12/12/2020

Sobre la Torá Oral ¿apoya el TaNa”J la existencia de la Torá Oral y su autoridad?

BS"D

 


La gran pregunta es, ¿apoya el TaNa”J la existencia de la Torá Oral y su autoridad? La respuesta es un sí rotundo.

 

En primer lugar, hay muchas áreas de la Torá que uno no puede entender sin conocer algo de la Torá Oral, de ahí la necesidad de comentarios.

 

En Devarim / Deuteronomio 17: 8-13 nos dice que las leyes de casos, que es la aplicación de la Torá (oral y escrita), la interpretación de la misma Torá, debe ser responsabilidad de los jueces que juzgarán, ya sean sacerdotes o rabinos:

כִּ֣י יִפָּלֵא֩ מִמְּךָ֨ דָבָ֜ר לַמִּשְׁפָּ֗ט בֵּֽין־דָּ֨ם ׀ לְדָ֜ם בֵּֽין־דִּ֣ין לְדִ֗ין וּבֵ֥ין נֶ֙גַע֙ לָנֶ֔גַע דִּבְרֵ֥י רִיבֹ֖ת בִּשְׁעָרֶ֑יךָ וְקַמְתָּ֣ וְעָלִ֔יתָ אֶל־הַמָּק֔וֹם אֲשֶׁ֥ר יִבְחַ֛ר יְהוָ֥ה אֱלֹהֶ֖יךָ בּֽוֹ׃

טוּבָאתָ֗ אֶל־הַכֹּהֲנִים֙ הַלְוִיִּ֔ם וְאֶל־הַשֹּׁפֵ֔ט אֲשֶׁ֥ר יִהְיֶ֖ה בַּיָּמִ֣ים הָהֵ֑ם וְדָרַשְׁתָּ֙ וְהִגִּ֣ידוּ לְךָ֔ אֵ֖ת דְּבַ֥ר הַמִּשְׁפָּֽט׃

יוְעָשִׂ֗יתָ עַל־פִּ֤י הַדָּבָר֙ אֲשֶׁ֣ר יַגִּ֣ידֽוּ לְךָ֔ מִן־הַמָּק֣וֹם הַה֔וּא אֲשֶׁ֖ר יִבְחַ֣ר יְהוָ֑ה וְשָׁמַרְתָּ֣ לַעֲשׂ֔וֹת כְּכֹ֖ל אֲשֶׁ֥ר יוֹרֽוּךָ׃

יאעַל־פִּ֨י הַתּוֹרָ֜ה אֲשֶׁ֣ר יוֹר֗וּךָ וְעַל־הַמִּשְׁפָּ֛ט אֲשֶׁר־יֹאמְר֥וּ לְךָ֖ תַּעֲשֶׂ֑ה לֹ֣א תָס֗וּר מִן־הַדָּבָ֛ר אֲשֶׁר־יַגִּ֥ידֽוּ לְךָ֖ יָמִ֥ין וּשְׂמֹֽאל׃

יבוְהָאִ֞ישׁ אֲשֶׁר־יַעֲשֶׂ֣ה בְזָד֗וֹן לְבִלְתִּ֨י שְׁמֹ֤עַ אֶל־הַכֹּהֵן֙ הָעֹמֵ֞ד לְשָׁ֤רֶת שָׁם֙ אֶת־יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ א֖וֹ אֶל־הַשֹּׁפֵ֑ט וּמֵת֙ הָאִ֣ישׁ הַה֔וּא וּבִֽעַרְתָּ֥ הָרָ֖ע מִיִּשְׂרָאֵֽל׃

יגוְכָל־הָעָ֖ם יִשְׁמְע֣וּ וְיִרָ֑אוּ וְלֹ֥א יְזִיד֖וּן עֽוֹד׃

 

(Traducción:

 [17:8] Si se presentare un caso de juicio demasiado difícil para ti, entre sangre (de mujer pura) y sangre (de mujer impura), entre veredicto (de inocencia) y veredicto (de culpabilidad),  entre llaga (presuntamente pura) y llaga (presumiblemente impura), siendo la controversia muy reñida, te levantarás y subirás al lugar que escogiere el Eterno tu Di’s, 

[17:9] y acudirás a los sacerdotes levitas y al juez que a la sazón juzgare, y ellos te darán su fallo. 

[17:10] Y tú procederás conforme a la sentencia que dicten los del lugar que escogiere el Eterno, y cumplirás sus términos. 

[17:11] Harás lo que te enseñaren que hicieres según el juicio de ellos. Al respecto no te apartarás ni a la derecha ni a la izquierda. 

[17:12] Y el hombre que deliberadamente no obedeciera al sacerdote que está para servir allí al Eterno tu Di’s o no escuchare al juez actuante, ha de morir: así quitarás al mal de Israel, 

[17:13] y el pueblo, al saberlo, temerá (al Eterno) y no obrará más con soberbia.) 

