Desde una perspectiva judía crítica, resulta profundamente problemático sostener el mito hagiográfico de que Pablo de Tarso fue un parush (fariseo) auténtico, mucho menos un talmid distinguido de Rabán Gamliel HaZaken, figura central en la consolidación del judaísmo rabínico tras la destrucción del Templo. El análisis filológico de los manuscritos griegos más antiguos de las epístolas paulinas revela enseñanzas que no solo serían incompatibles con un fariseo formado en la tradición de Beit Hilel, sino que constituyen una ruptura radical e irreconciliable con la halajá y la comprensión judía de la Torá como pacto eterno. En Romanos 14:14, tanto el Codex Sinaiticus como el Codex Vaticanus preservan la declaración categórica:
οιδα και πεπιϲμαι ·
εν κω ιυ ˙ οτι ουδεν
κοινον ˙ δι εαυτου ·
ει μη τω λογιζομε
νω τι κοινον ˙ ει
ναι εκεινω κοινο
(‘Yo sé y estoy persuadido ·
en el señor IesU · que nada
es común · por sí mismo ·
excepto para el que considera
algo común · para
ese es común")
-Almany, E. (2025). Traducción al español de Romanos 14:14 del Codex Sinaiticus (folio 266b, quire 82, folio 6v). Traducción propia. Basado en Codex Sinaiticus (s. IV). British Library.
Donde el término κοινὸν adquiere un significado técnico preciso en el contexto del judaísmo helenístico del siglo I, funcionando como equivalente griego del concepto de טמא (tamé) en relación con los alimentos prohibidos por la kashrut. El uso del pronombre indefinido negativo οὐδὲν (ouden) en posición enfática, seguido del adjetivo κοινὸν, establece una negación absoluta que contradice frontalmente Levítico 11 y Deuteronomio 14, textos que no establecen categorías subjetivas sino mandamientos divinos explícitos sobre animales טהור (tahor) y טמא (tamé). La cláusula condicional "εἰ μὴ τῷ λογιζομένῳ τί κοινὸν εἶναι" (‘Excepto para aquel que considera que algo es impuro’) introduce un relativismo moral completamente ajeno al pensamiento fariseo, sugiriendo que la impureza ritual es meramente una construcción mental subjetiva (λογιζομένῳ, participio presente medio/pasivo de λογίζομαι, "considerar/calcular") y no una realidad ontológica establecida por el Creador.
La gravedad de esta enseñanza se confirma cuando examinamos el manuscrito hebreo de Cochin (Gaster Hebrew MS 1616), que según investigadores mesiánicos como Brian Nelson, Shaun Kennedy, Nikolas Iemma y Janice F. Baca del grupo Original Hebrew New Testament, representaría presuntamente el texto original hebreo del Nuevo Testamento, anterior a las versiones griegas. Si aceptamos esta hipótesis controversial, las implicaciones se vuelven aún más devastadoras para la pretensión de que Pablo fue un parush auténtico. El folio 350 del manuscrito de Cochin presenta Romanos 14:14 como:
"יודע אני וחפץ אני באדון ישו מה שטמא אין אצלו אלא לזה הדור אם דבר טמא להם הוא לבדו יטמא"
(Yo sé y deseo en el Señor Yeshú que lo que es tamé no hay en ello, sino para aquel que considera si algo es tamé para ellos, para él solo es tamé).
-Almany, E. (2025). Traducción al español de Romanos 14:14 del manuscrito hebreo Gaster Hebrew MS 1616 (folio 350), copia del NT hebreo de Cochin. Traducción propia. Basado en New Testament in Hebrew translation (Gaster Hebrew MS 1616). The John Rylands Library, University of Manchester.
Si este texto hebreo fuera efectivamente el original, significaría que Pablo mismo, escribiendo en hebreo para una audiencia judía que comprendía perfectamente la terminología halájica, empleó deliberadamente el término técnico טמא, concepto que en toda la literatura rabínica designa impureza ritual objetiva establecida por mandato divino, precisamente para negarlo. La frase "אין אצלו" (no hay en ello) negaría explícitamente la existencia intrínseca de tumá en cualquier alimento, contradiciendo el principio fundamental rabínico de que ciertos animales son טמא מן התורה (impuros por decreto toráico), independientemente de consideraciones humanas. Un autor escribiendo originalmente en hebreo, supuestamente formado como fariseo, habría conocido con precisión milimétrica el peso halájico del término טמא y las implicaciones catastróficas de afirmar "אין אצלו" respecto a las categorías de kashrut. La expresión "אלא לזה הדור" (sino para aquel que considera) introduciría en hebreo original, no en traducción, un subjetivismo radical completamente ajeno a la halajá, donde las categorías de puro e impuro son גזירות (gezerot) que no dependen del juicio o la opinión individual. La Peshita siríaca corrobora esta interpretación con
"יָדַע אנָא גֵּיר וַמפָּס אנָא בּמָריָא יֵשׁוּ דּמֵדֵּם דַּמסַיַב מֵן לוָתֵה לַיתּ אֵלָא לַאינָא דּרָנֵא עַל מֵדֵּם דַּטמַא להַו הוּ בַּלחוּד טמַא"
(Porque yo sé y estoy persuadido en el Señor Yeshú que nada es aborrecible de por sí, sino para aquel que piensa sobre algo que es impuro, para él solamente es impuro),
Donde el término arameo דַּמסַיַב (abominable/aborrecible) y דַּטמַא (impuro) reflejan el vocabulario técnico de pureza ritual semítico, confirmando que las tradiciones orientales más antiguas comprendieron unánimemente la negación paulina de las categorías objetivas de kashrut.
Aún más revelador resulta Romanos 14:20, donde la formulación griega "πάντα μὲν καθαρά" (‘Todas las cosas ciertamente son puras’) preservada tanto en el Codex Vaticanus como en la lectura original del Codex Sinaiticus (antes de correcciones posteriores) constituye una declaración teológica que ningún fariseo, y ciertamente ningún discípulo del Raban Gamliel HaZaken, habría pronunciado jamás. El uso del cuantificador universal πάντα sin ninguna excepción o calificativo, combinado con el adjetivo καθαρά (forma neutra plural de καθαρός), establece una universalidad que anula la distinción fundamental entre animales permitidos y prohibidos que constituye un pilar de la identidad judía desde el Sinaí. La estructura sintáctica griega "πάντα μὲν... ἀλλὰ..." (por un lado todas las cosas... pero por otro lado...) no introduce una contradicción a la primera afirmación sino una advertencia pastoral sobre el efecto social de ejercer esa libertad, lo que confirma que Pablo realmente afirmaba la pureza inherente de todos los alimentos. El manuscrito de Cochin (folio 350), si consideramos la hipótesis del grupo Original Hebrew New Testament de que representa el texto hebreo original, presenta:
"ולא בשביל מאכל נעכל נעזב עבוד אלהים כל דבר כי קודש הוא אלא רע היא לאדם שאוכל בשכול"
(Y no por causa de comida demoremos, abandonemos la obra de Dios; toda cosa porque sagrada es, pero malo es para el hombre que come con tropiezo).
-Almany, E. (2025). Traducción al español de Romanos 14:20 del manuscrito hebreo Gaster Hebrew MS 1616 (folio 350), copia del NT hebreo de Cochin. Traducción propia. Basado en New Testament in Hebrew translation (Gaster Hebrew MS 1616). The John Rylands Library, University of Manchester.
La expresión hebrea "כל דבר כי קודש הוא" (toda cosa porque sagrada es) resultaría absolutamente devastadora desde una perspectiva halájica si fuera efectivamente el texto original: significaría que Pablo, escribiendo en hebreo, empleó deliberadamente el término קודש, palabra técnicamente reservada para lo consagrado según parámetros de la Torah, aplicándolo universalmente a כל דבר (toda cosa) sin distinción alguna. Esta formulación, en hebreo original, no en traducción, contradice frontalmente el concepto fundamental de הבדלה (havdalá, separación) que estructura la cosmovisión judía mediante la distinción entre קודש וחול (sagrado y profano), טהור וטמא (puro e impuro), ישראל והעמים (Israel y las naciones). Ningún fariseo auténtico habría escrito en hebreo que כל דבר es קודש sin excepciones, pues esto anula todo el sistema de kedushá (santidad) basado precisamente en distinciones y separaciones establecidas divinamente. La Peshita presenta:
"ולָא מֵטֻל מֵאכוּלתָּא נֵשׁרֵא עבָדֵא דַּאלָהָא כֻּלמֵדֵּם גֵּיר דּכֵא הו אֵלָא בִּישׁ הוּ לבַרנָשָׁא דַּבתוּקַלתָּא אָכֵל"
(Y no por causa de comida destruyamos la obra de Dios, porque toda cosa es pura, pero malo es para el hombre que con tropiezo come),
Donde el arameo כֻּלמֵדֵּם (toda cosa) con el adjetivo דּכֵא (puro/limpio) ratifica la universalidad absoluta de la declaración paulina, confirmando que las tradiciones semíticas orientales comprendieron que Pablo proclamaba la pureza intrínseca de todos los alimentos sin excepción, incluyendo aquellos explícitamente prohibidos en Levítico 11.
En 1 Corintios 10:25-27, la instrucción griega "πᾶν τὸ ἐν μακέλλῳ πωλούμενον ἐσθίετε, μηδὲν ἀνακρίνοντες" (‘Todo aquello que en el mercado de carne se vende, comedlo, nada escudriñando’) es particularmente significativa porque el sustantivo μάκελλον (transliteración griega del latín macellum) designaba específicamente el mercado público romano donde se vendía carne de todo tipo, incluyendo prominentemente carne de cerdo, el animal más común en la dieta romana y el más emblemáticamente prohibido en la tradición judía. El participio presente pasivo πωλούμενον (de πωλέω, "vender") sin ningún calificativo restrictivo, combinado con la prohibición explícita de investigar (μηδν ἀνακρίνοντες, donde ἀνακρίνω significa "examinar judicialmente, interrogar"), constituye una instrucción deliberada de no verificar el origen o naturaleza kosher de la carne, práctica que sería absolutamente inconcebible para cualquier judío observante, mucho menos para un estudiante de Gamliel HaZaken. El manuscrito de Cochin (folio 374-5) preserva esta enseñanza radical:
"כל דבר שנמכר במקולין תאכלו בלא חקירה בשביל רצון: שאדון הוא ארץ ומלואה: אם אדם מן חנפים קנא לכם ורוצין אתם לילך עימו כל דבר שהניח לפניכם תאכלו בלא חקירה בשביל רצון"
(‘Toda cosa que se vende en el maquelín [mercado romano de carne] comedla sin indagación por causa de la conciencia; porque del Señor (Adón) es la tierra y su plenitud. Si alguno de los janefim (profanos) os invita y queréis ir con él, todo lo que ponga delante de vosotros, comedlo sin indagación por causa de la conciencia.).
