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8/16/2012

La opinión de un ateo sobre el "judaísmo" mesiánico.



Este texto me lo hizo llegar Roberto Guardia M., de Miami Florida EEUU.
el día 26 de Av 5772.




Les diré algo, yo no tengo religion alguna , es mas me podria considerar Ateo, si asi lo quieren ver. Cuando empece a agregar amigos aqui, mesianicos, cristianos etc. Me llamo mucho la atención, el nivel de muchas de estas personas, personas de trabajo, sencillas , humildes, generalmente latinoamericanas como yo, pero lo que mas me llamo la atención es el odio disfrazado, la envidia y los bajos sentimientos que muchas de ellas tienen, hacia el pueblo judio. No hace falta ser ciego para ver, como en forma irrespetuosa se definen a si mismos como los '' verdaderos judios'' como se refieren despectivamente y en juicios injustos al Pueblo judío. 

Les aclaro de antemano, que ni soy judio ni aspiro a tener ascendencia o ser supuestamente anusin, aunque mis apellidos segun ustedes , aparezcan entre los apellidos sefardies. Casualidad que para nosotros los latinos, no es prueba alguna de nuestra ascendencia judia, para muestra un boton, nadie ignora las encomiendas que se efectuaban en el periodo de la colonia. Una familia española o criolla de colonos, era favorecida con un numero de indios los cuales eran puestos a su servicio, para demostrar propiedad sobre estas personas y a falta de apellidos de los indigenas, la familia española les daba su apellido. Pregunto el hecho de hacer esto, daba ascendencia española inmediata a estas personas? de ningun modo, estas personas continuaron usando estos apellidos y los han pasado a través de los siglos a sus descendientes actuales. 

Cuantos indigenas y negros ya sea a la fuerza o por voluntad propia fueron bautizados y a falta de apellidos los mismos curas les dieron el propio, cuantos cristianos nuevos tomaron el apellido, de su padrino? borrando sus raices? decir que America Latina es mayoritarimente Anusim , es una falsedad y una mentira, pero si asi fuese no tengo problema con eso, mi problema es ver que lamentablemente como pueblo los latinoamericanos, continuamos siendo un pueblo ignorante, que se deja llevar por cuanta cabeza caliente aparece, porque no tiene sus propios criterios. 

No entienden que no es el origen lo que importa, lo que importa es el respeto y nuestras acciones, que no debemos mentir , ni permitir que se nos engañe por la pereza de no educarnos, no debemos permitir que predicadores, ahora llamados rabinos nos engañen nos mientan y nos exploten, robando el pan de nuestros hijos, su educacion y la paz de nuestras familias, sin contar el ridiculo en que caemos, cuando en contra de toda logica e historia, queremos parecer y nos disfrazamos de lo que en realidad no somos. Ahora resulta que aquel jesus con el que nos crearon , el jesus que genero odio y persecucion en manos de las religiones cristianas, ya no es el que era, ahora adoptan otro mito le llaman Yeshua y le encajan el titulo de mesias y discuten , juzgan y persiguen al verdadero Pueblo Judio , porque no les acepta su mito. 

Que yo sepa el Mesias es una profesia , dada al Pueblo Judio, ellos con sus siglos de historia, educacion y Torah, sabran mejor que nosotros porque y a causa de que aun continuan esperando su Mesias. Nosotros no somos quienes para discutir esto. Lo que deberiamos hacer es respetar, trabajar y luchar dentro de nuestros propios conceptos religiosos, por la educacion y formacion de nuestros hijos , pero sobre bases verdaderas, no sobre fabulas. Si queremos ser judios, no veo problema en eso, a luchar a buscar a contactar el lugar correcto, pero libre de parodias, de mentiras , de odios y de envidias, respentando las normas judias, sin querer agregar las cadenas de la esclavitud del cristianismo, las mentiras del hombre dios o el seudo mesías que nunca existió. 

Respetemos repito, seamos libres, de pensamiento y acción, demostremos que somos un pueblo culto y pensante.

3/25/2012

Rav Shlomoh Aviner: ¿Para qué ser un pueblo?


Para qué ser un pueblo? 

