6/10/2025

Lucas 1:5-38: La Impostura Sacerdotal de Zacarías padre de Juan el Bautista, ¿Zacarías como un cohen sordomudo?

BS"D


En las profundidades del texto lucano se esconde una paradoja teológica que desafía las concepciones más fundamentales sobre la pureza ritual y la continuidad del sacerdocio (kehuna). ¿Cómo es posible que un cohen (כהן) marcado por el mum (מום), el defecto físico que según Levítico 21:17-23 lo descalifica categóricamente del servicio en Bet HaMikdash (Templo) de Jerusalem, no solo permanezca en funciones sacerdotales sino que se convierta en el vehículo mismo de la revelación divina? ¿Acaso la tradición lucana preserva deliberadamente esta aparente contradicción halájica para comunicar algo más profundo sobre la naturaleza misma de la kedushá?

La figura de Zacarías (Zejaryah) presenta interrogantes que van mucho más allá de la mera curiosidad histórica. Una lectura filológica rigurosa del texto griego nos obliga a una conclusión perturbadora: Zacarías era sordomudo (חרש אלם). La evidencia es lingüísticamente irrefutable. Primero, ἐνένευον τῷ πατρὶ αὐτοῦ (“hacían señas al padre de él”) emplea el imperfecto durativo, indicando que la comunicación por gestos era la norma establecida, no una opción ocasional: si Zacarías pudiera oír, ¿por qué esta comunicación gestual habitual? Segundo, αἰτήσας πινακίδιον ἔγραψεν (“pidiendo una tablilla escribió”) revela que su única forma de respuesta comunicativa era la escritura, evidencia clara de incapacidad para el habla articulada. Tercero, y más decisivo aún, ἠνεῴχθη τὸ στόμα αὐτοῦ παραχρῆμα καὶ ἡ γλῶσσα αὐτοῦ καὶ ἐλάλει (“se abrió su boca inmediatamente y su lengua, y habló”) utiliza el aoristo pasivo teológico para describir una restauración divina súbita de órganos que habían estado cerrados o impedidos. La lengua griega no admite ambigüedad: este cohen era un mum completo (מום שלם). Pero aquí surge la paradoja halájica que desafía toda lógica ritual: si efectivamente era un cohen mum, nos enfrentamos a una transgresión ritual (עבירה על ההלכה) que debería haber resultado en su inmediata exclusión del servicio templario, avodat haMikdash (עבודת המקדש). 

¿Era acaso Yojanan ben Zejaryah (יוחנן בן זכריה), el Matvil (המטביל), descendiente de una línea sacerdotal comprometida (זרע כהונה פסול)? La genealogía levítica (יחוס לוי) exigía no solo pureza de linaje (זכות היחוס) sino también integridad física absoluta (שלמות הגוף). Si Zacarías portaba desde su juventud esta condición de sordomudez (חירשות ואלמות), ¿cómo pudo acceder al sacerdocio? ¿O acaso su mum fue adquirido posteriormente, y de ser así, ¿por qué continuó ejerciendo funciones que la Toráh le prohibía explícitamente? Estas preguntas no son meramente académicas; tocan el corazón mismo de la legitimidad ritual y la transmisión del sacerdocio en el período del Segundo Templo.

El Codex Sinaiticus, ese testimonio paleográfico del siglo IV que preserva el texto griego más antiguo completo del Nuevo Testamento, adquiere aquí una relevancia extraordinaria. No es simplemente otro manuscrito; es el depositario de tradiciones textuales que se remontan a los primeros siglos de la era común, cuando la memoria de las prácticas templarias aún permanecía viva en las comunidades judeo-cristianas. Sus lecturas particulares, sus variantes ortográficas, sus nomina sacra, todo ello constituye un archivo lingüístico de valor incalculable para comprender cómo las primeras generaciones de creyentes interpretaron estos dilemas halájicos.

La importancia del Sinaiticus trasciende su antigüedad. En él encontramos formas gramaticales que reflejan el substrato semítico (ὑπόστρωμα σημιτικόν) del griego lucano, construcciones sintácticas que preservan giros hebraicos (ἑβραϊσμοί), y más crucial aún para nuestro análisis, terminología técnica que revela conocimiento íntimo de las regulaciones sacerdotales (διατάξεις ἱερατικαί). Cuando el copista del Sinaiticus escribe ἐνένευον con esa forma específica del imperfecto (παρατατικός), cuando preserva la grafía particular de πινακίδιον, cuando mantiene la secuencia precisa de ἠνεῴχθη... καὶ ἡ γλῶσσα αὐτοῦ, está transmitiendo no solo palabras sino el testimonio de una tradición que conocía perfectamente las implicaciones halajicas (הלכתיות) de lo que narraba.

