8/02/2010

Masejet Kalah Rabatí 2:9: ¿El pecado original? ¿Es una creencia judía?



Una de las creencias cristianas que son fundamentales de la doctrina cristiana utilizada por los misioneros de Jesús para los Judíos (Jews For Jesus) es el concepto de pecado original (peccatum originale), a saber que toda la humanidad esta condena a la muerte y a la tortura eterna en el infierno debido al pecado de las dos personas originales que desobedecieron Di-s y comieron de la fruta de conocimiento del bien y del mal (Romanos 5:12). La enseñanza cristiana se enfoca en que supuestamente Di-s maldijo eternamente a Adam HaRishón (Adán) y a Havah (Eva) así como a todas las generaciones futuras, pues por medio de este pecado introdujeron la muerte en el mundo.  

 

El cristianismo cree que no hay nada que podamos hacer sobre esta herencia maldita. Dicen que nos condenamos en el momento de nuestro nacimiento y necesitamos un salvador para ser salvados. Los católicos, varios grupos cristiano-protestantes e incluso sectas de judíos-mesiánicos creen en la doctrina cristiana del pecado original, incluso ellos explican que el peccatum originale puede ser borrado por medio del sacramento del bautismo. 

 

Como en otros de mis estudios (sobre todos los enfocados al texto del Evangelio Hebreo de Mateo de Itzjak Ibn Safrut –Shem-Tov) he indicado la influencia pagana de diversas creencias cristianas, en este estudio utilizaré la misma técnica.  

 

a)  Influencias paganas sobre la doctrina del Pecado Original.

Al igual que el cristianismo, los misterios paganos del mediterráneo tenían una doctrina sobre el “pecado original”. Patón explicaba que el alma es desterrada al interior del cuerpo humano como castigo por algún crimen antiguo que no nombraba, la cita textual dice:

“Porque algunos dicen que el cuerpo es la tumba del alma y puede pensarse que ésta se halla enterrada en nuestra vida actual. Los poetas órficos...tenían la impresión que el alma sufre el castigo del pecado hasta que se ha pagado la deuda”.

Platón, Cratilo, 400 C.

 

Según Empédocles, los humanos van de un lado a otro entre los cuatro elementos para expiar la culpa contraída en el mundo divino. Los misterios paganos de Grecia enseñaban que el pecado original consistía en separarse de dios, por lo que tal dios exigía el sacrificio mortal del dios hombre, o el animal al que mata, representa que en iniciado “muere” simbólicamente para la naturaleza “animal” inferior y renace en su naturaleza divina, que le une a dios y sirve para expiar su crimen original.

Por otra parte, en la doctrina del pecado original tiene poca base en la Biblia. Comenzó a surgir en el siglo III, pero solo se formó completamente con los escritos de Agustín de Hipona (354–430), quien fue el primer autor en usar la frase "pecado original". La concepción del pecado original de Agustín  se basó en un pasaje mal traducido de Pablo de Tarso sobre la Epístola a los Romanos 5:12 donde se lee:

δια τουτο ωϲπερ δι 

ενοϲ ανθρωπου 

η αμαρτια ειϲ τον 

κοϲμον ειϲηλθε 

και δια τηϲ αμαρτι

αϲ ο θανατοϲ και 

ουτωϲ ειϲ πανταϲ 

ανθρωπουϲ ο θα

νατοϲ διηλθεν εφ ω 

παντεϲ ημαρ

τον

(Traducción: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron)

-Codex Sinaiticus, folio 262b.

Los teólogos han lidiado con la frase griega ἐφ᾽ ᾧ que se traduce como ‘por cuanto’, como también traduce la Reina-Valera, incluso la traducción al hebreo hecha por la organización misionera de The Bible Society in Israel tal frase la traducen con la palabra ‘מִשּׁוּם’ (a causa de  / debido a que / porque). Agustín, influenciado por la Vulgata latina, entendió que ἐφ᾽ ᾧ  significaba "en quién", refiriéndose a Adán, cuya traducción era algo así:

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, en quien  [Adam] todos pecaron.

