La cuestión de si Yeshú abolió las leyes dietéticas de la Torá constituye uno de los puntos más controvertidos en la historia de la polémica judeo-cristiana medieval. Tres fuentes independientes de tradiciones textuales distintas—bizantina, franco-italiana y árabe-oriental—preservan evidencia convergente de que comunidades que estudiaban los evangelios en sus lenguas originales interpretaban que Yeshú había permitido explícitamente el consumo de carne de cerdo, violando así Levítico 11:7 y Deuteronomio 14:8. El Sefer Nestor HaKomer (siglos XII-XIII), tratado polémico probablemente originado en comunidades judías romaniotas del Imperio Bizantino o el sur de Italia, preserva un testimonio extraordinario en tres lenguas: una versión en judeo-griego bizantino (yavanit) transcrita al alfabeto hebreo, una versión en arameo galileano, y el marco narrativo en hebreo rabínico. El texto hebreo introduce la evidencia evangélica declarando:
ויבטל המילה ויצו אתכם להטביל במי הצחנה ולהכות עץ דיקוב״ו ולעשות דבק שאין בו הנאה ולאכול בשר חזיר וכל שרץ ולהקריב לחם תחת הקרבנות אשר תכניסו בגופיכם... ועוד אמר מארקו
("Y anuló la circuncisión, y os ordenó sumergir en aguas pútridas, y golpear la madera, y hacer adhesión sin provecho, y comer carne de cerdo y todo reptil, y ofrecer pan en lugar de los sacrificios que metéis en vuestros cuerpos... Y además dijo Marco").
A continuación, el texto cita una versión expandida de Marcos 7:1-5 en yavanit:
פיריטש קיטניאש קשנאגיגי פירוש אפטק אפרשי קטונש טון גרמאטיק אלסנדון אפי ירושלם קיאידונדש טינאש טומתיאון אפטו נינש פיושין איטימונדש ארטוש אונד פשיק םאנדיש אאידיאי איאן פיגומני פשונא טין פירש אוקשטיאו שין קרא שוריש גד טן פרדואשין, טון גוניאון,
transcripción que representa el griego bizantino:
περὶ τῆς νιπτῆρος καὶ τῆς συναγωγῆς φέρουσιν ὅτι ἅπαξ ἔφρασεν κατὰ τῶν γραμματέων τῶν ἐλθόντων ἀπὸ Ἱεροσολύμων καὶ ἰδόντων τινὰς τῶν μαθητῶν αὐτοῦ ὅτι κοιναῖς χερσὶν ἐσθίουσιν ἄρτους, οὐ νιψάμενοι τὰς χεῖρας ἀεί, ἔφαγον οὐδὲν τηρήσαντες, σὺν κρέας χοίρου, [καταλύοντες] τὴν παράδοσιν τῶν πρεσβυτέρων
(“Acerca del lavatorio y la sinagoga, traen testimonio de que una vez Yeshú habló contra los escribas que vinieron de Jerusalén y que vieron a algunos de sus discípulos que con manos comunes comían panes, sin haberse lavado las manos siempre, comieron sin guardar nada, con carne de cerdo, violando los discípulos la tradición de los ancianos”).
