Daf 1
Perek 1
(1) אלה תולדות ישו בן דוד בן אברהם אברהם הוליד את (2) יצחק יצחק הוליד את יעקב יעקב הוליד את יהודה (3) ואחיו : יהודה הוליד את פרץ וזרח מתמר פרץ (4) הוליד את חצרון חצרון הוליד את רם ורם הוליד (5) את עמינדב עמינדב הוליד את נחשון נחשון (6) הוליד את שלמון שלמון הוליד את בועז מרחב (7) בועז הוליד את עובד מרות ועובד הוליד את (8) ישי ישי הוליד את דוד המלך ודוד הוליד את (9) שלמה מאשת אוריה ושלמה הוליד את רחבעם רחבעם (10) הוליד את אבים ואבים הוליד את אסא ואסא ה (11) הוליד את יהושפט יהושפט הוליד את יהורם (12) יהורם הוליד את עזיהו עזיהו הוליד את יותם (13) יותם הוליד את אחז אחז הוליד את חזקיהו (14) חזקיהו הוליד את מנשה מנשה הוליד את אמון (15) אמון הוליד את יאשיהו יאשיהו הוליד את יכניה (16) ואחיו בגלות בבל יכניה הוליד שאלתיאל (17) שאלתיאל הוליד את זרובבל זרובבל הוליד את (18) אביהוד אביהוד הוליד את אבנר אבנר הוליד את
Daf 2
(1) אליקים אליקים הוליד את עזור עזור הוליד את צדוק (2) צדוק הוליד את אמנן ואמנן הוליד את אליהוד אליהוד (3) הוליד את אלעזר אלעזר הוליד מתן מתן הוליד את (4) יעקב יעקב הוליד את יוסף איש מרים שממנה נולד (5) ישוע שנקרא משיח וכל הדורות מאברהם עד רם (6) דורות ארבעה עשר ומן גלות בבל עד המשיח (7) דורות ארבעה עשר ותולדת ישו המשיח כן היה (8) מאחר שאמו מרים אורשה ליוסף בטרם הוא בא אליה (9) נמצאה הרה מרוח הקדש ויוסף אישה היה איש צדיק (10) ולא אבה למסור אותה למיתה ולא לגלותה אך היה (11) בליבו לעזוב אותה בסתר ובהיותו חושב בזה (12) המלאך נראה אליו בחלום לאמור יוסף בן דוד (13) לא תירא לקחת מרים אשתך כי מה שנולד ממנה (14) מרוח הקדש הוא כי מרוח הקדש היא הרה והנה (15) היא תלד בן ותקרא את שמו ישוע כי הוא יושיע את עמו (16) מכל חטאתם וכל זה למלאות : מה שנאמר מאת ייי (17) על ידי הנביא ישעיה לאמר הנה העלמה הרה (18) ויולדת בן וקראת שמו עמנואל ויקץ יוסף משנתו (19) ויעש כאשר צוה אותו מלאך ייי ולקח אותה לאשה (20) ולא ידע אותה עד ילדה בנה הבכור ויקרא את (21) שמו ישוע :
Traducción:
Daf 1
Perek 1
(1) Estas son las generaciones de Yeshú¹, hijo de David, hijo de Avraham. Avraham engendró a (2) Yitzjak; Yitzjak engendró a Ya'akov; Ya'akov engendró a Yehudah (3) y a sus hermanos. Yehudah engendró a Peretz y a Zeraj de Tamar²; Peretz (4) engendró a Jetzron; Jetzron engendró a Ram; y Ram engendró (5) a Aminadav; Aminadav engendró a Najshon; Najshon (6) engendró a Salmón; Salmón engendró a Boaz de Rajav³; (7) Boaz engendró a Oved de Rut⁴; y Oved engendró a (8) Yishai; Yishai engendró al rey David; y David engendró a (9) Shlomoh de la mujer de Uriyah⁵; y Shlomoh engendró a Rejav'am; Rejav'am (10) engendró a Aviyam; y Aviyam engendró a Asa; y Asa (11) engendró a Yehoshafat; Yehoshafat engendró a Yehoram; (12) Yehoram engendró a Uziyahu; Uziyahu engendró a Yotam; (13) Yotam engendró a Ajaz; Ajaz engendró a Jizkiyahu; (14) Jizkiyahu engendró a Menasheh; Menasheh engendró a Amón; (15) Amón engendró a Yoshiyahu; Yoshiyahu engendró a Yejonyah (16) y a sus hermanos en el exilio de Bavel⁶. Yejonyah engendró a She'altiel; (17) She'altiel engendró a Zerubavel; Zerubavel engendró a (18) Avihud; Avihud engendró a Avner; Avner engendró a
Daf 2
(1) Elyakim; Elyakim engendró a Azur; Azur engendró a Tzadok; (2) Tzadok engendró a Amnan; y Amnan engendró a Elihud; Elihud (3) engendró a El'azar; El'azar engendró a Matan; Matan engendró a (4) Ya'akov; Ya'akov engendró a Yosef, esposo de Miriam⁷, de quien nació (5) Yeshúa⁸, llamado Mashíaj⁹. Y todas las generaciones desde Avraham hasta David son (6) catorce generaciones; y desde el exilio de Bavel hasta el Mashíaj, (7) catorce generaciones. Y el nacimiento de Yeshú el Mashíaj fue así: (8) Después de que su madre Miriam fue desposada¹⁰ con Yosef, antes de que él viniera a ella, (9) se halló que estaba encinta por el Ruaj HaKodesh (Inspiración divina)¹¹. Y Yosef, su esposo, era un hombre tzadik¹² (10) y no quiso entregarla a la muerte ni exponerla públicamente, sino que estaba (11) en su corazón dejarla en secreto. Y mientras él pensaba en esto, (12) el ángel (Gavriel) se le apareció en un sueño, diciendo:
“Yosef, hijo de David, (13) no temas tomar a Miriam tu esposa, porque lo que ha sido engendrado de ella (14) es del Ruaj HaKodesh; pues del Ruaj HaKodesh ella está encinta. Y he aquí (15) que ella dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Yeshúa¹³, porque él salvará a su pueblo (16) de todos sus pecados”.
Y todo esto para cumplir lo que fue dicho por el Eterno (YYY)¹⁴ (17) por medio del profeta Yeshayahu, diciendo:
“He aquí, la almah (mujer voven)¹⁵ concebirá (18) y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre ImanuEl¹⁶”. (Cf. Yeshayah 7:14)
Y despertó Yosef de su sueño (19) e hizo como le ordenó el ángel del Eterno, y la tomó por esposa. (20) Y no la conoció hasta que ella dio a luz a su hijo primogénito, y llamó (21) su nombre Yeshúa.
Primera Pregunta
שאל אם יכניה הוליד את שאלתיאל כמו שכתוב כאן בספרכם, הלא כתוב בדברי הימים "ובני יכניה אסיר שאלתיאל בנו" ועוד כתוב ביחזקאל "הסר המצנפת והרם העטרה... עוית עוית עוית אשימנה" - והנה הכתוב עצמו קילל את זרעו של יכניה לאמר "כתבו את האיש הזה עריري גבר לא יצלח בימיו כי לא יצלח מזרעו איש יושב על כסא דוד" - ואם כן היאך יבוא המשיח מזרעו של יכניה שנקלל שלא יצלח מזרעו איש יושב על כסא דוד?
Traducción: Pregunta primera: Si Yejonyah (Jeconías) engendró a She'altiel como está escrito aquí en vuestro libro, ¿acaso no está escrito en Crónicas "y los hijos de Jeconías: Asir, Salatiel su hijo" y además está escrito en Yejezkel "quita el turbante y retira la corona... trastornada, trastornada, trastornada la pondré"? Y he aquí que la Escritura misma maldijo su descendencia de Yejonyah diciendo "escribid a este hombre como sin hijos, hombre que no prosperará en sus días, porque ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el trono de David" - entonces ¿cómo vendrá el Mashiaj (Mesías) de la descendencia de Yejonyah que fue maldecido que ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el trono de David?
Segunda Pregunta
שאל למה מונה הספר הזה תולדות יוסף הנגר אם אינו אביו של ישוע כלל? והלא כתוב "מרים שממנה נולד ישוע" ו"מה שנולד ממנה מרוח הקדש הוא" - אם כן אין ליוסף שום חלק בתולדתו, ואם אין לו חלק בתולדתו, למה מונה כל התולדות מאברהם עד יוסף? הלא זה כמו המונה תולדות אדם אחר ואומר שזה יוחסו של פלוני!
Traducción: Pregunta segunda: ¿Por qué cuenta este libro las generaciones de Yosef (José) el carpintero si no es en absoluto el padre de Yeshú? ¿Acaso no está escrito "Miriam de quien nació Yeshú" y "lo que ha sido engendrado de ella es del Ruaj HaKodesh; pues del Ruaj HaKodesh"? Si es así, Yosef no tiene ninguna parte en su genealogía, y si no tiene parte en su genealogía, ¿por qué se cuentan todas las generaciones desde Avraham hasta Yosef? ¡He aquí que esto es como quien cuenta las generaciones de otra persona y dice que este es el linaje de fulano!
Tercera Pregunta
שאל על מה שכתוב "העלמה הרה ויולדת בן" - הלא כל העלמה היא בתולה ואינה הרה? ואם היא הרה הלא אינה עלמה עוד? והנה הכתוב אומר "העלמה" בהוה ואומר "הרה" בהוה - איך תהיה עלמה והרה בעת אחת? ועוד, הנה הנביא אמר זאת על זמנו לאחז המלך לאות קרוב, והלא אמר "טרם יידע הנער מאוס ברע ובחור בטוב תעזב האדמה אשר אתה קץ מפני שני מלכיה" - הנה האות היה לימיו של אחז, ולא לאחר שבע מאות שנה!
