8/17/2014

Capítulo 15: Yeshu argumenta en contra del kashrut (Mateo 15:11).

BS"D

חזוק    אמונה
‘Fe Fortalecida’
Por el Jajam Yitzjak Troki Z”L.

וְיָדַעְתָּ֣ הַיּ֗וֹם וַהֲשֵׁבֹתָ֮ אֶל־לְבָבֶךָ֒ כִּ֤י ה֙ ה֣וּא הָֽאֱלֹקים בַּשָּׁמַ֣יִם מִמַּ֔עַל וְעַל־הָאָ֖רֶץ מִתָּ֑חַת אֵ֖ין עֽוֹד
“Sabrás hoy, y reflexionaras en tu corazón, que el Etern-o, Él es Di-s en el cielo por encima, y sobre la tierra por debajo; no hay otro.”

            -Parashah Vaetjanán, Sefer Devarim, perek 4, pasuk 39.


Capítulo 15: Yeshu argumenta en contra del kashrut (Mateo 15:11)

[En] Devarim / Deuteronomio 14:3 [se lee],
            לֹא תֹאכַל כָּל-תּוֹעֵבָה.
            “No comerás ninguna cosa abominable.”
Los notzrim (cristianos) aducen en contra de este pasaje de lo que prohibimos como intocable de nuestra Torah divina, uno del A”G (Avon gilaion / Evangelio) Matiash (Mateo) capítulo 15 [verso] 11:

“כי הנכנס בפי האדם אינו מטמא אותו אלא היוצא מפיו”
“Lo que entra en la boca del hombre no es lo que lo hace tame’ (impuro), sino lo que sale de él.”
Por lo que nos consideran, por lo tanto, en el error de no comer de animales impuros.
Respuesta.
Independiente de los motivos de la economía, las personas pueden rechazar algunos artículos de comida en diferentes terrenos. La comida puede ser demasiada cara, y por lo tanto, inadecuado para las personas de una condición baja; o puede ser de una calidad muy inferior, y por lo tanto no pueden ser aptos para un hombre en un alto nivel de la vida. Es obvio que los cristianos no argumentarán, que la comida de los animales inmundos, nos ha sido denegada en cuenta del lujo de tal alimento, o la falta de mérito de los israelitas, porque la Escritura inculca la inversa, a saber; Que ciertas criaturas son impuras, y que los Bene Israel han de ser una nación santa. Por lo tanto, si los cristianos participan de los alimentos denominados impuros, deben considerarse a sí mismos como impíos. Nuestra conclusión se ve confirmada por la Escritura, porque leemos en Vaicrá / Levítico 11:8:
            מִבְּשָׂרָם לֹא תֹאכֵלוּ וּבְנִבְלָתָם לֹא תִגָּעוּ טְמֵאִים הֵם לָכֶם.  ט אֶת-זֶה תֹּאכְלוּ מִכֹּל אֲשֶׁר בַּמָּיִם  כֹּל אֲשֶׁר-לוֹ סְנַפִּיר וְקַשְׂקֶשֶׂת בַּמַּיִם בַּיַּמִּים וּבַנְּחָלִים אֹתָם תֹּאכֵלוּ.
“No comeréis su carne ni tocaréis sus cuerpos muertos, porque son inmundos para vosotros”.
Esto implica, que se prohibió que los judíos, son una nación santa, pero no a ustedes, los gentiles, que no han sido igualmente distinguido por el Santo Bendito Sea.
Del mismo tenor es la amonestación en Vaicrá / Levítico 11:43 y 44:

            מג אַל-תְּשַׁקְּצוּ אֶת-נַפְשֹׁתֵיכֶם בְּכָל-הַשֶּׁרֶץ הַשֹּׁרֵץ וְלֹא תִטַּמְּאוּ בָּהֶם וְנִטְמֵתֶם בָּם.  מד כִּי אֲנִי יי אֱלֹקיכֶם וְהִתְקַדִּשְׁתֶּם וִהְיִיתֶם קְדֹשִׁים כִּי קָדוֹשׁ אָנִי וְלֹא תְטַמְּאוּ אֶת-נַפְשֹׁתֵיכֶם בְּכָל-הַשֶּׁרֶץ הָרֹמֵשׂ עַל-הָאָרֶץ. 
“No impurificaréis vuestras almas con ningún reptil que se arrastre, no sea que os tornéis inmundos por ellos. Por cuanto  Yo soy el Etern-o, vuestro Di-s, vosotros os santificaréis, pues Yo soy santo, por lo cual no mancharéis vuestras almas con ninguno de los reptiles que reptan sobre la tierra.”

Ver también en Vaicrá / Levítico 20:25 y 26:

            כה וְהִבְדַּלְתֶּם בֵּין-הַבְּהֵמָה הַטְּהֹרָה לַטְּמֵאָה וּבֵין-הָעוֹף הַטָּמֵא לַטָּהֹר וְלֹא-תְשַׁקְּצוּ אֶת-נַפְשֹׁתֵיכֶם בַּבְּהֵמָה וּבָעוֹף וּבְכֹל אֲשֶׁר תִּרְמֹשׂ הָאֲדָמָה אֲשֶׁר-הִבְדַּלְתִּי לָכֶם לְטַמֵּא.  כו וִהְיִיתֶם לִי קְדֹשִׁים כִּי קָדוֹשׁ אֲנִי יי וָאַבְדִּל אֶתְכֶם מִן-הָעַמִּים לִהְיוֹת לִי.
“Por consiguiente haréis distinción entre bestias puras e impuras y entre aves puras e impuras, y no impurificaréis vuestras almas con bestias o ave impura o con todo lo que se arrastra sobre la tierra, (seres) que separé de vosotros por ser contaminantes. Y seréis santos para Mí, porque Yo, el Etern-o, santo soy, y os he escogido entre los pueblos para que seáis Míos.”