Nos disponemos ahora a examinar el texto mismo, tal como lo preservó la mano de aquel escriba del monasterio de Santa Catalina hace más de mil seiscientos años. En sus líneas encontraremos no solo la narración de un presunto milagro, sino el registro de una tensión teológica irresuelta entre la Toráh escrita y la praxis del Segundo Templo, entre la pureza ritual prescrita y la realidad histórica vivida, entre la genealogía humana y la elección divina. El cohen mum que ofrecía incienso ante el Santo de los Santos nos confronta con preguntas que aún hoy desafían nuestras categorías más establecidas sobre santidad, linaje y legitimidad religiosa:

Dice el Codex Sinaiticus folio 228b-229a:

47 και ηγαλλιαϲεν το πνα μου επι τω θω τω ϲρι μου 48 οτι επεβλεψεν επι την ταπινωϲιν > τηϲ δουληϲ αυτου ϊδου γαρ απο του νυν μακαριουϲιν με παϲαι αι γενεαι 49 οτι εποιηϲεν μοι μεγαλα ο δυνατοϲ και αγιον το ελε>οϲ αυτου 50 και το ελεοϲ αυτου ειϲ γενεαν και γενεαν τοιϲ φοβουμενοιϲ αυτον 51 εποιηϲεν κρατοϲ εν βραχιονι αυτου διεϲκορπιϲε υπερηφανουϲ διανοια καρδιαϲ αυτω 52 καθειλεν δυναϲταϲ απο θρονων και ϋψωϲεν ταπεινουϲ 53 πεινωνταϲ ενε>πληϲεν αγαθων κ(αι) πλουτουνταϲ εξαπεϲτειλεν κενουϲ 54 αντελαβετο ιϲλ παιδοϲ αυτου μνηϲθηναι ελεουϲ 55 καθωϲ ελαληϲεν προϲ τουϲ πραϲ ημων τω αβρααμ και τω ϲπερματι αυτου ειϲ το αιωνα 56 εμεινεν δε μαριαμ ϲυν αυτη ωϲ μη>ναϲ τρειϲ και υπεϲτρεψεν ειϲ τον 56 οικον αυτηϲ 57 τη δε ελιϲαβετʼ επληϲθη ο χρονοϲ του τεκειν αυτην και εγεννηϲεν ϋϊο 58 και ηκουϲαν οι περιοικοι και οι ϲυγγενιϲ αυτηϲ οτι εμεγαλυνεν κϲ το ελεοϲ αυτου μετ αυτηϲ και ϲυνεχαιρον αυτη 59 και εγενετο εν τη ημερα τη ογδοη ηλθον περιτεμι το παιδιον και εκαλουν αυτο επι τω ονοματι του πατροϲ αυτου ζαχαριαν 60 και αποκριθειϲα η μητηρ αυτου ειπεν ουχι αλλα κληθηϲεται ϊωαννηϲ 61 και ειπαν προϲ αυτην οτι ουδιϲ εϲτι εκ τηϲ ϲυγγενιαϲ ϲου οϲ καλειται τω ονοματι τουτω 62 ενενευον δε τω πατρι αυτου το τι αν θελοι καλιϲθε αυτο 63 και αιτηϲαϲ πινακιδιον εγραψεν λεγων ϊωαννηϲ εϲτιν το ονομα αυτου και εθαυμαϲαν παντεϲ 64 ανεωχθη δε το ϲτομα αυτου παραχρημα και η γλωϲϲα αυτου και ελαλι ευλογων τον θν 65 εγενετο δε επι παταϲ φοβοϲ τουϲ περιοικουνταϲ αυτουϲ και εν ολη τη ορινη τηϲ ϊουδαιαϲ δια τα ρηματα ταυτα 66 και εθεντο παντεϲ οι ακουϲαντεϲ εν τη καρδια αυτω λεγοντεϲ τι αρα το παιδιον τουτο εϲται και γαρ χιρ κυ ην μετ αυτου"

(Traducción: [47] Y se regocijó mi espíritu¹ en Di-s mi salvador², [48] porque miró hacia la humillación³ de su sierva⁴. He aquí, pues, desde ahora me llamarán bienaventurada⁵ todas las generaciones, [49] porque el Poderoso⁶ hizo grandes cosas conmigo, y santo es su nombre⁷. [50] Y su misericordia⁸ es de generación en generación para los [gentiles] que Le temen⁹. [51] Hizo poder¹⁰ con su brazo; dispersó a los soberbios¹¹ en el pensamiento de su corazón. [52] Derribó potentados¹² de tronos y exaltó a los humildes¹³. [53] A los hambrientos llenó de bienes¹⁴ y a los ricos despidió vacíos¹⁵. [54] Socorrió a ISL (Israel)¹⁶ su siervo, para recordar la misericordia¹⁷, [55] como habló a nuestros padres¹⁸, a Abra’am y a su descendencia¹⁹ para siempre²⁰.

[56] Permaneció entonces Maríam con ella como tres meses²¹ y regresó a su casa. [57] Para Elisabet se cumplió el tiempo²² de dar a luz y dio a luz un hijo. [58] Y oyeron los vecinos²³ [no-judíos] y parientes suyos que el Señ-r había magnificado²⁴ su misericordia con ella, y se regocijaban con ella. [59] Y aconteció en el día octavo²⁵ que vinieron a circuncidar²⁶ al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre Zajarían (Zacarías). [60] Y respondiendo su madre dijo: “No, sino que será llamado Ïoannes (Juan)²⁷”. [61] Y le dijeron que nadie había en su parentela²⁸ que fuese llamado con este nombre. [62] Entonces hicieron señas²⁹ a su padre para saber cómo quería que fuese llamado. [63] Y pidiendo una tablilla³⁰ escribió diciendo: “Ïoannes  es su nombre”, y todos se maravillaron. [64] Se abrió entonces su boca³¹ inmediatamente y su lengua, y habló bendiciendo a Dios. [65] Y vino temor³² sobre todos sus vecinos, y en toda la montaña³³ de Judea se divulgaban todas estas palabras. [66] Y todos los que oyeron las guardaron en su corazón³⁴, diciendo: “¿Qué, pues, será este niño?”³⁵ Y la mano del Señor estaba con él³⁶.)