Traducción: Pregunta tercera: Pregunto sobre lo que está escrito "la joven mujer está embarazada y dará a luz un hijo" - ¿acaso toda joven no es virgen y no está embarazada? Y si está embarazada, ¿acaso ya no es joven virgen? Y he aquí que la Escritura dice "la joven" (ha’almah) en presente y dice "embarazada" en presente - ¿cómo puede ser joven virgen y embarazada al mismo tiempo? Y además, he aquí que el profeta dijo esto sobre su tiempo al rey Ajaz (Acaz) como señal cercana, ¿acaso no dijo "antes que el niño sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno, será abandonada la tierra que tú temes a causa de sus dos reyes"? He aquí que la señal fue para los días de Ajaz, ¡y no para después de setecientos años!
Análisis de la Primera Pregunta: La Maldición de Jeconías
Punto teológico cuestionado
La primera pregunta ataca la legitimidad davídica del Mashiaj a través de la línea genealógica de Yosef, específicamente la inclusión de Yejonyah (יכניה) en la línea mesiánica a pesar de la maldición profética explícita contra su descendencia. El problema es que el texto de Du Tillet afirma claramente que Jeconías engendró a She'altiel, estableciendo así una cadena genealógica desde este rey maldito hasta Yeshú. Esta conexión genealógica crea un problema teológico insuperable para las pretensiones mesiánicas cristianas.
Argumento central de la crítica
El argumento se estructura como una reducción al absurdo que parte de premisas bíblicas indiscutibles. El texto de Du Tillet afirma "יכניה הוליד שאלתיאל" (Jeconías engendró a Salatiel), estableciendo una conexión genealógica directa. Pero Yirmiyahu / Jeremías 22:30 pronuncia una maldición devastadora:
"כָּתְבוּ֙ אֶת־הָאִ֣ישׁ הַזֶּ֔ה עֲרִירִ֖י גֶּ֣בֶר לֹֽא־יִצְלָ֑ח בְּיָמָיו֙ כִּ֣י ׀ לֹ֣א יִצְלַ֗ח מִזַּרְעוֹ֙ אִ֔ישׁ יֹשֵׁ֥ב עַל־כִּסֵּ֥א דָוִ֖ד"
(‘Escribid que este hombre será sin hijos, hombre que no prosperará en sus días, porque ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el trono de David’).
La conclusión lógica es inevitable: si Yeshú desciende de Yejonyah, entonces está bajo la maldición profética que impide que cualquiera de su descendencia se siente en el trono davídico. Por lo tanto, Yeshú no puede ser el Mashiaj davídico. El argumento se refuerza mediante un kal vajómer (argumento a fortiori): si la maldición divina sobre Yejonyah es eterna e irrevocable, como indica el uso del término intensivo עֲרִירִי (sin hijos en sentido de maldición permanente), entonces con mayor razón ningún descendiente suyo puede reclamar el trono prometido a David.
Referencias bíblicas relevantes
Del texto de Du Tillet encontramos las afirmaciones genealógicas clave. Mateo 1:11-12 en el Daf 1 dice: "יאשיהו הוליד את יכניה ואחיו בגלות בבל יכניה הוליד שאלתיאל" (‘Yoshiyahu engendró a Yejonyah y a sus hermanos en el exilio de Bavel. Yejonyah engendró a She'altiel’). El versículo culminante en Mateo 1:16 del Daf 2 declara: "יעקב הוליד את יוסף איש מרים שממנה נולד ישוע שנקרא משיח" (‘Ya'akov engendró a Yosef, esposo de Miriam, de quien nació Yeshúa, llamado Mashíaj.’).
Del TaNa”J (Biblia hebrea) que contradicen estas afirmaciones, encontramos toda la perícopa de Yirmiyah 22:28-30 que pronuncia la maldición de Conías (Jeconías). Yirmiyah 36:30 extiende una maldición similar sobre su padre Yehoyakim:
"לָכֵן֮ כֹּֽה־אָמַ֣ר יְהוָה֮ עַל־יְהוֹיָקִ֣ים מֶֽלֶךְ־יְהוּדָה֒ לֹֽא־יִֽהְיֶה־לּ֥וֹ יוֹשֵׁ֖ב עַל־כִּסֵּ֣א דָוִ֑ד"
(Por tanto así dice el Eterno sobre Joaquim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David).
Primera de Crónicas 3:16-17 confirma la relación pero también el estatus trágico: "וּבְנֵ֥י יְכׇנְיָ֖ה אַסִּ֥ר שְׁאַלְתִּיאֵ֥ל בְּנֽוֹ" (‘Y los hijos de Yejanyah: Asir, She'altiel su hijo’), donde אַסִּר significa "cautivo/prisionero". Yejezkel 21:30-32 pronuncia la triple maldición sobre la corona davídica hasta que venga "אֲשֶׁר־ל֥וֹ הַמִּשְׁפָּ֖ט" (‘aquel a quien le pertenece el derecho’). Segunda de Samuel 7:12-16 establece la promesa eterna a David, que aparentemente es anulada por la maldición jeremiana.
De otros textos del Nuevo Testamento, Lucas 3:23-31 presenta una genealogía diferente a través de Natán (hijo de David), evitando aparentemente a Yejonyah, pero creando una contradicción interna con Mateo sobre quién era el verdadero abuelo de Yosef.
La contradicción y el problema señalado
El dilema teológico es irresoluble en múltiples niveles. Primero, existe un problema de inmutabilidad divina. Si Di-s maldijo a Yejonyah (Jeconías) con una maldición eterna expresada mediante el término עֲרִירִי, entonces Di-s no puede retractarse sin contradecir Su propia naturaleza inmutable. Si la maldición es temporal o condicional, entonces la profecía no es verdadera y Yirmiyahu es falso profeta, lo cual ningún cristiano puede admitir sin socavar toda autoridad profética del Tanaj o del “Antiguo Testamento”.
Segundo, hay un problema de justicia divina. La maldición de Yejonyah (Jeconías) fue pronunciada como castigo divino por sus pecados, claramente descritos en Yirmiyahu 22:21-23. Si Di-s perdona esta maldición específicamente para permitir al Mesías venir de esta línea, entonces la justicia divina es arbitraria y la profecía carece de autoridad real. ¿Por qué pronunciar una maldición eterna si puede ser anulada conveniente cuando es necesario?
Tercero, existe un problema lógico-genealógico fundamental. El texto necesita la genealogía de Yosef (José) para establecer la descendencia davídica de Yeshú. Pero simultáneamente afirma que Yosef no es el padre biológico, como veremos en mayor detalle en el análisis de la segunda pregunta. Esta es una paradoja insuperable: la genealogía es necesaria pero irrelevante. Si Yosef transmite la línea davídica, entonces Yeshú está bajo la maldición de Yejonyah (Jeconías). Si Yosef no transmite nada porque no es padre biológico, entonces Yeshú no tiene derecho davídico legal. Si la línea es solo legal o adoptiva, las maldiciones proféticas sobre la descendencia física (זֶרַע) aún aplican, porque la maldición no es sobre derechos legales sino sobre simiente biológica.
Cuarto, hay una inconsistencia profética crucial. Yirmiyahu 22:30 usa específicamente la palabra זֶרַע (simiente/descendencia), que en contextos bíblicos implica descendencia física, no legal. Si la transmisión genealógica de Yosef a Yeshú es solo legal mediante adopción, entonces Di-s usó terminología engañosa en Su maldición. Si es física, entonces la concepción virginal no resuelve el problema, porque María también debe descender de una línea davídica no maldita, cosa que el texto no establece ni demuestra.
Respuestas cristianas típicas y contra-argumentos
La primera respuesta cristiana típica argumenta que la maldición se cumplió durante el exilio babilónico y fue levantada con el perdón divino. Señalan que Zeruvabel, nieto de Yejonyah (Jeconías), fue restaurado y llamado 'sello' en Hagay/Hageo 2:23, lo que supuestamente demuestra que la maldición fue revocada. Sin embargo, la refutación judía es contundente. El término חותם (sello) en Hagay 2:23 no cancela explícitamente la maldición jeremiana. Zeruvabel nunca fue rey, sino solo gobernador (פֶּחָה) bajo dominio persa, no un monarca independiente sentado en el trono de David. El texto jeremiano dice específicamente "לֹ֣א יִצְלַ֗ח מִזַּרְעוֹ֙ אִ֔ישׁ יֹשֵׁ֥ב עַל־כִּסֵּ֥א דָוִ֖ד" (‘ninguno de su descendencia se sentará sobre el trono de David’) usando el futuro definitivo, no "no se ha sentado hasta ahora". Si la maldición fue realmente temporal, entonces surge la pregunta: ¿por qué Lucas evita a Yejonyah completamente en su genealogía, optando por trazar a través de Natán? Esto sugiere que los primeros cristianos mismos reconocían el problema y buscaban evitarlo mediante una genealogía alternativa.
La segunda respuesta cristiana sostiene que Yeshú desciende de David a través de Miriam (María) en línea de sangre, mientras Yosef le da el derecho legal. Según este argumento, la maldición solo afecta la línea física de Yosef, no la de María. Pero la refutación judía es demoledora. El texto de Du Tillet explícitamente traza la genealogía a través de Yosef, no de María. El primer versículo dice "תולדות ישו בן דוד" (‘generaciones de Yeshú hijo de David’) seguido de la línea completa de Yosef. El versículo clave "יעקב הוליד את יוסף איש מרים שממנה נולד ישוע" identifica a Yosef como el sujeto de la genealogía. En el judaísmo bíblico, la descendencia tribal y real se transmite patrilinealmente, como establecen claramente Bemidbar/Números 1:18, 34:14 y Ezra/Esdras 2:59-62. Si la transmisión mesiánica puede ser matrilineal, entonces toda la elaborada genealogía de Yosef de 42 generaciones es superflua y engañosa. Además, no hay evidencia bíblica de que María descienda de David; esto es una suposición post-hoc inventada para resolver la contradicción. Incluso si María desciende de David, debe demostrar que NO desciende de Yejonyah (Jeconías) a través de alguna línea colateral, cosa que el texto ni siquiera intenta hacer.