El elemento crucial es la frase σὺν κρέας χοίρου ("con carne de cerdo"), transcrita en yavanit como שין קרא שוריש (probablemente por corrupción manuscrita de שין קריאש שוריש), adición que no aparece en ningún manuscrito griego conservado del Nuevo Testamento pero que refleja tradición exegética litúrgica o homilética temprana, posiblemente derivada de leccionarios bizantinos con glosas incorporadas, cátenas patrísticas, o tradición textual judeocristiana siríaco-bizantina donde la polémica con el judaísmo rabínico requería hacer explícitas las consecuencias del argumento evangélico. La versión aramea galileana que acompaña al texto griego preserva esta interpretación con terminología aún más explícita:
על שטיפת ידיא וכנושתא מסהדין דחדא זבנא אמר על סופריא דאתו מן ירושלם דחזו לתלמידיו דאכלין לחמא בידיא לא משיגן, ולא שטפו ידיהון תדיר, וכד אכלו לא נטרו מידעם אפילו בסרא דחזירא, ובטלו משלמנותא דסבי
("Sobre el lavamiento de manos y la sinagoga testifican que una vez habló contra los escribas que vinieron de Jerusalén, que vieron a sus discípulos comiendo pan con manos no lavadas, y no lavaron sus manos continuamente, y cuando comieron no guardaron nada, incluso carne de cerdo, y anularon la tradición de los ancianos"),
Donde el término אפילו בסרא דחזירא ("incluso carne de cerdo") introduce mediante la partícula אפילו (afilu, "incluso") el caso paradigmático extremo siguiendo argumentación qal va-jomer (a fortiori): si el principio hermenéutico de Yeshú abarca incluso el cerdo (חֲזִיר, jazir), la imagen arquetípica de impureza alimentaria declarada explícitamente טָמֵא (tamé, impura) en Levítico 11:7, entonces a fortiori abarca todos los alimentos prohibidos en las leyes de kashrut.
Esta interpretación no era exclusiva del Sefer Nestor HaKomer. Una segunda fuente judía independiente, el Evangelio Hebreo de Mateo de Du Tillet (manuscrito París, Bibliothèque Nationale, MS héb. 132, siglo XIV-XV), traducción judía medieval de Mateo al hebreo con glosas polémicas añadidas por copistas o lectores judíos para preparación de disputas (vikuaj), preserva evidencia convergente. El texto hebreo de Mateo 15:4-6 en Du Tillet corresponde al paralelo sinóptico de Marcos 7 y lee:
ויזעק לעצמו הכיתות ויאמר אליהם שמעו ודעו מה שיבא לפה לא יטמא את האדם אבל מה שיצא מן הפה הוא יטמא את האדם... כל מה שיבא לפה הוא יבא לבטן וישלח באחור ואשר יצאו מן הפה הם יצאו מלבב והם הם אשר יטמאו את האדם
("Y llamó a las multitudes y les dijo: Oíd y entended: lo que entra por la boca no contamina al hombre, pero lo que sale de la boca, eso contamina al hombre... Todo lo que entra por la boca va al vientre y es expulsado, pero lo que sale de la boca sale del corazón, y eso es lo que contamina al hombre").
Significativamente, el manuscrito incluye una glosa marginal polémica precisamente en este pasaje (Mateo 15:11) que asume como premisa establecida la abolición de las leyes dietéticas por parte de Yeshú. La glosa, escrita en hebreo rabínico, constituye una objeción preparada para disputa teológica y declara:
שאל כתוב בישעיה אוכלי בשר החזיר השקץ והעכבר יחדיו יסופו אמר ייי משמע שבשר החזיר אינה מותרת לעולם
("Pregunta: Está escrito en Isaías: 'Los que comen carne de cerdo, la abominación y el ratón, juntamente serán exterminados, dice el Eterno' (Isaías 66:17). Por lo tanto, cuando [Yeshú] permitió [comer] el cerdo, no está permitida para siempre").
La construcción hebrea משמע שבשר החזיר ("se entiende/se deduce que [permitió] la carne de cerdo") no presenta esta afirmación como acusación polémica nueva o interpretación controvertida que necesita explicación, sino como premisa compartida y hecho establecido sobre el cual se construye la objeción profética desde Isaías 66:17. El glosador asume que tanto él como su audiencia judía conocen que, según los textos cristianos, Yeshú abolió la prohibición del cerdo, y por tanto puede proceder directamente a refutar esta enseñanza mediante referencia a la profecía isaiana que anuncia juicio divino sobre quienes comen carne de cerdo.
