijot, Volúmenes 22 y 37. Explica el motivo por qué los rabinos se refieren al Mashiaj como un leproso en el Talmud. Sin embargo, su interpretación corresponde a un derash. En él, usa el término “leproso”, basado en Midrash Eijá Rabatí Pitjata, no solo para Mashiaj sino también para el Templo. Lo relaciona igualmente con Israel en el exilio en la etapa previa a la redención. Por lo tanto, esta fuente tampoco puede usarse como refuerzo para la posición cristiana, ya que el Rebe explica el verso alegóricamente y no dentro de su propio contexto, como sucede con las obras de derash.


Examinando los textos de prueba mencionados en la Guemará.

El primer nombre que se presenta es atribuido a la escuela de Rabí Shila y es citado en Bereshit 49:10:

“...No se apartará el cetro de Yehudá, ni el bastón del legislador de entre sus pies, hasta que venga Shiló y a él se congregarán los pueblos…” (Bereshit/Génesis 49:10)

El pasaje es de hecho un texto mesiánico de la Torá, donde el Mesías es designado como “Shiloh”. Vale la pena señalar que el nombre del rabino de la escuela que lo llama así suena casi idéntico al nombre mencionado en Génesis 49:10. El segundo nombre se deriva del Salmo 72:17. Al leer el versículo en su contexto, tenemos lo siguiente:

"Florezca en sus días el justo, e increméntese la paz  mientras sea la luna. Gobierne de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Inclínense ante él nobles, y que sus enemigos laman el polvo. Los reyes de Tarshish e islas devolverán tributo, los reyes de Shebá y Sebá ofrecerán presentes. Todos los reyes se inclinarán a él, todas las naciones lo servirán; pues él salva al necesitado que clama, al pobre que nadie tiene que le ayude. El se compadece del empobrecido y menesteroso, y salva las almas de los indigentes. Él redime su alma de la decepción y la violencia, y su sangre es preciosa a sus ojos. Que pueda vivir y le dé el oro de Sheba; y así ore por él siempre, y lo bendiga todo el día. Haya grano abundante en la tierra, sobre la cima de montañas; que su fruta susurre como [los cedros de] el Líbano, y que  florezca de la ciudad como la hierba de la tierra. Perdure su nombre por siempre; magnifíquese su nombre mientras dure el sol Y todas las naciones se bendecirán por él, lo alabarán..." (Tehilim/Salmos 72:7-17)

Este Salmo fue escrito en honor al Rey Salomón, como se dice explícitamente en el primer versículo donde dice “Para Salomón” (לִשְׁלֹמֹה). La descripción dada se alinea con lo que se narra sobre Salomón y su reinado en 1 Reyes 10: su majestad y el tributo que recibió de los reyes o gobernantes de las naciones vecinas. Si bien a este texto se le puede dar una interpretación mesiánica como una oda de coronación por el éxito del nuevo rey de Israel y, por extensión, al Mesías davídico, tiene un destinatario específico en su inicio: Salomón. Por lo tanto, no se menciona al Mesías o al rabino Yanai, ya que el pasaje se usa alegóricamente en lugar de en su sentido llano. La tercera cita de Yirmiyahu 16, dentro de su contexto, dice: 

"...Es porque Me abandonaron sus padres - declara el Eterno - y se fueron tras otros dioses y les sirvieron y adoraron, a Mí me dejaron, y Mi Torá no guardaron. Y ustedes mismos han hecho peor que sus padres, pues he aquí que va cada uno en pos de la dureza de su mal corazón, sin escucharme. Pero Yo los echaré lejos de esta tierra, a otra que no han conocido ustedes ni sus padres, y servirán allí a otros dioses día y noche, pues no les otorgaré perdón". 