Notas 

¹ ηγαλλιαϲεν το πνα μου (ēgalliasen to pneuma mou): El verbo ἀγαλλιάω denota un regocijo extático, relacionado con el hebreo גיל (gil). En la Peshitta: וחֵדיַת רוּחי (w’jedyat ruji), “se alegró mi espíritu”. El concepto aparece en Hab 3:18 y Sal 35:9. La literatura helenística usa ἀγαλλίασις para éxtasis religioso, particularmente en los Misterios dionisíacos.

² θω τω ϲρι μου (theō tō sōtēri mou): "Dios mi salvador". Arameo: בַּאלָהָא מַחיָני (b-alaha maḥyani). El concepto de Dios como "salvador" (σωτήρ) es helenístico y se desarrolla tardíamente en el judaísmo. En el Tanaj, יְשׁוּעָה (yeshu'ah) se refiere a liberación temporal, no soteriología personal.

³ ταπινωϲιν (tapeinōsin): "humillación". Arameo: מוּכָכָא (mujaja), "humildad". El término griego implica degradación social, mientras que el concepto hebreo עֲנָוָה ('anavah) denota virtud moral. Mishnah Avot 4:4 distingue entre שפלות (shiflut, humildad virtuosa) y בושה (bushah, vergüenza social).

δουληϲ αυτου (doulēs autou): "su sierva". Arameo: אמתֵה (amteh). El término δούλη implica esclavitud, mientras que אמה ('amah) en contexto bíblico denota servidora libre. La LXX usa δούλη para traducir אמה, pero pierde matices sociales importantes.

μακαριουϲιν με (makariousin me): “me llamarán bienaventurada”. Arameo: טוּבָא נֵתּלָן לִי (ṭuva netlan li). El concepto de beatificación personal contradice la enseñanza rabínica sobre humildad. Talmud Sotah 5a advierte contra la autoglorificación.

ο δυνατοϲ (ho dynatos): "el Poderoso". Arameo: דּחַילתָן (d’jayltan). Equivale al hebreo גִּבּוֹר (gibor) pero no equivale a שַׁדַּי (Shadai). Aparece en literatura apocalíptica como 1 Enoc y 4 Esdras sugiriendo influencia intertestamentaria.

αγιον το ελε>οϲ αυτου (hagion to eleos autou): Texto corrupto. Debería leer “santo es su nombre” (ἅγιον τὸ ὄνομα αὐτοῦ). Arameo: קַדִּישׁ שׁמֵה (qadish shmeh). Refleja la Kedushah sinagogal y Sal 111:9.

ελεοϲ (eleos): "misericordia". Arameo: חנָנֵה (jananeh). Traduce חֶסֶד (jesed), concepto central de la teología del pacto. Los LXX consistentemente traducen jesed como eleos.

φοβουμενοιϲ (foboumenois): "los que temen". Arameo: דּדָחלִין (d-dajlin). Término técnico para "temerosos de Dios", clase de simpatizantes gentiles del judaísmo mencionados en Hechos 10:2, 22.

¹⁰ κρατοϲ (kratos): "poder". Arameo: זָכוּתָא (zajuta). Término político-militar helenístico. 

¹¹ υπερηφανουϲ (hyperējanous): "soberbios". Arameo: חתִירַי (jatiray). Los Proverbios y literatura sapiencial judía frecuentemente contrastan גֵּאִים (ge'im, soberbios) con עֲנָוִים ('anavim, humildes).

¹² δυναϲταϲ (dynastas): "potentados". Arameo: תַּקִיפֵא (taqife). Término político helenístico que no aparece en hebreo bíblico. Sugiere contexto del Mediterráneo oriental bajo dominio romano.

¹³ ταπεινουϲ (tapeinous): "humildes". Arameo: מַכִּיכֵא (majije). Nuevamente, la tensión entre humildad social (griego) y virtud moral (hebreo/arameo).

¹⁴ αγαθων (agathōn): "bienes". Arameo: טָבָתָא (ṭavatha). El concepto platónico de τὸ ἀγαθόν infiltra el vocabulario, alejándolo del טוֹב (ṭov) hebreo más concreto.

¹⁵ κενουϲ (kenous): "vacíos". Arameo: ספִיקָאיִת (spiqayit). Posible eco del concepto gnóstico de κένωμα (kenōma), el vacío primordial.

¹⁶ ιϲλ (Israel): Forma abreviada. Arameo: אִיסרָיֵל (Israel). La referencia a Israel como "siervo" (παῖς) conecta con Deutero-Isaías y literatura del Siervo Sufriente de Isaías 53. 

¹⁷ μνηϲθηναι ελεουϲ (mnēsthēnai eleous): "recordar misericordia". Arameo: אֵתּדּכַר חנָנֵה (etdajar jananeh). El verbo זכר (zajar, recordar) en contexto divino implica acción salvífica, no mera reminiscencia.

¹⁸ προϲ τουϲ πραϲ ημων (pros tous patras hēmōn): "a nuestros padres". Arameo: עַם אַבָהַין (ʿam avahan). La referencia patriarcal conecta con las promesas abrahámicas de Génesis 12, 15, 17.

¹⁹ ϲπερματι (spermati): "descendencia". Arameo: זַרעֵה (zar'eh). Término técnico para la descendencia prometida, central en la teología paulina (Gálatas 3:16).

²⁰ αιωνα (aiōna): "siempre". Arameo: לעָלַם (l'ʿalam). El concepto de עוֹלָם ('olam) abarca tanto eternidad como era mesiánica.