La tercera respuesta cristiana afirma que la adopción legal era suficiente para transmitir derechos dinásticos y que Yosef adoptó legalmente a Yeshú. Pero la refutación judía señala que la maldición jeremiana usa זֶרַע (simiente), que es un término biológico, no legal. Si la adopción legal puede anular maldiciones proféticas sobre la simiente física, entonces las profecías divinas son sin sentido y pueden ser burladas mediante trucos legales. Shlomoh / Salomón reinó como hijo biológico de David; no hay precedente bíblico de transmisión mesiánica por adopción. La frase "לֹֽא־יִצְלָ֗ח מִזַּרְעוֹ֙ אִ֔ישׁ" usa זֶרַע específicamente para excluir tales maniobras legales; Di-s en Su omnisciencia previó esta objeción. Si Yosef transmite derechos davídicos legalmente pero Yeshú evita la maldición por no ser su hijo biológico, surgen preguntas devastadoras: ¿Por qué Di-s no podría simplemente haber levantado la maldición directamente? Esta "solución" hace que la profecía jeremiana sea fácilmente eludible, haciendo parecer a Di-s incompetente en pronunciar Sus maldiciones.
La cuarta respuesta cristiana intenta argüir que Primera de Crónicas 3:17 llama a Jeconías 'אסיר' (Asir), que algunos interpretan como nombre de su hijo en vez de su sentido literal "cautivo", sugiriendo así una línea genealógica alternativa. Esta es pura exégesis desesperada. El término אסיר claramente significa "cautivo/prisionero" en su contexto, describiendo el estatus de Yirmiyahu/Jeconías durante el exilio babilónico. Incluso si hipotéticamente fuera un nombre propio, no resuelve el sentido de Yirmiyahu/Jeremías 22:30 que habla de "זרעו" (su simiente) en general, no de un hijo específico. La Septuaginta en Jeremias 22:22 traduce אסיר como ἐκχμαλωσία (prisionero), confirmando que no es nombre propio. Todos los manuscritos hebreos y las traducciones antiguas entienden אסיר como descriptor del estado de cautiverio de Jeconías, no un nombre personal.
Potencia del argumento
Esta crítica es especialmente efectiva por múltiples razones que se refuerzan mutuamente. Primero, usa la propia autoridad bíblica cristiana contra ellos mismos. Los cristianos aceptan la autoridad profética de Yirmiyahu/Jeremías como palabra inspirada de Di-s. No pueden rechazar la maldición sin socavar la autoridad profética completa del Tana”j (“Antiguo Testamento”). Están atrapados por su propio canon sagrado.
Segundo, crea un dilema irresoluble sin cuarta opción. Si Yosef es padre biológico, la maldición aplica y Yeshú no puede ser Mashiaj. Si Yosef no es padre, no hay derecho davídico. Si es adopción legal, las profecías sobre "simiente" son vacías y eludibles. No existe una cuarta vía lógica que preserve todos los elementos necesarios de la cristología.
Tercero, expone contradicción entre las genealogías del propio Nuevo Testamento. Mateo incluye a Yejonyah (Jeconías) explícitamente. Lucas lo evita completamente usando la línea de Natán hijo de David. Esto demuestra que los propios evangelistas reconocían el problema pero no pudieron resolverlo, resultando en contradicción mutua. Si Lucas tiene razón al evitar a Yejonyah (Jeconías), entonces Mateo está equivocado y miente. Si Mateo tiene razón al incluirlo, entonces Lucas presenta una genealogía falsa y miente. No pueden ambos ser correctos simultáneamente.
Cuarto, ataca el corazón mismo de la cristología. Sin descendencia davídica legítima, no hay cumplimiento de Segunda de Samuel 7. Sin cumplimiento de la promesa davídica eterna, no hay Mesías válido según las propias Escrituras hebreas. La identidad mesiánica completa de Yeshú colapsa sin este fundamento genealógico.
Quinto, no requiere sofisticación teológica avanzada. Cualquier judío educado que pueda leer hebreo puede verificar las citas bíblicas. La contradicción es obvia y directa. No depende de interpretación alegórica complicada o conocimiento místico esotérico. Es simple lógica aplicada a textos claros.
Sexto, está históricamente documentada. El Toldot Yeshú, texto polémico judío medieval, menciona problemas genealógicos. Polémicas medievales de figuras como Rabino Yosef Qimji y Najmanides usaron este argumento efectivamente. Los Padres de la Iglesia como Julio Africano y Jerónimo lucharon extensamente con este problema sin resolverlo satisfactoriamente, recurriendo finalmente a apelaciones al "misterio divino" en vez de lógica clara.
Terminología clave
El término עֲרִירִי (ariri) significa "sin hijos" o "estéril" pero en sentido de maldición permanente. Deriva de la raíz ערר (estar desnudo, desolado, sin descendencia). Es una forma intensiva que indica maldición divina perpetua, no meramente falta temporal de hijos. Se usa solo tres veces en todo el Tanaj: Vaicra/Levítico 20:20-21 como maldición de no tener descendencia, y Yirmiyahu/Jeremías 22:30. Implica no solo falta de hijos inmediatos, sino futilidad genealógica perpetua. Es diferente de עָקָר (estéril físico natural); עֲרִירִי implica específicamente maldición divina activa que impide descendencia exitosa.
El término יִצְלַח (yitzlaj) significa "prosperará" o "tendrá éxito". Es la forma Hifil de צלח (prosperar, tener éxito, lograr). En Yirmiyahu/Jeremías 22:30 se usa dos veces enfáticamente: "לֹֽא־יִצְלָ֑ח בְּיָמָיו֙" (no prosperará en sus días) y "לֹ֣א יִצְלַ֗ח מִזַּרְעוֹ֙" (ninguno de su simiente prosperará). El doble uso enfatiza tanto el fracaso personal de Yejonyah (Jeconías) como el de toda su línea. Implica imposibilidad divina decretada, no meramente dificultad humana superable.
El término זֶרַע (zera) significa "simiente" o "descendencia" y es consistentemente biológico y físico en contextos genealógicos. Génesis 3:15, 12:7, 13:15-16, 15:5, 17:7-19, 22:17-18 todos usan זֶרַע para descendencia física. Es diferente de בֵּן (hijo) que puede incluir adopción legal. En contexto de maldición divina, זֶרַע enfatiza transmisión genética biológica inevitable que no puede ser evadida mediante arreglos legales.
El término כִּסֵּא דָוִד (kisé David) significa "trono de David" pero implica no solo gobierno político sino legitimidad dinástica hereditaria. Segunda de Samuel 7:13 promete "וְנָכֹנְתִּ֛י אֶת־כִּסֵּ֥א מַמְלַכְתּ֖וֹ עַד־עוֹלָֽם" (‘estableceré su trono real para siempre’). Yirmiyahu/Jeremías 22:30 niega específicamente el derecho de la descendencia de Yejonyah (Jeconías) a יֹשֵׁב עַל־כִּסֵּא דָוִד (sentarse sobre el trono de David). No implica meramente reinar como gobernador, sino derecho dinástico legítimo como monarca de la línea davídica.
El término הוליד (holid) significa "engendró" y es la forma Hifil causativa de ילד (dar a luz). Se usa consistentemente en la genealogía de Mateo para indicar paternidad biológica. El texto de Du Tillet usa הוליד para todos los antecesores hasta Yosef, implicando paternidad física consistente a través de 41 generaciones. El cambio abrupto en el versículo 16 a "איש מרים שממנה נולד" (‘esposo de María de quien nació’) en vez de continuar el patrón "יוסף הוליד את ישוע" es un reconocimiento textual implícito de que Yosef no "engendró" biológicamente a Yeshú HaMamzer, rompiendo así la cadena genealógica.
Conclusión
La inclusión de Yejonyah (Jeconías) en la genealogía de Mateo crea una aporía teológica absolutamente insuperable que destruye la base misma de la pretensión mesiánica de Yeshú. El texto presenta una contradicción cuádruple devastadora. Primero, hay contradicción profética: afirma descendencia davídica a través de una línea explícitamente maldecida y permanentemente excluida del trono davídico por profecía divina irrevocable. Segundo, hay contradicción lógica: requiere que Yosef transmita legitimidad davídica pero simultáneamente afirma que Yosef no es el padre biológico, creando un dilema sin resolución posible donde cualquier opción destruye elementos esenciales de la cristología. Tercero, hay contradicción metodológica: presenta 42 generaciones de paternidad biológica constante usando הוליד para establecer linaje, pero luego niega la paternidad biológica en el eslabón crítico final, haciendo toda la genealogía teológicamente irrelevante. Cuarto, hay contradicción canónica: la genealogía de Lucas evita explícitamente a Yejonyah (Jeconías) usando la línea de Natán, demostrando que los primeros cristianos reconocían el problema mortal pero creando una contradicción interna irreconciliable en el propio Nuevo Testamento.
La cristología cristiana depende fundamentalmente de que Yeshú sea el cumplimiento de la promesa davídica eterna de Segunda de Samuel 7:12-16. Sin descendencia davídica legítima y libre de maldición, Yeshú no puede ser el "hijo de David" prometido, no puede ser el rey mesiánico eterno, y no puede ser el cumplidor de las profecías mesiánicas davídicas de Isaías 9:6-7, 11:1-10, Jeremías 23:5-6 y 33:15-17. El problema de Yejonyah (Jeconías) revela que el Nuevo Testamento intentó construir una cristología que simultáneamente necesita descendencia davídica física para cumplir profecías, necesita evitar paternidad humana para mantener la concepción virginal, y necesita evitar la maldición jeremiana para reclamar legitimidad. Esta triple necesidad es lógicamente imposible de satisfacer, exponiendo que la construcción cristológica del Nuevo Testamento es internamente incoherente y contradictoria con el Tanaj que pretende cumplir. La crítica es devastadora porque no ataca doctrinas periféricas o secundarias, sino el fundamento mismo de la identidad mesiánica de Yeshú: su derecho legal y biológico al trono de David. Sin este derecho fundamental, toda la estructura cristológica elaborada del Nuevo Testamento colapsa completamente como un castillo de naipes sin base.