Los escritos de Pablo han sido relevantes en el cristianismo en términos del desarrollo posterior de la doctrina del pecado original, aunque la formulación primaria corresponde a Agustín ya que la idea del pecado original se basó en una mala traducción de Romanos 5:12. Durante el primer siglo después de que se escribieron los escritos de Pablo, los cristianos escribieron poco sobre la historia de la caída o de Adán y Eva en general. Sólo cuando los escritos de autores como Justino Mártir, Tatiano, etc. se producen en la segunda mitad del siglo II en adelante, que comienza a escribirse una mayor discusión sobre la historia de la caída de Adán. Cipriano, por otro lado, creía que los individuos nacían ya culpables de pecado, y fue el primero en vincular su noción de culpa original con el bautismo infantil .Ambrosio aceptó la idea del pecado hereditario, vinculándolo también, como Cipriano, con el bautismo infantil, pero como un cambio de los primeros proponentes de un pecado transmitido. Aquí es donde los misioneros también trabajan en sus campañas misioneras para convertir a judíos a Yeshu, e incluso para sostener la necesidad de bautizar a niños judíos y judíos con el fin de borrar el “pecado original”. 

 

b) Estudio del Tana”j sobre la doctrina del pecado original.

De acuerdo, sigamos la regla dorada del estudio de Torah: “no cite un solo texto de prueba de frase, lea la sección entera”. ¿Qué pasó realmente aquí? Por favor leamos el capítulo 2 y 3 del libro de Berreshit (Génesis):

 

Capítulo 2

1 Así se completaron el cielo y la tierra, y todos sus componentes. 2 Al séptimo día Dios completó Su obra que había hecho, y cesó el séptimo día de toda Su obra que había hecho. 3 Dios bendijo al séptimo día y lo santificó, porque en él cesó toda Su obra que Dios creó para hacer. 4 Éstas son las crónicas del cielo y la tierra cuando fueron creados el día que El Eterno Dios hizo la tierra y el cielo, 5 pero todo arbusto del campo todavía no estaba en la tierra y toda hierba del campo todavía no había brotado, pues El Eterno Dios no había enviado lluvia sobre la tierra y no había nadie que trabajara el suelo. 6 Ascendió una bruma de la tierra y regó toda la superficie del suelo. 7 Y El Eterno Dios formó al hombre de polvo de la tierra y le exhaló en sus fosas nasales el alma de vida; y el hombre se transformó en un ser vivo. 8 El Eterno Dios plantó un jardín en el Edén, hacia el este, y allí colocó hombre que había formado. 9 Y El Eterno Dios hizo que brotaran de la tierra todos los árboles que eran agradables a la vista y buenos como alimento; y el Árbol de la Vida, en medio del jardín, y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. 10 Del Edén surge un río que riega el jardín, y de allí se divide y se transforma en cuatro cursos de agua. 11 El nombre del primero es Pishón, el que circunda toda la tierra de Javilá, donde está el oro. 12 El oro de esa tierra es bueno; allí hay perlas y piedra de berilio. 13 El nombre del segundo río es Gijón, el que circunda toda la tierra de Cush. 14 El nombre del tercer río es Tigris, el que fluye hacia el este de Asiria; y el cuarto río es el Éufrates. 15 El Eterno Dios tomó al hombre y lo colocó en el Jardín del Edén, para que lo trabajara y lo cuidara. 16 Y El Eterno Dios le ordenó al hombre, diciendo: «De todo árbol del jardín podrás comer; 17 pero del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, no comerás; pues el día que de él comas, ciertamente morirás». 18 El Eterno Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo; le haré una compañera que le corresponda». 19 El Eterno Dios había formado de la tierra todas las bestias del campo y todas las aves del cielo, y las había llevado ante el hombre para ver qué nombre le daba a cada una; y todo nombre que el hombre le daba a cada ser vivo, ése era su nombre. 20 Y el hombre les dio nombre a todo animal de ganado y a las aves del cielo y a todas las bestias del campo; pero en cuanto al hombre, no halló un ayudante que le correspondiera. 21 El Eterno Dios causó un profundo estado de somnolencia en el hombre, y éste se durmió; y Él tomó uno de sus costados y cerró la carne en su lugar. 22 El Eterno Dios, con el costado que había tomado del hombre, construyó una mujer y la llevó ante el hombre. 23 Y el hombre dijo: «Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada Ishá (mujer), pues del Ish (hombre) fue tomada». 24 Por tanto, el hombre dejará a su padre y su madre y se unirá a su mujer, y se transformarán en una sola carne. 25 Ambos estaban desnudos, el hombre y su mujer, y no tenían vergüenza.