-Almany, E. (2025). Traducción al español de 1 Corintios 10:25-27 del manuscrito hebreo Gaster Hebrew MS 1616 (folios 374-375), copia del NT hebreo de Cochin. Traducción propia. Basado en New Testament in Hebrew translation (Gaster Hebrew MS 1616). The John Rylands Library, University of Manchester.
La gravedad halájica de esta enseñanza se comprende plenamente solo cuando se examina a la luz del tratamiento talmúdico del מקולין. Según Julin 95a, el término מקולין designa específicamente mercados de carne con múltiples puestos de venta, y la Mishná establece explícitamente que "מקולין וטבחי ישראל בשר הנמצא ביד עובד כוכבים מותר" (‘en lugares donde hay mequlin y carniceros judíos, la carne encontrada en manos de un gentil está permitida’), pero esta permisión depende crucialmente de dos condiciones halájicas fundamentales: primero, que exista una mayoría establecida de carniceros judíos observantes (רוב טבחי ישראל), y segundo, que el comprador pueda identificar de qué puesto específico adquirió la carne, declarando "מקולין פלוני לקחתי" (‘de tal mequlin compré’). El Talmud enfatiza que esta verificación no es opcional sino obligatoria, como demuestra el debate sobre el caso del carnicero fraudulento donde Rabí consideró prohibir "כל המקולין" (todos los mequlin) debido a un solo incidente de venta de carne trefá, lo cual subraya cuán seriamente tomaba la tradición rabínica la necesidad de mantener estándares verificables en los mercados de carne (cf. תורת הבית הארוך, הבית הרביעי, השער השני). El Shulján Aruj en Yoré Deá 110 codifica estas reglas con precisión técnica, estableciendo que incluso cuando existe un חזקת איסורא (presunción de prohibición conocida) en los mequlin, la carne puede permitirse únicamente si se conoce su procedencia específica y si predominan los vendedores confiables, y el Shulján Aruj enfatiza que esta investigación constituye una obligación halájica ineludible (בעינן רוב טבחי ישראל). El Sifté Cohén (Shaj) en su comentario al Yoré Deá 110:14 elabora que "דוקא כשנולד ספק טרפה במקולין" (específicamente cuando nace una duda de trefá en los mequlin), la obligación de verificar se intensifica precisamente porque los mequlin son קבוע (lugares fijos establecidos), donde las reglas de mezclas prohibidas no siguen el principio normal de בטל ברוב (anulación por mayoría) sino que requieren investigación activa para determinar el origen exacto de cada pieza de carne.
La instrucción paulina "בלא חקירה" (sin investigación) no solo contradice estas regulaciones específicas sobre los mequlin, sino que invierte completamente la lógica halájica subyacente. El término חקירה deriva de חקר, que denota investigación rigurosa y exhaustiva, y es sinónimo del concepto de בדיקה (verificación) que todo judío observante debe realizar antes de consumir carne, como establece el Tur en Yoré Deá 110:1 al explicar que incluso cuando existe una presunción general de kashrut, "פירש לפנינו הוי כאילו היא עדיין במקום הקביעות ואסור" (‘si se separó ante nosotros, es como si todavía estuviera en el lugar de su establecimiento y está prohibido’), lo cual significa que la carne procedente de mequlin requiere trazabilidad continua desde su origen hasta el consumidor. La doble insistencia en el manuscrito de Cochin "בלא חקירה" y "בלא הקירה" (la segunda con el artículo definido, enfatizando "la investigación" específica requerida por la halajá) demuestra que Pablo conocía perfectamente la terminología técnica halájica y deliberadamente ordenaba su violación. Más problemático aún resulta el uso del versículo "שאדון הוא ארץ ומלואה" (‘porque del Señor es la tierra y su plenitud’, Salmo 24:1) como justificación teológica para anular la obligación de verificar la kashrut, ya que este mismo versículo es interpretado por los rabinos de manera precisamente opuesta: el Talmud en Berajot 35a enseña que este versículo establece que está prohibido disfrutar de este mundo sin una bendición, y los comentaristas explican que precisamente porque todo pertenece a Dios, el ser humano debe seguir las instrucciones divinas sobre qué y cómo comer. Pablo invierte esta lógica, usando la soberanía divina sobre la creación no para fundamentar la obediencia a las leyes dietéticas divinas, sino para justificar su abrogación, lo cual constituye una manipulación hermenéutica que cualquier rabino calificaría como apikorsut (herejía) al usar la Escritura para contradecir la Torá misma.
La segunda parte de la instrucción paulina agrava el problema halájico exponencialmente: "אם אדם מן חנפים קנא לכם ורוצין אתם לילך עימו דבר שהניח לפניכם תאכלו בלא הקירה" (si un hombre de los gentiles os invita y queréis ir con él, cosa que puso ante vosotros comeréis sin investigación). Esta orden de comer en casas gentiles sin verificar el origen de la comida viola múltiples prohibiciones rabínicas fundamentales que ya estaban firmemente establecidas en el período del Segundo Templo, mucho antes de Pablo. La prohibición de בשול עכו"ם (comida cocinada por gentiles) aparece en tratados talmúdicos como una גזרה קדומה (decreto antiguo) diseñado específicamente para prevenir la asimilación y mantener la separación social necesaria para preservar la identidad judía, como explica el Rambam en Mishné Torá, Hiljot Ma'ajalot Asurot 17:9-10, donde establece que incluso alimentos inherentemente kasher se prohíben cuando son cocinados por gentiles debido al peligro de matrimonios mixtos que resultaría de la socialización excesiva. El Shulján Aruj en Yoré Deá 112-113 codifica extensamente estas prohibiciones, especificando que no solo está prohibido comer comida cocinada por gentiles, sino que incluso el vino tocado por gentiles (יין נסך) y el pan horneado por gentiles (פת עכו"ם) están sujetos a restricciones rabínicas, y estas prohibiciones se aplican con particular rigor precisamente en contextos de hospitalidad gentil donde la tentación de asimilación es mayor. Un supuesto fariseo, estudiante de Gamliel HaZaken, habría conocido íntimamente no solo estas prohibiciones sino también su fundamentación teológica en la necesidad de mantener a Israel como עם סגולה (pueblo apartado), como se enfatiza repetidamente en el Levítico 20:24-26 donde la separación en las prácticas alimentarias se vincula directamente con la santidad nacional de Israel.
La Peshita siríaca corrobora la radicalidad de esta enseñanza con formulaciones que, si algo, intensifican la abrogación halájica:
"כֻּלמֵדֵּם דּמֵזדַּבַּן בּמַקֵלָון הוַיתּוּן אָכלִין דּלָא עוּקָבָא מֵטֻל תּאִרתָּא. דּמָריָא הי גֵּיר אַרעָא בַּמלָאָה. אֵן אנָשׁ דֵּין מֵן חַנפֵא קָרֵא לכוּן וצָבֵין אנתּוּן למאִזַל כֻּלמֵדֵּם דּמֵתּסִים קדָמַיכּוּן אַכוּלו דּלָא עוּקָבָא מֵטֻל תּאִרתָּא" (Toda cosa que se vende en el makelón, sed comiendo sin escrutinio por causa de conciencia. Porque del Señor es la tierra y su plenitud. Si algún hombre de los gentiles os llama y queréis ir, toda cosa que se pone ante vosotros comed sin escrutinio por causa de conciencia).
La triple repetición de כֻּלמֵדֵּם (kulmedem, "toda cosa") sin ninguna excepción o calificativo establece una universalidad absoluta que incluiría necesariamente carne de cerdo, mariscos, mezclas de carne y lácteos, y cualquier otra categoría de alimentos prohibidos por la Torá. El término עוּקָבָא (uqava) en siríaco denota investigación, escrutinio o examen cuidadoso, equivalente exacto del hebreo חקירה, y su repetida prohibición דּלָא עוּקָבָא (dla uqava, "sin escrutinio") enfatiza que Pablo no está simplemente permitiendo flexibilidad halájica en casos dudosos, sino ordenando activamente que los creyentes eviten precisamente la investigación que la halajá requiere como obligación fundamental.
Lo más revelador es que Pablo usa deliberadamente la terminología técnica halájica מקולין para contextos donde dicha terminología era completamente conocida entre judíos observantes, lo cual demuestra que no estaba escribiendo para una audiencia gentil ignorante de la ley judía, sino para judíos que comprendían perfectamente las implicaciones de lo que estaba ordenando. Si Pablo hubiera querido simplemente enseñar que los gentiles convertidos no necesitaban observar las leyes de kashrut, habría sido suficiente usar lenguaje general sobre "comida" o "carne"; pero al usar específicamente el término técnico מקולין, que aparece en discusiones halájicas sobre cuándo y cómo verificar la kashrut de carne en mercados, Pablo señala explícitamente que está abrogando regulaciones rabínicas específicas y bien conocidas. El Talmud en Julin 95a preserva un debate fascinante sobre un caso donde un carnicero vendió carne trefá fraudulentamente, y Rabí (Yehudá HaNasí) consideró prohibir "כל המקולין" (todos los mequlin) como medida punitiva, lo cual provocó una discusión sobre si tal prohibición colectiva sería halájicamente justificable dado que la mayoría de los carniceros eran honestos. El punto crucial del debate talmúdico es que incluso Rabí, quien finalmente no prohibió todos los mequlin, nunca cuestionó la necesidad fundamental de verificar el origen de la carne antes de comprarla; la discusión era únicamente sobre si un caso de fraude individual justificaba una prohibición colectiva, pero la obligación básica de חקירה permanecía incuestionable. Pablo, en contraste, no está meramente cuestionando la severidad de regulaciones específicas o proponiendo leniencias halájicas en casos de duda razonable, sino aboliendo completamente el principio mismo de verificación halájica, instruyendo activamente a sus seguidores a no investigar si la carne cumple con las leyes dietéticas divinas.
Esta abrogación no puede reconciliarse con ninguna escuela farisaica conocida del período del Segundo Templo. Incluso Hilel HaZaken, conocido por su enfoque leniente en comparaciones con Shamai, nunca cuestionó las leyes dietéticas básicas ni sugirió que los judíos pudieran comer en casas gentiles sin verificación. El Talmud preserva numerosas disputas entre las escuelas de Hilel y Shamai (מחלוקות בית הלל ובית שמאי), pero ninguna de estas disputas cuestiona la validez fundamental de las leyes de kashrut o la necesidad de separación social de gentiles en contextos alimentarios. Las disputas se referían a detalles técnicos de aplicación (¿qué constituye suficiente verificación?, ¿en qué circunstancias específicas se permite confiar en la palabra de un vendedor gentil?), pero nunca a si la verificación misma era necesaria. El famoso principio hilélico de אהבת הבריות (amor a las criaturas) y su énfasis en hacer la Torá accesible nunca se interpretó como licencia para anular mandamientos explícitos de la Torá, y el Talmud en Shabat 31a preserva la enseñanza de Hilel "מה דעלך סני לחברך לא תעביד" (lo que es odioso para ti, no lo hagas a tu prójimo) como resumen de la Torá, pero inmediatamente añade "זיל גמור" (ve y estudia), indicando que el amor al prójimo no reemplaza sino que complementa el estudio y observancia de toda la Torá, incluyendo sus leyes dietéticas.