²¹ μη>ναϲ τρειϲ (mēnas treis): "tres meses". Arameo: יַרחֵא תּלָתָא (yarje tlatha). Período que permite completar el primer trimestre del embarazo de María según la cronología lucana.

²² επληϲθη ο χρονοϲ (eplēsthē ho chronos): "se cumplió el tiempo". Arameo: הוָא זַבנָא (hava zavna). Fórmula técnica del cumplimiento profético, común en literatura apocalíptica.

²³ περιοικοι (perioikoi): "vecinos". Arameo: שׁבָבֵיה (shvavayh). Término técnico espartano para habitantes libres sin ciudadanía plena, uso anacronístico en contexto palestinense.

²⁴ εμεγαλυνεν (emegalynen): "magnificó". Arameo: אַסגִּי (asgi). Verbo relacionado con מגדל (migdal, torre), implica exaltación visible.

²⁵ ημερα τη ογδοη (hēmera tē ogdoē): "día octavo". Arameo: יַומָא דַּתמָניָא (yoma d-tamanya). Mandato bíblico de Vaicra / Levítico 12:3, pero el texto no muestra comprensión de las complejidades halájicas involucradas.

²⁶ περιτεμι (peritemein): "circuncidar". Arameo: למֵגזרֵה (l’megzreh). De la raíz גזר (gzr). Mishnah Shabat 19:3 detalla las regulaciones para circuncisión en Shabat.

²⁷ ϊωαννηϲ (Iōannēs): "Juan". Arameo: יוּחַנָן (Yojanan), “el Eterno es misericordioso”. 

²⁸ ϲυγγενιαϲ (syngeneias): "parentela". Arameo: שַׁרבּתֵכי (sharvteki). Las prácticas de nomenclatura judías privilegiaban nombres de abuelos, no padres, contradiciendo la narrativa lucana.

²⁹ ενενευον (eneneuon): "hicieron señas". Arameo: רמַזו (remazu). Implica que Zacarías era sordo además de mudo, detalle no mencionado anteriormente, con lo cual él no podría oficiar en el Bet HaMikdash

³⁰ πινακιδιον (pinakidion): "tablilla". Arameo: פֵּנקִיתָא (penqitha). Tablilla encerada greco-romana, anacronística para uso judío palestinense que prefería ostracones o pergaminos.

³¹ ανεωχθη το ϲτομα (aneōchthē to stoma): "se abrió su boca". Arameo: אֵתפּתַח פּוּמֵה (etpattaj pumeh). Fórmula que recuerda la apertura de la boca de Ezequiel (Ez 3:27, 33:22).

³² φοβοϲ (phobos): "temor". Arameo: דֵּחלתָא (dejlta). El "temor del Señor" (יִרְאַת ה) como respuesta teofánica apropiada.

³³ ορινη (orinē): "montaña". Arameo: טוּרָא (ṭura). Referencia geográfica vaga que no corresponde a la topografía específica de la región de Judá.

³⁴ εν τη καρδια (en tē kardia): "en su corazón". Arameo: בּלֵבּהוּן (b-levhun). El corazón como sede del intelecto y memoria en antropología semítica.

³⁵ τι αρα το παιδιον τουτο εϲται (ti ara to paidion touto estai): "¿qué será este niño?". Arameo: מָנָא נֵהוֵא טַליָא הָנָא (mana nehwe ṭalya hana). Pregunta retórica que anticipa el destino de tal personaje.

³⁶ χιρ κυ ην μετ αυτου (jir kyriou ēn met' autou): "la mano del Señor estaba con él". Arameo: אִידֵה דּמָריָא עַמֵה (ideh d-marya ʿammeh). La "mano del Eterno" como símbolo de poder.

Nota:

El análisis comparativo revela tensiones significativas entre las versiones. La Peshitta muestra arcaísmos que sugieren una tradición aramea independiente, mientras que el Siríaco Sinaítico presenta variantes que ocasionalmente se alinean mejor con fuentes judías primitivas. Las influencias helenísticas son evidentes en el vocabulario político (δυνάστης, κράτος) y filosófico (ἀγαθόν), mientras que elementos gnósticos aparecen sutilmente en conceptos de vaciamiento (κενόω) y plenitud (πλήρωσις). La interacción con literatura rabínica temprana muestra tanto continuidades como rupturas significativas en la comprensión de conceptos teológicos fundamentales.

El examen filológico y halájico del texto lucano revela múltiples inconsistencias con las prácticas y expectativas del judaísmo del Segundo Templo, sugiriendo una composición tardía por parte de comunidades que habían perdido contacto directo con la matriz judía original. El análisis del Codex Sinaiticus (siglo IV) presenta el texto griego con variantes significativas que revelan interpolaciones posteriores, particularmente en la atribución del cántico a María (μαριαμ en el verso 46), donde algunos manuscritos antiguos como el Papiro Bodmer XIV-XV sugieren originalmente "Elisabet" como la cantora, lo que tendría mayor coherencia contextual dado que ella había experimentado directamente la intervención divina en su esterilidad.

