Este pasaje relata parte del discurso de Pedro a los gentiles reunidos en la casa de Cornelio. Pedro presenta el evangelio de Yeshú a los gentiles, afirmando supuestamente que Di’s no hace distinciones de razas y que el mensaje del evangelio, por tanto, en tal prédica fue dicha en griego, y no en arameo o hebreo como suponen los grupos de Raíces Hebreas del Cristianismo, o los mesiánicos. El argumento de los mesiánicos es que afirman que Pedro (o Shimón Kefa’) enseñó aquí que Yeshú realmente fue ungido por Di’s, y por lo tanto es el Mashiaj de Israel. Explican que el discurso de Pedro en Hechos de los Apóstoles 10:38 utilizó cuando dice "εχρισεν αυτον ο θς πνευματι αγιω και δυναμει" ("Dios lo ungió con el Espíritu Santo y con poder") hace referencia a un pasaje del Evangelio de Lucas 4:18-19 cuando Yeshú leyó presuntamente un pasaje de Isaías 61:1 en una sinagoga de Nazaret. Sin embargo, Yeshú aplica esta profecía a sí mismo, declarando que el Espíritu del Señor lo ha ungido. Pedro en su discurso reconoce este ungimiento de Yeshú por el Espíritu Santo y el poder divino que fue evidente en su ministerio de hacer el bien y liberar a los oprimidos. Con base en esto, los mesiánicos ven una relación entre el texto de Isaías 61:1 con la prédica de Pedro en la casa de Cornelio.
Respuesta.
Las palabras ‘מָשַׁח֩ יְהֹוָ֨ה’ (‘Porque el Eterno me ha ungido’) del versículo de Isaías 61:1 se refieren a que D’s "ungió" o designó al profeta para una misión especial, por ejemplo, el Targum Yonatan ben Uziel: Traduce como “me designó/comisionó el Eterno” (רוּחַ נְבוּאָה מִן קֳדָם יְיָ אֱלֹהִים עֲלַי ), el Talmud Bablí Avodah Zarah 20b, relaciona el concepto de "ungido" con la humildad (ענוה גדולה), citando este versículo como ejemplo de que la humildad es una gran virtud, mientras que el tratado Kalah Rabbati 2:6, vincula este versículo con los humildes (ענוים), el Zohar, Terumah 15:182, interpreta el מָשַׁח֩ como estar investido con una inspiración superior (רוּחַ עִלָּאָה). Mientras que en Sha'arei Kedusha 2:4:10, conecta el ser מָשַׁח֩ con la humildad y el mérito de alcanzar la inspiración divina (רוח הקדש), en Mejilta de Rabí Ishmael 9:16, asocia el concepto de "ungido" con la humildad de Mosheh que lo hizo merecedor de la Presencia Divina (שְׁכִינָה), y ya adentrandonos en la Edad Media, RaSh”I, explica que esta unción en un sentid metaforico denota autoridad y grandeza (אין משיחה זו אלא ל' שררה וגדולה), Ibn Ezra indica que los profetas son llamados "ungidos" (הנביאי' יקראו משיחי) citando el salmo 105:15, con la misión de proclamar el mensaje divino. Abarbanel interpreta que Dios "ungió" (designó especialmente) al profeta más que a otros para dar el mensaje de consuelo. Steinsaltz, Malbim, y Metzudat Tzion explican el מָשַׁח֩ como el recibir el don profético, una designación divina especial del profeta, asociada con humildad y méritos, para proclamar el mensaje de redención y consuelo a los afligidos. Según las interpretaciones rabínicas tradicionales que hemos visto, la idea de que Di-s "ungió/designó" (משח) en este caso a Isaías se refiere a investirlo con el don profético y la autoridad para proclamar un mensaje divino, entonces, en el contexto judío tradicional, afirmar que Dios "ungió" a Yeshú con el Espíritu y poder, como se dice en Hechos 10:38, ciertamente implicaría que fue investido con el don y la autoridad profética de proclamar un mensaje de parte de Dios, lo cual descartaría la idea que Yeshú fue ungido como el Mashiaj, ungido como un monarca judío.