Katznelsón, M. (1996) La Biblia hebreo-español, Versión castellana conforme a la tradición judía por Moisés Katznelsón, Editorial Sinai, Tel-Aviv, Israel, Volumen I. p. 319.

 

Parece que Di-s quería que los jueces (hoy Betei Din [tribunales] de rabinos, en la época del Segundo Templo tanto Betei Din como el Sanhedrin Gadol) tuvieran el poder de decidir los casos según fuera necesario. De acuerdo, eso muestra que la constitución de los judíos (la Torá, escrita y oral) tiene un sistema judicial, pero ¿Cómo muestra eso que la Torá oral es del Sinaí?

 

En primer lugar, hay muchos lugares en el TaNa”j donde dice "como les he mostrado". Claramente, los detalles de los mismos no fueron escritos, sino mostrados. Hay ejemplos de mandatos que no podrían llevarse a cabo en absoluto sin la Torá Oral, por ejemplo, se nos dice que los pongamos como "signos en la cabeza y frontales entre nuestros ojos". ¿Qué significa esto? Solo la Torá Oral nos dice cómo hacer tefilín y cómo deben usarse. Lo mismo ocurre con el trabajo en Shabat, sin la Torá Oral no sabríamos cómo abstenernos del trabajo y, por lo tanto, violaríamos el Shabat. Hay muchos más ejemplos, pero esos son los que me vienen a la mente en este momento.

וַיֵּאָסְפ֤וּ כָל־הָעָם֙ כְּאִ֣ישׁ אֶחָ֔ד אֶל־הָ֣רְח֔וֹב אֲשֶׁ֖ר לִפְנֵ֣י שַֽׁעַר־הַמָּ֑יִם וַיֹּֽאמְרוּ֙ לְעֶזְרָ֣א הַסֹּפֵ֔ר לְהָבִ֗יא אֶת־סֵ֙פֶר֙ תּוֹרַ֣ת מֹשֶׁ֔ה אֲשֶׁר־צִוָּ֥ה יְהוָ֖ה אֶת־יִשְׂרָאֵֽל׃

בוַיָּבִ֣יא עֶזְרָ֣א הַ֠כֹּהֵן אֶֽת־הַתּוֹרָ֞ה לִפְנֵ֤י הַקָּהָל֙ מֵאִ֣ישׁ וְעַד־אִשָּׁ֔ה וְכֹ֖ל מֵבִ֣ין לִשְׁמֹ֑עַ בְּי֥וֹם אֶחָ֖ד לַחֹ֥דֶשׁ הַשְּׁבִיעִֽי׃

גוַיִּקְרָא־בוֹ֩ לִפְנֵ֨י הָרְח֜וֹב אֲשֶׁ֣ר ׀ לִפְנֵ֣י שַֽׁעַר־הַמַּ֗יִם מִן־הָאוֹר֙ עַד־מַחֲצִ֣ית הַיּ֔וֹם נֶ֛גֶד הָאֲנָשִׁ֥ים וְהַנָּשִׁ֖ים וְהַמְּבִינִ֑ים וְאָזְנֵ֥י כָל־הָעָ֖ם אֶל־סֵ֥פֶר הַתּוֹרָֽה׃

דוַֽיַּעֲמֹ֞ד עֶזְרָ֣א הַסֹּפֵ֗ר עַֽל־מִגְדַּל־עֵץ֮ אֲשֶׁ֣ר עָשׂ֣וּ לַדָּבָר֒ וַיַּֽעֲמֹ֣ד אֶצְל֡וֹ מַתִּתְיָ֡ה וְשֶׁ֡מַע וַ֠עֲנָיָה וְאוּרִיָּ֧ה וְחִלְקִיָּ֛ה וּמַעֲשֵׂיָ֖ה עַל־יְמִינ֑וֹ וּמִשְּׂמֹאל֗וֹ פְּ֠דָיָה וּמִֽישָׁאֵ֧ל וּמַלְכִּיָּ֛ה וְחָשֻׁ֥ם וְחַשְׁבַּדָּ֖נָה זְכַרְיָ֥ה מְשֻׁלָּֽם׃ (פ)

הוַיִּפְתַּ֨ח עֶזְרָ֤א הַסֵּ֙פֶר֙ לְעֵינֵ֣י כָל־הָעָ֔ם כִּֽי־מֵעַ֥ל כָּל־הָעָ֖ם הָיָ֑ה וּכְפִתְח֖וֹ עָֽמְד֥וּ כָל־הָעָֽם׃