La estructura del Magnificat (versos 46-55) presenta una amalgama de elementos extraídos del Cántico de Ana (Alef Shmuel / 1 Samuel 2:1-10) y diversos salmos davídicos, pero con una recontextualización que traiciona su origen judío. El uso del término griego ταπεινωσις (tapeinosis, “humillación”) en el verso 48 para describir la condición de María no corresponde al concepto hebreo de עֲנָוָה (anavah, "humildad") que encontramos en la literatura rabínica temprana. La Mishnah en Avot 4:4 establece que "מאד מאד הוי שפל רוח" ("sé muy, muy humilde de espíritu"), pero esta humildad (שפלות) no implica una condición social baja que requiera reivindicación divina, sino una virtud moral cultivada. El texto lucano malinterpreta esta distinción fundamental, aplicando categorías helenísticas de honor y vergüenza que son ajenas al pensamiento judío del período.

La referencia a “todas las generaciones me llamarán bienaventurada” (μακαριουσιν με πασαι αι γενεαι) en el verso 48 presenta un problema teológico grave desde la perspectiva judía. El concepto de beatificación personal contradice fundamentalmente la enseñanza rabínica sobre la humildad y el rechazo de la autoglorificación. El Talmud Bavli en Sotah 4b enseña que “כׇּל אָדָם שֶׁיֵּשׁ בּוֹ גַּסּוּת הָרוּחַ — כְּאִילּוּ עוֹבֵד עֲבוֹדָה זָרָה” (“Cualquier persona que tiene arrogancia dentro de él es considerada como si fuera un adorador de ídolos”). La expresión de María implica una anticipación de veneración que es antitética a los valores judíos fundamentales y sugiere una retroyección de prácticas de veneración mariana posteriores.

El análisis de la Peshitta siriaca revela inconsistencias adicionales en la transmisión aramea. El término ܡܘܪܒܐ (murba, “engrandece”) traduce μεγαλυνει, pero el uso arameo auténtico del período habría empleado más probablemente ܪܡ (ram) o ܐܬܬܪܝܡ (etrim) para expresar exaltación divina, como encontramos en los targumim palestinenses. La frase ܒܐܠܗܐ ܡܚܝܢܐ (b'alaha majyana, “en Dios mi salvador”) utiliza un término técnico (ܡܚܝܢܐ) que, mientras aparece en contextos cristianos posteriores, no encuentra paralelos en la literatura aramea judía del Segundo Templo, incluyendo los textos de Qumrán donde esperaríamos encontrar tales formulaciones soteriológicas.

La narrativa del nacimiento y circuncisión de Juan (versos 57-66) presenta varias contradicciones halájicas significativas, siendo la más grave la incompatibilidad fundamental entre la condición física de Zacarías y su supuesto servicio sacerdotal. El texto establece claramente que Zacarías era חרש ואלם (jeresh v'ilem, sordo y mudo), condición que se confirma tanto en el griego κωφος (kofos, "sordo/mudo") como en el arameo de la Peshitta donde se describe su incapacidad para hablar hasta que “אֵתפּתַח פּוּמֵה ולֵשָׁנֵה” (etptaj pumeh v'leshoneh, “se abrió su boca y su lengua”). Esta condición representa una descalificación absoluta para el servicio sacerdotal según la halajá del Segundo Templo, ya que según la Mishnah en Terumat 1:2 y Megilah 2:4 lo habría descalificado automáticamente del servicio sacerdotal. La halajá establece claramente que:

חֵרֵשׁ הַמְדַבֵּר וְאֵינוֹ שׁוֹמֵעַ, לֹא יִתְרֹם. וְאִם תָּרַם, תְּרוּמָתוֹ תְרוּמָה. חֵרֵשׁ שֶׁדִּבְּרוּ בוֹ חֲכָמִים בְּכָל מָקוֹם, שֶׁאֵינוֹ לֹא שׁוֹמֵעַ וְלֹא מְדַבֵּר:

(Traductor: Un sordo (jeresh) que habla, pero no oye, no tiene que hacer la ofrenda (terumah); pero si la hace, es válida. El sordo del que suelen hablar los sabiosen la mayoría de los casos es aquel que ni oye ni puede hablar [el sordomudo de nacimiento])

Y por extensión, no puede oficiar en el Templo. Más específicamente, el Talmud Bavli en Rosh Hashanah 29a establece que quien tiene impedimentos de habla o audición está exento de todas las mitzvot que requieren proclamación verbal, lo que incluye fundamentalmente el servicio sacerdotal que requiere recitación de bendiciones específicas durante los sacrificios. Los manuscritos de Qumrán, particularmente 4Q394-399 (Miqsat Ma'ase ha-Torah) A-39-54, son aún más estrictos, excluyendo explícitamente a cualquier persona con defectos físicos del servicio sagrado:

[39] ועל העמו]ני והםואבי [והממזר ופצוע הדכה וכרות השפכת שהם באים]

[40] בקהל [-- ונשים ]ל[ו]קח[ים להיו]תם עצם

[41] ולהיו]תמה עצם אחת [--] [--] טמאות ואפ חושבים[ אנחנו --]

[42] [ולהיותם עצם אחת -- טמאות ואף חוש]בים אנחנו

[43] [שאין -- ואין לבו]א֯ עליהם

[44] [-- ואין לה]ת֯י֯כם [ו]לעשותם

[45] [עצם אחת -- ואין להבי]אם

[46] [למקדש -- ואתם יודעים שמקצת] העם

[47] [-- מתוכ]כים

[48] [כי לכול בני ישראל ראוי להזהר מכול ת]ערובת [ה]ג֯בר

[49] [ולהיות יראים מהמקדש -- ואף ע]ל֯ הסומ[י]ם

[50] [שאינם רואים להזהר מכל תערובת] ותערובת

[51] [א]שמ אינם רואימ

[52] [וא]ף על החרשים שלוא שמעו חוק [ומ]שפט וטהרה ולא

[53] [ש]מעו משפטי ישראל כי שלוא ראה ולוא שמע֯ לוא

[54] [י]דע לעשות והמה באי֯מ לטה[ר]ת֯ המקדש

(Traducción: “[39] Y sobre el amoni]ta y el moabita [y el bastardo y el de testículos aplastados y el de miembro cortado, que ellos vienen]

