8/30/2020

Marcos 8:31-34 ¿Yeshu cómo idolatra confeso? ¿El Jesús Histórico contra Pedro y la comunidad judía?

BS"D
El relato del Evangelio de Marcos del capítulo 8 (versículos 31-33) Yeshu anuncia su muerte a sus discípulos. La condición que él plantea es de padecer, ser desechado por los zekenim (ancianos o rabinos), cohanim (sacerdotes), y por los sofrim (escribas), en el que lo ejecuten y posteriormente resucite, tal como se lee en tal evangelio en el Codex Sinaiticus א, folio 222b

και ηρξατο διδαϲκι 
αυτουϲ οτι δει τον 
υν του ανου πολ
λα παθειν και απο
δοκιμαϲθηνε ϋπο 
των πρεϲβυτερω 
και των αρχϊερε
ων και των γραμ
ματεων και απο
κτανθηναι και με
τα τρειϲ ημεραϲ α
ναϲτηναι και παρ
ρηϲια τον λογον ε
λαλει
και προϲλαβομε
νοϲ αυτον ο πετροϲ 
ηρξατο επιτιμαν 
αυτω
ο δε επιϲτραφιϲ και 
ϊδων τουϲ μαθη
ταϲ αυτου επετιμη
ϲεν πετρω και λε
γει ϋπαγε οπιϲω 
μου ϲατανα οτι ου 
φρονιϲ τα του θυ αλ
λα τα των ανων
και προϲκαλεϲα
μενοϲ τον οχλο 
ϲυν τοιϲ μαθητεϲ 
αυτου ειπεν αυτοιϲ · 
ει τιϲ θελει οπιϲω 
μου ελθειν απαρ
νηϲαϲθω εαυτο
και αρατω τον ϲταυ
ρον εαυτου και ακο
λουθιτω μοι
(TRADUCCIÓN: [31] Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre tenía que sufrir mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y morir y resucitar a los tres días.
[32] Y pronunció este dicho claramente. Y Petros lo tomó y comenzó a reprenderlo.
[33] Pero, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Petros y dijo: ¡Quítate de delante de mí, Satana’, porque no piensas en las cosas de DiOs, sino en las de los hombres.
[34] Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.)
Como vemos, en el verso 34 Yeshu estipula que quien quiera seguirle debe de negarse así mismo y tomar su cruz (para su muerte), pasa lo mismo en los otros evangelios (Lucas 9:23; Mateo Griego 16:24; Mateo Hebreo 72:24). En el comentario al Evangelio Hebreo de Mateo, hemos expuesto que el periodo que comprende la existencia del Bait Sheni (Segundo Templo de Jerusalem), el ahorcamiento era sinónimo de crucifixión (צליבה), tal como se demuestra en los targumim, por ejemplo Onkelos utiliza la palabra ‘תִצלוֹב’, Yonathan Ben Uziel utiliza la palabra ‘יצלבון’, el Targum Qumrani Neofiti utiliza ‘תצלבון’, tal como se muestra en las traducciones sobre Deuteronomio 21:22-23. En tal caso, Yeshu dio la instrucción que sus seguidores incurrieron en los delitos de blasfemia e idolatría. Incluso,  la versión positiva que dan algunos académicos en la que Yeshu instruía a sus seguidores en matarse así mismos en la que supuestamente es una alusión a lo que enseñara Muhamad HaPasul en el Corán 2:54. (Ver. Said, G. (2018). The Quran and The Bible, Text and Commentary. USA: Yale University. p. 44) 