Una tercera fuente independiente, procedente de tradición textual completamente diferente, confirma que esta interpretación circulaba también en contextos orientales árabo-islámicos. El Tathbīt dalā'il al-nubuwwa (تثبيت دلائل النبوة, "Confirmación de las pruebas de la profecía") del teólogo mu'tazilí Qāḍī 'Abd al-Jabbār al-Hamadānī (935-1025 d.C.), obra apologética islámica que refuta el cristianismo mediante crítica de los evangelios, preserva un testimonio notable sobre la abolición de las leyes dietéticas atribuida a Yeshú. En el contexto de una discusión sobre innovaciones cristianas contrarias a la Torá de Moisés, 'Abd al-Jabbār reporta una tradición que conecta explícitamente la enseñanza de Yeshú sobre pureza ritual con el consumo cristiano de cerdo. El texto árabe declara:
، وَالرُّومُ تَأْكُلُ الْخِنْزِيرَ . فَقَالَ : « مَا هُوَ حَرَامٌ ، وَمَا يُحَرَّمُ عَلَى الْإِنْسَانِ شَيْءٌ يَدْخُلُ جَوْفَهُ ، وَإِنَّمَا يُحَرَّمُ عَلَيْهِ الْكِذَّبُ الَّذِي يَخْرُجُ مِنْهُ » .
וְהָרוֹמִיים אוֹכְלִים חֲזִיר. אָז אָמַר: "אֵין זֶה אָסוּר [חזיר], וְלֹא נֶאֱסָר עַל הָאָדָם דָּבָר שֶׁנִּכְנָס לְתוֹכוֹ, אֶלָּא הַשֶּׁקֶר הַיּוֹצֵא מִמֶּנּוּ הוּא שֶׁנֶּאֱסָר עָלָיו".
“Los romanos (rum) comen cerdo (al-jinzir). Él anunció: “No está prohibido [el cerdo]. Nada que entre en el interior de una persona está prohibido. Sólo las mentiras que salen de él están prohibidas”.
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. 3:146. p. 101.
Este pasaje es extraordinariamente significativo porque conecta explícitamente tres elementos: primero, la observación empírica de que los cristianos bizantinos (الرُّومُ, al-Rūm, término árabe para el Imperio Romano Oriental/Bizantino) comen cerdo (الْخِنْزِيرَ, al-khinzīr); segundo, una declaración halájica atribuida directamente a Yeshú (فَقَالَ, fa-qāla, "entonces él dijo") que declara el cerdo no prohibido (مَا هُوَ حَرَامٌ, mā huwa ḥarām, literalmente "no es ḥarām"); y tercero, el principio hermenéutico general que nada que entra en el cuerpo humano está prohibido (مَا يُحَرَّمُ عَلَى الْإِنْسَانِ شَيْءٌ يَدْخُلُ جَوْفَهُ, mā yuḥarramu 'alā al-insāni shay'un yadkhulu jawfahu), que es claramente una paráfrasis de Marcos 7:15 y Mateo 15:11. Los eruditos Shlomo Pines y Samuel Miklos Stern, en sus estudios pioneros sobre las fuentes del Tathbīt, en su obra: "היהודים־הנוצרים במאות הראשונות של הנצרות על־פי מקור חדש" argumentaron convincentemente que 'Abd al-Jabbār utilizó fuentes judeocristianas o cripto-judeocristianas para su crítica de los evangelios, específicamente tradiciones textuales que circulaban entre comunidades judías orientales que habían estudiado textos cristianos en siríaco, griego o árabe cristiano.
La formulación precisa del pasaje, especialmente la conexión explícita entre la declaración de Yeshú y la práctica cristiana de comer cerdo, sugiere que 'Abd al-Jabbār (o sus fuentes judeocristianas) tenía acceso a tradiciones exegéticas similares a las preservadas en el Sefer Nestor HaKomer y la glosa del manuscrito Du Tillet, donde la abolición de las leyes dietéticas no era inferencia polémica sino elemento explícito del testimonio evangélico tal como circulaba en comunidades de disputa interreligiosa.