La evidencia textual combinada del manuscrito de Cochin, la Peshita siríaca y el texto griego preservado en todos los manuscritos antiguos demuestra consistentemente que Pablo enseñó la abrogación de las leyes dietéticas judías de manera explícita, deliberada y técnicamente informada. Si Pablo fue realmente un fariseo educado bajo Gamliel HaZaken, como afirma en Hechos 22:3, entonces conocía perfectamente la gravedad halájica de lo que estaba enseñando, lo cual significa que su instrucción "בלא חקירה" constituye no un malentendido inocente o una aplicación errónea de principios halájicos, sino una revocación consciente y deliberada de la Torá misma, lo cual lo colocaría en la categoría talmúdica de מסית ומדיח (incitador y seductor) que aparta a judíos de la observancia de los mandamientos divinos, categoría que según Deuteronomio 13:6-11 y su interpretación rabínica en Sanhedrín 67a merece la pena capital por llevar a Israel a la apostasía. La ironía histórica es profunda: Pablo usa la terminología técnica halájica מקולין, el mismo término que el Talmud emplea para establecer cuándo y cómo debe verificarse la kashrut de carne en mercados públicos, precisamente para instruir a sus seguidores a no realizar dicha verificación, invirtiendo así completamente el significado y propósito de la tradición halájica que pretendía representar.
El texto de 1 Timoteo 4:4-5, aunque pertenece a las epístolas deuteropaulinas cuya autoría directa es debatida, amplifica esta ruptura con su declaración "πᾶν κτίσμα θεοῦ καλόν, καὶ οὐδὲν ἀπόβλητον" (‘Todo lo creado por Dios es excelente, y nada hay que deba desecharse’), donde el sustantivo κτίσμα (de κτίζω, "crear") se refiere específicamente a criaturas o cosas creadas, y el adjetivo verbal ἀπόβλητον (de ἀποβάλλω, "arrojar fuera, rechazar") con el pronombre indefinido negativo οὐδὲν establece que ninguna criatura debe ser rechazada como alimento. La teología subyacente contradice radicalmente la enseñanza rabínica de que las categorías de kashrut no impugnan la bondad de la creación divina sino que establecen disciplinas sagradas que santifican al pueblo judío; un cerdo no es "malo" en términos ontológicos, pero está explícitamente prohibido como alimento por mandamiento divino. La frase "ἁγιάζεται γὰρ διὰ λόγου θεοῦ καὶ ἐντεύξεως" (‘Pues se santifica por la palabra de Dios y por la oración’) sugiere que cualquier alimento puede ser "santificado" (ἁγιάζεται, presente pasivo indicativo de ἁγιάζω) mediante la palabra de Dios y la oración (ἔντευξις), concepto que contradice el principio halájico fundamental de que ciertos animales están categóricamente prohibidos sin posibilidad de ser "santificados" mediante ningún ritual o bendición. En Colosenses 2:16, la formulación "μὴ οὖν τις ὑμᾶς κρινέτω ἐν βρώσει ἢ ἐν πόσει" (‘Por tanto, nadie os juzgue en materia de comida o bebida’) emplea el presente imperativo prohibitivo (μὴ con subjuntivo) para rechazar que alguien juzgue a los creyentes en materia de comida (βρῶσις) o bebida (πόσις), términos que abarcan todas las restricciones dietéticas judías, equiparándolas además en la misma frase con observancias de festividades, luna nueva y sábados, es decir, elementos centrales del calendario litúrgico judío presentados aquí como opcionales o superados.
Desde el punto de vista de la crítica textual, el Codex Vaticanus (B03) del siglo IV merece particular atención por su reconocida calidad textual y su tendencia a preservar lecturas más antiguas sin las armonizaciones y correcciones teológicas que caracterizan tradiciones textuales posteriores. En Romanos 14:14, el Vaticanus presenta "πέπ<ε>ισμαι" con la forma más antigua del perfecto de πείθω, mientras que el Sinaiticus muestra "πεπισμαι" con una ortografía más contracta; ambas lecturas son sustancialmente idénticas en significado pero la del Vaticanus probablemente refleja una tradición escribal más conservadora. El Codex Sinaiticus, aunque también del siglo IV, muestra en Romanos 14:20 una corrección posterior que añade "τοῖς καθαροῖς" (א¹), aparente intento de matizar la radicalidad de "πάντα μὲν καθαρά" sugiriendo "todas las cosas son puras para los puros", glosa que traiciona la incomodidad de copistas posteriores con la universalidad de la declaración original. Esta variante textual secundaria es especialmente reveladora porque demuestra que incluso los escribas cristianos antiguos percibieron la radicalidad de la afirmación paulina y sintieron la necesidad de suavizarla. Filológicamente, el argumento más contundente proviene de la consistencia léxica y sintáctica: Pablo emplea repetidamente cuantificadores universales (πᾶν, πάντα, οὐδὲν) en contextos alimentarios sin ninguna excepción o calificativo que limitaría su alcance, técnica retórica que contrasta dramáticamente con el lenguaje cuidadosamente matizado que encontramos en textos rabínicos contemporáneos donde las distinciones halájicas se expresan con precisión jurídica escrupulosa.
El incidente de Antioquía relatado en Gálatas 2:11-14 proporciona evidencia adicional que contradice la supuesta formación farisaica de Pablo y revela, además, que la cuestión de la kashrut no era simplemente una innovación paulina aislada sino un problema que permeaba el movimiento nazareno desde sus orígenes. La reprensión pública de Pablo a Kefa (Pedro) por retirarse de "συνεσθίειν" (comer junto con) los gentiles cuando llegaron emisarios de Yaakov (Santiago) revela no solo que la práctica de comensalía sin restricciones era normativa en las comunidades paulinas, sino que Pablo consideraba la observancia de kashrut en contextos mixtos como "ὑπόκρισις" (hipocresía) y como no "ὀρθοποδέω πρὸς τὴν ἀλήθειαν τοῦ εὐαγγελίου" (caminar rectamente conforme a la verdad del evangelio). El manuscrito de Cochin (folio 417), según la hipótesis del grupo Original Hebrew New Testament, preservaría el texto hebreo original de Gálatas 2:12:
"שער לא באו אדם מאצל יעקוב עם העמים היה אוכל הוא וכיון שבא נגרו פרש עצמו בשביל שפחד הוא מן אותם שיש במילה"
(Antes que vinieran hombres de parte de Ya’akov [Santiago], con los gentiles estaba comiendo él, y cuando vinieron se retiró, se apartó él mismo porque temía él de aquellos que están en la circuncisión).
-Almany, E. (2025). Traducción al español de Gálatas 2:12 del manuscrito hebreo Gaster Hebrew MS 1616 (folio 417), copia del NT hebreo de Cochin. Traducción propia. Basado en New Testament in Hebrew translation (Gaster Hebrew MS 1616). The John Rylands Library, University of Manchester.
Si este fuera efectivamente el texto hebreo original escrito por Pablo, la descripción de Pedro "עם העמים היה אוכל" (con los gentiles estaba comiendo) confirmaría que la práctica de comensalía sin restricciones de kashrut era común incluso entre los líderes del movimiento nazareno antes de la llegada de emisarios de Jerusalén. El verbo "פרש עצמו" (se apartó él mismo), usando la raíz פרש que en hebreo rabínico connota específicamente separación halájica y que es la misma raíz etimológica de פרוש (parush, fariseo), adquiere una ironía devastadora: Pablo critica a Pedro precisamente por comportarse momentáneamente como un judío observante que mantiene las distinciones halájicas de separación respecto a alimentos potencialmente no kosher. La Peshita confirma esta interpretación:
"דּעַדלָא נאִתוּן אנָשָׁא מֵן לוָת יַעקוּב עַם עַממֵא אָכֵל הוָא כַּד אֵתַו דֵּין נגַד הוָא נַפשֵׁה וַפרַשׁ מֵטֻל דּדָחֵל הוָא מֵן הָנוּן דּמֵן גּזוּרתָּא" (Antes que vinieran hombres de parte de Yaakov, con los gentiles comía él; cuando vinieron, se retiró él mismo y se apartó porque temía él de aquellos que son de la circuncisión),
Donde el arameo "עַם עַממֵא אָכֵל הוָא" (con los gentiles comía él) y "וַפרַשׁ" (y se apartó) emplean terminología que cualquier judío de la época habría comprendido como referencia a las prácticas de separación alimentaria requeridas por la halajá cuando existe incertidumbre sobre el estatus kosher de los alimentos.
Sin embargo, lo más problemático de este incidente no es meramente que Pablo defienda la comensalía sin restricciones, sino que su descripción de los emisarios "מאצל יעקוב" (de parte de Yaakov) como "אותם שיש במילה" (aquellos que están en la circuncisión) en tono peyorativo sugiere que incluso el liderazgo nazareno de Jerusalén representado por Yaakov mantenía algún grado de observancia halájica que Pablo consideraba problemático. La narrativa tradicional cristiana ha intentado presentar a Yaakov como líder de una facción "judeocristiana" observante en oposición al cristianismo gentil paulino, pero esta dicotomía simplista ignora evidencia convergente de múltiples tradiciones textuales medievales que indica que el propio Yeshú había establecido precedentes para la abolición de kashrut. El Sefer Nestor HaKomer (siglos XII-XIII), tratado polémico que preserva testimonio trilingüe en hebreo, judeo-griego bizantino (yavanit) y arameo galileano, cita una versión expandida de Marcos 7 donde se afirma explícitamente que los discípulos de Yeshú comían "σὺν κρέας χοίρου" (con carne de cerdo), transcrito en yavanit como "שין קרא שוריש" y confirmado en arameo como "אפילו בסרא דחזירא" (incluso carne de cerdo). Esta adición textual, aunque no aparece en manuscritos griegos canónicos del Nuevo Testamento, circulaba evidentemente en tradiciones exegéticas litúrgicas bizantinas y fue conocida por comunidades judías romaniotas que estudiaban textos cristianos para preparación de disputas. El manuscrito hebreo de Mateo de Du Tillet (siglos XIV-XV) incluye una glosa marginal polémica en Mateo 15:11 que declara "משמע שבשר החזיר" (se entiende/se deduce que [permitió] la carne de cerdo), presentando esta interpretación no como acusación polémica que requiere demostración sino como premisa establecida y hecho reconocido. El Tathbīt de Qāḍī 'Abd al-Jabbār (935-1025 d.C.), apologética islámica basada en fuentes cripto-judeocristianas según Shlomo Pines y Samuel Stern, reporta que Yeshú declaró sobre el cerdo: "مَا هُوَ حَرَامٌ" (no es ḥarām, no está prohibido), conectando explícitamente esta enseñanza con la práctica observable de que "الرُّومُ تَأْكُلُ الْخِنْزِيرَ" (los romanos/bizantinos comen cerdo).