Sin embargo, el Corán, es Di’s quien ordenó a los israelitas suicidarse, sin embargo en la tradición islámica es el mismo Di’s que ordenó que los justos matarán a los malvados. (Ver. Tafsir al-Jalalayn sobre Q. 2:54). La cita bíblica que se refiere el Corán, como los académicos pro-Yeshu, es Shemot / Éxodo 32:26, sin embargo dista mucho del mensaje que quieren justificar los académicos sobre la ordenanza de Yeshu en que sus seguidores deben llevar su cruz para seguir al mamzer. 
El pasaje de Shemot / Éxodo 32:26-27 es una clara ordenanza para ejecutar a los idólatras, tal como se lee:
וַיַּעֲמֹ֤ד מֹשֶׁה֙ בְּשַׁ֣עַר הַֽמַּחֲנֶ֔ה וַיֹּ֕אמֶר מִ֥י לַיהוָ֖ה אֵלָ֑י וַיֵּאָסְפ֥וּ אֵלָ֖יו כָּל־בְּנֵ֥י לֵוִֽי׃ וַיֹּ֣אמֶר לָהֶ֗ם כֹּֽה־אָמַ֤ר יְהוָה֙ אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל שִׂ֥ימוּ אִישׁ־חַרְבּ֖וֹ עַל־יְרֵכ֑וֹ עִבְר֨וּ וָשׁ֜וּבוּ מִשַּׁ֤עַר לָשַׁ֙עַר֙ בַּֽמַּחֲנֶ֔ה וְהִרְג֧וּ אִֽישׁ־אֶת־אָחִ֛יו וְאִ֥ישׁ אֶת־רֵעֵ֖הוּ וְאִ֥ישׁ אֶת־קְרֹבֽוֹ׃
(Traducción: 
[26] Y Mosheh se paró a la puerta del campamento, y dijo: "¡Quien sea del Eterno, [venga] a mí!" Y allí se reunieron con él todos los hijos de Leví [(de donde se ve que toda la tribu era kasher)].
[27] Y él les dijo: Así dijo el Eterno, el Di-s de Israel: ["Todo el que sacrifique a los dioses será condenado a muerte" (22:19)]: Que cada uno se ponga la espada en el muslo. Que pase de puerta en puerta en el campamento y mate; un hombre, su hermano [por su madre (pero no por su padre, es decir, un no levita)], un hombre, su vecino, y un hombre, su pariente.)
-Traducción, El Jumash de Rashi por el rabino Shraga Silverstein.
En ningún momento Di”s ordena que los justos se suiciden a favor de Di’s, por el contrario, según explica el místico andalusí, el Rabeinu Bahya Ibn Pakuda sobre Shemot 32:27 que en tales idólatras se aplicó el atributo de la Justicia decidió castigar a estas personas como verdaderos herejes como la Torá nos ha enseñado (Deut. 1:17: המשפט לאלוהים הוא). 

¿Cuál fue la reacción judeo-cristiana sobre tales pasajes de los Evangelios?
El texto judeo-cristiano del Tathbit menciona de que el verdadero evangelio (Injìl) de Yeshu no incluía la crucifixión,  una observación que sugiere que el Tathbit tiene un origen judeo-cristiano tal como señala el Prof. Shlomoh Pines. Pines respondería a esta afirmación teorizando que algunos judeocristianos rechazaron el culto a la cruz. (The Jewish Christians of the early centuries of Christianity according to a new source Proceedings of the Israel Academy of Sciences and Humanities ; v. 2, p. 16, n. 1), tal como se lee:
(TRADUCCIÓN: Una lectura ligeramente diferente de una palabra alteraría el sentido de la siguiente manera: "ninguna mención del crucifijo o de la crucifixión". El texto también permite la traducción: "ninguna mención de crucificar o de crucifixión". La declaración puede referirse al hecho (señalado, por ejemplo, por M. Sulzberger, 'Le Symbole de la croix et les monogrammes de Jésus chez les premiers chrétiens', Byzantion, n [1922], p. 341) de que ningún o significado simbólico se adjunta a la cruz en los Evangelios. Los judeo-cristianos se oponían a la adoración de la cruz.)
En otro lugar sugiere que el evangelio judeocristiano al que se refiere el Injìl podría haber sido solo un libro de los dichos de Yeshu y, por lo tanto, no haber incluido la cuenta de la crucifixión, tal como se menciona en el Tathbit III:78:
و لم [الإنجيل الحقيقي] يكن في داذكر للصليب ولا الصلب
ב[הבשורה האמיתית] לא היה שום אזכור לצליבה או לצלב.
“En [el verdadero Evangelio] no se mencionó la crucifixión ni los crucifijos.”
Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: Brigham Young University Press. III:78. p. 94.
Por tanto, la versión alternativa que utilizó la secta judeo-cristiana sobre pasaje el vergonzoso del anunciamiento de la muerte de Yeshu (Marcos 8:31-34 y Lucas 9:23; Mateo 16:24) es el episodio en el que Yeshu denomina a Pedro con el nombre de Satán tal como se lee en el Tathbit II:474:
وفي [الإنجيل] مرت [يشو] على سيمون كيفا وقالت له: "يا شيطان".
זה [בבשורה] כי [ישו] עבר על ידי שמעון קפא ואמר לו "השטן".
“Es [en el Injíl] donde [Yeshu] pasó junto a Shimeun Kifa y le dijo: “¡Oh, Shaytán!”.
Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: Brigham Young University Press.  II:474. p. 80.
Shimeun Kifa es la denominación habitual de Pedro en los textos árabes corresponde al griego πετροϲ (Petros) la cual es la traducción del arameo del término Kifa (ܟܐܦܐ), “roca”. Los judeo-cristianos, omitieron el pasaje vergonzoso de la muerte de Yeshu relacionada a ahorcamiento (y lapidación) de Yeshu y se centraron no solamente en atacar la “piedra fundamental” del cristianismo bizantino, es decir, en San Pedro, sino que también en el mismo pasaje del Tathbit II:475 se ataca a la comunidad judía, tal como se le allí:
وهو أيضًا في [الإنجيل] الذي قال للإسرائيليين: "أيتها الأفاعي ، يا ابن الثعابين! إنك تقرأ الكتاب ولا تفهم. تغسل الجزء الخارجي من الإناء والداخل مليء بالنجاسة.
זה גם ב [הבשורה] הוא אמר לבני ישראל, "הו נחשים, בן נחש! קראו את הספר אך אינך מבין. אתה שוטף את החלק החיצוני של הכלי בזמן שבפנים מלא טומאה.
También es en [el Injil] que [Yeshu le] dijo a los Benei Israel: "¡Oh serpientes, oh hijos de la serpiente! Leen el Libro [la Torah] pero no comprendes. Lavas el exterior del recipiente mientras el interior está lleno de impureza. (p. 80.)
Nada ha cambiado en centenas de años, el mismo Yeshu y sus representantes, mesiánicos o los antiguos judeo-cristianos recurren a la misma estrategia de denostación contra los cristianos y judíos, ante su frustración de tratar de digerir que Yeshu murió como un idoltra, al igual que los que le siguieron. 