Análisis de la Segunda Pregunta: La Genealogía Irrelevante
Punto teológico cuestionado
La segunda pregunta ataca la coherencia lógica fundamental de presentar una genealogía detallada de 42 generaciones a través de Yosef cuando el propio texto explícitamente niega que Yosef sea el padre biológico de Yeshú. Esta no es una crítica de detalles menores sino del fundamento estructural mismo del evangelio. El problema es simple pero devastador: si Yosef no es padre de Yeshú, entonces ¿por qué presentar su genealogía como si fuera la genealogía de Yeshu? Es como presentar el árbol genealógico de Juan y luego afirmar que es el linaje de Pedro. La incoherencia es tan obvia que cualquier lector, incluso sin formación teológica avanzada, puede percibirla inmediatamente.
Argumento central de la crítica
El argumento se estructura como una reducción al absurdo que parte de la propia estructura del texto. La primera premisa es que el texto presenta 42 generaciones desde Abraham hasta José usando consistentemente la fórmula "X הוליד את Y" (X engendró a Y), estableciendo una cadena ininterrumpida de paternidad biológica a lo largo de 41 eslabones genealógicos. Esta consistencia metodológica es crucial porque establece el patrón que el lector espera continúe hasta el final.
La segunda premisa es que el versículo 16 rompe dramáticamente el patrón establecido: "יעקב הוליד את יוסף איש מרים שממנה נולד ישוע" (‘Ya’acov engendró a Yosef, esposo de Miriam, de quien nació Yeshú’). El texto continúa diciendo que Ya’acov engendró a Yosef, manteniendo el patrón, pero luego no dice "יוסף הוליד את ישו" (Yosef engendró a Yeshú) como sería de esperar. En su lugar, cambia a una construcción gramatical completamente diferente, identificando a Yosef solo como "esposo de María" y diciendo que Yeshú nació "de ella" usando el pronombre femenino שממנה que explícitamente excluye a Yosef del proceso de engendramiento.
La tercera premisa es que los versículos 18-20 afirman explícita y repetidamente que lo nacido de María es "מרוח הקדש" (de la Inspiración divina), negando categórica y completamente la paternidad biológica de Yosef. El texto no deja ambigüedad en este punto: "מה שנולד ממנה מרוח הקדש הוא" (‘lo que nació de ella es de la Inspiración divina’). Esta triple afirmación (versículos 18, 20 y la implicación del versículo 16) no deja lugar para interpretación alternativa.
La cuarta premisa establece que el propósito fundamental de una תולדות (genealogía) es establecer descendencia biológica y legal de una persona específica. Este es el uso consistente del término en toda la Biblia hebrea. Cuando Génesis dice "אלה תולדות נח" (Estas son las generaciones de Noaj), lo que sigue son los descendientes reales de Noé, no de otra persona. Cuando dice "אלה תולדות תרח" (Estas son las generaciones de Teraj), presenta a los hijos reales de Teraj.
La conclusión lógica es ineludible: si Yosef no es el padre biológico de Yeshú según el propio texto, entonces los 41 eslabones genealógicos anteriores son completamente irrelevantes para establecer el linaje de Yeshú. El texto presenta una genealogía de un hombre que no está genealógicamente conectado al sujeto de la genealogía. La analogía reductora hace esto cristalino: es exactamente equivalente a presentar la genealogía completa de Juan desde Abraham hasta su padre y luego decir "y Juan adoptó a Pedro". La genealogía de Juan no establece absolutamente nada sobre el linaje de Pedro. Pedro no desciende de Abraham a través de Juan simplemente porque Juan lo adoptó. De la misma manera, Yeshú no desciende de David a través de Yosef si Yosef no es su padre biológico.
Referencias bíblicas relevantes
Del texto de Du Tillet, Mateo 1:1 establece el propósito y la promesa: "אלה תולדות ישו בן דוד בן אברהם" (Estas son las generaciones de Yeshú, hijo de David, hijo de Avraham). Esta declaración inicial establece la expectativa clara: lo que seguirá será la genealogía de Yeshú que demuestra su descendencia de David y Avraham. Mateo 1:2-16 presenta toda la cadena genealógica usando הוליד consistentemente 41 veces: "אברהם הוליד את יצחק, יצחק הוליד את יעקב" y así sucesivamente hasta llegar a Yosef. Esta consistencia metodológica refuerza la expectativa de que la cadena continuará de la misma manera hasta Yeshú.
Pero Mateo 1:16 presenta el cambio dramático crucial: "יעקב הוליד את יוסף איש מרים שממנה נולד ישוע" (Ya’acov engendró a Yosef, esposo de Miriam, de quien nació Yeshú). El cambio de הוליד (engendró, voz activa con el padre como sujeto agente) a נולד (nació, voz pasiva con el hijo como sujeto y la madre como origen mediante שממנה) es técnicamente correcto para describir una concepción virginal, pero lógicamente fatal para el propósito genealógico declarado en el versículo 1.
Mateo 1:18-20 completa la negación explícita de paternidad josefina: "מאחר שאמו מרים אורשה ליוסף בטרם הוא בא אליה נמצאה הרה מרוח הקדש" (Después que su madre Miriam fue desposada con Yosef, antes que él viniera a ella, fue hallada encinta de la Inspiración divina). El versículo 20 repite enfáticamente: "כי מרוח הקדש היא הרה" (fue hallada encinta de la Inspiración divina) y "מה שנולד ממנה מרוח הקדש הוא" (lo que nació de ella es de la Inspiración divina). Esta triple afirmación no deja absolutamente ninguna ambigüedad sobre la exclusión total de Yosef del proceso de engendramiento.
Del Tanaj sobre principios genealógicos encontramos que Bemidbar/Números 1:18 establece: "וַיִּתְיַלְד֥וּ עַל־מִשְׁפְּחֹתָ֖ם לְבֵ֣ית אֲבֹתָ֑ם" (registraron sus genealogías según sus familias, según sus casas paternas). El principio es claramente patrilineal. Bemidbar/Números 34:14 especifica: "כִּ֣י לָקְח֞וּ מַטֵּ֨ה בְנֵֽי־הָרֽאוּבֵנִ֜י לְבֵ֣ית אֲבֹתָ֗ם" (la tribu de los hijos de Reuven según sus casas paternas). La transmisión tribal y genealógica es consistentemente por línea paterna en todo el sistema bíblico.
Ezra/Esdras 2:59-62 presenta un caso revelador sobre la importancia crucial de la genealogía paterna verificable: aquellos que no pudieron probar su descendencia paterna fueron excluidos del sacerdocio. No importaba quiénes fueran sus madres o qué tan devotos fueran personalmente; sin genealogía paterna demostrable, no calificaban para el oficio hereditario. Primera de Crónicas capítulos 1-9 presenta genealogías bíblicas exhaustivas que son consistentemente patrilineales sin excepción.
Las implicaciones legales del Tanaj son igualmente claras. Berreshit/Génesis 48:5-6 presenta el único caso que podría parecer "adopción" cuando Jacob dice de Efraím y Menasheh "mío son". Sin embargo, estos eran sus nietos biológicos a través de Yosef, no extraños adoptados. La atribución de Ya’acov era honorífica y espiritual, no genealógica legal que anulara su descendencia real de Yosef. Rut 4:17 dice: "וַתִּקְרֶ֣אנָה ל֣וֹ הַשְּׁכֵנוֹת֮ שֵׁם֒ לֵאמֹ֗ר יֻלַּד־בֵּ֤ן לְנׇעֳמִי֙" (las vecinas le dieron nombre diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí). Pero esto era expresión afectiva y social, no declaración genealógica legal. Oved era biológicamente hijo de Rut y Bo’az, y así es como se cuenta en todas las genealogías posteriores. La atribución a Noemí era honorífica, reconociendo su papel en la historia y su relación emocional con el niño, pero no alteraba la realidad genealógica biológica.
La contradicción y el problema señalado
La incoherencia estructural es múltiple y devastadora. Primero, el propósito genealógico declarado es completamente frustrado. El versículo inicial declara solemnemente "אלה תולדות ישו" (Estas son las generaciones de Yeshú), estableciendo una promesa clara al lector. Pero lo que sigue son las generaciones de Yosef, no de Yeshú. Si alguien preguntara "¿Cuál es tu genealogía?" y tú respondieras presentando la genealogía completa de tu vecino, sería absurdo obvio. Sin embargo, esto es exactamente lo que el texto hace. Promete genealogía de X pero entrega genealogía de Y.
Segundo, hay una inconsistencia terminológica reveladora que el propio texto no puede esconder. Cuarenta y una veces el texto usa la fórmula "X הוליד את Y" (X engendró a Y) para indicar paternidad biológica. Avraham engendró a Yitzjak, Yitzjak engendró a Ya’acov, Ya’acov engendró a Yehudah, y así sucesivamente sin interrupción a través de 41 generaciones. El lector se acostumbra a este patrón rítmico constante. Pero el versículo 16 presenta una ruptura abrupta y dramática del patrón. Dice "יעקב הוליד את יוסף" (Ya’acov engendró a Yosef), continuando el patrón esperado. Pero entonces NO dice "יוסף הוליד את ישו" (Yosef engendró a Yeshú) como el patrón establecido requeriría. En su lugar, cambia completamente la construcción gramatical: "יוסף איש מרים שממנה נולד ישוע" (Yosef esposo de Miriam de quien nació Yeshú).