(Yirmiyahu/Jeremías 16:11-13)

El texto de Yirmiyahu 16 comienza con las instrucciones del Eterno al profeta de no casarse ni tener hijos en la tierra de Judá, debido al castigo que recibirían sus habitantes por abandonar su pacto con Él y servir a otros dioses. El decreto de HaShem es que, por sus acciones, serán enviados al exilio, como dice la Toráh, para servir a los extranjeros que adoran a otros dioses. No se les concederá el perdón por no prestar atención a las advertencias de profetas como Jeremías. Es en el versículo 13 donde se usa la palabra "חנינה" ("janina"), que significa "favor". Este pasaje no es mesiánico sino que nos informa sobre la sentencia Divina resultante de la desobediencia externa, para la cual no habría perdón.

"ס El Eterno ha desechado a todos mis valientes de en medio de mí. Ha convocado un concejo contra mí para acabar con mis jóvenes. El Eterno ha pisado en lagar a la virgen, hija de Yehudá. ע Por esto lloro yo; mi ojo, mi ojo se va en agua, porque está lejos de mí el consolador que podría reanimar mi alma. Mis hijos están desolados, porque ha vencido el enemigo.פ Tiende Tzión sus manos: ¡no hay quien la consuele! Ha mandado el Eterno contra Iaacov sus adversarios por doquier; Yerushalaim se ha hecho cosa impura en medio de ellos.צ Justo, justo es el Eterno, porque yo he sido indócil a sus órdenes. Escuchen, pues, pueblos todos, y miren mi dolor. Mis doncellas y mis jóvenes han ido al cautiverio...ש ¡Oye cómo gimo!¡ no hay quien me consuele! Todos mis enemigos, enterados de mi mal, se alegran de lo que tú has hecho. ¡Haz que llegue el día que tienes anunciado, para que sean como yo!..." 

(Eijá/Lamentaciones 1:15-18; 21)

Lamentaciones, también conocido como Eija’, es uno de los cinco Megilot ("Pergaminos") del TaNa”J. Consiste en una colección de cantos fúnebres o elegías que reflejan el dolor y sufrimiento causado por la destrucción de Jerusalén y el Templo de Salomón, así como el exilio decretado por Dios como castigo por los pecados de Israel. Son lamentaciones hechas en respuesta a las catástrofes sufridas por el pueblo judío durante su primer exilio. En el primer poema -donde se menciona a Menajem- Jerusalén se personifica como una mujer abandonada por sus amantes, que se lamenta y sufre por el trato que ha recibido en retribución por su infidelidad. Lamentaciones 1:16, junto con los versículos 17 y 21, enfatizan la ausencia de una presencia consoladora para aliviar el sufrimiento de la desolada Sión, que se compara aún más con una mujer que llora a sus hijos asesinados por el enemigo y se asemeja a una mujer impura. El pasaje, como su predecesor, NO es mesiánico y puede verse como un ingenioso juego de palabras relacionado con el nombre de un líder de esa época, a saber, Menajem ben Jizkiyahu.


De estos cuatro pasajes, sólo uno tiene un significado mesiánico. De los otros tres, uno puede referirse indirectamente al Mesías, pero los dos restantes no están relacionados con el Mesías cuando se leen en su contexto. En cambio, discuten el exilio de Babilonia y las causas que lo llevaron a él, como la idolatría y la desobediencia repetida. Después de analizar el contexto de los versículos anteriores y su conexión con el Mesías o la era mesiánica, ahora comentaré la cita de Isaías 53:4 por parte de los rabinos mencionados en este debate:

“Los Rabinos dijeron: El "leproso de la casa de Rabí", como está escrito: “Ciertamente, nuestras enfermedades él soportó y nuestros dolores soportó; pero lo tuvimos por herido, por herido de Dios y abatido”  (Yeshayahu/Isaías 53: 4)"

Tenemos un entendimiento claro del contexto de Isaías 53 y su tema central. Aunque la identidad del siervo no se menciona explícitamente, hay indicios en el texto de que se refiere al pueblo de Israel como el siervo del Eterno, tal y como lo describe el Deutero-Isaías a partir de Yeshayahu 41:8 en adelante.