Sin embargo, al revisar el texto griego de Isaías 61:1 del Codex Sinaiticus dista del texto de Hechos 10:38, debido que esta versión no-kosher de traducción dice lo siguiente:
πνα κυ επ εμε · ου εινεκεν εχριϲεν με ˙ ευαγʼγελιϲαϲθε ταπινοιϲ · απεταλκεν με ϊαϲαϲθε τουϲ ϲυντετριμμενουϲ τη καρδια ˙ κηρυξε αιχμαλωτοιϲ αφεϲιν · και τυφλοιϲ αναβλεψιν ·
(Traducción: El PNA KiriU (Espíritu del Señ-r) está sobre mí, por lo cual me ha impregnado para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos.)
-Codex Sinaiticus folio 66a.
Ya que al analizar el texto griego del discurso que dió Pedro en Hechos de los Apóstoles 10:34-38 no utilizó el texto de Isaías 61:1 (πνα κυ επ εμε · ου εινεκεν εχριϲεν με >< ωϲ εχριϲεν αυτον ο θϲ πνι αγιω) tal como se puede ver a continuación:
34 ανοιξαϲ δε πετροϲ το ϲτομα ειπεν επ αληθειαϲ καταλαμβανομαι οτι ουκ εϲτιν προϲωπολημπτηϲ ο θϲ
35 αλλ εν παντι εθνι ο φοβουμενοϲ αυτον και εργαζομενοϲ δικαιοϲυνην δεκτοϲ αυτω εϲτιν ·
36 τον λογον ον απεϲτιλεν τοιϲ ϋϊοιϲ ιϲηλ ευαγγελιζομενοϲ ειρηνην δια ιυ χυ ουτοϲ εϲτιν παντω κϲ
37 ϋμειϲ οιδατε το γενομενον ρημα καθ οληϲ τηϲ ϊουδαιαϲ αρξαμενοϲ απο τηϲ γαλιλαιαϲ μετα το βαπτιϲμα ο εκηρυξεν ϊωαννηϲ
38 ιν τον απο ναζαρεθʼ ωϲ εχριϲεν αυτον ο θϲ πνι αγιω και δυναμει ωϲ διηλθεν ευεργετων και ϊωμενοϲ παταϲ τουϲ καταδυναϲτευομενουϲ ϋπο του διαβολου οτι ο θϲ ην μετ αυτου
(Traducción:
[10:34] Entonces Petros, abriendo la boca, dijo: Por verdad comprendo que Di’s no hace acepción de personas;
[10:35] sino que en toda nación (ethni) se agrada del que le teme y hace justicia.
[10:36] Envió palabra (logón) a los Hijos de Icel (ϋϊοιϲ ιϲηλ), anunciando el evagelizomenos de la paz por medio de IesU XhrestUs (Jesús el bueno); éste es Señor de todos.
[10:37] Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea (Ïoudaias), comenzando desde Galilea (Galilaias), después del bautismo que predicó Juan (Ïoanés):
[10:38] A IesU de Nazareth’, cómo lo ha impregnado (éxrisen) dios con con el PNI Agio (aliento de los dioses) y con potencia (dunamei); el cual anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos del diablo (diabolou), porque dios estaba con él.)
-Codex Sinaiticus folio 305b.
Los cristianos suelen traducir la palabra ‘εχριϲεν’ como ‘ungió’ y con ello relacionan que Yeshú fue ungido por Di’s en el bautismo en el Jordán (ya que lo infieren por el versículo 10:37: βαπτιϲμα ο εκηρυξεν ϊωαννηϲ), sin embargo, uno de los significados antiguos de χρίω (xriō) y sus formas verbales como ἔχρισεν (éxrisen) es "impregnar" o "embeber" en un sentido metafórico.
Algunos ejemplos de este uso metafórico de "impregnar" en los antiguos textos griegos:
En Eurípides, Medea 634, hay una metáfora que dice: "χρίσασ᾽ οἰστὸν ἱμέρῳ" que significa literalmente "impregnando la flecha con deseo".
