10/19/2025

Pregunta 10: No sabe contar: Tres días y tres noches que fueron solo dos (Mateo 12:40, signo de Jonás)

BS"D

שאל כתוב כמו שהיה יונה

במעי הדג שלשה ימים

וגלשה לילות כן יהיה ישו

בארץ שלושה ימום ושלשה לילות

זה אינו אמת שהרי הוא לא היה

לדבריכם בארץ אלא שלשה ימים

ושני לילות:

Pregunta: Está escrito: “Como estuvo Yonah (Jonás) en el vientre del pez tres días y tres noches, así estará Yeshú en la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). Esto no es verdad, pues según vuestras palabras (en los evangelios) él no estuvo en la tierra sino tres días y dos noches.

La décima pregunta del polemista despliega un argumento de falsación empírica tan simple en su aritmética que ninguna sofistería teológica puede rescatar al evangelio de su propia contradicción cronológica. 

La brillantez del argumento radica en su simplicidad inatacable: no requiere interpretación teológica compleja, no depende de sutilezas exegéticas, no necesita conocimiento de doctrinas elaboradas. Es pura aritmética verificable que cualquier persona con capacidad de contar puede confirmar. El polemista está diciendo esencialmente: vuestro propio evangelio registra una profecía específica con números concretos, vuestro propio evangelio registra la cronología de lo que realmente ocurrió, yo simplemente conté, y los números no cuadran. Por lo tanto, profecía falsa. Por lo tanto, según el criterio de Devarim dieciocho, veintiuno a veintidós para identificar falsos profetas, Yeshú falla la prueba.

El polemista habría leído en el evangelio hebreo de Mateo de Du Tillet, daf 27, las palabras exactas de Yeshú cuando los perushim y soferim le pidieron una señal: "כי כמו שהיה יונה במעי הדגה שלשה ימים ושלשה לילות כן יהיה בן האדם בלב הארץ שלשה ימים ושלשה לילות" “·porque como estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches, así estará el hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. La construcción "כמו... כן" (kmo... ken), ‘como... así’, establece una comparación exacta, no aproximada. Yeshú está diciendo que su tiempo en la tumba será precisamente análogo al tiempo de Yoná en el pez.

Observemos la precisión del lenguaje hebreo. La frase no dice meramente "שלשה ימים", ‘tres días’, lo cual podría interpretarse idiomáticamente como partes de tres días según ciertos usos coloquiales. Dice explícitamente "שלשה ימים ושלשה לילות", ‘tres días y tres noches’, enumerando ambos períodos separadamente con la conjunción "ו" (vav). Esta especificación dual elimina cualquier posibilidad de interpretación flexible. No está hablando de tres períodos calendáricos generales sino de tres ciclos diurnos completos más tres ciclos nocturnos completos.

La referencia a Yoná es estratégicamente significativa. En Yoná 2:1, el texto del Tanaj dice inequívocamente: "וַיְהִי יוֹנָה בִּמְעֵי הַדָּג שְׁלֹשָׁה יָמִים וּשְׁלֹשָׁה לֵילוֹת" “Y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches”. Este fue literalmente tres días completos y tres noches completas. No hay debate hermenéutico sobre si el tiempo de Yoná fue literal o idiomático; el texto es claro y toda la tradición lo entiende como período literal de setenta y dos horas o al menos tres ciclos día-noche completos. Yeshú, al invocar a Yoná como "אות" (ot), señal profética que validaría su identidad mesiánica, está estableciendo un estándar de cumplimiento literal y exacto.

Ahora viene la aritmética devastadora. El polemista habría leído la cronología de la pasión en el mismo evangelio de Du Tillet. En daf 72, Mateo veintisiete, cincuenta y siete dice: "וכשהיה ערב בא איש אחד עשיר מן הרמתים" (ujshehayá erev ba ish ejad ashir min haRamatim) — ‘y cuando fue la tarde vino un hombre rico de Ramatayim’. Este es Yosef de Ramatayim que pide el cuerpo para sepultarlo antes de que comience el Shabat. La crucifixión ocurrió "בשעה תשיעית" (basha'á hateshi'it), ‘en la hora novena’, aproximadamente tres de la tarde del viernes. La sepultura fue antes del anochecer del viernes, antes de que comenzara el Shabat al ponerse el sol.