Esta convergencia de tres tradiciones textuales independientes—bizantina (yavanit/arameo), franco-italiana (hebreo) y árabe-oriental (basada en fuentes siríacas o judeocristianas)—que circulaban en comunidades geográfica y culturalmente distintas, todas concordando en que Yeshú había abolido explícitamente las prohibiciones de kashrut incluyendo el cerdo, plantea una cuestión histórica devastadora para cualquier intento de presentar al movimiento nazareno primitivo, incluso en su facción jerosolimitana, como genuinamente observante de la Torá. Si la enseñanza de Yeshú sobre pureza ritual en Marcos 7:15-19 y Mateo 15:11 ("nada de lo que entra en el hombre lo contamina") fue comprendida desde las etapas más tempranas como permitiendo el consumo de cerdo, entonces la tensión en Antioquía no era simplemente entre una facción paulina disruptiva de Yeshú y una facción de Yaakov conservadora, sino entre diferentes grados de aplicación de una ruptura halájica que se remontaba al propio Yeshú. La llegada de emisarios "מאצל יעקוב" (de parte de Yaakov) que causó que Pedro se retirara de la comensalía con gentiles podría interpretarse no como evidencia de que Yaakov y su círculo eran shomere ha’mitzvot auténticos, sino como indicación de que intentaban moderar o mitigar públicamente las consecuencias más escandalosas de enseñanzas que, en su lógica interna, conducían inevitablemente a la abolición total de kashrut. La expresión paulina "φοβούμενος τοὺς ἐκ περιτομῆς" (temiendo a los de la circuncisión), preservada en hebreo de Cochin como "שפחד הוא מן אותם שיש במילה" (porque temía él de aquellos que están en la circuncisión) y en arameo de la Peshita como "דּדָחֵל הוָא מֵן הָנוּן דּמֵן גּזוּרתָּא" (‘porque temía él de aquellos que son de la circuncisión’), sugiere que el motivo de la facción jerosolimitana no era necesariamente compromiso teológico con la halajá sino consideraciones pragmáticas: temor a la reacción de la comunidad judía más amplia de Jerusalén, preocupación por mantener legitimidad ante autoridades del Templo, o estrategia misionera de no alienar completamente a judíos potencialmente receptivos al mensaje nazareno.
Un talmid genuino de Gamliel, conocedor de las complejas discusiones halájicas sobre maʾajalot asurot (alimentos prohibidos) preservadas en la Mishná y el Talmud, habría reconocido que la separación de Pedro respondía a principios halájicos legítimos sobre evitar situaciones donde la kashrut podría ser violada, no a mera "hipocresía" o cobardía social. La acusación paulina de que Pedro estaba "ἰουδαΐζω" (judaizando, forzando prácticas judías) a los gentiles por su conducta demuestra que Pablo veía las restricciones dietéticas como obstáculos opcionales, no como mandamientos divinos vinculantes. Ningún fariseo auténtico, formado en la hermenéutica de Hilel o Shammai, habría descrito la observancia de mitzvot d’Oraita como mera "judaización" en sentido peyorativo, término que implica la imposición de costumbres étnicas superfluas en lugar del cumplimiento de mandamientos divinos eternos. La pretensión de que Pablo fue estudiante de Gamliel HaZaken se vuelve insostenible ante este corpus textual trilingüe (griego, hebreo, arameo) que confirma desde múltiples tradiciones manuscritas la radicalidad de su ruptura con la halajá. Si aceptamos la hipótesis controvertida del grupo Original Hebrew New Testament de que el manuscrito de Cochin representa el texto hebreo original de las epístolas paulinas, las implicaciones se vuelven aún más catastróficas para la narrativa tradicional: significaría que Pablo, escribiendo originalmente en hebreo para una audiencia judía profundamente versada en halajá, empleó deliberadamente terminología técnica rabínica (טמא, קודש, בלא חקירה, פרש עצמו) precisamente para subvertirla y negarla, acto que sería absolutamente incomprensible en un estudiante genuino de Gamliel.
Gamliel, nieto de Hilel, representaba la tradición farisaica más moderada y abierta hacia los gentiles, pero su apertura nunca implicó la abrogación de la Torá o la negación de su carácter vinculante para el pueblo judío. Los principios hermenéuticos hilelianos (las siete midot) que Gamliel habría enseñado incluían métodos sofisticados para interpretar y aplicar la Torá, nunca para anularla. Un alumno genuino de esta escuela habría comprendido que las categorías de puro e impuro en relación con los alimentos no son convenciones humanas arbitrarias susceptibles de ser descartadas, sino expresiones de la voluntad divina que santifican la vida material y distinguen a Israel como pueblo sacerdotal. La kashrut no es, desde la perspectiva rabínica, una "carga" o un "yugo" del cual liberarse, sino un regalo que eleva los actos cotidianos de comer y beber a la categoría de avodá (servicio divino). Cuando Pablo escribe en Romanos 14:14 que "οὐδὲν κοινὸν δι' ἑαυτοῦ", confirmado en hebreo como "מה שטמא אין אצלו" (folio 350) y en arameo como "דּמֵדֵּם דַּמסַיַב מֵן לוָתֵה לַיתּ", está rechazando no solo las regulaciones dietéticas específicas de Vaicra / Levítico 11, sino el concepto mismo de que Dios establece categoras halájicas vinculantes que estructuran la vida judía. Esta posición es fundamentalmente incompatible con el fariseísmo, movimiento que se caracterizó precisamente por su meticulosa observancia de las mitzvot y su desarrollo de tradiciones orales que cercaban la Torá para garantizar su cumplimiento. La convergencia testimonial de los manuscritos griegos más antiguos (Vaticanus y Sinaiticus del siglo IV), el manuscrito hebreo de Cochin (considerado por algunos como posible texto original) y la Peshita siríaca (que representa la comprensión aramea oriental del cristianismo primitivo) establece con certeza filológica que las comunidades que transmitieron estos textos comprendieron unánimemente que Pablo enseñaba la permisibilidad de consumir toda clase de alimentos, incluyendo explícitamente aquellos prohibidos por la Torá como la carne de cerdo, demoliendo así cualquier pretensión histórica de presentarlo como un parush auténtico o talmid legítimo de la tradición farisaica representada por Gamliel HaZaken.
Habiendo agotado el análisis filológico exhaustivo de las tradiciones textuales primarias que constituyen el fundamento documental para comprender las enseñanzas paulinas sobre las leyes dietéticas—los códices griegos más antiguos (Vaticanus y Sinaiticus del siglo IV), el manuscrito hebreo de Cochin que según algunos investigadores del grupo Original Hebrew New Testament representa un posible texto semítico original, y la Peshita siríaca que preserva la comprensión aramea oriental del cristianismo primitivo—todas las cuales convergen unánimemente en confirmar que Pablo enseñó la abrogación explícita de las leyes dietéticas de la Torá mediante instrucciones técnicamente precisas como "בלא חקירה" (sin investigación) en contextos donde empleaba deliberadamente terminología halájica especializada como "מקולין" (mequlin, mercados de carne), resulta ahora metodológicamente necesario examinar cómo esta ruptura halájica fundamental fue percibida, documentada y transmitida por comunidades que observaron el desarrollo del movimiento nazareno desde perspectivas externas críticas, preservando memorias históricas que las tradiciones canónicas cristianas posteriormente suprimieron o reinterpretaron. Para este propósito crucial, recurrimos a un corpus literario particularmente revelador y hasta ahora insuficientemente explorado en relación con nuestro tema: las fuentes cripto-judeocristianas preservadas en literatura polémica islámica medieval temprana, específicamente el Tathbit Dalā'il Nubuwwat Sayyidinā (Confirmación de las Pruebas de la Profecía de Nuestro Señor) de Qāḍī 'Abd al-Jabbār ibn Aḥmad al-Hamadhānī (935-1025 d.C.), juez principal (qāḍī al-quḍāt) de Rayy bajo el califato búyida.
Este fascinante manuscrito, descubierto por S.M. Stern en Estambul, Turquía, catalogado como MS 1575 en la colección Şehid Ali Paşa, y posteriormente analizado en profundidad por el distinguido profesor Shlomo Pines (שלומה פינס ז"ל) de la Universidad Hebrea de Jerusalén, miembro de la Academia de Ciencias y Humanidades de Israel, ha emergido arrojando nueva luz insospechada sobre la historia de los judeo-cristianos durante los primeros siglos cruciales del cristianismo, precisamente aquellas generaciones que presenciaron la transformación del movimiento nazareno original en lo que eventualmente se convertiría en el cristianismo gentil institucionalizado. El documento está registrado en las actas de la Academia Israelí de Ciencias y Humanidades, volumen II, número 13, bajo el título hebreo:
"היהודים-הנוצרים במאות הראשונות של הנצרות על פי מקור חדש"
(Los judeo-cristianos en los primeros siglos del cristianismo según una nueva fuente),
publicación que marcó un hito en los estudios sobre el cristianismo primitivo al revelar la existencia de tradiciones históricas judeocristianas completamente independientes de los relatos canónicos preservados por la Gran Iglesia.
La importancia crítica y sin precedentes del Tathbīt radica en múltiples dimensiones metodológicas que lo convierten en una fuente de valor excepcional para nuestro análisis. Primero, a diferencia de las tradiciones textuales griegas, hebreas y arameas ya examinadas—todas las cuales circulaban dentro de comunidades cristianas que tenían intereses confesionales evidentes en presentar a Pablo de manera favorable o al menos teológicamente coherente—el Tathbit preserva tradiciones que circulaban fuera del control eclesiástico cristiano, en contextos donde no existía motivación para suavizar, armonizar o apologéticamente defender las enseñanzas paulinas. Segundo, y esto resulta absolutamente crucial para nuestro argumento específico sobre las leyes dietéticas, el Tathbit no simplemente menciona la abolición paulina de la kashrut, sino que la documenta con una franqueza histórica brutal, citando explícitamente—como veremos en los folios que examinaremos—que Pablo declaró permisible el consumo de carne de cerdo, el alimento más emblemáticamente prohibido en la tradición judía y el símbolo par excellence de la separación entre Israel y las naciones. Tercero, el Tathbīt proporciona no meramente citas aisladas o fragmentarias, sino contextos narrativos completos que revelan cómo las comunidades judeocristianas primitivas—aquellas que Pines identifica como preservadoras de tradiciones que se remontan a la comunidad original de Jerusalén—percibieron y resistieron activamente la agenda paulina de abolición de la Torá, resistencia que las fuentes canónicas cristianas sistemáticamente minimizaron o reinterpretaron como "judaización" herética.
