10/24/2012

Mahoma y los judíos

Los judíos no habían tenido por qué regocijarse del yugo musulmán. Su establecimiento en Arabia, si se deja a un lado las leyendas que los hacen llegar en tiempos de Josué o de Saúl, debe remontarse a la época del cautiverio: a la destrucción del primer templo. El núcleo primitivo fue aumentado con los fugitivos de Judea que se marcharon para Arabia en el momento en que Roma conquistaba Palestina. A principios de la era cristiana, había en Arabia cuatro tribus judías, cuyo centro era Medina. Los judíos hicieron la conquista moral e intelectual de los árabes. Los convirtieron al judaísmo o, por lo menos, les hicieron adoptar sus ritos. Las afinidades entre ambos pueblos hacían la cosa fácil, tanto más cuanto que, en el Yemen, los judíos habían a su vez aceptado las costumbres árabes, costumbres éstas poco diferentes de las de los israelitas de antaño. Eran agricultores, pastores y guerreros, bandoleros también, y poetas. Divididos en pequeños grupos que luchaban entre sí y tomaban partido en las querellas que oponían a las tribus árabes, fundaban al mismo tiempo escuelas en Yatrib, elevaban templos y difundían su religión hasta entre los himiaritas, con los cuales los comerciantes de su nación mantenían relaciones. En el siglo VI, durante el reinado de Zorah- Dhou-Nowas, el Yemen entero era judío. 

Con la conversión al cristianismo de una tribu árabe de Nedjran, las dificultades empezaron, pero duraron poco, pues la propaganda cristiana fue detenida repentinamente en Arabia por Mahoma. Éste fue nutrido de espíritu judío. Al huir de La Meca donde su prédica había sublevado contra él a los árabes fieles a las viejas tradiciones, se refugió en Medina, la ciudad judía y, así como los apóstoles habían hallado a sus primeros adherentes entre los proselitas helenos, él encontró a sus primeros discípulos entre los árabes judaizantes. Por ello las mismas causas religiosas provocaron el odio de Mahoma y el de Pablo. 

פרט מן התמונה "הנביא, עלי ובני לווייתם בטבח
האסירים בני השבט היהודי בַּנו קראייזה", איור
 של ספר מאת מוחמד רפי בזיל. כתב היד נמצא בספרייה הבריטית.
Los judíos se mostraron rebeldes a la prédica del "profeta". Lo cubrieron de sarcasmos y Mahoma, quien hasta entonces había estado dispuesto a entrar en arreglo con ellos, los repudió violentamente y escribió una sura célebre – la sura de la vaca – en la cual los invectivaba cruelmente. Pero cuando el profeta hubo reunido alrededor de él un ejército de partidarios, no se limitó a las injurias: marchó contra las tribus judías, las venció y ordenó no tomar por amigos a "los cristianos y los judíos". Todos los judíos se sublevaron y se unieron a quienes, entre los árabes, rechazaban las nuevas doctrinas, pero la extensión del islamismo los aplastó. 

Cuando la muerte de Mahoma, estaban muy debilitados. Omar acabó la obra. Echó de Khaibar y de Whadi-el-Kora a las últimas tribus judías, así como a los cristianos de Nedjran, pues cristianos y judíos mancillaban el suelo sagrado del Islam. Pero, en todas partes donde Omar llevó sus armas, los judíos oprimidos, en razón de esta afinidad que los ligaba a pesar de todo a los árabes, favorecieron al segundo califa, quien se apoderó de Persia y de Palestina. Omar impuso leyes estrictas a los judíos que lo habían ayudado. Los sometió a una legislación muy restrictiva, prohibiéndoles construir nuevas sinagogas, obligándoles a usar vestimenta de color especial, prohibiéndoles andar a caballo y gravándolos con un impuesto personal y un impuesto inmobiliario. Hizo lo mismo con los cristianos. 

Sin embargo, los judíos gozaron, bajo la autoridad de los árabes, de una mayor libertad que bajo la dominación cristiana. La legislación de Omar, por un lado, no fue rigurosamente aplicada. Por otro, la masa musulmana, a pesar de la diferencia de las religiones y dejando a un lado algunas manifestaciones de fanatismo, se mostró muy benevolente para con ellos. Fue éste el motivo por el cual veremos más tarde, cuando la expansión islámica, a los árabes aclamados como libertadores por todos los judíos del Occidente.

Fuente: Bernard Lazare, El antisemitismo-su origen y sus causa

Submission of Banu Nadir to the Muslim troops (14-century painting)

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