Es importante destacar que mientras que el texto hebreo de Yeshayahu 53:4 utiliza la palabra נָגעַ (naga’), traducida al español como "golpeado", el Talmud opta por interpretarla como “azotado”, lo cual sugiere que este pasaje no debe tomarse literalmente. Además, la traducción al arameo del Targum de Yonatán no concuerda con esta interpretación:

בְּכֵן עַל חוֹבָנָא הוּא יִבְעֵי וַעֲוָיָתָנָא בְּדִילֵהּ יִשְׁתַּבְקוּן וַאֲנַחְנָא חֲשִׁיבִין כְּתִישִׁין מָחָן מִן קֳדָם יְיָ וּמְעַנָן

“Entonces él nos pedirá que nos preocupemos por nuestros pecados y nuestras iniquidades se perdonarán en su petición, nosotros nos hemos herido, nos hemos golpeamos con violencia ante D-os y nos afligimos”. (Yeshayahu/Isaías 53:4, Targum Yonatán)  

Estas indicaciones sugieren que los rabinos citaron alegóricamente este pasaje de Isaías 53. Si es así, ¿quién es el “leproso de la casa del rabino” y por qué se lo menciona en una discusión relacionada con el nombre del mesías? Solo "rabino" es la designación utilizada en el Talmud para referirse al rabino Yehuda HaNasi, el compilador de la Mishná. En cuanto a la identidad del leproso de la casa del rabino, el comentario sobre el Sanhedrín contenido en "Marguliot HaYom", escrito por el rabino Reuven Marguliot, relata una historia del Talmud Yerushalmi en la que un distinguido discípulo del rabino Yehuda fue maldecido con lepra por enseñar los contenidos de un trabajo cabalístico sin autorización de su maestro:


“Miren en el Talmud de Jerusalén en el  Tratado de Jaguigá, Perek 2 Halajá 1. Allí vemos que Rabí tenía un talmid especial que enseñó sobre la "Obra de la carroza" (Ma'asé Merkabá) sin la autorización de Rabí, y por eso fue herido con lepra. Este talmid que fue herido, se llamó “el leproso de la casa de Rabí”. Y ellos dicen sobre él: “Ciertamente nuestras enfermedades él cargó.” (Yeshayahu/Isaías 53:4)(Marguliot HaYom, Párrafo 16)


La cita del Talmud Yerushalmi mencionada en el comentario anterior dice lo siguiente:

רִבִּי חִייָה בְשֵׁם רִבִּי יוֹחָנָן. תַּלְמִיד ווָתִיק הָיָה לוֹ לְרִבִּי וְדָרַשׁ פֶּרֶק אֵחָד בְּמַעֲשֶׂה הַמֶּרְכָּבָה. וְלֹא הִסְכִּימָה דַּעְתּוֹ שֶׁלְרִבִּי. וְלָקָה בִשְׁחִין. אִםהַזּוֹ דוֹמָה לִשְׁנֵי שְׁבִילִין. אֶחָד שֶׁלְאוֹר וְאֶחָד שֶׁלְשֶׁלֶג. הִיטָּה בָזֶה מֵת בָּאוֹר. הִיטָּה בָזוֹ מֵת בַּשֶּׁלֶג. מַה יַעֲשֶׂה. יְהַלֵּךְ בָּאֶמְצַע.

Rebbi Jiyah en nombre de Rabí Yojanan: Rabí tenía un estudiante competente (talmid vatik) que explicó un capítulo en el trabajo del carro con el que Rabí no estuvo de acuerdo; fue atacado con sarna. Esta enseñanza puede compararse con dos caminos, uno de fuego y otro de nieve. Si toma uno, muere en el fuego, si toma el otro, muere en la nieve. ¿Qué debe hacer? caminar en el medio

-Talmud Yerushalmi, Jaguigá, Capítulo 2, Halajá 1.


Por otra parte, en el comentario de RaSh”I sobre el Talmud Bavli Sanhedrin 98b menciona que las palabras arameas חיוורא דבי רבי significa ‘el leproso de la casa de Rabí Yehuda HaNasi’ ( חיוורא דבי רבי - מצורע של בית רבי), as´como también aparece en la explicación del R’ Adin Steinsaltz: המצורע של בית רבי. 