Sobre la ortografía de Isa (Jesús) en el Corán. ¿Yeshu o Esav? ¿Qué tan fiable es el Corán para la búsqueda de la verdad?

BS"D

Examen detallado por la Dr. Éléonore Cellard
sobre la monumental hoja oblonga del Corán escrita en cúfico B.Ib,
con títulos rojos añadidos en cúfico F.1 Fechada con C14 entre 649-778., lote 128


Escribe Christoph Luxenberg autor de «La lectura siro-aramea del Corán: Una contribución a la descodificación de la lengua del Corán» que es dudoso que se pueda explicar el nombre ﻋﻴﺴﻰ (leyendo la edición de El Cairo como lsä) sobre la base de una asimilación a موسىٰ‎ (Musa’ - Mosheh) como ha hecho Siegmund Fraenkel, aunque Josef Horovitz respalda este punto de vista al señalar:
"Cuán aficionado está el Corán en otras partes de los pares de nombres y de la asimilación de un nombre a otro".
Cf. Josef Horovitz, Koranische Untersuchungen [Koranic Investigations] (Berlin, Leipzig, 1926) 128.
En otras palabras, aunque para موسىٰ‎ la pronunciación Mosheh está atestiguado, mientras que ﻋﻴﺴﻰ la pronunciación Ishe / Isa no lo está. Aunque en este caso es posible que se base en el nombre sirio oriental Isho (para Jesús) es apenas imaginable, como dice Horovitz (loc. cit.), que "su [ain] final ... haya cambiado de posición".
Argumentando contra esta tesis y la tesis de Landauer, mencionada por Horovitz (con  Theodor Nöldeke en Christliches im Qoran [Christian Elements in the Koran]. XLI 720, nota 2), de una asimilación del nombre Esaú, está la última ע en ܫܘܥ / Iso (cuya final / ܥ usualmente no es pronunciada por los sirios orientales) y la final en ú en ܥܣܘ (Isuv = Esaú) (o la vav final en hebreo עֵשָׂו) Esav. Mientras tanto, lo que se acerca más a la ortografía ﻋﻴﺴﻰ ortográficamente es el nombre bíblico ܕܐܝܫܝ יִשָׁי (Ishai) como el padre de y (el padre de David (Isaías 11:1,10). 
Aquí hay que tener en cuenta que entre los sirios orientales la inicial ܥ - ע se debilita con frecuencia y se produce exactamente como una i con un sonido gutural inicial, mientras que la final ܥ desaparece totalmente. Esta pronunciación es, en este grado, idéntica a la de los mandaeanos, que usan una ע para reproducir la i inicial y dejar la final ܥ como también lo atestigua Nöldeke en su Mandäische Grammatik (Mandäische Grammatik [Mandaic Grammar], Halle an der Saale, 1875 (reprint Darmstadt, 1964). p. 56) y precisamente en conexión con el nombre עֵשָׂו (Esav) con el de Isho (ܫܘܥ), Isá (Jesús). 