En daf 73, Mateo veintiocho, uno dice: "ובערב השבת שיאיר באחד השבת" (uve'erev haShabat sheya'ir be'ejad haShabat) — ‘y al anochecer del Shabat cuando amanecía el primer día de la semana’. Las mujeres vienen a la tumba al amanecer del domingo y la encuentran vacía, indicando que la resurrección ya había ocurrido, presumiblemente durante la noche del sábado al domingo o muy temprano el domingo antes del alba.

Hagamos el cálculo que el polemista hizo. Viernes tarde después de las tres de la tarde hasta el anochecer: medio día o menos. Viernes noche desde el anochecer hasta el amanecer del sábado: noche uno. Sábado día completo desde el amanecer hasta el anochecer: día uno completo. Sábado noche desde el anochecer hasta el amanecer del domingo: noche dos. Domingo antes del alba cuando las mujeres llegan: la tumba ya está vacía, por lo tanto la resurrección ocurrió durante la noche o muy temprano, pero no hay un tercer período nocturno completo ni un tercer día completo. El total es: un día completo (sábado), dos noches completas (viernes a sábado, sábado a domingo), más fracciones de viernes tarde y posiblemente domingo muy temprano.

El polemista concluye con claridad irrefutable: "זה אינו אמת שהרי הוא לא היה לדבריכם בארץ אלא שלשה ימים ושני לילות" “esto no es verdad, pues según vuestras palabras él no estuvo en la tierra sino tres días y dos noches”. La frase "זה אינו אמת" (zeh eino emet), esto no es verdad, es devastadoramente directa. No dice "esto es difícil de entender" o "esto requiere interpretación especial". Dice sin ambigüedad: "אינו אמת" (eino emet), ‘no es verdadero’, es falso. El polemista no está siendo diplomático; está acusando al evangelio de registrar una profecía incumplida.

La frase "לדבריכם" (ledivreijém), ‘según vuestras palabras’, es crucial porque establece que el polemista no está imponiendo una cronología externa sino simplemente tomando la narrativa del propio evangelio cristiano y haciendo el cálculo aritmético que esa narrativa requiere. Los cristianos mismos dicen que fue sepultado viernes tarde y resucitó domingo mañana. Estos son sus propios datos. El polemista simplemente cuenta los períodos y descubre que no suman a tres días y tres noches como Yeshú había prometido.

Los cristianos intentarán escapar argumentando que en cómputo judío idiomático, parte de un día cuenta como día completo, por lo tanto viernes parcial más sábado completo más domingo parcial equivalen a "tres días". Pero el polemista ha anticipado esta evasión con su especificación de "ושלשה לילות" (ushloshá leilot), ‘y tres noches’. Incluso si aceptamos el argumento de conteo inclusivo para los días, ¿cómo explican las noches? Solo hay dos noches completas indiscutibles: viernes a sábado, sábado a domingo. No se puede argumentar que el período antes del alba del domingo cuando la tumba ya estaba vacía constituye una tercera noche completa. La profecía específica fue tres noches, hubo solo dos noches, por lo tanto la profecía fue falsa.

El término "בלב הארץ" (belev ha'aretz), en el corazón de la tierra, que Yeshú usa en su profecía, es significativo porque establece que el conteo comienza desde la sepultura, no desde el arresto o la crucifixión. "Belev ha'aretz" significa estar enterrado, oculto completamente bajo tierra, como Yoná estaba "bim'ei hadag", en las entrañas del pez, completamente oculto. Por lo tanto, cualquier intento de comenzar el conteo desde el jueves noche en Getsemaní cuando Yeshú fue arrestado es inadmisible. El conteo comienza cuando fue puesto en la tumba, viernes tarde, y termina cuando salió de la tumba, domingo mañana muy temprano. Este período no puede estirarse matemáticamente para incluir tres noches completas.