La convergencia de estas tres fuentes independientes—el Sefer Nestor HaKomer con su extraordinario testimonio trilingüe (hebreo, yavanit, arameo) del contexto bizantino-italiano, el manuscrito Du Tillet con su glosa polémica del contexto franco-italiano, y el Tathbīt de 'Abd al-Jabbār con su testimonio árabe del contexto oriental basado en fuentes cripto-judeocristianas—plantea una cuestión histórica de considerable importancia: ¿circulaban en la Edad Media textos cristianos, ya fueran en griego, hebreo, arameo, siríaco o árabe, que hacían explícita la abolición de kashrut incluyendo mención específica del cerdo en el contexto de Marcos 7 o Mateo 15? La evidencia convergente de tres tradiciones textuales geográfica y culturalmente distintas (bizantina, franco-italiana, árabe-oriental) sugiere fuertemente que sí, probablemente no como parte del "texto original del Nuevo Testamento" en sentido de crítica textual moderna, sino como parte de tradiciones litúrgicas, homilíticas y exegéticas cristianas que circulaban en leccionarios bizantinos, cátenas patrísticas con comentarios de Padres griegos como Juan Crisóstomo, Theophylact de Ohrid o Euthymius Zigabenus gradualmente incorporados al texto evangélico en manuscritos para uso homilético-litúrgico, tradiciones textuales judeocristianas siríaco-bizantinas preservadas en comunidades orientales, o tradiciones orales de disputa interreligiosa donde cristianos explicaban y defendían la abolición de las leyes dietéticas citando las palabras de Yeshú. Las comunidades judías romaniotas del Imperio Bizantino, las comunidades judías de Italia y sur de Francia, y las comunidades judeocristianas orientales que produjeron o transmitieron estos textos eran multilingües (griego/hebreo/arameo, latín/hebreo/romance, árabe/siríaco/hebreo), tenían acceso a manuscritos litúrgicos cristianos para estudio polémico, participaban en disputas públicas (vikuaj en contextos judíos, munatzara en contextos islámicos) donde debían conocer y refutar argumentos cristianos, y preservaban en yavanit (judeo-griego), traducciones hebreas, y fuentes árabes el resultado de este estudio comparativo de textos evangélicos.
La estructura gramatical del texto yevanico es particularmente significativa para comprender la naturaleza de la acusación. Tanto en griego bizantino (σὺν κρέας χοίρου) como en arameo galileano (אפילו בסרא דחזירא), la referencia a la carne de cerdo modifica sintácticamente a los discípulos de Yeshú como sujetos de las acciones transgresoras (comer con manos sin lavar, no guardar prescripción alguna), no a los fariseos. La estructura acusatoria del pasaje es precisa y tripartita: los escribas/fariseos actúan como observadores correctos que señalan las violaciones halájicas; los discípulos son los transgresores que violan tanto la Torá oral (lavado ritual de manos, netilat yadayim) como la Torá escrita (consumo de cerdo prohibido en Levítico 11:7); Yeshú es quien defiende a los transgresores al hablar "contra" (κατά) los guardianes de la Torá. Esta adición polémica invierte dramáticamente la narrativa evangélica: lo que en Marcos 7:15-19 es presentado por el evangelista como una crítica de Yeshú al supuesto legalismo farisaico ("Nada de fuera contamina al hombre... καθαρίζων πάντα τὰ βρώματα", "purificando todos los alimentos"), en el Sefer Nestor se convierte en evidencia textual de que Yeshú aprobó implícitamente la violación de mandamientos divinos explícitos e irrevocables al defender a sus discípulos