Este hallazgo es interesante no solo porque una vez más apunta a la región del este de Siria, sino también y especialmente porque plantea la pregunta, relevante para la historia de la religión, de si con el nombre  ܕܐܝܫܝ יִשָׁי (Ishai) el Corán ha intentado la conexión entre el Jesús histórico e Isai, un supuesto antepasado genealógico suyo, nombrado en la literatura cristiana Lucas 3:32 (ϊεϲϲαι), o si confunde consciente o inconscientemente ܫܘܥ (Isuv) con Isho con ܕܐܝܫܝ Isai o tal vez las consideró variantes dialectales de un mismo nombre. 

Que en cualquier caso el Corán moderno lee ﻋﻴﺴﻰ (Isá) es con certeza el resultado de la fonética post-coránica, especialmente considerando el hecho de que este nombre no aparece en la poesía árabe antigua, como señala Horovitz (loc. cit. 129). La ortografía coránica se corresponde, por otro lado, con la ortografía siríaca oriental y la fonética de la bíblica que ha sido documentada. Esta es la razón por la que ﻋﻴﺴﻰ ciertamente no debería leerse como Isa, sino Ishay. Al final, el mismo Corán jamás menciona a Esav en sus relatos, el único texto que lo menciona en árabe es la traducción al árabe, el Tafsir, de Rav Sa’adia Gaón AlFayyumi (Gen 25:25:  / Ashuעשו - عشو). 

Secciones del Corán deberían de ser revisadas por los musulmanes tales como las que se le adjudica mal a Yeshu como la que sea un siervo de Di’s (Q.43:59), una señal para las naciones (Q. 21:91; 23:50), y vincular tales epítetos a Yishai, o incluso con Esav. El resultado más importante que se basa en esta teoría particular son las nuevas explicaciones proporcionadas por Christoph Luxenberg de las formas coránicas del nombre de Yeshu. Según Luxenberg, el nombre de Yeshu ﻋﻴﺴﻰ se explica mejor sobre la base de su similitud con Yishai (con la ﻯ final como ayin), dada la tendencia del este de Siria a que 'Ayin inicial desaparezca. Por tanto, es posible que los dos nombres y personajes se hayan confundido.

No es raro, que después de todo Muhammad (HaPasul) en la Surat Al-Imrán, 3:79 se refiere al Jesús Histórico como alguién equivocado bajo los siguientes versículos:  
{ما كان لبشر أن يؤتيه الله الكتاب والحكم والنبوة ثم يقول للناس كونوا عبادا لي من دون الله ولـكن كونوا ربانيين بما كنتم تعلمون الكتاب وبما كنتم تدرسون}
אַל לְאָדָם, אֲשֶׁר יִתֵּן לוֹ אֱלֹהִים אֶת הַסֵּפֶר וְהַחָכְמָה וְהַנְּבוּאָה, לֵאמֹר לִבְנֵי-הָאָדָם: “עִבְדוּ אוֹתִי כֵּאלֹהִים מִבַּלְעֲדֵי אֱלֹהִים”, וְאוּלָם (כֹּה יֹאמַר): “הֱיוּ רַבָּנִים” בַּאֲשֶׁר תְּלַמְּדוּ אֶת הַסֵּפֶר וּבַאֲשֶׁר תְּשַׁנְּנוּ אוֹתוֹ”
(תרגום: יוסף יואל ריבלין)
No está bien que una persona a quien Di’s da la Escritura, la sabiduría y el profetismo, vaya diciendo a la gente: «¡Sed siervos míos y no de Di’s!» Antes bien: «¡Sed maestros, puesto que enseñáis la Escritura y la estudiáis!»
Josef Horovitz sostiene que con la expresión árabe ‘Al-Kitab wa-Al-Hokma’ wa’Nubuwwata’ el Corán está tratando de las tres partes del TaNa”J (Torah, Nebi’im y Ketuvim), los cuales son términos generales y superpuestos para la revelación divina. Según el Corán aquí, alguien que haya recibido (ya sea Yeshu o cualquier judío) estos dones de Di’s (la Escritura, la sabiduría y el profetismo) no le estaría diciendo a la gente que lo adore. Más bien, tendría que haberles dicho que fueran rabbaniyin (rabinos). El Corán pone la adoración de cualquier cosa que no sea Di’s como dios como un error (Q. 3:80). La Surat al-Imran se centra en la abolición de las tradiciones evangélicas que aparecen en el Nuevo Testamento en la que se insinúa que se siga a Yeshu en lugar de Di’s. (Ver. Said, G. (2018). The Quran and The Bible, Text and Commentary. USA: Yale University. p. 130)