Capítulo 3

1 La serpiente era más astuta que cualquier otra bestia del campo que El Eterno Dios había hecho. Ella le dijo a la mujer: «¿Acaso Dios dijo No comeréis de ningún árbol del jardín?». 2 La mujer le dijo a la serpiente: «Del fruto de cualquier árbol del jardín podemos comer. 3 Del fruto del árbol que está en el centro del jardín, Dios ha dicho: No comeréis de él y no lo tocaréis, para que no muráis». 4 La serpiente le dijo a la mujer: «Ciertamente que no moriréis; 5 pues Dios sabe que el día que de él comáis, vuestros ojos se abrirán, y seréis como Dios; conocedores del bien y del mal». 6 Y la mujer percibió que el árbol era bueno como alimento, y que era un deleite para los ojos, y que el árbol era deseable como un medio para alcanzar la sabiduría, y ella tomó de su fruto y comió; y también le dio a su marido junto a ella y él comió. 7 Entonces los ojos de ambos se abrieron y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosieron una hoja de higuera y se hicieron faldillas. 8 Oyeron la voz de El Eterno Dios que andaba en el jardín en dirección hacia el anochecer (oeste); y el hombre y su mujer se escondieron de El Eterno Dios entre los árboles del jardín. 9 El Eterno Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». 10 Él dijo: «Oí Tu voz en el jardín, y tuve miedo, pues estoy desnudo, así que me escondí». 11 Y Él dijo: «¿Quién te dijo que estás desnudo? ¿Acaso comiste del árbol del que te ordené que no comieras?». 12 El hombre dijo: «La mujer que me diste para que estuviera conmigo, ella me dio del árbol y yo comí». 13 Y El Eterno Dios le dijo a la mujer: «¡¿Qué es lo que has hecho?!». La mujer dijo: «La serpiente me engañó, y yo comí». 14 Y El Eterno Dios le dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita serás entre todo animal de ganado y toda bestia del campo; sobre tu vientre irás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Pondré odio entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia. Él te golpeará la cabeza y tú le golpearás el talón». 16A la mujer le dijo: «Aumentaré en gran medida tu sufrimiento y tu gestación; con dolor parirás a tus hijos; desearás a tu marido y él te dominará». 17 Al hombre le dijo: «Por haber hecho caso a tu esposa y haber comido del árbol acerca del cual te ordené, diciendo: De él no comerás, maldita es la tierra por tu culpa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Ella producirá espinos y abrojos para ti y comerás las hierbas del campo. 19 Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que retornes a la tierra, de la que fuiste tomado; pues tú eres polvo y al polvo retornarás». 20 El hombre llamó a su mujer Javá (Eva), pues ella era madre de todo lo viviente. 21 Y El Eterno Dios hizo para Adam (Adán) y para su esposa vestimentas de pieles, y Los vistió. 22 Y dijo El Eterno Dios: «He aquí que el hombre se ha vuelto similar a nosotros, que conoce el bien y el mal; ahora, ¡que no extienda la mano y tome también del Árbol de la Vida, y coma y viva por siempre!». 23 El Eterno Dios lo expulsó del Jardín del Edén, del que fue tomado. 24 Y al expulsar al hombre, Él colocó al este del Jardín del Edén los querubines y la llama de la espada giratoria para custodiar el camino que conduce al Árbol de la Vida.