El cambio de הוליד (engendrar, forma Hifil causativa, voz activa, con el padre como sujeto agente que causa el nacimiento) a נולד (nacer, forma Nifal pasiva, voz pasiva, con el hijo como sujeto y énfasis en quien lo da a luz) es teológicamente intencional para acomodar la doctrina de concepción virginal, pero es lógicamente fatal para el propósito genealógico. Si Yosef no "engendró" a Yeshú en el mismo sentido biológico que Avraham engendró a Yitzjak y que Yitzjak engendró a Ya’acov, entonces la cadena genealógica está rota. No hay conexión del mismo tipo entre Yosef y Yeshú que la que existe entre todos los eslabones previos.
Tercero, la trampa del lenguaje es evidente en el pronombre femenino. El término שממנה (de quien, pronombre relativo con sufijo femenino singular) se refiere explícita e inequívocamente a Miriam (María), no a Yosef. El texto deliberadamente evita conectar a Yosef con el nacimiento de Yeshú usando el verbo הוליד que se usó consistentemente para todos los antecesores. Si el propósito del texto es establecer la genealogía de Yeshú a través de Yosef hasta David y Avraham, ¿por qué evitar cuidadosamente decir que Yosef engendró a Yeshú? La respuesta es obvia: porque Yosef no lo engendró según la doctrina cristiana. Pero si Yosef no lo engendró, entonces ¿por qué son relevantes los 41 eslabones genealógicos anteriores que llevan hasta Yosef?
Cuarto, existe un problema fundamental de relevancia causal. En genealogías bíblicas, cada eslabón es causa biológica necesaria del siguiente. Avraham es causa de Yitzjak, Yitzjak es causa de Ya’acov, Ya’acov es causa de Yehudah, y así sucesivamente en cadena causal ininterrumpida a través de las 41 generaciones hasta Yosef. Pero entre Yosef y Yeshú no hay conexión causal biológica según el propio texto. La cadena está rota. Yosef no causa biológicamente a Yeshú. Por lo tanto, toda la cadena previa es irrelevante para establecer el linaje biológico de Yeshú.
El dilema de la adopción, el argumento cristiano típico de "adopción legal", crea problemas adicionales insuperables. Primero, no hay precedente bíblico para transmisión mesiánica o real adoptiva. Shlomoh reinó como hijo biológico de David, no como hijo adoptivo. Todos los reyes de Judá fueron descendientes biológicos en línea directa. La promesa de Segunda de Shmuel 7:12 usa lenguaje explícitamente biológico: "אֲשֶׁר יֵצֵא מִמֵּעֶיךָ" (que saldrá de tus entrañas). Las palabras זֶרַע (simiente) y מֵעֶיךָ (entrañas) no pueden referirse a relación legal o adoptiva; son términos biológicos físicos inequívocos.
Segundo, la adopción legal requeriría algún acto formal ceremonial. No hay descripción de ceremonia de adopción en el texto de Mateo. Yosef inicialmente planeaba divorciarse secretamente de María, no adoptar entusiastamente al niño. Solo por “intervención angélica sobrenatural” aceptó la situación. Esto difícilmente constituye la base para una adopción legal formal y vinculante según las costumbres judías. No hay ceremonia de circuncisión con declaración pública de paternidad. No hay presentación en el Templo donde Yosef reclame formalmente paternidad legal. El texto simplemente no proporciona evidencia de adopción formal.
Tercero, la paradoja adoptiva es lógicamente insuperable. Si la adopción transmite legitimidad davídica plena, entonces ¿por qué era teológicamente necesaria la concepción virginal? Si Yosef puede transmitir derecho davídico sin ser padre biológico mediante adopción, la concepción virginal es superflua para establecer identidad mesiánica. Si la adopción NO transmite legitimidad dinástica real completa, entonces la genealogía completa es inútil para establecer las credenciales mesiánicas de Yeshú. Si Yosef puede transmitir derecho davídico sin ser padre biológico, entonces cualquiera podría ser declarado "Mesías" mediante el simple expediente de adopción por algún davidida. Esto trivializa completamente las profecías sobre el Mesías que debe venir de la "simiente de David".
Conclusión
La segunda pregunta polémica expone una incoherencia lógica absolutamente fundamental en la estructura misma del Evangelio de Mateo que no puede ser explicada o racionalizada sin admitir error grave. El texto solemnemente promete dar "תולדות ישו" (las generaciones de Yeshú), estableciendo una expectativa clara y legítima en el lector. Pero lo que luego proporciona son las generaciones de Yosef, no de Yeshú, mientras simultánea y explícitamente niega que Yosef sea el padre de Yeshú mediante triple afirmación de concepción "del Espíritu Santo". Esto crea una aporía genealógica absolutamente irresoluble que destruye el propósito declarado del texto.
Primero, hay promesa incumplida flagrante. El título "אלה תולדות ישו בן דוד בן אברהם" (Estas son las generaciones de Yeshú, hijo de David, hijo de Avraham) establece que el texto presentará la genealogía de Yeshú demostrando su descendencia de David y Avraham. Pero lo que sigue es la genealogía de otro hombre completamente diferente, Yosef. Es como si un libro titulado "Autobiografía de Juan" resultara ser en realidad la biografía de Pedro. El texto no entrega lo que promete.
Segundo, hay ruptura metodológica obvia y flagrante. Cuarenta y una generaciones consecutivas usan consistentemente el verbo הוליד (engendró) estableciendo paternidad biológica en cadena ininterrumpida. Este patrón rítmico constante establece expectativa que continuará hasta el final. Pero el versículo 16 rompe dramáticamente el patrón sin explicación, revelando mediante el cambio gramatical mismo que Yosef no engendró a Yeshú en el mismo sentido biológico que Avraham engendró a Yitzjak o que David engendró a Shlomoh. Esta ruptura metodológica en el eslabón final crítico destruye la validez de toda la cadena como genealogía de Yeshú.
Tercero, hay admisión textual explícita y repetida de irrelevancia genealógica. Los versículos 18-20 afirman tres veces separadas que Yeshú no es hijo de Yosef sino que fue concebido "מרוח הקדש" (de la Inspiración divina). Esta triple afirmación hace los 41 eslabones genealógicos anteriores completamente irrelevantes para establecer el linaje biológico real de Yeshú. Si Yosef no es padre biológico, entonces la genealogía de Yosef no establece absolutamente nada sobre el linaje de Yeshú.
Cuarto, hay ruptura de conexión causal biológica. En genealogías bíblicas, cada generación causa biológicamente la existencia de la siguiente en cadena causal ininterrumpida. Avraham causa a Yitzjak, Yitzjak causa a Ya’acov, Ya’acov causa a Yehudah, y así sucesivamente sin interrupción a través de 41 generaciones hasta Yosef. Pero entre Yosefy Yeshú no hay conexión causal biológica según el propio texto. La cadena causal está rota en el punto más crítico. Yosef no causa biológicamente a Yeshú. Por lo tanto, toda la cadena genealógica previa es irrelevante para establecer el origen biológico de Yeshú.
Las implicaciones para la coherencia de la cristología son devastadoras y múltiples. Esta contradicción fundamental destruye varios pilares cristológicos esenciales simultáneamente. Primero, sin genealogía válida conectando biológicamente a Yeshú con David, no hay cumplimiento de Segunda de Samuel 7:12 que promete específicamente: "אֲשֶׁר יֵצֵא מִמֵּעֶיךָ" (que saldrá de tus entrañas). Este lenguaje es explícitamente biológico físico y no puede ser espiritualizado o legalizado sin violencia obvia al texto.
Segundo, las profecías mesiánicas sobre "זֶרַע דָוִד" (simiente de David) en Jeremías 23:5 y 33:15, sobre "חֹטֶר מִגֵּזַע יִשָׁי" (retoño del tronco de Yishaí) en Isaías 11:1, y sobre "צֶמַח" (renuevo) en Zacarías 3:8 y 6:12 todas usan lenguaje orgánico biológico que no puede cumplirse mediante adopción legal artificial. Un retoño debe crecer orgánicamente de las raíces del árbol; no puede ser injertado artificialmente mediante decreto legal y aún satisfacer la profecía.
Tercero, la identidad mesiánica fundamental colapsa. El título "בן דוד" (hijo de David) aplicado prominentemente a yeshú en Mateo 1:1 queda completamente sin fundamento o justificación. Sin descendencia davídica comprobable mediante genealogía válida, Yeshú no puede ser el Mashiaj prometido según los propios criterios establecidos por las Escrituras hebreas que los cristianos afirman que se cumplen en Yeshú.
Cuarto, la confiabilidad completa del evangelio queda cuestionada. La incoherencia estructural tan obvia y flagrante (prometer genealogía de X pero entregar genealogía de Y) sugiere fuertemente que el autor manipuló y forzó el material histórico disponible para servir necesidades teológicas preconcebidas. Si el autor es capaz de presentar tan obviamente genealogía de una persona como si fuera genealogía de otra persona diferente, ¿qué otra manipulación de hechos históricos está dispuesto a realizar para servir agenda teológica? La confiabilidad histórica de todo el evangelio queda en duda.
La trampa lógica es absolutamente sin escape posible. Los cristianos enfrentan un trilema imposible donde todas las opciones son destructivas. Opción A: José es el padre biológico de Yeshú en el mismo sentido que todos los antecesores previos. Entonces Yeshú desciende legítimamente de David mediante conexión biológica real, pero entonces no hay concepción virginal en absoluto, destruyendo doctrina cristológica central. Opción B: Yosef no es padre biológico, preservando así la doctrina de concepción virginal. Entonces la genealogía de Yosef es completamente irrelevante para Yeshú, no hay prueba de descendencia davídica, y Yeshú no puede ser el Mashiaj según criterios bíblicos. Opción C: Adopción legal transmite legitimidad dinástica plena. Pero entonces no hay precedente bíblico para esto, hace todas las profecías sobre "simiente" vagas y sin sentido, y aún hereda la maldición de Jeconías mediante la misma transmisión legal.