Según los estudios pioneros de Shlomo Pines y Samuel Stern, cuyas contribuciones a la comprensión del judeocristianismo primitivo han sido fundamentales aunque lamentablemente poco conocidas fuera de círculos especializados, el Tathbit preserva tradiciones judeocristianas que circulaban en comunidades orientales—probablemente siríacas o mesopotámicas—que mantuvieron memoria histórica viva de las enseñanzas originales del movimiento nazareno antes de su "romanización" definitiva, proceso de transformación cultural y teológica que 'Abd al-Jabbār, siguiendo evidentemente fuentes judeocristianas a su disposición, describe con un término técnico devastador: "تَرَوَّمُوا" (tarawwamū, "se romanizaron"), verbo derivado de "الرُّومُ" (al-Rūm, "los romanos/bizantinos"), indicando no simplemente un cambio de audiencia demográfica sino una apostasía estructural mediante la cual el cristianismo abandonó sus raíces judías y abrazó costumbres, creencias y prácticas romanas/helenísticas fundamentalmente incompatibles con la Torá de Moisés. La conclusión de Stern sobre el contenido histórico del Tathbīt es contundente y merece citarse in extenso:
"Our conclusion is then that the story of the Romanization of Christianity, due to the apostasy of the majority of the early disciples, then of Paul, and finally of the self-interested conversion of Constantine" ("Nuestra conclusión es entonces que la historia de la romanización del cristianismo, debido a la apostasía de la mayoría de los primeros discípulos, después de Pablo y, finalmente, de la conversión de interés propio de Constantino").
Esta narrativa de "romanización" no es, según Pines y Stern, una invención polémica islámica tardía, sino que refleja tradiciones históricas judeocristianas auténticas que preservaron la memoria de lo que consideraban una traición fundamental a las enseñanzas originales de Yeshú.
Estas fuentes judeocristianas preservadas en el Tathbit, independientes y anteriores a las tradiciones textuales griegas, hebreas y arameas ya examinadas, proporcionan por lo tanto corroboración externa extraordinariamente valiosa de que la abolición de las leyes dietéticas—incluyendo explícita y específicamente la prohibición del cerdo—era atribuida no solo a Pablo sino que se remontaba, según algunas de estas tradiciones, al propio Yeshú, lo cual desmantela completamente cualquier intento apologético contemporáneo de la corriente académica conocida como Jerusalem Perspective de presentar a estas figuras como "buenos judíos" plenamente observantes dentro del contexto halájico normativo de su época, o de sugerir que las enseñanzas paulinas sobre alimentos representaban meros malentendidos hermenéuticos o aplicaciones contextuales legítimas de principios farisaicos.
El objetivo central y la justificación metodológica de incorporar este análisis detallado del Tathbīt a nuestro estudio es triple: primero, demostrar mediante fuentes completamente externas al canon cristiano y a las tradiciones manuscritas intra-cristianas que la percepción histórica generalizada—incluso entre observadores no-cristianos contemporáneos o cercanos a los eventos—era que el movimiento nazareno representó desde sus orígenes, o al menos desde la intervención decisiva de Pablo, una ruptura fundamental e irreconciliable con la Torá y la halajá judía en el ámbito específico de las leyes dietéticas; segundo, documentar que esta percepción no era meramente la opinión de opositores externos hostiles, sino que reflejaba el testimonio de tradiciones judeocristianas preservadas por comunidades que se consideraban a sí mismas continuadoras fieles de las enseñanzas originales de Yeshú y que resistieron activamente lo que percibían como la corrupción paulina de su mensaje; y tercero, establecer mediante la convergencia testimonial de tres tradiciones textuales completamente independientes—la bizantina/griega (preservada en Vaticanus y Sinaiticus), la semítica oriental (manuscrito de Cochin y Peshita), y ahora la cripto-judeocristiana preservada en fuentes islámicas (el Tathbīt)—que circulaban en comunidades geográfica, cultural y confesionalmente distintas, todas concordando sustancialmente en que las enseñanzas paulinas abolieron explícitamente las prohibiciones dietéticas de la Torá incluyendo la carne de cerdo, que estamos tratando no con distorsiones polémicas tardías ni con malinterpretaciones teológicas sectarias, sino con un núcleo histórico sólido que refleja con precisión sustancial lo que Pablo efectivamente enseñó y cómo fue comprendido universalmente por amigos y enemigos, adherentes y opositores, dentro y fuera del movimiento cristiano primitivo.
Esta convergencia testimonial independiente adquiere peso probatorio definitivo cuando consideramos que el Tathbit, escrito en el siglo XI pero basado demostrablemente en fuentes mucho más antiguas que Pines data tentativamente entre los siglos V-VII, no tenía acceso a los manuscritos griegos que nosotros poseemos, no conocía el manuscrito hebreo de Cochin (que representa una tradición textual completamente separada), y sin embargo confirma independientemente los mismos datos históricos fundamentales sobre la abolición paulina de la kashrut que emergen del análisis filológico de aquellas otras tradiciones textuales. Cuando tres ríos de tradición textual completamente independientes—sin posibilidad de contaminación cruzada o influencia mutua—desembocan en el mismo océano de conclusiones históricas, la probabilidad de que todos estén reflejando una realidad histórica subyacente genuina se acerca a la certeza metodológica que cualquier historiador razonablemente puede esperar alcanzar para eventos de la antigüedad.
En esta exposición del testimonio preservado en el Tathbit, nos centraremos específicamente en la traducción crítica y el análisis contextualizado del folio 158, versos 4-5 del manuscrito, pasaje que contiene una de las enseñanzas históricas más reveladoras atribuidas a Pablo—también conocido como Shaul de Tarso—dirigida específicamente a los no-judíos (al-Rum, los romanos/bizantinos) en un contexto donde confluyen elementos lingüísticos del hebreo, el arameo y el griego, reflejando la naturaleza multicultural del cristianismo primitivo en el Oriente Próximo. Este pasaje resulta de importancia capital para nuestro argumento porque no se limita a afirmaciones generales o abstractas sobre la libertad de las leyes dietéticas, sino que aborda explícita y específicamente la cuestión del consumo de carne de cerdo—"وَالرُّومُ تَأْكُلُ الْخِنْزِيرَ" (wa-l-Rūm ta'kulu al-jinzīr, "y los romanos comen cerdo")—el alimento más emblemáticamente prohibido en la tradición judía, cuya permisibilidad Pablo supuestamente declaró mediante una hermenéutica radicalmente innovadora que reinterpretaba las categorías mismas de pureza e impureza establecidas en Levítico 11 y Deuteronomio 14. El estudio detallado de este pasaje, situado en su contexto literario dentro del Tathbit y en su contexto histórico más amplio de las controversias entre judeo-cristianos observantes y cristianos paulinos, permitirá comprender mejor la dinámica profundamente conflictiva entre Pablo y las comunidades judeo-cristianas de la época que resistieron sus innovaciones teológicas, al tiempo que desafiará de manera definitiva las afirmaciones apologéticas de la corriente académica conocida como Jerusalem Perspective, que ha procurado durante décadas—contra la evidencia textual convergente que hemos documentado—presentar a Pablo como un fariseo auténtico operando dentro de los parámetros normativos de la halajá del Segundo Templo. Este trabajo contribuye así al creciente corpus de conocimiento académico sobre la relación extraordinariamente compleja y frecuentemente antagónica entre el cristianismo primitivo y su contexto judío original, iluminando aspectos cruciales de la historia religiosa temprana que las narrativas eclesiásticas tradicionales han tendido sistemáticamente a suavizar, armonizar o directamente suprimir en favor de construcciones teológicas retrospectivas que proyectan sobre el siglo I categorías y distinciones que solo cristalizarían generaciones o siglos después.
Los documentos históricos preservados en fuentes islámicas medievales revelan testimonios cruciales sobre las modificaciones introducidas por Pablo de Tarso en las enseñanzas originales del movimiento de Yeshú (de Marcos 7:15). Entre estos testimonios, destaca especialmente el pasaje del folio 158, versos 4-5 del Tathbit, que preserva una crítica contundente sobre la posición paulina respecto al consumo de carne de cerdo:
وَالرُّومُ تَأْكُلُ الْخِنْزِيرَ . فَقَالَ : « مَا هُوَ حَرَامٌ ، وَمَا يُحَرَّمُ عَلَى الْإِنْسَانِ شَيْءٌ يَدْخُلُ جَوْفَهُ ، وَإِنَّمَا يُحَرَّمُ عَلَيْهِ الْكِذَّبُ الَّذِي يَخْرُجُ مِنْهُ » .
וְהָרוֹמִיים אוֹכְלִים חֲזִיר. אָז אָמַר: "אֵין זֶה אָסוּר [חזיר], וְלֹא נֶאֱסָר עַל הָאָדָם דָּבָר שֶׁנִּכְנָס לְתוֹכוֹ, אֶלָּא הַשֶּׁקֶר הַיּוֹצֵא מִמֶּנּוּ הוּא שֶׁנֶּאֱסָר עָלָיו".
“Los romanos (rum) comen cerdo (alkhinzir). Él anunció: “No está prohibido [el cerdo]. Nada que entre en el interior de una persona está prohibido. Sólo las mentiras que salen de él están prohibidas”.
Tathbit p. 158, vv. 4-5, Cfr. Cfr. Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. 3:146, p.101.
Esta declaración, según el análisis que presenta Pines del material de Abd al-Jabbar, representa un punto de quiebre fundamental en la historia del cristianismo primitivo. El profesor Pines señala en su investigación sobre los textos judeo-cristianos que:
"פולוס דיבר אל הרומאים על גופו של ישו, על החסד שחנה עליו ועל מעשי-הנסים שעשה, והרבה. אולם אם מביאים בחשבון שכל את כבוד דתם של הרומיות," (Pablo habló a los romanos sobre el cuerpo de Yeshú, sobre la gracia que descendió sobre él y sobre los actos milagrosos que realizó. Sin embargo, si se tiene en cuenta que todo el honor de la religión romana.) (Pines, 1966, p. 189).
Esta observación de Pines revela que Pablo adaptó estratégicamente su mensaje a las sensibilidades romanas, comprometiendo así la integridad de las enseñanzas originales.
La gravedad de esta modificación doctrinal se comprende mejor cuando Pines documenta que los textos judeo-cristianos preservados caracterizan sistemáticamente a:
"פולוס ללש את הפקות של התורה, חוקי שהיו עזר לרומאים, והכריז, ביו, כי אכילת חזיר מותרת, לפי" (Pablo [quien] anuló los decretos de la Torah, leyes que fueron de ayuda para los romanos, y declaró, entre otras cosas, que comer cerdo está permitido, según) (Pines, 1966, p. 189).
Esta abolición deliberada de las restricciones alimentarias no fue un acto aislado, sino parte de una estrategia más amplia de romanización del movimiento.
El análisis de Pines sobre estos textos revela un patrón consistente donde:
"סולואף עשה כמעשה של שטן, עזר לרומאים [לשמור על] דתם ולנטוש את דת המשיח, כך עשה המעורר הזה, אינאמי" (Pablo actuó como obra de Satanás, ayudó a los romanos [a mantener] su religión y abandonar la religión del Mesías, así actuó este provocador, el maní) (Pines, 1966, p. 216).
