7/17/2014

Rabino Shlomo Aviner: Valentía contra el terror

BS"D




Ieshiva Ateret Ierushalaim
Bajo la dirección del
Rabino Shlomo Aviner

                                                 #238


Valentía contra el terror

“Tu belleza, oh Israel” (Shmuel Bet 1:19) – Eretz Israel (la Tierra de Israel) deseada, la tierra que por ella es correcto incluso entregar la vida.
“¡Cómo han caído los valerosos!” (Shmuel Bet 1:19). Ellos han caído, pero no fue en vano – han caído en la batalla, bienaventurados son. Ojalá que también nosotros seamos valientes como ellos.
“De la sangre de los traspasados, de la gordura de los valerosos, el arco de Ionatán nunca retrocedió y la espada de Shaúl no volvió vacía” (Shmuel Bet 1:22). Ellos nunca se volvieron atrás sin haber saciado sus armas de sangre y gordura del enemigo, sin haber matado muchos de ellos (Metzudat David).
“¡Cómo han caído los valerosos en medio de la batalla!” (Shmuel Bet 1:25) es un estribillo que se repite en el lamento. “¡Cómo han caído los valerosos y han perecido las armas de guerra!” (Shmuel Bet 1:27) – ese es el último versículo del lamento, que fortalece la valentía en momento de guerra.
Debemos hacer un cambio en nuestro pensamiento, en nuestro laboratorio interno de la vida, y comprender que nos encontramos en situación de guerra y no de paz, una situación que puede que se continúe mucho tiempo – porque de lo contrario podemos llegar a sufrir muchas desilusiones.
Por supuesto, debemos doler los preciados y amados muchachos que han caído - pero es un duelo particular, como se duele por cada persona que muere, también el que murió en un accidente de tránsito. Por el contario, justamente en este caso es un poco más fácil consolarse, porque ellos cayeron por el pueblo y la tierra.
Pero no hay un duelo nacional en cuanto a las guerras de Israel, no hay un “Día de Recuerdo” de los que cayeron en la conquista de la tierra en la época de Ioshua, ni la guerra de los Jashmonaim. Hay días de duelo nacionales por la destrucción y el exilio, como el 9 de Av. Tratándose de tiempos de gueulá (Redención) no hay días de duelo nacionales. Esos días debilitan los corazones de los luchadores en la batalla. También hoy en día, el que llora y se aterroriza y pierde la esperanza – hace justo lo que los terroristas quieren, malditos sean. Por el contario, hay que decirles: Ustedes quieren aterrorizarnos,  pero esta es nuestra tierra y no nos moveremos de ella, y ustedes lo pagarán caro.
En general, hay que recordar que no nos encontramos en un parque de entretenimientos o un paraíso. En el primer capítulo del libro “Mesilat Iesharim” se explica que en el paraíso todo es natural y fácil, pero en este mundo todo requiere esfuerzo. Por el contario, si hay algo que llega con facilidad se debe sospechar que el Ietzer HaRrá (mal instinto) se esconde tras ello (al final del cap. 6). Todo lo que marcha según el Ietzer HaRrá es fácil, y todo lo que marcha según el Ietzer HaTov (buen instinto) exige esfuerzo, lucha y labor. Y si no se esfuerza, no se alcanza.
“El hombre nació para esforzarse”. Gracias a D’s, no somos unos debiluchos llorones o melancólicos sin voluntad alguna.

Somos valerosos, nos fortalecemos cada día nuevamente. De cada retrospección, cada estudio de la Torá y rezo, nos colmamos de más valentía para nuestra vida particular, y por supuesto para nuestra vida nacional, que exige más valentía aún.

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