Incluso encontramos a Mujammad le recomienda a Yeshu, sobre lo que tendría que haber enseñado o haber actuado a una distancia de 600 años bajo una conducta monoteísta tal como se lee en la Surat Al-Zujruf 43:57 donde los árabes meccanos no creían en Yeshu que por ello Mujammad se queje de ellos: 
وَلَمّا ضُرِبَ ابنُ مَريَمَ مَثَلًا إِذا قَومُكَ مِنهُ يَصِدّونَ
‘Cuando el Hijo de Miriam fue citado como ejemplo, he aquí, su gente (los árabes meccanos) se apartaron de él (يَصِدّونَ)’.
El Corán utiliza la palabra ‘يَصِدّونَ’ connota el repelar a un inmigrante, o repeler un ídolo, en tal caso se aplica el último significado por la aleya 58 en la que los árabes meccanos le dan más importancia a sus dioses (أَآلِهَتُنا) que a Yeshu: وَقالوا أَآلِهَتُنا خَيرٌ أَم هُوَ ۚ ما ضَرَبوهُ لَكَ إِلّا جَدَلًا ۚ بَل هُم قَومٌ خَصِمونَ. Pareciera ser que en la Meca existieron diversos grupos de árabes que no compartieron la idea de creer en Yeshu como un dios (a.58), como un siervo (a.59) el cual únicamente enseñó que Di’s es su Señ-r al que se le debía servir (a. 64; Cf. 3:51), pero tal refrito juedo-cristiano no convenció a los grupos disidentes sobre Yeshu (a. 65) que por ello Mujammad terminó llamandoles ‘impíos’ (فَوَيلٌ لِلَّذينَ ظَلَموا مِن عَذابِ يَومٍ أَليمٍ).

En opinión de Luxenberg, el Corán contiene un lenguaje vago que a veces es imposible de interpretar, y sostiene que incluso a los eruditos musulmanes les resulta difícil analizar ciertas oraciones a partir de él y que se escribieron montones de literatura interpretativa en un intento por descifrar estas oraciones. Pero la suposición detrás de sus esfuerzos es que cada oración difícil es verdadera y significativa y que se puede descifrar con la ayuda de herramientas de la erudición musulmana tradicional. En su opinión, los eruditos occidentales imitan y confían en la interpretación musulmana y le dan demasiada importancia.

Incluso el propio Muhámmad (Mahoma) ordena consultar las dudas con rabinos (ver. Tafsir al-Jalalayn; Al-Kashshaf; Al-Qurtubi) y deja abierta una puerta para acceder a la Toráh en un versículo del Corán que deja a sus exegetas y estudiosos aún hoy TOTALMENTE PERPLEJOS:
فَإِن كُنتَ فِي شَكٍّ مِّمَّا أَنزَلْنَا إِلَيْكَ فَاسْأَلِ الَّذِينَ يَقْرَءُونَ الْكِتَابَ مِن قَبْلِكَ ۚ لَقَدْ جَاءَكَ الْحَقُّ مِن رَّبِّكَ فَلَا تَكُونَنَّ مِنَ الْمُمْتَرِينَ ﴿٩٤﴾
“Si tienes duda de lo que te hemos hecho descender, interroga a quienes antes de ti leían el Libro [la Torah]. La Verdad procedente de tu Dios (Alláh) te ha llegado. ¡No estés entre los escépticos!”
Surat Yunus 10:94.
Cómo sino podría ser de otra forma si la Toráh es el origen de todo. Quizás si los musulmanes aplicasen este versículo, podrían salir de muchos de sus dogmáticos errores vistos.