[40] a la asamblea [-- y mujeres ]to[m]an [para ser] una carne

[41] y para ser] una sola carne [--] [--] impuras. Y también pensamos[ nosotros --]

[42] [y para ser una sola carne -- impuras. Y también pens]amos nosotros

[43] [que no hay -- y no se debe entr]ar con ellas

[44] [-- y no se debe] fundirlos [y] hacerlos

[45] [una sola carne -- y no se debe trae]rlos

[46] [al santuario -- y vosotros sabéis que algunos del] pueblo

[47] [-- se mez]clan

[48] [porque todos los hijos de Israel deben guardarse de toda mez]cla [de] varón

[49] [y deben temer al santuario -- Y también sob]re los cieg[o]s

[50] [que no pueden ver para guardarse de toda mezcla] y mezcla

[51] [de] culpa que no pueden ver

[52] [Y] también sobre los sordos que no han oído la ley [y el] juicio y la pureza, y no

[53] [han o]ído los estatutos de Israel, porque el que no ve y no oye, no

[54] [s]abe cómo actuar, y ellos vienen a la pure[z]a del santuario”...)

La narración lucana presenta una imposibilidad halájica fundamental que se evidencia tanto en la legislación bíblica como en las interpretaciones sectarias contemporáneas. Según Vaicrá / Levítico 21:18, la Torah establece categóricamente que כָל־אִישׁ אֲשֶׁר־בּוֹ מוּם לֹא יִקְרָב (“ningún hombre que tenga defecto se acercará”), principio que se refuerza en el versículo 21 al especificar que כָּל־אִישׁ אֲשֶׁר־בּוֹ מוּם מִזֶּרַע אַהֲרֹן הַכֹּהֵן לֹא יִגַּשׁ לְהַקְרִיב (“todo hombre de la descendencia del sacerdote Aharón que tenga defecto no se acercará a ofrecer”). La tradición halájica interpretó consistentemente que los defectos sensoriales, incluyendo la sordera y mudez, constituían מומין (defectos) descalificatorios para el servicio sacerdotal.

Esta interpretación encuentra eco en los textos qumránicos, donde la comunidad desarrolla una argumentación aún más estricta. En el documento 4Q394, las líneas 52-54 establecen que על החרשים שלוא שמעו חוק ומשפט וטהרה ולא שמעו משפטי ישראל כי שלוא ראה ולוא שמע לוא ידע לעשות והמה באים לטהרת המקדש (“sobre los sordos que no oyeron ley, juicio y pureza, y no oyeron los juicios de Israel, pues quien no ve y no oye, no sabe cómo actuar, y ellos vienen a la pureza del Templo”). La argumentación qumránica no se limita al defecto físico per se, sino que fundamenta la exclusión en la incapacidad epistémica: quien no puede oír las leyes rituales no puede cumplirlas adecuadamente, convirtiendo su presencia en el Templo en una transgresión.

El relato de Lucas presenta así una contradicción irreconciliable: Zacarías simultáneamente oficia como sacerdote mientras padece una condición que, según toda la tradición halájica conocida, lo habría descalificado categóricamente de tal servicio. La comunidad qumránica, conocida por su rigorismo halájico superior incluso al de los fariseos, habría considerado esta situación no solo impermisible sino profanatoria del Bet HaMikdash (Templo). El documento establece claramente que tales individuos no deben באים לטהרת המקדש ("venir a la pureza del Templo"), principio que se extiende naturalmente al servicio sacrificial activo.

Mientras las tablillas enceradas (πινακιδιον) eran conocidas en el mundo greco-romano, los judíos del período habrían usado más típicamente ostracones o pergaminos para comunicación escrita, como evidencian los hallazgos arqueológicos de Masada y Qumrán. Esta discrepancia cultural refuerza la naturaleza problemática del relato, sugiriendo una composición alejada tanto de las realidades halájicas como de las prácticas materiales del judaísmo palestinense del Segundo Templo.

La evidencia lexicográfica del diccionario de Jastrow fortalece considerablemente este argumento. El término פִּינְקֵס/פִּנְקֵס en hebreo mishnaico, derivado del griego πίναξ, efectivamente se refiere a tablillas de escritura, registros y libros de cuentas, confirmando que este tipo de material escriturario era conocido en el ambiente judío. Sin embargo, la documentación mishnaica y talmúdica revela patrones de uso que problematizan aún más la narrativa de Lucas.

La evidencia textual muestra que פִּינְקֵס aparece predominantemente en contextos comerciales y administrativos específicos: libros de cuentas de mercaderes (החנוני על פִּינַקְסוֹ), registros divinos metafóricos (הפ׳ פתוח והיד), y documentos oficiales o públicos. Notablemente ausente está cualquier asociación con comunicación doméstica informal o situaciones de emergencia médica como el mutismo temporal. Las fuentes rabínicas vinculan estas tablillas con transacciones comerciales formales, registros legales y contextos litúrgicos o teológicos, no con la comunicación cotidiana entre individuos en circunstancias extraordinarias.