De lo anterior podemos deducir, en primer lugar, que el “leproso de la casa de Rabí” (“leproso docto” en la Edición Soncino) era un erudito que formaba parte de la escuela de Rabí Yehudá HaNasí. Estaba afectado por la lepra y, por lo tanto, se le conoció como el “leproso de la casa de Rabí”, en lugar del esperado mesías davídico de Israel. En segundo lugar, al igual que en casos anteriores con otras escuelas, los discípulos utilizaron un verso que hacía referencia al nombre de su maestro. Aquí, los rabinos hicieron esto con el discípulo del rabino mencionado en el Talmud Yerushalmi.


De esta manera, podemos establecer las siguientes analogías en relación a los nombres asignados por cada escuela y, finalmente, por los rabinos:


Bereshit 49:10: "Shiló" haciendo referencia a Rabí Shila,

Tehilim 72:17: "Yinnón", como alusión a Rabí Yanai,

Yirmeyahu 16:13: "Janina", relacionado con Rabí Janina,

Eijá 1:16: "Menajem", en referencia a Menajem Ben Jiziqyahu.


Yeshayahu 53:4, utilizando el significado alternativo de “azotado” para la palabra hebrea "nagá", para referirse al discípulo leproso de la casa de Rabí.

Al ser un cuento hagádico, es evidente que los versos citados no están en su contexto adecuado, sino extraídos de él para transmitir una enseñanza. Asimismo, al utilizar estos versículos, ni los discípulos ni los rabinos distinguen entre adjetivos, nombres propios o sustantivos, como se hace en el texto bíblico citado en cada caso (particularmente en Yirmiyahu y Lamentaciones). Este debate entre diferentes escuelas rabínicas muestra a discípulos y rabinos especulando irónicamente sobre el nombre desconocido del Mesías. Los textos del TaNa”J citados por ellos indican que no deben ser tomados tan en serio y mucho menos en su sentido literal. Cualquiera podría potencialmente convertirse en el Mesías según lo que indica  TaNa”J -desde un rabino de renombre hasta un leproso- y solo Dios conoce su identidad. Por lo tanto, no hay necesidad de buscar obsesivamente el conocimiento de Él, ya que eso le pertenece solo a Él. La Hagadá no solo contiene narraciones "serias", sino que también emplea la ironía en ocasiones para transmitir enseñanzas.


Como ejemplo de la mala interpretación de la Hagadá, en el Igueret Teiman, RaMBa”M narra el episodio ocurrido en la comunidad judía de Yemen al comienzo del califato omeya. En este evento, un falso Mesías incitó a algunos judíos a levantarse en armas y emigrar basándose en su interpretación de Isaías/Yeshayahu 53:4 y su conexión con un nombre mencionado en Sanedrín 98b. Sin embargo, la respuesta de los eruditos fue que su interpretación de este versículo y de la Hagadá era incorrecta y que este individuo no poseía ninguna de las características esperadas de un verdadero Mesías:

Ahora voy a narrarles brevemente varios episodios posteriores al ascenso del reino árabe... Uno de ellos, se refiere al éxodo de una multitud de judíos, sumando cientos de miles, desde Oriente más allá de Ispahan, guiados por un individuo que pretendía ser el mesías. Estaban armados con equipo militar, espadas desenvainadas, y mataron a todos los que encontraron. Alcanzaron, de acuerdo con la información que recibí, las inmediaciones de Bagdad. Esto sucedió en el comienzo del reinado de los Omeyas...Cuando los sabios conocieron a estos judíos, los últimos declararon: "Pertenecemos a los hijos del distrito más allá del río". Entonces les preguntaron: "¿Quién les instigó a hacer este levantamiento?" Con lo cual  respondieron: "Este hombre, uno de los descendientes de David, quienes sabemos son piadosos y virtuosos. Este hombre, a quien conocimos siendo un leproso en la noche, se levantó a la mañana siguiente sano y  salvo." Ellos creían que la lepra era una de las características del Mesías, porque encontraron una alusión al versículo: "afectado, herido de Dios y abatido" (Isaías 53: 4), que es por la lepra. Con lo cual los sabios les explicaron que esta interpretación era incorrecta, y que carecía incluso de  una de las características del Mesías, por no hablar de todas ellas". (Igueret Teimán de RaMBaM, Capítulos 18  y 19)