En Plutarco, Moralia 841e, se utiliza la frase "οὐ μέλανι, ἀλλὰ θανάτῳ χρίειν τὸν κάλαμον" que quiere decir "impregnar la caña no con tinta, sino con muerte".
En Luciano, Asinus 13, se menciona "ἐκ φαρμάκου χρίεσθαι" que significa "impregnarse con una droga/veneno".
En estos casos, la idea de "impregnar" se utiliza metafóricamente para indicar que algo queda profundamente penetrado, empapado o imbuido de alguna cualidad, emoción, sustancia, etc. Así que en el pasaje del Codex Sinaiticus, o en el Codex Vaticanus Gr. 1209 (B03) donde se utiliza la forma verbal ἐχρεισεν (exreisen) en lugar de ἔχρισεν (éxrisen). La única diferencia es que ἐχρεισεν es una forma más antigua y jónica del aoristo del verbo χρίω, mientras que ἔχρισεν es la forma más común en ático. Pero en cuanto al significado, ambas formas verbales comparten los mismos sentidos que hemos analizado:
Pintar, teñir una superficie
Causar una herida superficial
Y metafóricamente, impregnar, embeber profundamente de alguna cualidad
Así que la frase del Codex Vaticanus:
ΙΝ τον απο ναζαρεθʹ ως εχρεισεν αυτον ο ΘC πνι αγιω και δυναμει
“A IesU de Nazaret’, cómo lo impregnó/embebió Dios con el Espíritu Santo”.
- Codex Vaticanus, folio 1397c.
Utilizando ese sentido metafórico antiguo de "impregnar" o "embeber", nos recuerda a la palabra hebrea ‘ibur - עִיבּוּר (un sustantivo masculino, que literalmente significa "concepción"; v. le-hit’aber להתעבר, quedar embarazada; n. ‘ubar, feto). A fines del siglo XIII, los cabalistas españoles habían tomado el término ‘ibur para denotar la ‘introducción temporal de un alma extraña en un cuerpo vivo algún tiempo después del nacimiento’. Y así lo expresa R’ Haim Vital:
"העיבור הוא שבאה נשמה בעוה"ז בהיות האדם נולד כבר בעולם והוא גדול, אז נכנסת נשמה אחרת בתוכו ודומה האדם ההוא לאשה מעוברת שיש לה ולדות בתוך מעיה, ולכן נקרא עיבור, כך זה האדם מלבד נשמה העיקרית שלו, שנכנסת בו בעת צאתו לאוויר העולם, נתעברה בו נשמה אחרת זולתה אחר היותו גדול."
(Traducción: “El ‘ibur es cuando llega un alma al presente, como la persona ya nació en el mundo y es grande, entonces entra otra alma dentro de él y esa persona es como una mujer embarazada que tiene un niño en su vientre, o sea por eso se llama ‘ibur, esta es la persona aparte de su alma principal, que entró en él cuando salió al aire del mundo, otra alma pasó por él después de ser grande”.)
-Sha’ar HaGilgulim, Introducción IV.
Gershom Scholem llamó a los trastornos extraños, se entendían en términos de ‘ibur, particularmente cuando el huésped ‘iburico se hacía conocido, a través del habla u otra acción, como un ocupante concomitante del cuerpo de una persona. En la literatura cabalística temprana, se suponía que un 'ibur fecundaría más comúnmente el cuerpo de un anfitrión cuando tanto el alma que transmigra como el alma de su anfitrión temporal se beneficiarían de la asociación. Incluso, en las etimologías islámicas populares para los términos jin y takalyan asumen una derivación de la raíz que significa "esconder, cubrir u ocultar" e incluyen la palabra afín para feto.
(Véase Philips, La Tradición Exorcista en el Islam, 41; Samuel M. Zwemer, La influencia del animismo en el Islam: una cuenta de las supersticiones populares (Londres, 1920), 126.)