-Daniel ben Itzjakm, La Torah, Grupo Alef-Jojma, Jerusalem, Israel, 2003.

 

Ahora fuera de la primera maldición, la serpiente, veamos el verso 15, del capítulo 3 en el cual dice:

וְאֵיבָה אָשִׁית בֵּינְךָ וּבֵין הָאִשָּׁה וּבֵין זַרְעֲךָ וּבֵין זַרְעָהּ  הוּא יְשׁוּפְךָ רֹאשׁ וְאַתָּה תְּשׁוּפֶנּוּ עָקֵב.

Pondré odio entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia. Él te golpeará la cabeza y tú le golpearás el talón».

Claramente la maldición dirigida a la serpiente es eterna, dado esta referencia a las generaciones futuras. Y es una maldición como se indica en el verso 14 el cual dice:

וַיֹּאמֶר֩ יְהֹוָ֨ה אֱלֹהִ֥ים ׀ אֶֽל־הַנָּחָשׁ֮ כִּ֣י עָשִׂ֣יתָ זֹּאת֒ אָר֤וּר אַתָּה֙ מִכָּל־הַבְּהֵמָ֔ה וּמִכֹּ֖ל חַיַּ֣ת הַשָּׂדֶ֑ה עַל־גְּחֹנְךָ֣ תֵלֵ֔ךְ וְעָפָ֥ר תֹּאכַ֖ל כָּל־יְמֵ֥י חַיֶּֽיךָ׃

Entonces le dijo Di-s el Eterno a la serpiente: “Porque hiciste eso maldita serás entre todas las bestias y todo animal del campo. Sobre tu vientre andarás y polvo comerás todos los días de tu vida.

-Katznelson Moisés, La Biblia Hebreo-Español, Editorial Sinai, Tel-Aviv, Israel, 1996, p. 5.

 

Ahora mire el decimosexto verso, la “supuesta” maldición de la mujer. ¿Usted ve la palabra “maldecir” allí en cualquier parte? No, porque no está allí. La mujer se castigó por sus actos pero no se le maldijo.   

 

¿En cuanto a Adam (Capítulo 3, versos 17-20). La palabra “maldecido” aparece en esta sección? Sí aparece sin embargo al mirar el pasuq 17 dice: ‘Mimenu Arura ha’adamah’ “maldita será la tierra por ti”. Más no dijo: ‘Arur atah’ ‘Tú serás maldito’.

 

Como se podrá dar cuenta la diferencia es grande. Adán iba a tener dedicarse a la agricultura para poder vivir, en lo absoluto no existe ninguna maldición en la que se la haya aplicado a él directamente. No pasó. El periodo.  

Así que no tenemos una maldición. ¿El castigo no era eterno? Verifique de nuevo, mi amigo. He señalado la referencia a las generaciones futuras en la maldición de la serpiente. No hay ninguna referencia absolutamente a las generaciones futuras en los castigos de Adam y Havah.

 

¿Esto no fue implicado de algún modo? Bien, mire algunas otras secciones. Cuando Di-s quiso decir algo para ser eterno, Él dijo para que. Mire el capítulo 17, verso 7 que da la medida de tiempo del convenio de Di-s con Avraham:

וַהֲקִמֹתִ֨י אֶת־בְּרִיתִ֜י בֵּינִ֣י וּבֵינֶ֗ךָ וּבֵ֨ין זַרְעֲךָ֧ אַחֲרֶ֛יךָ לְדֹרֹתָ֖ם לִבְרִ֣ית עוֹלָ֑ם לִהְי֤וֹת לְךָ֙ לֵֽאלֹהִ֔ים וּֽלְזַרְעֲךָ֖ אַחֲרֶֽיךָ׃

“Y estableceré Mi Pacto contigo y tu simiente después de ti y para tu simiente después de ti.”