Por lo tanto, esto desestima la explicación dada por el sitio misionero "Yeshua Shemi" que sugiere que los rabinos creían que el mesías sufriría de lepra, como el discípulo del rabino. Según los eruditos mencionados por RaMBa”M, tal interpretación es incorrecta y no tiene relación con lo que se presenta en la Guemará. El análisis de los métodos de interpretación rabínicos utilizados en la Guemará, así como la razón por la que se hizo referencia a estos textos de prueba en el debate, indican que el el Talmud Bavli Sanhedrín 98b no respalda la interpretación cristiana de Isaías 53. En cambio, establece una relación contextualmente desconectada basada en en un verso con un tono sarcástico hacia un individuo que claramente no era considerado como el Mesías - similar a otras referencias hechas. En resumen, el Sanhedrín 98b no confirma la idea de que los antiguos rabinos, en este caso los Amoraim, vieron este texto y su contexto como una profecía sobre el Mesías.

Finalmente, citaré un extracto de la Disputa de Barcelona sobre la naturaleza del Mesías, donde Pablo Cristiani intenta usar la literatura rabínica para sustentar la interpretación de que Isaías 53 se refiere al Mesías y su muerte. En respuesta, RaMBa”N señala que, en primer lugar, el siervo es Israel y no el Mesías, y en segundo lugar, ningún rabino o fuente rabínica afirma que el Mesías sería asesinado por sus enemigos -otra afirmación hecha por algunos misioneros, por cierto- como fue el caso de Yesh”u:


“Entonces argumentó aquel hombre: He aquí la porción del profeta que habla del siervo sufriente (Yeshayahu 52:13) relata que el Mashiaj ha de morir en manos de sus enemigos y será ajusticiado entre delincuentes, todo lo que ocurrió con Yeshu. ¿Crees tú que esta porción del profeta se refiere al Mashiaj?Le dije: según una interpretación verídica no se refiere sino al pueblo judío como nación, ya que así lo llaman los profetas repetidas veces: “Israel, mi siervo…” (Yeshayahu 41:8), “Yaakob, Mi siervo…” (Ibíd. 44:1). Dijo fray Paul: Yo te demostraré que según los propios sabios judíos estos versículos se refieren al Mashiaj.Le dije: Es verdad que nuestros sabios, de bendita memoria, en los libros que comentan los relatos interpretan que se refiere al Mashiaj (Yalkut Shimoní, Yeshayahu 476; Tanjuma, Toldot 14); pero nunca han declarado que el Mashiaj sería asesinado por mano de sus enemigos, no encontrarás en ningún libro de los libros de Israel, no en el Talmud y no en relatos, que el Mashiaj hijo de David será muerto , o que será entregado en manos de sus enemigos o que será enterrado entre delincuentes, e incluso el Mashiaj que ustedes se hicieron ni siquiera fue enterrado. Yo estoy dispuesto a explicarles la sección del siervo sufriente si desean con una explicación convincente y clara, siendo que no se encuentra en ella que el Mashiaj ha de ser muerto, como ocurrió con su Mashiaj. Y no quisieron escuchar". (Disputa de Barcelona, párrafos 25 al 28)

En el debate, el RaMBa”N proporciona una explicación exhaustiva sobre el siervo sufrido en Isaías 53. Sin embargo, la reacción de Cristiani y sus compañeros fue negativa, lo cual refleja una clara disonancia cognitiva que aún persiste en nuestros días cuando se exponen distorsiones realizadas por misioneros al citar literatura rabínica para respaldar sus creencias.