9/09/2012

Rav Shlomo Aviner Shlit"a: Estudio científico del Tana"j



Estudio científico del Tana"j

Pregunta: Hay una tendencia creciente de introducir en las ieshivot (centros de estudio de la Torá) la orientación científica universitaria del estudio de los versículos. Es decir, comparación con otras fuentes, estudio del entorno histórico, estudio del estilo, crítica moral e incluso el recalcado de la belleza. A primera vista no hay nada malo con esa orientación, ya que queremos añadir conocimientos. ¿Es así? Respuesta: Por supuesto que nuestro deseo es añadir conocimientos, como escribe el Rav Tzvi Iehudá Kuk en su artículo "HaGuishá HaMadait LeMekorot Israel" (LeNetivot Israel Bet 242): "De eso nos ocupamos día y noche en las ieshivot, de saber los versículos, la Mishná, la Gmará y la Halajá. Somos personas de ciencia, que se esfuerzan en su estudio y profundizan, analizan y razonan". Queremos aprender y entender las fuentes de Israel. ¿Acaso no es nuestra intención comprenderlas cuando nos allegamos a ellas? Pero todo depende del punto de partida: ¿Acaso nosotros tenemos fe en que lo que se encuentra delante de nosotros es Torá del Cielo - desde la primera letra hasta la última? ¿O creemos que se trata de una obra humana? Hay personas muy doctas que observan al versículo como una creación humana, que las personas se inventaron, un texto literal histórico. Ellos se ven a sí mismos por encima del texto, y ellos deciden según sus consideraciones si el texto tiene un contenido auténtico y moral correcto o no. Esa es "una orientación totalmente inválida tratándose de las fuentes de Israel, del Tana"j(La Biblia), el Talmud y la Agada". Esa orientación inválida ellos la apodan "ciencia", arguyen que ellos tienen el monopolio de la ciencia – en su arrogancia – y determinan que lo que se estudia en las ieshivot, no es ciencia.
En cuanto a ese tipo de estudio de la Torá, no se dice que el resplandor de ella los devolverá al buen camino, ya que el estudiante está herméticamente cerrado frente a ese resplandor, porque menosprecia al texto, ya que el "investigador científico" es el que decide si ese texto tiene algún valor o no (véase Ramba"m, Hiljot Talmud Torá 4:1. Shuljan Aruj HaRav, Hiljot Talmud Torá 4:17, 4:3).
En base a esa orientación, como si fuese objetiva, no se entenderá nada. Los portones de la Torá están cerrados frente a él, porque no tiene fe en su Divinidad. Los portones Divinos de la sabiduría infinita que antecedió al mundo se cierran frente a él, esa sabiduría que D's "contempló" para crear al mundo.
"Si aspiramos a saber en forma plena, aprender profundizando, partiendo del punto que lo que se encuentra frente a nuestros ojos es una Torá auténtica, una auténtica verdad, una verdad incólume, una verdad del Cielo y no algo humano, y toda nuestra intención es descubrir esa verdad, comprenderla, en base a que tenemos fe y estamos totalmente convencidos que lo que está delante nuestro es verdad, pero por ahora no lo hemos logrado descubrir – entonces, nuestra aspiración será positiva y sincera.
Tenemos la obligación de ocuparnos en todos los campos que tienen alguna expresión en nuestras fuentes con esa aspiración. Debemos dedicar nuestra profundización en el Tana"j en las palabras de las profecías, en la forma en que fueron dichas, ocuparnos de la verdad y la belleza con que fue dicha, la verdad de los relatos históricos, la verdad de las ideas morales, y por supuesto la verdad de las mitzvot santas".
Nos esforzamos por descubrir la verdad, y no por crearla. No somos nosotros los que le conferiremos legitimación a esa verdad. En base a la humildad, nos presentamos frente a la verdad Divina y deseamos comprenderla. Tenemos fe y estamos convencidos que nos encontramos frente al raciocinio Divino infinito, que D's en Su bondad le enseña la Torá a Su pueblo Israel, nos entrega la Torá que nosotros podemos estudiar y profundizar, y asimilarla dentro nuestro.
Todo comienza del Temor a D's. El que su Temor a D's no antecede a su sabiduría, nunca degustará el sabor de la Torá. Ese investigador, como si fuese objetivo, que está totalmente alejado de la Palabra Divina, determina lo que es auténtico y lo que es "primitivo", a su entender. Esa orientación "se olvidó el principio básico de la fe, que la Torá es del Cielo. Esa orientación no distingue entre escritos Divinos y escritos humanos, y su actitud frente a ellos es la misma. Y de momento que así es, todo lo que le parece incomprensible es invalidado, porque todo debe ser medido según un criterio humano". Y de esa forma no hay ninguna posibilidad de elevarse y ser iluminado por la elevada verdad.
Todo depende del punto de partida. Se puede hacer cuestionamientos, pero en base a la fe y el Temor a D's. Cuando el Gaón (genio del estudio de la Torá), Rabí Akiva Iguer no comprende lo que escribe Tosafot, escribe: "Debe ser cuestionado". ¿Qué es lo que debe ser cuestionado? ¿Lo que dijo Tosafot? ¡No! ¡Somos nosotros los que debemos ser cuestionados, somos nosotros los que no hemos logrado entender! Mañana llegará algún talmid jajam (erudito del estudio de la Torá), nos lo explicará, y lo comprenderemos todo en forma clara.
"Nos allegamos a las fuentes de Israel como fuentes que nos fueron entregadas del Cielo, cuyas palabras son verdad, una verdad incólume, y toda nuestra intención es descubrirla - descubrirla y no crearla. Y para descubrirla, utilizamos todas las herramientas que están a nuestra disposición".

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