9/15/2020

¿La Epístola de Santiago en hebreo? ¿El nuevo descubrimiento de los mesiánicos?

BS"D



A 15 años del “descubrimiento” que tuviera el caraita Nehemia Gordón con el texto hebreo de Shem Tov y el supuesto texto “original” del Evangelio Hebreo de Mateo, pareciera que hoy los misioneros mesiánicos en un nuevo ánimo de vender humo, pretenden volver a engañar tanto a judíos como no-judíos sobre un supuesto manuscrito hebreo de la Epístola de Santiago y de Judas


Recordemos que a finales del siglo XX, los nacientes grupos mesiánicos en América, como en Israel pretendían “hebraizar” todo el Nuevo Testamento, por lo que recurrieron a viejas traducciones del Nuevo Testamento. Se tiene conocimiento que tales traducciones de aquel libro se han venido desarrollando desde la media Edad Media, en el Renacimiento, así como en el siglo XVII al XV y por último en la era moderna con los grupos de “especialistas”, biblistas y traductores con el objetivo de tener mejores traducciones que les resulten eficientes ante sus pocos resultados ante la comunidad judía. 


En tal afán de hebraizar el Nuevo testamento, tenemos a los misioneros cambiando nombres griegos por hebreo, de ahí que a Jesús le digan, Yeshua, Yahshua, Yehoshua, o Yauchua, o al Nuevo Testamento le denominen ‘Brit (Ha)Jadashah)’, KeTe”R, o Código Real, entre otras ocurrencias. 


El pequeño descubrimiento. 
Resulta raro que los misioneros protestantes recurran a la literatura católica para tener referencia de nuevos “descubrimientos” del “verdadero” Nuevo Testamento en hebreo. Tal es el caso que han encontrado hallazgos importantes en la Biblioteca Apostólica Vaticana (BAV) sobre una “inédita” versión de los 4 Evangelios en hebreo, el Vat.ebr.100. Sin embargo, en el mismo sitio de la BAV se explica claramente que el manuscrito digitalizado con el número Vat.ebr.100 es simplemente una traducción hecha por el clérigo cristiano Hieronymus. En el sitio de la BAV, claramente se menciona que los “Códices Vaticani Hebraici", son una traducción se preparó a partir de la versión catalana. Incluso, cualquier persona que sepa leer un poco de hebreo y de caracteres hebreos del siglo XV se podrá dar cuenta que existen muchos términos en latín como en catalán, lo cual, de ninguna forma implica que sean los “Verdaderos Evangelios Hebreos” del Brit HaJadasha. 
Sin embargo, en 1981, Maties Delcor examinó cuidadosamente el capítulo 10 (o Capítulo 43) de Mateo en el manuscrito del Vaticano y, basándose en formulaciones gramaticales, y la ortografía de los nombres propios de los apóstoles concluyó que se tradujo del catalán. También sugirió que las correcciones en el margen indican que el manuscrito fue leído y corregido por un italiano, y que era de la opinión de que era judío, probablemente a fines del siglo XV o principios del siglo XVI, que era el traductor. Los comentarios de Delcor son interesantes pero no concluyentes, y admitió que tanto el provenzal como el castellano también eran posibles fuentes para la traducción hebrea. También añadió que incluso si la traducción era de catalán, era difícil saber qué versión de los Evangelios se utilizó.


De manera similar, se empieza a desinformar diciendo que el manuscrito “descubierto” por los misioneros es la Carta “original” de Ya’acov (Jacobo el hermano de Yeshu) en la Library British (La Biblioteca Británica), en Londres. El fanatismo protestante posteriormente verá similitudes entre el pensamiento del hereje hermano de Yeshu ben Pandira con los dichos del TaNa”J, los midrashim o el Talmud, cuyo único objetivo será el evangelizar, y no un acercamiento a la historia o al judaísmo.
Lomo y encuadernación del siglo XVIII con sello del Museo Británico (Museum Britannicum) de MS Royal 16 A II

El manuscrito que ellos “encontraron” se trata del MS 16 A II, el cual tiene como título: מכתב יעקב השליח y מכתב יהודה השליח (Carta de Ya’acov el Apóstol y Carta de Yehudah el Apóstol).  