Esta comparación entre Pablo y Mani no es casual, sino que refleja la percepción de ambos como figuras que desviaron fundamentalmente movimientos religiosos originales para adaptarlos a audiencias gentiles.
La evidencia textual que presenta Pines demuestra que esta transformación tuvo consecuencias históricas inmediatas. Como documenta el Tathbit:
فَإِذَا تَبَيَّنَتَ الْأَمْرَ ، وَجَدْتَ النَّصَارَى تَرَوَّمُوا ، وَرَجَعُوا إِلَى دِيَانَاتِ الرُّومِ ، وَلَمْ تَجِدِ الرُّومَ تَنصَّرُوا
אם לבחון את משנה, תגלו כי הנוצרים הפכו הרומאים ונפל חזרה הדתות של הרומאים. לא תמצאו את זה הרומאים הפכו לנוצרים.
‘Si escudriñe en la materia, usted encontrará que los cristianos se convirtieron en romanos (tarawwamù) y cayó de nuevo a las religiones de los romanos. Usted no encontrará que los romanos se convirtieron al cristianismo (tanatzaru)”.’
Tathbit 158.
La conclusión del Profesor Shmuel Miklos Stern z”l, fue que el movimiento temprano de los seguidores de Yesh"u y de Pablo se romanizaron:
"Our conclusion is then that the story of the Romanization of Christianity, due to the apostasy of the majority of the early disciples, then of Paul, and finally of the self-interested conversion of Constantine".
"המסקנה שלנו היא כי לאחר מכן את סיפור הרומניזציה של הנצרות, בשל כפירה של רוב תלמידי מוקדם, אז של פאול, ולבסוף המרה של אינטרס עצמי של קונסטנטין.
"Nuestra conclusión es entonces que la historia de la romanización del cristianismo, debido a la apostasía de la mayoría de los primeros discípulos, después de Pablo y, finalmente, de la conversión de interés propio de Constantino".
-S.M. Stern, “'Abd al-Jabbâr’s Account of How Christ’s Religion was Falsified by the Adoption of Roman Customs,” 184–5.
El grado de elevación que Pablo alcanzó en las comunidades cristianas, según documenta Abd al-Jabbar, fue extraordinario:
"על פי [הנוצרים], פול, הוא יותר נשגב מאשר משה, אהרון, דוד וכל הנביאים. כאשר האותיות ונאומיו נקראים בכנסייה, הם עומדים, מעריצים ומהללים אותו ודבריו. הם לא עושים את זה בשביל התורה, אשר על פי אותם הוא הנאום של ישו, מי כתב אותו משה, שלח אותו אל הברואים שלו, לפצל את הים בשבילו, והפך מקל לתוך נחש בשבילו. [הם לא עושים את זה] במהלך [קריאת] הבשורות, שבו הוא הנאום של ישו.
"وفقا ل[النصارى]، بول هو أكثر النبيلة من موسى، هارون، داود وكل الأنبياء. عند قراءة رسائله وخطبه في الكنيسة، وانها تقف، تقديس وتمجيد له، وكلماته. لم يفعلوا ذلك لالتوراة، والتي وفقا لهم هو كلام يشوع، الذي كتب عليه موسى، أرسله إلى خلقه، وتقسيم البحر بالنسبة له، وتحولت العصا إلى ثعبان له. [وهي لا تفعل هذا] خلال [قراءة] الأناجيل، التي هي خطاب يشوع.
“Según los [cristianos], Pablo es más elevado que Mosheh, Aharón, David y todos los profetas. Cuando en sus cartas y discursos son leídos en la iglesia, se levantan, venerándolo y exaltándolo en sus palabras. Ellos no hacen esto con la Torah, que según ellos es el discurso de Yeshu, que lo escribió para Mosheh, (del supuesto que) lo envió a sus criaturas, dividido el mar para él, y transformó un palo en una serpiente para él. [No lo hacen] durante la lectura de los evangelios, en la cual está el discurso de Yeshú.”
Tathbit p. 151. Cfr. Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. 3:39, p.90.
Esta inversión jerárquica, donde las epístolas paulinas reciben mayor reverencia que la Torah o los evangelios mismos, evidencia la magnitud de la transformación operada. Pines documenta meticulosamente cómo los textos judeo-cristianos preservados critican esta elevación como una distorsión fundamental, donde:
"רבים מיו מהחברים של שלוש כתות אלה דבקים בדעותיו של מאני, אולם אך לעתים רחוקות מאוד נותנים דבר פומבי, מתוך פחד מפני הנוצרים והמוסלמים, אלה בקרבם שחיו במדינה מוסלמית" (muchos de los miembros de estas tres sectas se adhieren a las opiniones de Mani, pero solo muy raramente dan algo público, por temor a los cristianos y musulmanes, aquellos entre ellos que vivían en un estado musulmán) (Pines, 1966, p. 218).
La prohibición del cerdo en la tradición judía tiene raíces profundas que trascienden el período pre-mesiánico. Según las interpretaciones rabínicas documentadas en fuentes como Isaías 66:17 y varios Midrashim (Midrash Tanjuma, Shmini 14:1 y Midrash Tehilim 146:3), incluso en la Era Mesiánica los gentiles se abstendrán de consumir carne de cerdo. Esta perspectiva contrasta radicalmente con la enseñanza paulina expresada en Romanos 14:14, donde sostiene que los gentiles pueden consumir cualquier alimento sin restricciones. El Comentario de Abarbanel a Yeshayah 66:17 identifica explícitamente que las palabras
ועל הנוצרים אמר אוכלי בשר החזיר השקץ והעכב' לפי שאוכלים כל בשר הטמא והטהור יחדו ועל שניהם רוצה לומר הישמעאלים והנוצרים אמר יחדו יסופו ויתמו מן בלהות
(Traducción: "Y sobre los cristianos dijo: 'Los que comen carne de cerdo, lo impuro y lo abominable', porque comen toda carne, la inmunda y la limpia, juntas, y sobre ambos quiere decir, los ismaelitas y los cristianos, dijo: 'Juntos perecerán y serán consumidos por la plaga'.")
Esta identificación refuerza la percepción judía tradicional de que la abolición paulina de las leyes alimentarias representó una ruptura fundamental con la tradición profética.
La investigación de Pines sobre estos materiales revela que las comunidades judeo-cristianas primitivas mantuvieron una memoria histórica diferente, donde:
"הטסקטים הירצוני-יהודיים שלנו מייחסים חשיבות רבה למה לשפה העברית כפי שבו דיבר אלוהים עם אברהם, עם בנו של ישו ועם שאר הנביאים" (los textos judeo-cristianos nuestros atribuyen gran importancia al idioma hebreo como aquel en el que Dios habló con Abraham, con el hijo de Yeshú y con los demás profetas) (Pines, 1966, p. 173).
Esta preservación de la lengua hebrea simboliza la continuidad con la tradición original que Pablo habría roto al dirigirse exclusivamente a audiencias gentiles en sus propios términos culturales.
El análisis textual que presenta Pines demuestra que los documentos judeo-cristianos caracterizan consistentemente a Pablo como alguien que:
"בשל שנאתו פנה לעשות שימוש בכל חומר אנטי-נוצרי שהגיע לידיו" (debido a su odio [Pablo] tendió a hacer uso de todo material anti-cristiano que llegó a sus manos) (Pines, 1966, p. 170).
Esta caracterización sugiere que Pablo no solo modificó las enseñanzas originales, sino que activamente las socavó mediante la incorporación de elementos contrarios al mensaje de Yeshú.
La cuestión de la formación farisea de Pablo, tan enfatizada en el libro de Hechos, se vuelve problemática a la luz de estas evidencias. Si Pablo realmente hubiera sido formado como fariseo bajo Gamaliel, como afirma Hechos 22:3, habría estado familiarizado con las tradiciones fariseas sobre las restricciones alimentarias en la era mesiánica. Sin embargo, su enseñanza en Romanos 14:14 contradice directamente estas tradiciones, sugiriendo que o bien su formación farisea fue exagerada o bien deliberadamente rechazó estas enseñanzas para facilitar la aceptación romana. Pines observa esta contradicción cuando documenta que los textos judeo-cristianos:
"מעידים על כך שפול היה יהודי רשע ומרושע שביקש מנהיגות ושליטה" (testifican que Pablo era un judío perverso y malvado que buscaba liderazgo y dominio) (Pines, 1966, p. 189).
La representación de Pablo como un líder falso que compromete la enseñanza original al adoptar las tradiciones de aquellos a quienes busca influenciar es un tema recurrente en la reflexión teológica de Abd al-Jabbar, según documenta Pines. Este patrón se repite en el relato sobre Constantino, donde nuevamente vemos cómo "מטרות האגואיסטיות ניתוחים ההמרה של קונסטנטין" (los objetivos egoístas operan la conversión de Constantino) (Pines, 1966, p. 184). La continuidad entre Pablo y Constantino en estos textos no es coincidencia, sino que representa una narrativa histórica coherente sobre la progresiva desviación del mensaje original.
Los textos que analiza Pines preservan una memoria alternativa donde las comunidades judeo-cristianas tempranas "המשיכו לקיים את מצוות התורה ואת מצוותיה" (‘continuaron observando los mandamientos de la Torah y sus preceptos’) (Pines, 1966, p. 174), resistiéndose a las innovaciones paulinas. Esta resistencia no fue meramente ritual, sino que representó una lucha por preservar la integridad del mensaje original frente a lo que percibían como una romanización sistemática.
La evidencia compilada por Pines demuestra que el proceso de romanización no fue gradual ni accidental, sino deliberado y estratégico. Como él mismo concluye sobre la base de estos textos:
"המסקנה שלנו היא אז שהסיפור של הרומניזציה של הנצרות, עקב הכפירה של רוב התלמידים המוקדמים, אז של פול, ולבסוף ההמרה האינטרס העצמי של קונסטנטין" (nuestra conclusión es entonces que la historia de la romanización del cristianismo, debido a la apostasía de la mayoría de los discípulos tempranos, luego de Pablo, y finalmente la conversión por interés propio de Constantino) (Pines, 1966, p. 184-185).
Esta romanización tuvo como efecto no convertir a los romanos al cristianismo, sino convertir a los cristianos en romanos, precisamente lo que los textos judeo-cristianos lamentaban.
La abolición paulina de las restricciones alimentarias, particularmente respecto al cerdo, no fue un detalle menor sino un símbolo de una transformación más profunda. Como Pines documenta extensamente, los textos judeo-cristianos vieron en esta abolición la evidencia de que "פול ביטל את פקודות התורה, והתיר אכילת חזיר" (Pablo anuló los decretos de la Torah y permitió comer cerdo) (Pines, 1966, p. 189), lo cual representaba una ruptura fundamental con la tradición profética que incluía las expectativas mesiánicas sobre la persistencia de estas prohibiciones.