Pregunta: Nuestro pueblo ha renacido, y nos alegramos mucho por ello. Pero no podemos ignorar que la orientación general en la que se dirige el mundo civilizado es justamente universalista, como los pueblos europeos que se convierten en una misma entidad. Por qué no puede transformarse toda la humanidad en una gran familia?. Por qué debemos empecinarnos tanto en una identidad nacional disgregada, que genera tantos derramamientos de sangre?.
Respuesta: En efecto, encontramos en las enseñanzas de nuestros antiguos Rabanim (Rabinos) esas dos tendencias. Por un lado: "Cuán apreciado es el hombre, que fue creado a imagen y semejanza Divina" (Avot 3:18). Y por otro lado: "Cuán apreciados son los miembros de Am Israel, que fueron apodados 'hijos de D's'" (Ídem.). Pero no hay contradicción entre ambas posiciones - y ambas expresiones fueron dichas por un mismo sabio, el grandioso y famoso Rabí Akiva.
Es cierto que toda la humanidad es una gran familia, tenemos un mismo padre y un mismo D's que nos ha creado. Pero al mismo tiempo cada pueblo tiene su singularidad, su psicología colectiva, su genio nacional, o como expresan nuestros sabios su propio "ángel". De la misma forma que cada persona tiene su propia alma, también cada pueblo tiene su propia alma. Debemos fortalecer la paz entre los pueblos, y al mismo tiempo debemos tener cuidado que el proceso de globalización y mundializado no borre el carácter singular de cada pueblo.
Es cierto que nos apena y nos duele ver que el nacionalismo a veces genera derramamientos de sangre. Y no sólo el nacionalismo, sino que toda idea religiosa o social en manos de personas fanáticas puede generarlos. Es decir: No es la idea la que genera el derramamiento de sangre, sino que los fanáticos, que carecen de buenas virtudes, que creen que ellos poseen toda la verdad y toda la razón, y no pueden soportar que alguien sea distinto. De esa forma, el mundo se encuentra colmado de guerras en base al nacionalismo, la religión, la economía o la sociedad. A medida que el hombre se sublime, cuanto más puro y delicado sea su carácter, disminuirán las guerras.
Porque hay una contradicción interna entre el nacionalismo y la moral: El nacionalismo encierra en él cierto egoísmo colectivo. Ese egoísmo es necesario, porque cada pueblo debe garantizar su subsistencia antes que la subsistencia de los demás, para no ser perjudicado. Si hay una preocupación desmedida por los demás pueblos, es como un suicidio nacional.
Pero en cuanto a Am Israel, es distinto: La meta de su supervivencia no es para sí mismo, sino que para ser una bendición para todo el género humano, como le fue dicho a nuestro patriarca Avraham, el padre de la Nación de Israel: "Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y tú serás una bendición" (Bereshit 12:2). En efecto, en los relatos de la Torá  vemos que él no sólo se preocupa por su familia, sino que de toda persona, se sacrifica por recibir huéspedes de todo pueblo, e incluso implora por los habitantes de Sdom (Sodoma). Por ello, fue apodado "padre de una multitud de naciones" (Bereshit 17:5), el padre de todo el género humano.
Entonces, por qué es necesaria una nación especial?. De la misma forma que la persona necesita de corazón, el género humano necesita de un pueblo central. Rabí Iehudá HaLevi escribe que Am Israel es el corazón de la humanidad (HaKuzari 2:36). No un corazón desconectado, no un corazón enorgullecido, ni un corazón congelado en un frigorífico, sino que un corazón vivo que hace fluir la vida a todos los miembros y órganos del cuerpo. De la misma forma que el amor por el corazón es el amor por todos los órganos, el amor por Am Israel es en realidad el amor por todo el género humano. Cuando nos esforzamos en nuestra tarea nacional, no se trata de un amor egoísta sino que de un amor universal.
En efecto, desde que se asentó Am Israel en su tierra, surgió de él un gran fulgor que se difundió en todos los pueblos del mundo, y les proporcionó felicidad y abundancia.
También a lo largo de las generaciones, cuando sufrimos tanto por los pueblos que nos rodeaban - "todas las naciones me cercaron… cercáronme como abejas" (Tehilim 118:10-12) - no cesamos ni por un instante de rezar por su felicidad y éxito, y sellamos nuestros tres rezos diarios con "Aleinu Leshabeaj" (plegaria diaria), para el bien y el bienestar de todo el género humano.
Amamos a toda persona sobre la faz de la tierra, pero nuestro amor por Am Israel es más profundo. Ahora, es nuestro deber reforzar los vínculos de amor entre nosotros, dentro nuestro, y cuando culminemos esa tarea, comenzaremos a marchar en dirección a la paz mundial.