“La Epístola de Santiago [Yaakov] el Apóstol” (f. 23r) y “La Epístola de Judas [Yehudah] el Apóstol” (f. 44r)

La Biblioteca Británica, claramente indica que tal texto no es el original, sino que únicamente se trata de una traducción al hebreo de las Epístolas de Santiago y Judas, las cuales fueron hechas por el clérigo cristiano John Sheprede entre los años de 1500-1599. Tal librito incluye una dedicatoria católica en latín al rey Enrique VIII tal como se puede ver en los folios f.1v al f.22r.  


(Traducción: Al más invencible Rey de Inglaterra y Francia, Señor de Irlanda, Defensor de la Fe Católica, y en Earth Supreme Head, Enrique, octavo de su nombre, John Shepreve desea felicidad duradera.)

Incluso, en el Catálogo de manuscritos hebreos y samaritanos del British Museum del año 1899 se puede leer en la página 122 que tal manuscrito es una simple traducción del griego al hebreo hecha por John Sheprede o John Shepreve.



John Shepreve fue un hebraísta inglés nacido en Sugworth, en la parroquia de Radley. Fue becario en Corpus Christi College, Oxford, en 1528, así como fue lector del idioma griego asì como fue nombrado profesor de hebreo de la universidad alrededor de 1538. Entre lo más sobresaliente es que se dice que en abril de 1542 obtuvo permiso de la universidad para exponer en las escuelas públicas el Libro del Génesis en idioma hebreo, "siempre que diera conferencias de manera piadosa y católica". Murió en Agmondesham, Buckinghamshire, en julio de 1542. Cuando se conoció su muerte en Oxford, muchos eruditos compusieron versos en griego y latín en su memoria y los pegaron en las puertas de la iglesia de Santa María. El máximo de obras escritas por él fueron un total de seis entre las cuales se encuentra el librito denominado ‘Oratio in laudem Henrici VIII’ 


La Dra. Shamma Boyarin, profesora asistente de estudios religiosos, estudios medievales e inglés en la Universidad de Victoria en Columbia Británica, Canadá, indica claramente que la traducción del hebraista John Shepreve proviene del griego. Si bien la mayoría de las veces la traducción de Shepreve es comprensible, a veces no lo es, o parece incómoda, principalmente debido al uso incorrecto (aunque nunca aleatorio). Entonces, por ejemplo, usa la palabra tikvah

(f. 23v, en Santiago 1:3-4), tikvah, que significa "esperanza", donde la Biblia Douay–Rheims tiene "paciencia" (Vulgate patientia) y, de la misma manera, un hebreo moderno. la traducción tiene " סַבְלָנוּת " (savlanut, que significa simplemente "paciencia"). Esto sugiere, que Shepreve está trabajando exclusivamente del griego, donde el equivalente (hupomonē - ϋπομονην, ver Codex Sinaiticus, folio 317b), según yo lo entiendo, connota tanto esperanza como paciencia.

ϋπομονην, ver Codex Sinaiticus, folio 317b
En un caso, Shepreve aparentemente pierde una referencia bíblica obvia al traducir una cita de Levítico 19:18 ("ama a tu prójimo como a ti mismo" en Santiago 2:8) no usa el frase correspondiente real que se encuentra en la Biblia hebrea וְאָהַבְתָּ לְרֵֶעֲךָ כָּמוֹךָ y deja aún lado las palabras "como a ti mismo" (כָּמוֹךָ) 
Ama a tu prójimo” (29v). 


Parece probable que un examen más detenido de este pequeño códice resulte fructífero tanto para los estudiosos católicos de Enrique VIII como para los estudiosos del hebraísmo cristiano en el siglo XVI, una época en la que los estudiosos judíos (todavía bajo el edicto de expulsión de 1290) estaban casi con certeza ausentes de Inglaterra. 
Las traducción de Shepreve tienen sentido únicamente con el el idioma griego, y de ninguna manera se trata de un “manuscrito original” como lo trata de vender el charlatán de Nehemia Gordon y los misioneros. 
A los interesados ​​en el hebraísmo cristiano también les gustaría leer Sloane MS 237, una traducción defectuosa del siglo XVII al hebreo de una pequeña parte del Libro del Apocalipsis; Harley MS 5239, un libro hebreo del Génesis del siglo XVII con traducción interlineal al francés; o Agregue MS 11659, una traducción de los evangelios al hebreo de principios del siglo XIX.

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