El polemista también habría notado que ni siquiera los evangelios cristianos concuerdan entre sí sobre la fraseología temporal. El evangelio de Marcos 8:31 dice "וְאַחֲרֵי שְׁלֹשָׁה יָמִים" (ve'ajarei shlosha yamim) (και μετα τρειϲ ημεραϲ αναϲτηναι), ‘y después de tres días’, lo cual literalmente implicaría el cuarto día. El evangelio de Mateo 16:21 dice "וּבַיּוֹם הַשְּׁלִישִׁי" (ubayom hashlishi), y en el tercer día. Estas formulaciones no son idénticas: "después de tres días" versus "en el tercer día" tienen significados temporales diferentes. Esta inconsistencia interna entre los evangelios sobre la cronología profetizada solo refuerza el argumento del polemista de que la narrativa es problemática.

La pregunta implícita más profunda del polemista conecta con Devarim 18:21-22, donde la Torah establece el criterio para distinguir profetas verdaderos de falsos: 

"וְכִי תֹאמַר בִּלְבָבֶךָ אֵיכָה נֵדַע אֶת־הַדָּבָר אֲשֶׁר לֹא־דִבְּרוֹ יְהוָה אֲשֶׁר יְדַבֵּר הַנָּבִיא בְּשֵׁם יְהוָה וְלֹא־יִהְיֶה הַדָּבָר וְלֹא יָבוֹא הוּא הַדָּבָר אֲשֶׁר לֹא־דִבְּרוֹ יְהוָה" 

“Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que el Eterno no ha hablado? Si el profeta hablare en nombre del Eterno, y no se cumpliere ni aconteciere lo que dijo, esa es palabra que el Eterno no ha hablado”.

El criterio es simple y objetivo: si un profeta hace una predicción específica en nombre de Dios y esa predicción no se cumple exactamente como fue profetizada, ese profeta no habló por Dios. Yeshú hizo una predicción específica, cuantificada con números concretos: tres días y tres noches. La realidad según el propio evangelio cristiano fue tres días y dos noches. La predicción no se cumplió según los términos especificados. Por lo tanto, según el estándar bíblico de Devarim 18, Yeshú es falso profeta. La lógica es inexorable.

La ironía devastadora que el polemista señala es que esta "señal de Yoná" era la única señal que Yeshú ofreció a sus contemporáneos cuando le pidieron validación profética. En daf 27, cuando los perushim demandan una señal, Yeshú responde: "דור רע ונואף מבקש אות ואות לא ינתן לו כי אם אות יונה הנביא" (dor ra veno'ef mevakesh ot ve'ot lo yinaten lo ki im ot Yoná hanavi) — ‘generación mala y adúltera demanda señal, y señal no le será dada sino la señal de Jonás el profeta’. Yeshú rehúsa dar otras señales pero promete esta una específica. Y esta única señal que prometió, cuando se verifica aritméticamente contra la cronología que el propio evangelio registra, resulta ser matemáticamente incorrecta. Si la única señal validadora es falsa, ¿qué credibilidad tienen las demás afirmaciones de Yeshú?

Este argumento es particularmente efectivo porque es completamente inmune a respuestas teológicas sofisticadas. No se puede apelar a misterios de fe, a doctrinas profundas, a interpretaciones espirituales. Es simple conteo: ¿cuántos períodos nocturnos completos pasaron entre sepultura y resurrección? La respuesta es dos, no tres. No hay manera de hacer que dos igual tres sin admitir que o la profecía fue inexacta o la cronología narrada es errónea, y cualquiera de estas admisiones es fatal para la confiabilidad del evangelio. El polemista ha identificado un error factual verificable que ninguna exégesis puede resolver sin torcer el significado obvio de palabras simples o redefinir números básicos, y tal tortura hermenéutica solo confirma que el texto contiene un problema que sus defensores no pueden resolver honestamente.


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