5/06/2018

Hablar en Lenguas Extrañas ¿Una Señal Mesiánica?

BS"D


Por Reuel Rolando con aportes del Rabino Ariel Groisman y material consultado de serjudio.com.


Una de las cuestiones más llamativas del cristianismo carismático o pentecostal y de algunos grupos mesiánicos, por su rareza, es el “hablar en lenguas extrañas” como señal (dicen) de haber recibido el “espíritu santo”. Según esta doctrina, la primera vez que esto ocurrió, fue en una fiesta de Shavuot o Pentecostés (en griego), inaugurando de esta manera: la “era de la iglesia”. Dicen que sucedió, aunque no saben en qué año precisamente. Como tampoco saben el año del nacimiento y la muerte de su pseudo-mesías.
Según el relato del libro de los Hechos capítulo 2: 1 - 21, solo unas ciento veinte personas estaban rezando en un aposento alto de la ciudad de I’rushaláim. Luego se nos dice que se escuchó un “viento recio” que soplaba desde el cielo (una “manifestación divina”). Seguidamente aparecieron como “lenguas de fuego” repartidas sobre las cabezas de quienes estaban reunidos. A diferencia de esto, el Tanaj (mal llamado Antiguo Testamento) relata la experiencia del profeta Eliyáju (Elías) en donde D-os se hizo presente en medio de un “silvo apacible” y que las otras situaciones anteriores que se dieron, con violencia e imponencia, no acompañaban la manifestación directa de la presencia divina. “ni el viento recio, ni el fuego”. (1°Reyes 19: 11-13)

Luego el relato de los Hechos continúa diciendo: “Y todos fueron llenos del espíritu santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas”. A esta expresión “espíritu santo” se la quiere relacionar con la expresión hebrea “ruaj hakodesh” (espíritu de santidad), la cual en realidad se refiere al estado de inspiración divina y profética. “Ruaj hakodesh” no es una "persona", ni es un ente en particular, ni un "espíritu viviente" en sí mismo, mucho menos es D-os o una "parte" de Él. Di-os (en esencia) es inaccesible. En realidad es un estado particular de percepción de las manifestaciones de D-os en la realidad. Es un grado intermedio, bastante escaso comparado con el alcanzado por el más grande de todos los profetas, Moshé Rabeinu. Desde la destrucción del Primer Beit HaMikdash (el Templo) el ruaj hakódesh ya no se manifiesta ampliamente en el mundo; tan sólo unos pocos sabios han logrado entrenar sus vidas para gozar de ese efímero rayo de comprensión de las obras de D-os, solo un parpadeo de ruaj hakodesh. Todas las personas somos capaces de "desarrollar" esta "intuición" de los actos de D-os. Pero, mientras tanto, esa capacidad permanece en estado potencial, sin que la podamos aprovechar. Esto será posible durante la verdadera era mesiánica. Si un piadoso no llega fácilmente a este estado de Ruaj HaKodesh, y menos un simple justo (tzadik), ¿cómo lo puede conseguir un idólatra de un falso mesías al cual considera dios? Hoy casi cualquier cristiano carismático asegura ser lleno del “ruaj hakodesh”, generalmente porque “habla en lenguas extrañas”.

El hablar en “lenguas extrañas” es ajeno a la Torá, no lo encontramos en los profetas ni en ningún otro libro del Tanaj. Aunque es común en el paganismo. “En el mundo helénico, las profetisas de Delfos y las sacerdotisas sibilinas hablaban en un lenguaje desconocido o ininteligible. Por otra parte, los que participaban en los ritos dionisíacos entraban en un “estado de trance” y practicaban la “glosolalia”. Otros estudios han revelado que, en tiempos posteriores, la “glosolalia” se practicaba en el culto al zar y en el vudú haitiano. Se cultiva en las religiones no cristianas entre los esquimales, los séances japoneses de Hokkaido. Hay ejemplos diversos de glosolalia en Malasia, Indonesia, Liberia, Arabia, Myanmar, Japón, Corea, China y las regiones árticas así como entre los chamanes etiópicos y se encuentra ampliamente en las regiones tribales de África” (Religiones comparadas)

Luego se cuenta que algunos de los que los oían hablar, decían que estaban borrachos; aunque los que venían de otros lugares para la fiesta de Shavuot los oían hablar en sus propios idiomas y relatar las maravillas del Creador. Ante este hecho de confusión y desorden, el apóstol Pedro se puso en pie y dio una explicación de lo sucedido, atribuyéndolo al cumplimiento de lo dicho por el profeta Ioel (Joel). Escritura que se refiere a la época mesiánica, cuando los judíos retornarán a su tierra con la venida del Mashíaj, que de hecho hasta el día de hoy no ocurrió. Incluso este texto “no menciona en ningún momento el “hablar en lenguas extrañas” (Ioel 3 del Tanaj - Joel 2: 28-32) A falta de fundamentos, el apóstol Pablo cita (en 1°Corintios 14: 21) el siguiente texto como prueba: “¡Ciertamente, con balbuceo de labios y en otro idioma hablará D-os a este pueblo! A ellos había dicho: 'Éste es el reposo; dad reposo al cansado. Éste es el lugar de descanso.' Pero ellos no quisieron escuchar.» (Ishaiáju 28: 11,12)

En primer lugar, el texto no dice en “OTRAS LENGUAS” sino en “OTRA LENGUA” y antes dice también “con balbuceo de labios” (labios “tartamudeantes”) ¿A qué se refiere? Que como los israelitas del tiempo de la destrucción del primer templo, no parecían entender cuando se les comunicó la Torá en su idioma y de la manera más clara, daría lo mismo hablarle en forma tartamuda o en otro idioma; porque de todas maneras no entienden. Algo similar es cuando a alguien que no entendió un mensaje muy claro se le dice: ¿En qué idioma queréis que te lo diga?

Según el texto de los Hechos, las ciento veinte personas eran judías, y hablaban por lo tanto una sola lengua: la lengua sagrada (lashon hakodesh), “EL HEBREO”. Pero resulta que luego que “vino el espíritu santo” comenzaron a hablar en “otras lenguas”. Lo mismo ocurrió en el hecho de la torre de Bavel, relatado en Bereshit/Génesis 11. Todos estaban “unánimes juntos” en base a un objetivo errado e idolátrico y hablaban el hebreo (como en Hechos 2) Ellos querían erigir una torre que los inmortalizara, y que les permitiera enfrentar a D-os. Luego D-os confundió sus lenguas, para que no se pudiesen entender y seguir adelante con este proyecto. Este suceso no correspondió a una manifestación favorable de la presencia divina, sino todo lo contrario. Fue una señal de desaprobación y castigo.
¿Puede entonces, el hecho de hablar en diversas y extrañas lenguas ser una señal de la venida del Mashíaj? La respuesta lógicamente es NO. Y no solo por lo antes dicho, sino por lo expresado en el mismo Tanaj. Una verdadera señal de la llegada de la era mesiánica y del Mashíaj auténtico de Israel es que todo el mundo hablará (más allá de su lengua propia) una sola lengua: EL HEBREO, para servir a D-os en unidad. Como dice el profeta Tzefoniáh/Sofonías 3: 9: «Entonces daré a los pueblos UNA LENGUA pura para que todos invoquen el nombre del Eterno y le sirvan de común acuerdo.»

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