No existe Opción D que preserve simultáneamente todos los elementos absolutamente esenciales: concepción virginal genuina, descendencia davídica legítima demostrable, y coherencia lógica interna del texto. Los tres no pueden coexistir. El texto debe sacrificar al menos uno, y cualquiera que se sacrifique destruye elementos esenciales de la cristología ortodoxa.
La pregunta polémica judía es devastadora precisamente porque no ataca doctrinas complejas teológicas abstractas o interpretaciones alegóricas sutiles que requieren sofisticación hermenéutica para comprender. Ataca la lógica básica obvia del texto que está en la superficie misma: "Si estas son las generaciones de Yeshú, ¿por qué das las generaciones de Yosef? Y si Yosef no es su padre como tú mismo afirmas tres veces, ¿por qué son relevantes las generaciones de Yosef para establecer el linaje de Yeshú?" Esta pregunta simple y directa expone que todo el edificio cristológico elaborado está construido sobre una base genealógica que el propio texto admite explícitamente ser completamente irrelevante para Yeshú. La contradicción no podría ser más obvia o más fatal.
4. Análisis de la Tercera Pregunta: La "Almah" y el Contexto Histórico de Isaías
Punto teológico cuestionado
La tercera pregunta polémica ataca directamente el fundamento escritural mismo de la doctrina cristiana de concepción virginal mediante un análisis del uso cristiano de Isaías 7:14. El ataque es doble y coordinado. Primero cuestiona la traducción e interpretación de la palabra hebrea עַלְמָה (almah) como "virgen" en vez de simplemente "mujer joven", exponiendo que esta traducción es lingüísticamente injustificable. Segundo demuele la aplicación de una señal claramente dirigida al rey Ajaz en el siglo octavo antes de la era común a un evento supuestamente ocurrido más de setecientos años después en el siglo primero de la era común. El argumento muestra que los cristianos han arrancado violentamente un versículo de su contexto histórico obvio e inmediato y lo han forzado a significar algo completamente diferente de lo que claramente significa en contexto.
Argumento central de la crítica
El argumento se estructura como doble reducción al absurdo, atacando simultáneamente el problema semántico-lingüístico y el problema contextual-temporal. El primer argumento sobre la contradicción semántica de עלמה procede de la siguiente manera. El texto de Du Tillet en Mateo 1:22-23 cita Isaías 7:14 como: "הנה העלמה הרה ויולדת בן" (He aquí que la almah está embarazada y dará a luz un hijo). Pero el término עַלְמָה en hebreo bíblico significa "mujer joven en edad de casarse", no necesariamente ni técnicamente "virgen". Para expresar "virgen" de manera inequívoca, el hebreo bíblico usa el término técnico-legal בְּתוּלָה, como en Génesis 24:16 que define explícitamente: "וְהַֽנַּעֲרָ֗ טֹבַ֤ת מַרְאֶה֙ מְאֹ֔ד בְּתוּלָ֕ה וְאִ֥ישׁ לֹא־יְדָעָ֖הּ" (Y la joven era muy hermosa, virgen, y ningún hombre la había conocido). El texto define explícitamente qué significa בְּתוּלָה: una mujer que ningún hombre ha conocido sexualmente.
Además, el texto de Yeshayah/Isaías usa participios presentes que crean una imposibilidad lógica si se interpreta como "virgen". La palabra הרה (harah) es participio presente que significa "está embarazada" en tiempo presente, no "estará embarazada" en tiempo futuro. La palabra יולדת (yoledet) es también participio que significa "da a luz" o "dará a luz". Si una mujer ya "está embarazada" en el momento presente, entonces la concepción ya ocurrió en el pasado. Una mujer que ya está embarazada no puede ser virgen en el momento presente porque ya ha concebido. La interpretación cristiana crea así un oxímoron biológico imposible: una "virgen-embarazada" que simultáneamente es virgen y está embarazada. O era virgen antes del embarazo pero entonces no es señal de concepción virginal durante el embarazo, o está embarazada ahora pero entonces ya no es virgen. No puede ser ambas cosas simultáneamente.
El segundo argumento sobre la contradicción contextual-temporal es igualmente devastador. Isaías 7:14 fue pronunciado específicamente al rey Ajaz que reinó del 735 al 715 antes de la era común como señal durante la crisis siro-efraimita cuando los reyes de Siria e Israel atacaron Judá conjuntamente. El versículo 16 establece explícitamente el marco temporal inmediato: "כִּי בְּטֶרֶם יֵדַע הַנַּעַר מָאֹס בָּרָע וּבָחוֹר בַּטּוֹב תֵּעָזֵב הָאֲדָמָה אֲשֶׁר אַתָּה קָץ מִפְּנֵי שְׁנֵי מְלָכֶיהָ" (Porque antes que el niño sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno, será abandonada la tierra cuyos dos reyes temes). Esto significa que antes que el niño tenga aproximadamente dos o tres años de edad, tiempo necesario para desarrollar discernimiento moral básico, los dos reyes enemigos serán derrotados. Históricamente esto ocurrió en 732 antes de la era común cuando el rey asirio Tiglat-pileser III conquistó Damasco y mató al rey Rezín, y cuando Peka rey de Israel fue asesinado. El cumplimiento histórico ocurrió dentro de tres a cinco años de la profecía.
Una señal (אוֹת) que ocurre setecientos años después no es señal útil para Ajaz en crisis militar inmediata. Sería completamente irrelevante para su situación. Una señal debe ser verificable por el receptor para funcionar como confirmación del mensaje profético. Una señal que el receptor nunca verá porque ocurrirá siglos después de su muerte es absurda como señal. Además, Isaías 8:3-4 identifica explícitamente el cumplimiento inmediato: el hijo que Isaías engendra con "la profetisa" es la señal prometida. El texto bíblico mismo proporciona el cumplimiento histórico inmediato, haciendo imposible la aplicación a Yeshú sin violar violentamente el contexto textual obvio.
Referencias bíblicas relevantes
Del texto de Du Tillet, Mateo 1:22-23 cita Isaías: "וכל זה למלאות מה שנאמר מאת ייי על ידי הנביא ישעיה לאמר הנה העלמה הרה ויולדת בן וקראת שמו עמנואל" (Y todo esto para cumplir lo que fue dicho por Yahveh a través del profeta Isaías diciendo: He aquí la almah está embarazada y dará a luz un hijo y llamarás su nombre EmanuEl). Esta cita es selectiva y des-contextualizada, omitiendo deliberadamente los versículos circundantes que establecen el contexto histórico y el marco temporal.
Del Tanaj, el contexto completo de Isaías 7 es absolutamente crucial para entender el significado correcto. Isaías 7:10-14 presenta el contexto de la señal ofrecida a Ajaz. Isaías 7:14 en el texto hebreo masorético dice: "לָכֵן֩ יִתֵּ֨ן אֲדֹנָ֥י ה֛וּא לָכֶ֖ם א֑וֹת הִנֵּ֣ה הָעַלְמָ֗ה הָרָה֙ וְיֹלֶ֣דֶת בֵּ֔ן וְקָרָ֥את שְׁמ֖וֹ עִמָּ֥נוּ אֵֽל" (Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la almah está embarazada y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel). Los versículos 15-16 establecen inmediatamente el marco temporal: "חֶמְאָ֥ה וּדְבַ֖שׁ יֹאכֵ֑ל לְדַעְתּ֛וֹ מָא֥וֹס בָּרָ֖ע וּבָח֥וֹר בַּטּֽוֹב כִּ֠י בְּטֶ֨רֶם יֵדַ֥ע הַנַּ֛עַר מָאֹ֥ס בָּרָ֖ע וּבָחֹ֣ר בַּטּ֑וֹב תֵּעָזֵ֤ב הָאֲדָמָה֙ אֲשֶׁ֣ר אַתָּ֣ה קָ֔ץ מִפְּנֵ֖י שְׁנֵ֥י מְלָכֶֽיהָ" (Mantequilla y miel comerá hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno. Porque antes que el niño sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno, será abandonada la tierra de la cual tú temes a causa de sus dos reyes).
Isaías 8:3-4 proporciona el cumplimiento histórico inmediato explícito: "וָאֶקְרַב֙ אֶל־הַנְּבִיאָ֔ה וַתַּ֖הַר וַתֵּ֣לֶד בֵּ֑ן... כִּ֗י בְּטֶ֙רֶם֙ יֵדַ֣ע הַנַּ֔עַר קְרֹ֖א אָבִ֣י וְאִמִּ֑י יִשָּׂ֣א ׀ אֶת־חֵ֣יל דַּמֶּ֗שֶׂק וְאֶת־שְׁלַ֤ל שֹׁמְרוֹן֙ לִפְנֵ֖י מֶ֥לֶךְ אַשּֽׁוּר" (Y me acerqué a la profetisa, y ella concibió y dio a luz un hijo... Porque antes que el niño sepa decir "padre mío" y "madre mía", las riquezas de Dameshek y el botín de Shomrón serán llevados delante del rey de Ashur). El paralelismo entre los dos pasajes es obvio e intencional: en ambos casos un niño nacerá y antes que alcance cierta edad (discernimiento moral en capítulo 7, habilidad de hablar en capítulo 8), los enemigos de Judá serán derrotados. El texto bíblico mismo identifica el cumplimiento de la profecía en el hijo de Isaías con la profetisa.