Por otra parte, la prohibición del consumo de carne de cerdo en la tradición judía trasciende el ámbito de la mera observancia ritual para adentrarse en dimensiones místicas profundas que revelan la naturaleza espiritual de esta restricción. Según las enseñanzas del Zohar y la Kabalah, los animales impuros como el cerdo mantienen una conexión intrínseca con los mundos del caos y las fuerzas negativas que emanan del Sitra Ajra, el "Otro Lado" de la realidad espiritual. Esta comprensión cabalística proporciona un marco interpretativo adicional para evaluar la gravedad de la abolición paulina de las leyes alimentarias, revelando que tal abolición no solo representó una transgresión halájica, sino un compromiso con fuerzas espirituales destructivas.
El Zohar articula esta distinción fundamental entre lo sagrado y lo impuro al explicar cómo los cerdos son considerados manifestaciones físicas de espíritus impuros encerrados en cuerpos materiales. Esta enseñanza se encuentra claramente expresada en el Zohar, donde se explica que los cerdos representan un espíritu impuro aprisionado en un cuerpo que se denomina específicamente "carne de cerdo":
Zohar, Berreshit 10:123:
סִטְרִין לְתַתָּא, דְּאִתְהַתָּךְ בְּהִתּוּכָא דְרוּחָא דָא, אִצְטַיְירָן מִנֵּיהּ צִיּוּרִין, דְּאִתְלַבְּשָׁן בִּלְבוּשָׁא אָחֳרָא. כְּגוֹן צִיּוּרֵי בְּעִירֵי מְסָאֲבֵי, וְאוֹרַיְיתָא פְּתַח בְּהוֹ וְזֶה לָכֶם הַטָּמֵא, כְּגוֹן חֲזִיר, וְעוֹפֵי וּבְעִירֵי דְהַהוּא סִטְרָא, רוּחָא סָלֵיק בְּהַהוּא שְׁמָא, גּוּפָא לְבוּשָׁא דִילֵיהּ, וְגוּפָא בְּשַׂר חֲזִיר אִקְרֵי, חֲזִיר לְגוֹ, בִּשְׂרָא לְבוּשָׁא דִילֵיהּ. וּבְגִּין כָּךְ אִלֵּין תְּרֵין סִטְרִין, מִתְפָּרְשָׁן, אִלֵּין אִתְכְּלִילוּ בְּרָזָא דְאָדָם, וְאִלֵּין אִתְכְּלִילוּ בְּרָזָא דְטָמֵא כָּל זִינָא אָזֵיל לְזִינֵיהּ, וְאִתְהַדַּר לְזִינֵיהּ.
De los aspectos inferiores (Sitrin l’tato) que se refieren a animales, bestias y pájaros que fueron moldeados por ese espíritu impuro, se extrajeron formas, es decir, espíritus privados. Estos estaban vestidos con otras vestiduras, como formas de animales impuros, y la Torá decía de ellos: “Estos serán inmundos para vosotros.” (Vaikrá 11:29). Estas formas incluyen a los cerdos y a los pájaros y animales que pertenecen al Otro Lado. El espíritu es llamado con ese nombre, es decir, contaminado, y el cuerpo es su vestidura. El cuerpo se llama carne de cerdo, porque es cerdo en su ser interior, en su espíritu, mientras que la carne es un vestido que cubre ese espíritu. Por lo tanto, ambos aspectos, los incluidos dentro del secreto del hombre y los incluidos en el secreto de lo impuro, están separados y se oponen entre sí. Del lado de la santidad están el espíritu del hombre en general, y los espíritus de los animales puros, de las bestias y de las aves, que son los particulares. Del lado del hombre malvado está el hombre malvado impuro, que se considera el aspecto general, y los espíritus de los animales, bestias y aves impuros, que son los detalles. Se oponen entre sí. Cada especie de animal permanece con su propia especie y no se mezcla con la especie opuesta. Incluso si lo hace, eventualmente regresa a su propia especie.
[p. 157] בה גופא דיליה, לבושא דההוא שמא. בשר שור, שור איהו פנימאה דההוא גופא, בשר דיליה לבושא, וכן כלהו. כגוונא דא בסטרא אחרא דמסאבו. רוחא דאתפשט בשאר עמין נפקא מסטרא דמסאבו. לאו איהו אדם ובגין כך לא סליק בשמא דא. שמא דההוא רוחא טמא, לא סליק בשמא דאדם ולית ביה חולקא. גופא דיליה לבושא דההוא טמא, בשר טמא, טמא לגו, בשר לבושא דיליה. בגין כך בעוד דשרי ההוא רוחא בההוא גופא אתקרי טמא, נפק רוחא מההוא לבושא לאו אקרי טמא ולא סליק ההוא לבושא בשמא. טסירין לתתא דאתהתך בהתוכא דרוחא דא אצטיירן מניה ציורין דאתלבשן בלבושא אחרא כגון ציורי בעירי מסאבו, ואורייתא פתח בהו (ויקרא י"א:29) וזה לכם הטמא, כגון חזיר ועופי ובעירי דההוא סטרא. רוחא סליק בההוא שמא, גופא לבושא דיליה וגופא בשר חזיר אקרי, חזיר לגו, בשרא לבושא דיליה. ובגין כך אלין תרין סטרין מתפרשן. אלין אתכלילו ברזא דאדם ואלין אתכלילו ברזא דטמא. כל זינא אזיל לזיניה ואתהדר לזיניה. נהורין עלאין דקא מנהרין נהרין בההוא רקיע השמים לאצטיירא לתתא ציורין כדקא חזי דכתיב ויתן אותם אלהים ברקיע השמים להאיר על הארץ ולמשול ביום ובלילה. שלטנו דתרין נהורין דא איהו שלטנו כדקא חזי, מאור גדול שלטנו ביממא, מאור קטן שלטנו בליליא. ורזא דא מהכא, שלטנותא דדכורא ביממא
“En su cuerpo (גופא) está su vestidura (לבושא), la vestidura de ese espíritu. La carne del buey (שור) es buey en su ser interior, y la carne de su vestidura (דיליה) es su vestidura, y así en todos los casos.
De manera similar, en otro aspecto del Otro Lado que proviene de ese espíritu de las formas impuras de las bestias, el espíritu que se extiende a través de otras naciones se deriva del aspecto del Otro Lado que proviene de esas formas. Este no es un hombre, y por lo tanto, no se eleva con el nombre de Adam. El espíritu de ese es un espíritu impuro, y no tiene una porción en Adam. Su cuerpo (גופא) es la vestidura (לבושא) de ese impuro, carne impura, impura en su ser interior (טמא לגו), carne como vestidura de él. Por lo tanto, mientras ese espíritu todavía esté en ese cuerpo, se le llama impuro, pero cuando el espíritu se va de esa vestidura, ya no se le llama impuro y esa vestidura no retiene el nombre de impura.
De los aspectos inferiores (טסירין לתתא) que se refieren a animales, bestias y pájaros que fueron moldeados por ese espíritu impuro, se extrajeron formas (ציורין), es decir, espíritus privados. Estos estaban vestidos con otras vestiduras, como formas de animales impuros, y la Torá decía de ellos: 'Estos serán inmundos para vosotros' (Levítico 11:29). Formas como las del cerdo (חזיר) y aves y bestias de ese tipo. El espíritu (רוחא) se elevó de esa forma, mientras que el cuerpo (גופא) es su vestidura (לבושא). Y el cuerpo se llama carne de cerdo (בשר חזיר), ya que es cerdo en su ser interior (חזיר לגו), en su espíritu, mientras que la carne es un vestido que cubre ese espíritu.
Y de esta manera, estos dos aspectos inferiores (אלין תרין סטרין) se explican. Estos se mezclan en el secreto del hombre (ברזא דאדם) y estos se mezclan en el secreto de lo impuro. Cada especie va hacia su especie y se mezcla con su especie."
"Las luces superiores (נהורין עלאין) que fluyen desde arriba en ese firmamento celestial (רקיע השמים) se manifiestan abajo en formas (ציורין) como se puede ver en el versículo: 'Y Dios los puso en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra y para gobernar en el día y en la noche' (Génesis 1:17). Su gobierno sobre la luz es como se puede ver, 'un gran lumbrera' (Génesis 1:16), gobierna durante el día, 'una luminaria menor' (Génesis 1:16), gobierna durante la noche.
Y el secreto de esto está aquí, el gobierno de la memoria masculina (שלטנותא דדכורא) durante el día.”
-Matt, D. (s.f.). The Zohar: Pritzker Edition, Translation and Commentary by Daniel Matt, Parashat Be-Reshit — Aramaic. Stanford University Press Home Page... https://www.sup.org/zohar/aramaic/?sel=v1c2
La enseñanza zohárica establece además una distinción crucial entre los espíritus que "se elevan con el nombre de Adam" (סליק בשמא דאדם) y aquellos que no participan de esta elevación. Los espíritus de los animales impuros, explica el texto, "no tienen una porción en Adam" (ולית ביה חולקא), indicando que pertenecen a un orden de creación fundamentalmente distinto del humano. Esta separación no es meramente taxonómica sino ontológica y espiritual. Cuando el Zohar afirma que "el espíritu que se extiende a través de otras naciones se deriva del aspecto del Otro Lado" (רוחא דאתפשט בשאר עמין נפקא מסטרא דמסאבו), establece una conexión directa entre el consumo de alimentos impuros y la naturaleza espiritual de las naciones que los consumen. Esta perspectiva ilumina de manera particular la estrategia paulina: al permitir el consumo de cerdo, Pablo no solo facilitó la entrada de gentiles al movimiento, sino que preservó su conexión espiritual con las fuerzas del Sitra Ajra, impidiendo su verdadera transformación espiritual.
Si Yeshú o Pablo hubieran sido personas verdaderamente elevadas espiritualmente, conocedoras de los secretos cabalísticos de la Torah, jamás habrían permitido el consumo de carne de cerdo entre sus seguidores. El hecho de que ambos, según los testimonios preservados, no solo permitieron sino activamente promovieron la abolición de estas restricciones, revela una ignorancia fundamental de las realidades espirituales o, peor aún, una indiferencia deliberada hacia ellas. Un maestro auténtico de Israel, imbuido del conocimiento de Rabi Shimón bar Yojai y los sabios de la Kabalah, habría comprendido que permitir el consumo de cerdo equivalía a empoderar directamente las fuerzas del Sitra Ajra en el plano material, comprometiendo irremediablemente la pureza espiritual de quienes seguían tal enseñanza.
Esta comprensión cabalística coincide notablemente con los testimonios preservados en los textos judeo-cristianos que Pines documentó extensamente. Cuando estos textos caracterizan a Pablo como alguien que "פול ביטל את פקודות התורה, והתיר אכילת חזיר" (‘Pablo anuló los decretos de la Torah y permitió comer cerdo’) (Pines, 1966, p. 189), no están meramente señalando una violación halájica, sino denunciando un compromiso espiritual con las fuerzas del Sitra Ajra. La descripción de Pablo como un "judío perverso y malvado que buscaba liderazgo y dominio" (Pines, 1966, p. 189) adquiere dimensiones adicionales cuando se comprende desde la perspectiva cabalística: su abolición de las leyes alimentarias no fue un acto de liberación sino de esclavitud espiritual, atando a sus seguidores a las mismas fuerzas impuras de las cuales la Torah busca liberar a la humanidad.