Más revelador aún es que cuando las fuentes mishnaicas y talmúdicas abordan la comunicación alternativa para personas con impedimentos del habla, emplean terminología completamente diferente y se refieren a métodos distintos. La tradición halájica desarrolló protocolos específicos para la comunicación no verbal en contextos legales y rituales, pero estos no involucran פִּינְקֵס como medio de comunicación personal inmediata.

Esta discrepancia entre el uso técnico-comercial del פִּינְקֵס en las fuentes judías y su empleo como medio de comunicación doméstica en Lucas sugiere una comprensión superficial o indirecta de las prácticas judías contemporáneas. Mientras las tablillas enceradas ciertamente existían en el mundo greco-romano y fueron adoptadas terminológicamente por el judaísmo rabínico, su función social y cultural específica dentro del contexto judío palestinense era considerablemente más restringida y formalizada de lo que el relato lucano sugiere. La convergencia de evidencia textual rabínica y material arqueológica refuerza la conclusión de que el relato de Zacarías refleja una perspectiva externa al judaísmo palestinense, compatible con una composición en un ambiente diasporítico helenizado donde las prácticas escriturarias greco-romanas se habían normalizado sin las especificidades culturales del contexto judío original.

La descripción que la sugerencia de que toda la familia esperaba que el niño fuera nombrado Zacarían (ζαχαριαν) según su padre. Esta práctica contradice las costumbres judías bien documentadas donde los nombres de abuelos, no padres, eran típicamente perpetuados. Los documentos de Murabba'at y Nahal Hever del período romano temprano confirman patrones de nomenclatura que no apoyan la práctica descrita en Lucas.

La traducción hebrea de Delitzsch, aunque académicamente valiosa, revela las tensiones inherentes en la retroversión del texto griego al hebreo. Su uso de יְהוָֹה para κυριος refleja una comprensión cristiana posterior del tetragrama, pero ignora las complejas tradiciones judías sobre la pronunciación y escritura del nombre divino. Los manuscritos de Qumrán muestran variaciones significativas en el tratamiento del tetragrama (יהוה, אדני, o incluso espacios en blanco), pero nunca la vocalización masorética que Delitzsch emplea anacronísticamente.

El problema más fundamental radica en la cristología implícita del texto. La presentación de Juan como precursor de una figura mesiánica específica contradice las expectativas mesiánicas judías del período. Los textos de Qumrán, particularmente 1QS y 4Q175, revelan expectativas de múltiples figuras mesiánicas (mashiaj Israel, mashiaj Aharon, y el profeta como Moisés), pero no el modelo de precursor-mesías que Lucas presenta. La literatura rabínica temprana, incluyendo el Midrash Rabah Bemidbar, discute extensamente las señales mesiánicas, pero estas no incluyen la configuración lucana de anunciación-nacimiento milagroso que el texto presenta.

La reacción de la comunidad (versos 65-66) describe una propagación de noticias “por toda la región montañosa de Judea” (εν ολη τη ορινη της ιουδαιας) que refleja más las redes de comunicación cristiana del siglo II que las realidades demográficas y comunicativas de la Judea del Segundo Templo. Los estudios arqueológicos de Yehud Medinata muestran patrones de asentamiento y comunicación que no apoyan la rápida diseminación de noticias descrita en el texto.

En conclusión, el examen filológico integral de Lucas 1:46-66 revela una contradicción halájica irreconciliable que destruye completamente la verosimilitud histórica del relato: la imposibilidad absoluta de que un cohen con impedimentos auditivos y del habla pudiera ejercer cualquier forma de avodat haMikdash durante el período del Segundo Templo. Esta conclusión emerge no de especulación teológica, sino del análisis riguroso de los estratos textuales hebreos, arameos y griegos que demuestran la ignorancia fundamental de Lucas respecto a los principios halájicos que gobernaban el servicio sacerdotal.

La evidencia qumránica de 4Q394 establece categóricamente que על החרשים שלוא שמעו חוק ומשפט וטהרה (“sobre los sordos que no oyeron ley, juicio y pureza”), fundamentando la exclusión no meramente en el defecto físico, sino en la incapacidad epistémica fundamental: quien no puede percibir auditivamente las regulaciones rituales específicas no puede ejecutarlas adecuadamente. Esta argumentación trasciende las categorías levíticas básicas de מומין (mumim) para establecer un principio hermenéutico más profundo: la avodat haMikdash requiere no solo integridad física, sino competencia ritual auditiva que permita la respuesta litúrgica apropiada durante las secuencias sacrificiales complejas.

La terminología griega κωφός (kofos) que Lucas emplea para describir la condición de Zacarías abarca tanto sordera como mutismo, condición que la literatura médica helenística reconocía como patología permanente. Más devastadoramente, el análisis comparativo de la Peshitta revela que ܚܪܫܐ ܘܦܘܩܐ (jarsha w-puqa) corresponde exactamente al hebreo técnico חרש ואלם, terminología que las fuentes targúmicas emplean consistentemente para describir condiciones automáticamente descalificatorias del servicio ritual. La tradición aramea, más próxima cronológica y geográficamente al contexto histórico putativo, confirma que tales impedimentos constituían barreras infranqueables para el ejercicio sacerdotal.

