2/22/2015

Rabino Shlomo Aviner: La privatización de la conversión

BS"D


Ieshiva Ateret Ierushalaim
Bajo la dirección del
Rabino Shlomo Aviner


                                                 #267

La privatización de la conversión

Pregunta: Hay una proposición nueva para facilitar la conversión en el Estado de Israel: La proposición gubernamental de privatización de la conversión, de forma que todo Rav adecuado para ello podrá realizar conversiones, y de esa forma podrán acercar más gentiles bajo las alas de la Shjina (manifestación de la presencia Divina). ¿Acaso es una buena nueva?
Respuesta: No. Eso generará diferentes niveles de conversión, como hay hoy en día respecto a la kashrut de los alimentos. Hay algo que es kasher para unos y hay otro que es kasher para otros, y estos no comen con esos otros – lo que nos produce un gran dolor. Pero tratándose de quién es judío, no puede ser de ninguna forma que una persona sea judía a ojos de unos y no lo sea a ojos de otros. Todo converso automáticamente será sospechoso que su conversión no fue de acuerdo a la halajá, se convertirá en un “judío de segunda clase”, surgirá una división espantosa en la nación, como no hubo ya hace miles de años.
Pregunta: ¿Por qué? ¡Conversión es conversión! ¿Cómo puede ser que haya distintos niveles de conversión?
Respuesta: Conversión según la halajá incluye el aceptado de las mitzvot. No alcanza con una conversión de identificación nacional, sino que también se necesita una identificación religiosa con la Torá. No alcanza con “tu pueblo es mi pueblo”, se necesita también “tu D’s es mi D’s”, como dijo Rut. Una conversión que no sea de acuerdo a la halajá no tiene vigor. Es más, de esa forma no le hacemos ningún bien a esa persona que vino a convertirse, sino que una injusticia. Hasta ahora era un gentil bueno y recto, y como es sabido, los gentiles justos de los demás pueblos tienen parte en el Olam HaBa (mundo venidero). ¡Y ahora, será un judío que no se comporta como se debe, y no tiene parte en el Olam HaBa! También es un engaño espantoso.
Él piensa que se convirtió, se afanó y se esforzó por ello, y de pronto le dirán en la cara: ¡Tú no eres judío! - D’s nos salve de ello. Por ello, es indispensable que haya una conversión uniforme en nuestro país, según la Rabanut HaRashit LeIsrael (el Supremo Rabinato de Israel), y es ella la que decidirá quién puede convertir y cómo será convertido. Mientras que según la proposición gubernamental, todo Rav con ciertas características podrá decidir convertir, y no tendrá necesidad de recibir autorización de la Rabanut HaRashit para convertir, ni tampoco su autorización respecto a la forma en que convierte.
Pregunta: Según la proposición gubernamental, ¿no hay ningún control del proceso de conversión?
Respuesta: El control deberá hacerlo una comisión determinada. El problema es que es el gobierno el que compondrá esa comisión. En estos momentos, gracias a D’s, en esa comisión hay talmidei jajami (eruditos del estudio de la Torátzadikim (justos). Pero no puede ser que sea el gobierno el que determine sus integrantes, no se puede estar seguro que en algún momento los miembros de esa comisión no decidan aceptar conversiones sin aceptado de las mitzvot.
Pregunta: ¿No hay Rabanim (Rabinos) que validen ese tipo de conversiones?
Respuesta: Los hay, pero su opinión es extraordinaria, y la halajá no es determinada como ellos. Una conversión como esa no será aceptada por la Rabanut HaRashit, ni tampoco por la casi totalidad de todos los grandes talmidei jajamim y los Rabanim de Israel, ni tampoco por casi todo el público religioso. ¿Qué ventaja tiene?
Pregunta: Entonces, ¿cuál es la solución para más de 300.000 gentiles que hay en nuestro país?
Respuesta: La solución no es que se transformen en conversos-judíos. Hay otra solución: Que se transformen en guer toshav – es decir, una persona recta de los demás pueblos, un piadoso gentil, que tiene parte en el Olam HaBa, y también en este mundo, en el Estado de Israel según la halajá.
Pregunta: ¿Y qué hay respecto a conversión de menores de edad, sin conversión de sus padres o de su madre?
Respuesta: Eso es algo sin sentido. Si sus padres no son temeroso de D’s, él se educará como una persona que no cumple la Torá, y cuando llegue a la edad de bar mitzva, de momento que no acepta el yugo de las mitzvot será aclarado que su conversión no fue válida desde un principio.
Pregunta: En resumen, ¿cómo se solucionarán las diferencias de opinión entre el gobierno y laRabanut HaRashit?
Respuesta: No hay diferencia de opinión. Diferencia de opinión hay entre dos que son igualmente válidos. Y con todo el respeto que se merece el gobierno, no es él el que tiene la autoridad para determinar quién es judío, sino que para dirigir al Estado Judío según la halajá.
Fortalezcámonos y nos fortaleceremos en pos de Rut, que dijo “tu pueblo es mi pueblo, y tu D’s es mi D’s".


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