ווַיְבָ֣רֶךְ עֶזְרָ֔א אֶת־יְהוָ֥ה הָאֱלֹהִ֖ים הַגָּד֑וֹל וַיַּֽעֲנ֨וּ כָל־הָעָ֜ם אָמֵ֤ן ׀ אָמֵן֙ בְּמֹ֣עַל יְדֵיהֶ֔ם וַיִּקְּד֧וּ וַיִּשְׁתַּחֲוֻּ֛ לַיהוָ֖ה אַפַּ֥יִם אָֽרְצָה׃

זוְיֵשׁ֡וּעַ וּבָנִ֡י וְשֵׁרֵ֥בְיָ֣ה ׀ יָמִ֡ין עַקּ֡וּב שַׁבְּתַ֣י ׀ הֽוֹדִיָּ֡ה מַעֲשֵׂיָ֡ה קְלִיטָ֣א עֲזַרְיָה֩ יוֹזָבָ֨ד חָנָ֤ן פְּלָאיָה֙ וְהַלְוִיִּ֔ם מְבִינִ֥ים אֶת־הָעָ֖ם לַתּוֹרָ֑ה וְהָעָ֖ם עַל־עָמְדָֽם׃

חוַֽיִּקְרְא֥וּ בַסֵּ֛פֶר בְּתוֹרַ֥ת הָאֱלֹהִ֖ים מְפֹרָ֑שׁ וְשׂ֣וֹם שֶׂ֔כֶל וַיָּבִ֖ינוּ בַּמִּקְרָֽא׃ (ס)

טוַיֹּ֣אמֶר נְחֶמְיָ֣ה ה֣וּא הַתִּרְשָׁ֡תָא וְעֶזְרָ֣א הַכֹּהֵ֣ן ׀ הַסֹּפֵ֡ר וְהַלְוִיִּם֩ הַמְּבִינִ֨ים אֶת־הָעָ֜ם לְכָל־הָעָ֗ם הַיּ֤וֹם קָדֹֽשׁ־הוּא֙ לַיהוָ֣ה אֱלֹהֵיכֶ֔ם אַל־תִּֽתְאַבְּל֖וּ וְאַל־תִּבְכּ֑וּ כִּ֤י בוֹכִים֙ כָּל־הָעָ֔ם כְּשָׁמְעָ֖ם אֶת־דִּבְרֵ֥י הַתּוֹרָֽה׃

[8:1] Y todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza delante de la Puerta del Agua (Sha’ar haMaim), y le pidieron al escriba Ezra que trajera el rollo de la Torá de Moisés que el Señor había mandado a Israel.

[8:2] Y el cohen Ezra llevó la Torá ante la congregación, de hombre a mujer y de todos los que podían oír con entendimiento, el primer día del séptimo mes [es decir, Rosh Hashaná].

[8:3] Y leyó en él frente a la plaza frente a la Puerta del Agua desde la luz del día hasta el mediodía ante los hombres, las mujeres y (los otros) que entendieron. Y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al rollo de la Torá.

[8:4] Y Ezra se paró sobre una plataforma de madera que habían hecho para la cosa [(la lectura del rollo de la Torá)]. Y allí estaban junto a él: Matithyah, Shema, Anayah, Uriah, Jilkiyah y Ma'aseyah, a su derecha; ya su izquierda, Pedayah, Misael, Malkiyah, Jusham, Jashbadnah, Zejaryah y Meshulam.

[8:5] Y Ezra abrió el rollo a la vista de todo el pueblo (porque estaba [de pie] sobre todo el pueblo). Y cuando la abrió, toda la gente se quedó en silencio.

[8:6] Y Ezra bendijo al Eterno, el gran Di-s, y todo el pueblo respondió ¡Amén! ¡Amén! con las manos levantadas [en alabanza a Adonai]. Y se inclinaron y se postraron ante el Eterno con el rostro en tierra.

[8:7] Y Yeshua, Bani, Sherevyah, Yamin, Akuv, Shabthai, Hodiyah, Ma'aseyah, Kelita, Azaryah, Yozavad, Janan, Pelayah y los levitas explicaron la Torá a la gente, a la gente de pie.

[8:8] Y leyeron en el rollo explicado de la Torá de Di-s con aplicación, y entendieron lo que estaba escrito.

[8:9] Y Nejemiah (Tirshatha) y el cohen Ezra, el escriba, y los levitas edificadores del pueblo, dijeron a todo el pueblo: Este día es santo para el Eterno tu Di-s; no llores y no llores. Porque toda la gente lloró [(por su negligencia en el cumplimiento de la Torá)] cuando escucharon las palabras de la Torá.

-Nehemiyah  8: 1-9.

Note que muchas personas se reunieron mientras Ezra, un sacerdote (cohen) y un escriba, leían la Torá. Después de que se leyó, hubo 13 personas, más los levitas que ayudaron a la gente a entender la Torá y dieron su interpretación. Es decir, lo explicaron a la luz de la Torá Oral.

 

Parecería que el TaNa”J apoya la autoridad de la Torá Oral y su existencia.

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