El principio mishnaico en Terumat 1:2 de שומע ועונה ("oye y responde") establece un requisito litúrgico fundamental que Zacarías, por definición, no podía cumplir. Las berajot sacerdotales, las proclamaciones durante las libaciones, y las respuestas antifonales requeridas durante las secuencias sacrificiales demandan no solo capacidad vocal, sino percepción auditiva precisa de las señales rituales que coordinen el servicio templario colectivo. Un cohen afectado por חרשות (jereshut) está fundamentalmente impedido de participar en estas complejas liturgias coordinadas que constituían el núcleo del avodat haMikdash.

La descripción lucana de ἐννεύω (enneuō) hacia Zacarías implica que su condición era suficientemente severa como para requerir comunicación gestual, confirmando que su sordera era completa, no parcial. Esta severidad patológica habría sido inmediatamente reconocible por las autoridades templarias y habría resultado en exclusión automática del servicio sacerdotal, independientemente de su linaje aharónico. La narrativa que presenta a tal individuo oficiando en el Bet HaMikdash sin consecuencias halájicas demuestra una incomprensión fundamental de las instituciones judías del Segundo Templo.

Más revelador aún es que Lucas presenta esta imposibilidad halájica como contexto para una teofanía, sugiriendo que la transgresión ritual masiva constituye el marco apropiado para la revelación divina. Esta inversión teológica representa una ruptura completa con la sensibilidad judía sobre la kedushá (santidad) templaria, donde la pureza ritual y la competencia halájica constituían prerequisitos absolutos para el encuentro con lo divino. La presentación de un cohen descalificado como receptor de revelación angelical traiciona una perspectiva fundamentalmente externa al judaísmo auténtico.

La convergencia de evidencia filológica hebrea, aramea y griega, respaldada por documentación halájica mishnaica y qumránica, establece inequívocamente que el relato de Zacarías representa una fabricación que viola principios fundamentales del judaísmo del Segundo Templo. Un cohen sordomudo ejerciendo avodat haMikdash constituye una imposibilidad absoluta que ninguna autoridad templaria judía habría tolerado, revelando que Lucas construyó su narrativa desde una perspectiva diasporítica helenizada que había perdido contacto con las realidades institucionales del judaísmo palestinense contemporáneo. Esta conclusión filológica demoledora expone la naturaleza anti-halájica del texto cristiano, demostrando que sus pretensiones de autenticidad histórica judía son fundamentalmente fraudulentas.

Hipótesis Reconstructiva del Relato Original

El análisis filológico sugiere que el núcleo histórico probable del relato involucró a un Zacarías que efectivamente pertenecía al linaje sacerdotal aharónico pero que había sido descalificado del servicio activo debido a sus impedimentos físicos, condición conocida en la terminología mishnaica como כהן מום (cohen mum), ver T.B. Ta’anit 27a. Las fuentes rabínicas documentan extensamente la categoría de cohanim que, aunque genealógicamente legítimos, estaban excluidos del servicio templario debido a defectos físicos, pero que mantenían ciertos privilegios menores como participación en la distribución de porciones sacerdotales y reconocimiento social dentro de sus comunidades.

La tradición original probablemente preservaba la memoria de que Zacarías, siendo כהן מום, vivía en la región de las montañas de Judá donde los cohanim descalificados frecuentemente se establecían, manteniendo una existencia digna pero alejada del servicio templario activo. Su condición de חרש ואלם habría sido conocida desde su juventud, impidiendo que jamás participara en la avodat haMikdash pero permitiendo que conservará el honor social asociado con el linaje aharónico. Este escenario es completamente compatible con las realidades sociológicas del judaísmo del Segundo Templo, donde existían cohanim inactivos que mantenían su estatus genealógico sin ejercer funciones rituales.

La estrategia redaccional de Lucas parece haber sido transformar esta tradición sobre un כהן מום en una narrativa que legitimara la importancia de Juan el Bautista a través de la asociación sacerdotal directa. Sin embargo, Lucas carecía del conocimiento halájico necesario para comprender que un cohen con impedimentos sensoriales no podía haber estado oficiando en el Templo. La descripción de Zacarías “sirviendo” en el Bet HaMikdash representa una retroyección anacrónística diseñada para establecer credenciales sacerdotales para Juan, pero que traiciona una comprensión superficial de las instituciones judías.

El elemento del mutismo temporal que Lucas introduce como castigo divino probablemente constituye una racionalización redaccional para explicar por qué un cohen supuestamente activo no podía hablar. Lucas necesitaba justificar la condición física de Zacarías mientras mantenía la ficción de su servicio templario activo, resultando en la narrativa contradictoria de un sacerdote que pierde temporalmente capacidades que, según la halajá, ya debían haber estado ausentes permanentemente. Esta construcción revela la tensión entre la tradición auténtica sobre un כהן מום y las necesidades apologéticas cristianas que requerían una conexión directa entre Juan y el servicio templario oficial.

La genealogía sacerdotal de Juan que Lucas intenta establecer probablemente refleja una tradición auténtica sobre su linaje aarónico, pero la presentación de su padre como cohen activo representa una distorsión fundamental de las realidades halájicas. La verdad histórica más probable es que Juan descendía de una familia sacerdotal pero marginada del servicio templario, viviendo incluso entre goim tal como se evidencia el versículo 50 con la palabra φοβουμενοιϲ (foboumenois) -gentiles que simpatizaban con el judaísmo- circunstancia que explicaría tanto su conocimiento de las tradiciones sacerdotales como su eventual adopción de un ministerio alternativo en el desierto de Judá, lejos de las instituciones templarias oficiales de las cuales su familia había sido excluida por razones halájicas legítimas.

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