que comían cerdo contra los escribas que correctamente señalaron esta transgresión fundamental. El testimonio del Tathbīt refuerza esta inversión al presentar la declaración de Yeshú no como crítica profética al ritualismo vacío sino como pronunciamiento halájico directo: مَا هُوَ حَرَامٌ ("no es jaram"), negación explícita del estatus de prohibición del cerdo establecido en Levítico 11:7. La ironía retórica del Sefer Nestor es deliberada y sofisticada: el verbo ובטלו (arameo, "anularon") y su equivalente griego καταλύοντες ("violando, destruyendo, aboliendo") son términos técnicos halájicos que designan la invalidación de un mandamiento o estatus legal; Néstor crea así una inversión polémica magistral al recordar que el propio Yeshú acusó a los fariseos de "anular" (καταλύειν, Marcos 7:13) la palabra de Dios por sus tradiciones humanas, pero según la lectura de Néstor, al rechazar la Torá oral (las tradiciones rabínicas que funcionaban como סייג לתורה, "valla protectora" alrededor de la Torá escrita), los discípulos de Yeshú terminaron anulando la propia Torá escrita, como demostró históricamente la práctica cristiana universal de consumir cerdo documentada tanto en el testimonio del Sefer Nestor para los siglos XII-XIII como en la observación de 'Abd al-Jabbār sobre los cristianos bizantinos (الرُّومُ تَأْكُلُ الْخِنْزِيرَ) en el siglo XI, validando retrospectivamente este argumento proyectado anacrónicamente: el rechazo inicial de Yeshú a algunas tradiciones rabínicas específicas había conducido, como "predicen" estos testimonios mediante textos evangélicos expandidos o interpretados, al rechazo total de la kashrut en el cristianismo gentil.
Aunque el texto hebreo de Mateo 15 en Du Tillet no contiene la mención explícita de cerdo dentro del cuerpo del evangelio (siguiendo más fielmente el texto griego estándar del Nuevo Testamento), resulta posible reconstruir hipotéticamente cómo habría sido una versión expandida comparable a la del Sefer Nestor o al testimonio del Tathbīt si hubiera circulado en tradición litúrgica o exegética hebrea. Basándonos en la estructura paralela entre Marcos 7 y Mateo 15, considerando que el texto de Du Tillet en Mateo 15:14 presenta:
כל מה שיבא לפה הוא יבא לבטן וישלח באחור ואשר יצאו מן הפה הם יצאו מלבב והם הם אשר יטמאו את האדם אבל כשיאבל איש ולא ירחץ ידיו זה לא יטמא את האדם
("Todo lo que entra por la boca va al vientre y es expulsado, pero lo que sale de la boca sale del corazón, y eso es lo que contamina al hombre; pero cuando un hombre come sin lavarse las manos, esto no contamina al hombre"),
Y tomando como modelo tanto el yavanit del Sefer Nestor como la formulación árabe del Tathbit, una versión expandida con la adición polémica podría haber leído:
כל מה שיבא לפה הוא יבא לבטן וישלח באחור [בטהרה המטהר את כל המאכל] ואשר יצאו מן הפה הם יצאו מלבב והם הם אשר יטמאו את האדם אבל כשיאבל איש ולא ירחץ ידיו [אפילו אם יאכל בשר חזיר או כל שרץ אין זה אסור ואין נאסר על האדם דבר הנכנס לתוכו] אלא מחשבות הלב הרעות [אשר יצאו ממנו] הם [האסורים]
("Todo lo que entra por la boca va al vientre y es expulsado [en pureza, purificando todo alimento], pero lo que sale de la boca sale del corazón, y eso es lo que contamina al hombre; pero cuando un hombre come sin lavarse las manos, [incluso si come carne de cerdo o cualquier reptil, no está prohibido, y no está prohibido para el ser humano cosa alguna que entre en su interior], sino los malos pensamientos del corazón [que salen de él] son [lo que está prohibido]").