-Katznelson Moises, La Biblia Hebreo-Español, Editorial Sinai, Tel-Aviv, Israel, 1996, p. 23.

 

Por lo que Di-s es absolutamente capaz de asignar un horario, incluso un horario eterno, a Sus acciones cuando Él quiso. Obviamente, un Ser Supremo que hizo la naturaleza eterna de Su bendición a través de Avraham (Cfr. Mishnah Masejet Nedarim 3:11) tan claro habría hecho la naturaleza eterna de cualquier maldición a través de Adam igualmente.  

 

Pero ¿no podemos demostrar la existencia de alguna clase de maldición eterna desde que Adam y Havah trajeron la muerte a toda la humanidad? Mire la declaración de Di-s de la pena de muerte” de Adam en el verso 17: “pues polvo eres y en polvo regresaras”.

 

¿Así que se crearon Adam y Havah con la vida eterna y entonces maldijeron con la muerte, eso es cierto? ¿Ciertamente su acción es la razón en la que todos nosotros debemos morir?  

 

Haga mal de nuevo. Adam y Havah nacieron mortales. Note verso 19 hace no dice: “polvo te volverás”; sino que dice: “pues polvo eres y en polvo regresarás”. En primer lugar ellos nunca tuvieron la vida eterna. Entonces compruebe versos 22 a través de 24. Di-s dice (probablemente a los ángeles) con respecto a Adam, eso que si él debe estirar fuera su mano y también debe tomar del árbol de vida y comer, y vivir para siempre "? había una acción que Adám no había realizado todavía en otros términos que se requirió para Adám para tener una naturaleza eterna.  

¿Y qué hizo Di-s después de esta declaración? Él manejó a Adam fuera del jardín y puso un ángel con una espada encendida para guardar el árbol de vida. En otros términos, Adam nunca tenía una naturaleza inmortal para perder. Él simplemente se puso en una posición donde su naturaleza mortal continuó.  

La línea del fondo nunca es eso, había cualquier maldición de pecado original. Y no había por consiguiente ninguna necesidad que alguien muera por nosotros para quitarnos una supuesta maldición. Cada uno de nosotros somos responsables sobre nuestras propias acciones y nuestra propia relación individual con Di-s.

El judaísmo no cree en la doctrina del pecado original, ya que como se lee en Masejet Kalah Rabatí 2:9: 

קטנים מקבלים פני שכינה שנאמר זרע יעבדנו יסופר לה׳ לדור

Los niños se encuentran con la Presencia Divina, como se dice: ‘Una semilla le servirá; el Eterno lo dirá hasta la próxima generación. (Salmo 22:30)

Por otra parte, en el judaísmo se enseña que sobre un niño se le enseña que un ángel le es asignado sobre ellos para que les enseñe Torah, Mishnah, halajot, y agadot, ([ופוקד] עליהם מלאך ומלמד אותם תורה ומשנה הלכות והגדות) ya que los niños que mueren hasta los cinco o seis años no han probado el pecado, ya que como también se menciona en Masejet Kalah Rabatí: 

תאנא בכל יום מלאך יוצא מלפני הב״ה לחבל את העולם ולהפכו לכמות שהיה אלא כיון שהב״ה מסתכל בתינוקות של בית רבן ובתלמידי חכמים שיושבים בבתי מדרשות מיד נהפך כעסו לרחמים.

“Todos los días un ángel va desde delante del Santo, bendito sea, para destruir el mundo y hacerlo volver a su [caos] original, pero cuando el Santo, bendito sea, mira a los escolares, y los eruditos que se sientan en sus casas de estudio  (Batei Midrashot) Su ira inmediatamente se convierte en misericordia.”

Como podemos ver, el concepto del peccatum originale es una idea extranjera que carece de relación con el TaNa”J, así como con el pensamiento judío, la doctrina cristiana peccatum originale tiene relación con el mundo greco-romano. ¡Siéntete libre de rechazar tal enseñanza pagana! ¡Bastante por ahora!


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