Desde la perspectiva de Rabi Shimón bar Yojai y los sabios de la Kabalah, Pablo de Tarso habría sido percibido inevitablemente como una figura que representaba un desvío catastrófico del camino judío tradicional. Las diferencias entre sus enseñanzas y la tradición auténtica no eran meramente divergencias teológicas superficiales, sino manifestaciones de una incomprensión fundamental o rechazo deliberado de las realidades espirituales más profundas. Los sabios cabalísticos, que valoraban profundamente la pureza espiritual y comprendían las prácticas kosher como esenciales para mantener una conexión íntima con lo divino y evitar las influencias corruptoras del Sitra Ajra, habrían visto en la aprobación paulina del consumo de cerdo no una liberación de restricciones arbitrarias sino una capitulación ante las fuerzas más oscuras de la creación.
La evidencia compilada por Pines refuerza esta evaluación al documentar consistentemente que Pablo no solo permitió sino activamente promovió la transgresión de las leyes alimentarias. El pasaje del Tathbit preserva testimonio explícito de su declaración: "No está prohibido [el cerdo]. Nada que entre en el interior de una persona está prohibido. Sólo las mentiras que salen de él están prohibidas" (Tathbit p. 158, vv. 4-5). Esta formulación representa una inversión completa de la comprensión cabalística, donde precisamente lo que entra en la persona determina su naturaleza espiritual al establecer afinidad con diferentes órdenes de la creación. La insistencia paulina en que solo "las mentiras que salen" importan revela una incomprensión fundamental de cómo la realidad espiritual opera según la Kabalah, donde la ingestión de sustancias impuras contamina la estructura interna del alma independientemente de las palabras que uno pronuncie.
La naturaleza misma de Pablo como figura histórica plantea interrogantes fundamentales que los textos judeo-cristianos preservados por Pines abordan directamente. La investigación de Hyam Maccoby, complementando el trabajo de Pines, ha propuesto convincentemente que Pablo probablemente fue un converso al judaísmo que posteriormente apostató, en lugar del fariseo educado bajo Gamaliel que Hechos presenta. En su artículo "Paul and Pharisaism", Maccoby señala que:
"the question is of grave importance, and has not yet been completely and satisfactorily answered, how far did Paul exaggerate his Judaism, more especially his Rabbinical Judaism, when it suited his purpose and rhetoric to do so" (la cuestión es de grave importancia, y aún no ha sido completa y satisfactoriamente respondida, hasta qué punto exageró Pablo su judaísmo, más especialmente su judaísmo rabínico, cuando le convenía a su propósito y retórica hacerlo) (Maccoby, 1986, p. 24).
Esta observación resulta particularmente relevante cuando se examina la postura paulina sobre las leyes alimentarias, pues un fariseo auténtico jamás habría permitido tales transgresiones.
Maccoby desarrolla esta hipótesis argumentando que:
"Paul was not born a Jew, but a Gentile, who was brought up in close contact with pagan mystery-religion. At some point, he became converted to Judaism and came to Palestine, where he entered the service of the High Priest" (Pablo no nació judío, sino gentil, que fue criado en contacto cercano con la religión mistérica pagana. En algún momento, se convirtió al judaísmo y vino a Palestina, donde entró al servicio del Sumo Sacerdote) (Maccoby, 1986, p. 29).
Esta hipótesis explicaría su ignorancia aparente de enseñanzas fariseas fundamentales, incluyendo las tradiciones sobre la persistencia de las prohibiciones alimentarias en la era mesiánica. Un fariseo auténtico, formado en las tradiciones orales que eventualmente cristalizarían en los Midrashim citados anteriormente, nunca habría enseñado que en la era mesiánica los gentiles podrían consumir libremente carne de cerdo. Esta enseñanza contradice no solo la halajá sino la comprensión más profunda del orden cósmico preservada en la tradición mística judía.
La tesis de Maccoby encuentra respaldo adicional en el testimonio de los Ebionitas, comunidad judeo-cristiana que mantuvo fidelidad a la Torah y consideraba a Pablo un pervertidor del mensaje de Yeshú. Como señala Maccoby, "there is an important piece of evidence supporting this hypothesis, and that is the tradition of the Ebionites that Paul was born a Gentile" (hay una pieza importante de evidencia que apoya esta hipótesis, y esa es la tradición de los Ebionitas de que Pablo nació gentil) (Maccoby, 1986, p. 30). Este testimonio, aunque tradicionalmente descartado por la erudición cristiana, merece consideración seria cuando se examina en conjunto con las otras evidencias. Los Ebionitas, como comunidad que preservaba las enseñanzas originales del movimiento nazareno, tendrían conocimiento directo de la verdadera naturaleza de Pablo, y su caracterización de él como converso que apostató resulta coherente con su comportamiento respecto a las leyes alimentarias.
Los textos que Pines documentó caracterizan repetidamente a Pablo como un apóstata cuya traición al mensaje original tuvo consecuencias históricas catastróficas. La descripción de su actividad como "מעשה של שטן" (obra de Satanás) (Pines, 1966, p. 216) no es meramente retórica peyorativa sino un diagnóstico espiritual preciso desde la perspectiva cabalística: al permitir y promover el consumo de cerdo, Pablo actuó como agente del Sitra Ajra, fortaleciendo las fuerzas de impureza en el mundo en lugar de elevar a la humanidad hacia la santidad. Su comparación con Mani en estos textos es particularmente reveladora, sugiriendo un patrón reconocible donde figuras carismáticas desvían movimientos espirituales auténticos mediante la introducción de enseñanzas que aparentemente liberan pero en realidad esclavizan espiritualmente.
La trayectoria de Pablo como converso que se volvió apóstata explicaría la peculiar combinación de familiaridad superficial con conceptos judíos y profunda incomprensión de sus dimensiones más profundas que caracteriza sus epístolas. Como Maccoby observa respecto a la ignorancia paulina de la doctrina farisea del arrepentimiento:
"either this man was never a Rabbinic Jew at all, or he has quite forgotten what Rabbinic Judaism was and is" (o este hombre nunca fue un judío rabínico en absoluto, o ha olvidado completamente qué era y es el judaísmo rabínico) (Maccoby, 1986, p. 24).
Un converso podría haber aprendido los aspectos externos del judaísmo sin alcanzar la comprensión interna que solo viene de una formación completa en la tradición oral y mística. Esta formación incompleta, combinada con ambiciones personales de liderazgo documentadas en los textos judeo-cristianos, habría producido exactamente el tipo de figura que estos textos describen: alguien capaz de utilizar lenguaje y conceptos judíos pero fundamentalmente ajeno a su significado espiritual auténtico, dispuesto a comprometer aspectos esenciales de la enseñanza para obtener aceptación y poder entre audiencias gentiles.
La investigación de Maccoby sobre Pablo como posible converso que apostató encuentra resonancia sorprendente en las caracterizaciones preservadas por Pines de los textos judeo-cristianos. Estos textos insisten en que Pablo "בשל שנאתו פנה לעשות שימוש בכל חומר אנטי-נוצרי שהגיע לידיו" (debido a su odio tendió a hacer uso de todo material anti-cristiano que llegó a sus manos) (Pines, 1966, p. 170), sugiriendo motivaciones personales complejas detrás de sus enseñanzas. Como Maccoby argumenta,
"Paul's letters show a spiritual dilemma which is best understood as that of someone struggling to become a Jew, but failing: and his solution to his dilemma was to found a new religion of which he was the prophet" (las cartas de Pablo muestran un dilema espiritual que se entiende mejor como el de alguien que lucha por convertirse en judío, pero fracasa: y su solución a su dilema fue fundar una nueva religión de la cual él era el profeta) (Maccoby, 1986, p. 30).
Un converso resentido, sintiendo quizás que nunca fue plenamente aceptado por la comunidad judía a pesar de su conversión, podría haber desarrollado precisamente este tipo de hostilidad que lo llevaría a socavar sistemáticamente las enseñanzas que una vez profesó aceptar.
La abolición paulina de las leyes alimentarias, vista desde esta perspectiva integrada de la Kabalah, los textos judeo-cristianos y el análisis histórico crítico, emerge no como un acto de liberación teológica sino como una traición espiritual multidimensional. Al permitir el consumo de cerdo, Pablo no solo violó la mitzva lo’ta’aseh explícita de la Torah, no solo contradijo las enseñanzas fariseas sobre la era mesiánica, no solo ignoró la comprensión cabalística del cerdo como manifestación del Sitra Ajra, sino que efectivamente impidió la verdadera transformación espiritual de quienes seguían sus enseñanzas. Los gentiles que abrazaron el cristianismo paulino, manteniendo el consumo de cerdo y otros alimentos impuros, preservaron su conexión espiritual con las fuerzas del Otro Lado, asegurando que su conversión permaneciera superficial, afectando quizás sus creencias intelectuales pero dejando intacta su estructura espiritual fundamental.
Esta es precisamente la acusación que los textos judeo-cristianos preservados por Pines articulan con tanta fuerza: Pablo no convirtió a los romanos al mensaje de Yeshú, sino que convirtió el mensaje de Yeshú en algo aceptable para los romanos, comprometiendo precisamente aquellos elementos, las observancias de la Torah, incluyendo las leyes alimentarias, que habrían efectuado una verdadera transformación espiritual. Como documenta Pines, estos textos lamentan que "הנוצרים הפכו הרומאים ונפל חזרה הדתות של הרומאים. לא תמצאו את זה הרומאים הפכו לנוצרים" (los cristianos se convirtieron en romanos y cayeron de vuelta a las religiones de los romanos. No encontrarás que los romanos se convirtieron al cristianismo) (Tathbit 158). Desde la perspectiva cabalística, esta romanización fue inevitable una vez que se permitió el consumo de cerdo: las personas permanecieron conectadas espiritualmente al Sitra Ajra a través de su dieta, independientemente de sus profesiones de fe.
La literatura judeo-cristiana preservada en los textos que Pines estudió testimonia consistentemente que Pablo fue el arquitecto principal de esta desviación catastrófica. Su permiso explícito para el consumo de carne de cerdo, documentado tanto en sus propias epístolas como en los testimonios críticos preservados en fuentes islámicas medievales, representa no un desarrollo teológico legítimo sino una apostasía fundamental. Ya sea que Pablo haya sido, como sugiere Maccoby, un converso que nunca comprendió plenamente las profundidades de la tradición judía, o como sugieren los textos judeo-cristianos, un judío motivado por ambiciones personales dispuesto a comprometer la verdad por poder, el resultado fue el mismo: la creación de un movimiento que retuvo la apariencia superficial de “cumplimiento mesiánico” mientras preservaba la conexión espiritual de sus adherentes con las mismas fuerzas de impureza de las cuales la Torah busca liberar a la humanidad.