Esta reconstrucción hipotética incorporaría los elementos clave presentes en las tres fuentes: del Sefer Nestor, la partícula enfática [אפילו] ("incluso") introduciendo el caso extremo y la mención explícita de [בשר חזיר] ("carne de cerdo") como ejemplo paradigmático; del Tathbit, la formulación directa [אין זה אסור] ("no está prohibido") y el principio general [אין נאסר על האדם דבר הנכנס לתוכו] ("no está prohibido para el ser humano cosa alguna que entre en su interior"), que es traducción literal del árabe مَا يُحَرَّمُ عَلَى الْإِنْسَانِ شَيْءٌ يَدْخُلُ جَوْفَهُ; y del texto canónico de Mateo 15, la terminología técnica levítica [בטהרה] y [המטהר] (usando la raíz ט-ה-ר, "purificar ritualmente") que conecta directamente con el vocabulario de Levítico 11 sobre pureza e impureza ritual, haciendo imposible interpretar el pasaje como meramente sobre limpieza física o moralidad interior en lugar de categorías halájicas objetivas de kashrut. El hecho de que tal versión expandida no aparezca en el cuerpo del texto de Du Tillet pero sí esté presupuesta en la glosa marginal, mientras que formulaciones análogas aparecen explícitamente en el Sefer Nestor (yavanit/arameo) y el Tathbīt (árabe), sugiere que existía conocimiento ampliamente distribuido en múltiples comunidades de tradiciones textuales o exegéticas (posiblemente orales, posiblemente preservadas en leccionarios litúrgicos o cátenas patrísticas ahora perdidas, posiblemente transmitidas en contextos de disputa interreligiosa) donde la abolición de las leyes dietéticas, incluyendo específicamente el cerdo, se hacía explícita en el contexto de Marcos 7 y Mateo 15.
El testimonio convergente del Sefer Nestor HaKomer, la glosa de Du Tillet, y el Tathbit de 'Abd al-Jabbār no puede descartarse como mera invención polémica o malinterpretación tendenciosa, sino que debe reconocerse como documentación histórica válida de cómo comunidades educadas que estudiaban textos cristianos en griego, hebreo, arameo, siríaco o árabe, observaban la práctica cristiana de su tiempo, y participaban en controversias interreligiosas comprendían las enseñanzas evangélicas sobre las leyes dietéticas: Yeshú había establecido un principio hermenéutico que, al rechazar las tradiciones orales farisaicas que funcionaban como protección de la Torá escrita, inevitablemente condujo a sus seguidores a violar incluso los mandamientos bíblicos más fundamentales y explícitos, incluyendo la prohibición arquetípica del cerdo declarada eternamente impura por Dios mismo mediante legislación לְדֹרֹתֵיכֶם ("para vuestras generaciones") en Levítico 11:7 y Deuteronomio 14:8, reforzada proféticamente en Isaías 65:4 y 66:17 como acto de rebeldía que resulta en juicio divino, socavando así la inmutabilidad divina afirmada en Malaquías 3:6 ("Porque yo el Eterno no cambio") y Números 23:19 ("Dios no es hombre para que mienta"). La convergencia geográfica y cultural de estas tres líneas textuales independientes—bizantina (yavanit/arameo del Sefer Nestor), franco-italiana (hebreo del Du Tillet), y árabe-oriental (árabe del Tathbīt basado en fuentes cripto-judeocristianas identificadas por Pines y Stern)—demuestra que no se trata de testimonio aislado de un solo polemista sino de interpretación ampliamente establecida y geográficamente distribuida en el mundo mediterráneo y del Oriente Medio medieval, donde comunidades judías, judeocristianas y musulmanas que estudiaban críticamente los textos cristianos reconocían unánimemente que la enseñanza de Yeshú sobre pureza ritual había abolido las distinciones levíticas entre alimentos puros e impuros, permitiendo el consumo de cerdo y validando así la práctica cristiana observable de comer lo que la Torá explícitamente prohibía.