El uso de עלמה en el Tanaj completo confirma que no es término técnico para "virgen". Génesis 24:43 llama a Rebeca עַלְמָה antes de su matrimonio, pero Génesis 24:16 ya la había llamado בְּתוּלָה (virgen) con definición explícita "y ningún hombre la había conocido". Si עַלְמָה fuera sinónimo exacto de בְּתוּלָה, la definición adicional en el versículo 16 sería redundante. El hecho de que el texto use ambos términos y defina explícitamente בְּתוּלָה demuestra que tienen rangos semánticos diferentes. Shemot/Éxodo 2:8 usa עלמה para la hermana de Mosheh (Moíses) que probablemente era niña joven. Mishlei/Proverbios 30:19 habla de "דֶּרֶךְ גֶּבֶר בְּעַלְמָה" (el camino del hombre con una almah), y el contexto sugiere cortejo sexual, no necesariamente virginidad técnica. Shir haShiririm / Cantar de los Cantares 1:3 dice "עֲלָמוֹת אֲהֵבוּךָ" (las alamot te aman), refiriéndose a jóvenes doncellas en contexto de amor romántico. Shir haShiririm / Cantar de los Cantares 6:8 menciona עֲלָמוֹת en paralelo con reinas y concubinas. Tehilim / Salmos 68:26 menciona "עֲלָמוֹת תֹּפְפוֹת" (alamot tocando panderos). La conclusión lingüística basada en todo el uso bíblico es clara: עַלְמָה significa simplemente mujer joven en edad núbil, no término técnico legal para virginidad.
En contraste, el uso de בתולה (betulah) en el Tanaj consistentemente significa "virgen" en sentido técnico legal. Génesis 24:16 proporciona la definición explícita ya citada. Vaicra/Levítico 21:3, 13-14 usa בְּתוּלָה en contexto legal sobre qué tipo de mujer puede casarse el sumo sacerdote. Devarim/Deuteronomio 22:13-21 presenta leyes detalladas sobre בְּתוּלָה, incluyendo pruebas físicas de virginidad y penalidades por falsas acusaciones. El versículo 23 habla de "נַעֲרָ֤ בְתוּלָ֙ה֙ מְאֹרָשָׂ֔ה" (joven virgen desposada) y el versículo 28 de "נַעֲרָ֤ בְתוּלָ֙ה֙ אֲשֶׁ֣ר לֹא־אֹרָ֔שָׂה" (joven virgen que no está desposada). Joel 1:8 usa una expresión poética: "אֱלִ֕י כִּבְתוּלָ֥ה חֲגֻֽרַת־שַׂ֖ק עַל־בַּ֥עַל נְעוּרֶֽיהָ" (Lamenta como virgen ceñida de cilicio por el esposo de su juventud). El punto crítico es que si Yeshayah/Isaías hubiera querido decir inequívocamente "virgen" en sentido técnico, habría usado בְּתוּלָה que es el término establecido y preciso. El hecho de que usó עַלְמָה en vez de בְּתוּלָה demuestra que no quería enfatizar virginidad técnica sino simplemente juventud.
La contradicción y el problema señalado
El problema lingüístico-semántico tiene múltiples capas de complejidad. Primero, existe la falsa equivalencia que los cristianos hacen entre עלמה y "virgen". La Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento hebrea producida por judíos entre los siglos tercero y segundo antes de la era común, traduce עַלְמָה como παρθένος (parthenos) en Isaías 7:14. Los cristianos señalan esto como evidencia de que judíos antiguos entendían que עַלְמָה significaba "virgen". Pero esta apelación a la Septuaginta es problemática por múltiples razones. La Septuaginta no es autoritativa sobre el significado del texto hebreo original; es una traducción que refleja las decisiones interpretativas de los traductores, no necesariamente el significado léxico preciso del hebreo original. En otros lugares la Septuaginta traduce בְּתוּלָה también como παρθένος, mostrando que los traductores no distinguían consistentemente entre los dos términos hebreos. Además, παρθένος en griego koiné tiene rango semántico más amplio que "virgen técnica" y puede significar simplemente "mujer joven" o "doncella" en algunos contextos literarios.
Yoel/Joel 1:8 presenta un caso revelador. La Septuaginta traduce "כִּבְתוּלָה חֲגֻרַת־שַׂק עַל־בַּעַל נְעוּרֶיהָ" usando παρθένος para בְּתוּלָה, pero el texto habla de esta παρθένος lamentando "por el esposo de su juventud". Una virgen técnica que nunca ha tenido relaciones sexuales no tendría esposo, especialmente no "esposo de su juventud". Esto demuestra que παρθένος en la Septuaginta no siempre significa "virgen técnica" en sentido estricto. El Nuevo Testamento griego sigue la Septuaginta en vez del texto hebreo masorético, pero esto no valida la traducción. El contexto hebreo original es autoritativo, no una traducción griega posterior. Si hay conflicto entre el texto hebreo y su traducción griega, el hebreo tiene prioridad absoluta como lengua original de la profecía.
Segundo, existe un problema gramatical devastador del tiempo verbal. El texto hebreo masorético dice "הָעַלְמָה הָרָה וְיֹלֶדֶת". La palabra הָרָה (harah) es participio femenino Qal que normalmente indica estado presente o futuro inmediato: "está embarazada" más que "estará embarazada" en futuro distante. El uso del participio sugiere acción presente o inminente, no acción en futuro lejano de setecientos años. Si la mujer ya "está embarazada" como el participio presente naturalmente indica, entonces la concepción ya ocurrió en el pasado. No puede ser virgen en el momento presente de la señal si ya está embarazada. La concepción debe haber precedido el embarazo, y por lo tanto su virginidad, si alguna vez existió, fue en el pasado, no en el presente de la señal.
Tercero, surge la imposibilidad lógica del oxímoron "virgen embarazada". Si aceptamos la interpretación cristiana de que עַלְמָה significa "virgen" en sentido técnico, y si aceptamos que הָרָה significa "está embarazada" en tiempo presente, entonces el texto describe una "virgen que está embarazada". Pero esto es contradicción en términos biológicos. Una mujer embarazada ya no es virgen porque la concepción necesariamente implica que ya ocurrió el acto que termina la virginidad, sea ese acto natural o, según la teología cristiana, sobrenatural. La única manera de resolver esta contradicción imposible es mediante una de tres opciones, todas problemáticas. Opción A: forzar הָרָה a significar futuro "estará embarazada" en vez de presente "está embarazada", pero esto viola la gramática hebrea natural del participio. Opción B: admitir que עַלְמָה no significa "virgen técnica" sino simplemente "mujer joven", pero esto colapsa la interpretación cristiana completa. Opción C: admitir que el texto describe concepción natural de una mujer joven, pero esto colapsa la doctrina de concepción virginal completamente.
El problema contextual-histórico es igualmente devastador y quizás aún más obvio. Primero, la señal es claramente para Acaz en su situación inmediata, no para el futuro distante. Isaías 7:10-11 registra que el Eterno ordenó a Ajaz: "שְׁאַל־לְךָ֤ אוֹת֙ מֵעִ֣ם יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֔יךָ הַעְמֵ֥ק שְׁאָ֖לָה א֥וֹ הַגְבֵּ֥הַּ לְמָֽעְלָה" (Pide para ti una señal del Eterno tu Dios, sea en lo profundo del Sheol o en lo alto del cielo). Ajaz rechaza pedir señal en el versículo 12, diciendo que no tentará al Eterno. Entonces Dios decide dar señal de todos modos en el versículo 14. Pero ¿qué utilidad posible tiene una señal que ocurrirá setecientos años después para Ajaz que está bajo ataque militar inmediato? Una אוֹת (señal) debe ser verificable y relevante para el receptor para funcionar como confirmación del mensaje profético. Una señal que el receptor nunca verá porque ocurrirá siglos después de su muerte es completamente absurda e inútil como señal. Sería como si alguien dijera "Te daré una señal para confirmar mi mensaje: dentro de setecientos años algo ocurrirá". Esto no confirma nada para el receptor presente.
Segundo, el marco temporal explícito en el texto hace imposible la aplicación a Yeshú. Isaías 7:15 dice que el niño "חֶמְאָ֥ה וּדְבַ֖שׁ יֹאכֵ֑ל לְדַעְתּ֛וֹ מָא֥וֹס בָּרָ֖ע וּבָח֥וֹר בַּטּֽוֹב" (mantequilla y miel comerá hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno). Esto describe el desarrollo normal de un niño pequeño. El versículo 16 establece el límite temporal preciso: "כִּ֠י בְּטֶ֨רֶם יֵדַ֥ע הַנַּ֛עַר מָאֹ֥ס בָּרָ֖ע וּבָחֹ֣ר בַּטּ֑וֹב תֵּעָזֵ֤ב הָאֲדָמָה֙ אֲשֶׁ֣ר אַתָּ֣ה קָ֔ץ מִפְּנֵ֖י שְׁנֵ֥י מְלָכֶֽיהָ" (Porque antes que el niño sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno, será abandonada la tierra de la cual tú temes a causa de sus dos reyes). Los "dos reyes" son explícitamente identificados en Isaías 7:1-2 como Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías rey de Israel, quienes formaron alianza militar contra Judá. El texto promete que antes que el niño alcance edad de discernimiento moral básico (aproximadamente dos a tres años), estos dos reyes enemigos serán derrotados.
Históricamente esto se cumplió exactamente. Rezín fue muerto por Tiglat-pileser III rey de Asiria en 732 antes de la era común cuando conquistó Damasco. Peka fue asesinado en 732 antes de la era común en conspiración interna. Ambos reyes enemigos fueron eliminados dentro de tres a cinco años de la profecía, exactamente como prometido. Aplicar este marco temporal a Yeshú hace la profecía temporalmente absurda. ¿Los dos reyes serían derrotados setecientos años después? Esto destruye completamente el propósito y naturaleza de la señal.