También, en Devarim / Deuteronomio 14:1-3:

            בָּנִים אַתֶּם לַיי אֱלֹקיכֶם  לֹא תִתְגֹּדְדוּ וְלֹא-תָשִׂימוּ קָרְחָה בֵּין עֵינֵיכֶם לָמֵת.  ב כִּי עַם קָדוֹשׁ אַתָּה לַיי אֱלֹקיךָ וּבְךָ בָּחַר יי לִהְיוֹת לוֹ לְעַם סְגֻלָּה מִכֹּל הָעַמִּים אֲשֶׁר עַל-פְּנֵי הָאֲדָמָה.  {ס} ג לֹא תֹאכַל כָּל-תּוֹעֵבָה.
“VOSOTROS sois hijos del Eterno vuestro Di-s. No os haréis incisiones ni os rasuraréis entre los ojos por causa de muerto (como hacen los amorreos), porque eres un pueblo consagrado al Etern-o tu Di-s, y el Etern-o te ha escogido para que Le pertenezcas más que todos los demás pueblos que hay sobre la tierra. No comerás ninguna cosa abominable.”

Esta parte concluye con las palabras (pasuk 21):
            לֹא תֹאכְלוּ כָל-נְבֵלָה לַגֵּר אֲשֶׁר-בִּשְׁעָרֶיךָ תִּתְּנֶנָּה וַאֲכָלָהּ אוֹ מָכֹר לְנָכְרִי כִּי עַם קָדוֹשׁ אַתָּה לַיי אֱלֹקיךָ לֹא-תְבַשֵּׁל גְּדִי בַּחֲלֵב אִמּוֹ.  {פ}
“No comeréis ningún cuerpo muerto naturalmente. Lo darás al forastero que resida en tus ciudades para que lo coma o lo venderás a un extranjero, por cuanto tú (oh Israel) eres un pueblo consagrado al Etern-o tu Di-s. No cocerás cabrito en la leche de su madre.”

Estos versículos ofrecen pruebas suficientes, que tales criaturas, a causa de su ser impuros, se prohibió a que fueran alimentos a los Bene Israel, que son un pueblo santo, denominados los "hijos del Etern-o." Pues el alimento impuro contamina el cuerpo de aquel que coma de ella; y un cuerpo contaminado infecta el alma. Ahora, un alma que está contaminada, no será admitido en el santuario, es decir, antes de la Presencia Divina, pero se verán privados de un futuro glorioso. La declaración de la Torah revelada, que el alimento impuro contamina el cuerpo del comedor, a la vez derroca el argumento de los cristianos quienes dicen: “Lo que entra en la boca del hombre no es lo que lo hace tame’ (impuro), sino lo que sale de él”.
¿De qué manera puede la opinión de los gentiles, en función de su Evangelio, se concilian con los diversos preceptos respecto a ciertos animales expresados en muchas partes de nuestra Sagrada Escritura? Por ejemplo, "No os contaminéis con ellos." "Seréis contaminó con ellos". "No contaminéis vuestras almas por las serpientes", etc. Todo esto debe traer convicción, que los alimentos impuros contaminan el cuerpo y el alma. ¿Quién se atreverá a hacer lícito lo que Dios ha prohibido, y anular Sus estatutos? Por otra parte, si los fundadores del cristianismo habían considerado lícito a los gentiles a participar de los alimentos impuros, ¿por qué recetan a ellos, en Akta Apostolos / Hechos de los Apóstoles 15:20: אסרו נחנקים ודם (‘que se les prohíba de cosas estranguladas y de sangre’)?" También debe tenerse en cuenta, que Adám incurrió el castigo por transgredir una orden que había sido impartida sólo a él una vez. ¡Cuánto más grande debe ser la transgresión de los que se aventuran a comer alimentos impuros que había sido tan prohibida varias veces para ellos? Además, nos encontramos con grandes inconsistencias en este principio que figura en los libros de Mateo y Marcos ("Eso no es lo que entra en la boca es lo que contamina", etc), para muchas bebidas embriagantes será sin duda contaminarse cuando se les permite bajar a la boca del hombre en exceso, mientras que de la boca del hombre salen las palabras del Di-s viviente, alabanzas y acciones de gracias a Su Nombre glorioso, máximas sabidurías y morales, así como de la conversación social por el intercambio de ideas. Toda esa expresión no contamina el hombre; y es posible que a través de sus palabras, incluso merece ser llamado un hombre santo.
En cuanto a nuestra Sagrada Escritura, le da la seguridad de que, en los tiempos por venir, incluso los gentiles se abstendrán de comer sangre, comida inmunda y abominable. Tal como se lee en Zejaryah / Zacarías 9:7:
            וַהֲסִרֹתִי דָמָיו מִפִּיו וְשִׁקֻּצָיו מִבֵּין שִׁנָּיו וְנִשְׁאַר גַּם-הוּא לֵאלֹקינוּ וְהָיָה כְּאַלֻּף בִּיהוּדָה וְעֶקְרוֹן כִּיבוּסִי.

            “Le quitaré la sangre de la boca y sus cosas detestables de entre sus dientes.”

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