Tercero, el cumplimiento inmediato explícito en Isaías 8 cierra cualquier posibilidad de aplicación a Yeshú sin violencia textual obvia. Isaías 8:1-4 registra que el Eterno ordenó a Isaías tomar rollo grande y escribir en él "מַהֵר שָׁלָל חָשׁ בַּז" (Maher-salal-jas-baz: "Apresura botín, acelera presa"). Luego el versículo 3 dice: "וָאֶקְרַב֙ אֶל־הַנְּבִיאָ֔ה וַתַּ֖הַר וַתֵּ֣לֶד בֵּ֑ן" (Y me acerqué a la profetisa, y ella concibió y dio a luz un hijo). El término "la profetisa" (הַנְּבִיאָה) con el artículo definido sugiere que es persona conocida en el contexto, probablemente la esposa de Isaías. El versículo 4 establece el marco temporal paralelo: "כִּ֗י בְּטֶ֙רֶם֙ יֵדַ֣ע הַנַּ֔עַר קְרֹ֖א אָבִ֣י וְאִמִּ֑י יִשָּׂ֣א ׀ אֶת־חֵ֣יל דַּמֶּ֗שֶׂק וְאֶת־שְׁלַ֤ל שֹׁמְרוֹן֙ לִפְנֵ֖י מֶ֥לֶךְ אַשּֽׁוּר" (Porque antes que el niño sepa decir "padre mío" y "madre mía", las riquezas de Damashek y el botín de Shomrón serán llevados delante del rey de Ashur).
El paralelismo entre Isaías 7 e Isaías 8 es obvio, intencional y explícito. En ambos pasajes: un niño nacerá, antes que el niño alcance cierta edad de desarrollo (discernimiento moral en capítulo 7, habilidad de hablar en capítulo 8), los enemigos específicos de Judá (los dos reyes en capítulo 7, Damashek y Shomrón en capítulo 8) serán derrotados por Ashur/Asiria. El texto bíblico mismo identifica el cumplimiento de la señal de 7:14 en el hijo que Isaías engendra con la profetisa en 8:3. Ignorar este cumplimiento textual explícito es eiségesis deshonesta, no exégesis fiel.
Cuarto, el problema del nombre ImanuEl no cumplido crea dificultad adicional. Isaías 7:14 dice: "וְקָרָ֥את שְׁמ֖וֹ עִמָּ֥נוּ אֵֽל" (y llamará su nombre Emanuel). Mateo 1:23 cita esto como "וקראת שמו עמנואל" (y llamarás su nombre Emanuel). Pero Mateo 1:21 registra que el ángel ordenó a Yosef: "וְקָרָ֥אתָ אֶת־שְׁמ֖וֹ יֵשׁ֑וּעַ כִּ֣י ה֗וּא יוֹשִׁ֛יעַ אֶת־עַמּ֖וֹ מִכׇּל־חַטֹּאתָֽם" (y llamarás su nombre Yeshua porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados). El versículo 25 confirma que Yosef obedeció: "וַיִּקְרָ֥א אֶת־שְׁמ֖וֹ יֵשֽׁוּעַ" (y llamó su nombre Yeshua). Yeshú nunca fue llamado ImanuEl en ningún momento de su vida según los propios evangelios. Fue llamado Yeshú o Jesús consistentemente.
Los apologistas cristianos responden que "Emanuel" no es nombre propio literal sino título teológico que significa "Dios con nosotros". Pero esta es racionalización post-hoc. El texto dice claramente "וְקָרָ֥את שְׁמ֖וֹ" (llamarás su nombre), usando el término שֵׁם (nombre), no "título" o "significado". En hebreo bíblico, la frase "קָרָא שֵׁם" consistentemente significa nombrar literalmente, como en Génesis 4:25-26 donde Hava/Eva nombra a Set y se comienza a invocar el nombre del Eterno, o Génesis 5:2-3 donde Adám nombra a la humanidad y luego engendra hijo a su semejanza y le nombra Set. Los nombres proféticos en Isaías fueron usados realmente como nombres literales. Isaías 7:3 menciona a Shear-yashub (שְׁאָר יָשׁוּב) hijo de Isaías, que realmente llevó ese nombre profético. Isaías 8:3 registra que el hijo de Isaías con la profetisa recibió el nombre profético Maher-salal-jas-baz (מַהֵר שָׁלָל חָשׁ בַּז), y este fue su nombre real usado. Hoshea/Oseas 1:4, 6, 9 registra que los hijos del profeta Oseas recibieron nombres proféticos Jezreel, Lo-ruhama y Lo-ammi, y estos fueron sus nombres reales.
Si "Emanuel" fuera solo título teológico significando "Dios con nosotros" en sentido general, entonces cualquier judío devoto o cualquier momento de presencia divina con Israel podría ser llamado "Emanuel". El nombre perdería especificidad profética completamente. Además, Mateo mismo crea inconsistencia interna. El versículo 21 explica que se llamará Yeshua "porque él salvará a su pueblo de sus pecados", dando etimología del nombre Yeshua (de raíz ישע "salvar") según el mismo texto de Du Tillet. Pero el versículo 23 dice que se llamará Emanuel. Mateo no puede decidir consistentemente cuál es el nombre profético cumplido. Esta inconsistencia interna expone la manipulación textual del autor tratando de forzar múltiples "cumplimientos" de textos diferentes.
El problema de consistencia interpretativa se manifiesta en la selectividad hermenéutica arbitraria y deshonesta. Los cristianos insisten en cumplimiento literal de Isaías 7:14 en Yeshú como evento real histórico. Pero ignoran completamente el cumplimiento contextual inmediato explícito en Isaías 8. Aceptan un marco temporal de setecientos años para el versículo 14 a pesar de que el texto no menciona ningún período tan largo. Pero ignoran el marco temporal explícito de dos a tres años claramente establecido en los versículos 15-16. Esto es eiségesis pura (leer dentro del texto significados preconcebidos) en vez de exégesis fiel (leer desde el texto su significado natural).
El problema del supuesto "doble cumplimiento" es igualmente problemático. La apologética cristiana a veces argumenta que las profecías pueden tener "doble cumplimiento" donde hay cumplimiento inmediato histórico (peshat, sentido llano) y también cumplimiento futuro mesiánico (derash, interpretación homilética). Pero el peshat (sentido llano) de Isaías 7 es clara y obviamente histórico-inmediato referente a la crisis del siglo octavo antes de la era común. No hay indicación textual de ningún segundo cumplimiento futuro. El texto no dice "esto se cumplirá ahora y también en el futuro distante". No usa lenguaje de doble referencia. El "doble cumplimiento" es inventado para resolver la contradicción entre lo que el texto claramente significa en contexto y lo que los cristianos necesitan que signifique para su doctrina. No es derivado del texto sino impuesto sobre el texto.
Si cualquier texto puede tener "doble cumplimiento" no-indicado textualmente, entonces toda hermenéutica bíblica colapsa en caos interpretativo. Cualquier profecía podría tener infinitos "cumplimientos" no-mencionados en el texto. Cualquier secta podría reclamar que cualquier texto se "cumple" en su líder o evento favorito mediante "cumplimiento secundario" no-indicado. Esto destruye significado estable de texto bíblico y hace imposible verificar o falsificar pretensiones de cumplimiento profético. La hermenéutica del "doble cumplimiento" es esencialmente licencia para ignorar el significado contextual claro e imponer significados arbitrarios.
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Notas
1. Yeshú - El manuscrito alterna entre las formas Yeshú (ישו) y Yeshúa (ישוע).
2. Tamar - Referencia a Génesis 38. Notable la inclusión de mujeres en la genealogía, inusual para las genealogías judías tradicionales que típicamente solo mencionaban la línea masculina.
3. Rajav - Probable referencia a Rahab de Yericó (Yehoshúa/Josué 2), aunque la tradición rabínica no conecta explícitamente a Rajav con Boaz.
4. Rut - La moabita, cuya historia se narra en el libro de Rut. Segunda mujer gentil mencionada en la genealogía.
5. La mujer de Uriyah - Bat-Sheva, referida indirectamente por su primer matrimonio (ver Bet Shmuel / 2 Samuel 11-12). El texto evita usar su nombre propio, enfatizando el aspecto problemático de su unión con David.
6. Bavel - Babilonia. Referencia al exilio babilónico del 586 a.e.c.
7. Miriam - Forma hebrea de María. El texto especifica cuidadosamente que Yosef es "esposo de Miriam" (ish Miriam) pero no que él "engendró" (holid) a Yeshú, rompiendo el patrón genealógico.
8. Yeshúa - Aquí se usa la forma completa del nombre.
9. Mashíaj - משיח, "ungido", transliterado del hebreo. Término técnico que en el contexto judío se refiere al rey davídico esperado que restaurará el reino de Israel.
10. Desposada - אורשה (orashah), de la raíz aras (ארש), término legal para el primer estadio del matrimonio judío (erusin o kidushin), en el cual la pareja está legalmente casada pero aún no cohabita.
11. Ruaj HaKodesh - רוח הקדש, literalmente "Inspiración divina". En la literatura judía, se refiere a la inspiración divina o presencia profética de Di-s, no como una entidad separada sino como la presencia activa del Eterno, ver. Mishnah Sotah 9:15.
12. Tzadik - צדיק, "justo", término que denota a alguien que actúa de acuerdo con la halajá (ley judía) y los principios éticos del judaísmo.
13. Yeshúa - El texto explica explícitamente la etimología: "porque él salvará (yoshia') a su pueblo". Juego de palabras basado en la raíz hebrea yasha'.
14. El Eterno - Traducción de las tres yuds (ייי), abreviación del Tetragrámaton que se usa en manuscritos hebreos para evitar escribir el nombre divino completo.
15. Almah - עלמה, "mujer joven" o "doncella". Cita de Isaías 7:14. El término hebreo almah no especifica necesariamente virginidad (para lo cual el hebreo tiene betulah, בתולה), sino que se refiere a una mujer joven en edad de casarse.
16. Imanuel - עמנואל, "Dios con nosotros" (El imanu). Nombre simbólico de la profecía de Isaías 7:14, originalmente dirigida al rey Ajaz en el contexto del siglo VIII a.e.c.
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