El Zohar, la mayor obra de la Cábala, invoca esta noción de ‘ibur al vincular a Nadab y Abiú, los hijos de Aharón cuya misteriosa muerte durante la consagración del Tabernáculo se describe en Levítico, capítulo 10, a Pinjas, cuyas celosas acciones se describen en Bemidbar / Números 25:30. Según el Zohar, las almas de Nadab y Abiú quedaron fecundadas en Pinjas cuando se enfrentó al exhibicionismo lascivo de Zimri, el hombre israelita, y Cozbi, la mujer madianita. (Zohar 2:26b) La introducción de ‘ibur en este contexto evidencia la tendencia zohárica de considerar la reencarnación como una oportunidad para rectificar las transgresiones sexuales (incluidos los pecados de omisión, como morir sin hijos) fenómeno que se aplicaba principalmente a los justos, en este mundo y en el venidero. Es con R’ Mosheh Cordovero ("Ramak", 1522-1570) que encontramos por primera vez el término mal ‘ibur, una formulación que señala la consolidación del marco conceptual cabalístico subyacente a la posesión dibuq moderna temprana.
Según la tradición, las bendiciones recitadas al levantarse incluyen las siguientes expresiones de acción de gracias:
בָּרוּךְ אַתָּה ה אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם שֶׁלֹּא עָשַׂנִי עָבֶד
בָּרוּךְ אַתָּה ה אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם שֶׁלֹּא עָשַׂנִי אִשָּׁה
בָּרוּךְ אַתָּה ה אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם שֶׁלֹּא עָשַׂנִי גּוֹי
“Bendito eres, Señor del Universo, que no me has hecho esclavo”, “Bendito eres, Señor del Universo, que no me has hecho esclavo”. “Bendito eres, Señor del Universo, que no me has hecho una mujer”, y “Bendito seas, Señor del Universo, que no me has hecho gentil”.
El sentido claro de esta liturgia es expresar agradecimiento por el auspicioso nacimiento de uno como varón judío libre. Sin embargo, según R’ Mosheh Cordovero, estas recitaciones diarias expresan el alivio agradecido de no haber sido fecundado por el alma de un esclavo, una mujer o un gentil mientras dormía.
‘También podemos explicar que, incluso durante la vida de una persona, es posible que uno quede fecundado [le’hit‘aber - להתעבר] de manera nociva por el alma de una mujer, un esclavo o un gentil. Esto, Di-s no lo quiera, puede dañar a una persona repetidamente. Al considerar estos asuntos, el que es reflexivo encontrará que a veces la gente cambia su comportamiento. A veces actúan como mujeres, a veces como hombres. A veces servirán a los hombres como esclavos, porque lo interior muestra sus efectos en lo exterior. A veces uno prestará atención a asuntos sucios, como los gentiles. Así, cuando el alma de uno vuelve a él y ve que todo está bien con él... está sobre él bendecir su Roca por el bien que le ha concedido... Y esta renovación tiene lugar diariamente para una persona, y por lo tanto debe decir estas bendiciones diariamente. El temeroso de la palabra del Eterno, al oír esto, debe fortalecerse en su sencillez y no fallar, ni prestar atención a las palabras falsas, ni depender de nada indigno, Dios no lo quiera. Y uno debe intentar en estas tres bendiciones anular cualquier ‘ibur de idólatras, un ‘ibur de un esclavo y un ‘ibur de una mujer de sí mismo. Y debe purificarse a través del secreto de estas tres bendiciones de cualquier injerto [harkavah] y mal ‘ibur.'
-Mosheh Cordovero, Tefilah le-Moshe, 2 vols., vol. 1 (Przemysl, 1892), 11a.
Que en en el libro de los Hechos de los Apóstoles 10:38 aparezca la palabra ἔχρισεν / ἐχρεισεν cuyo equivalente hebreo sea la palabra ‘ibur - עִיבּוּר cualquiera judío con conocimientos básicos de kabalah podría entender que Yeshú fue poseído por un ‘ibur de un idolatra, por tanto, una traducción hebrea del texto de hechos 10:38 al hebreo mishnaico podría haber sido:
אֶת יֵשׁוּ הַנָּצְרִי, כַּאֲשֶׁר עִיבְּרוֹ הָאֱלֹ…
Sin embargo, en la antigua versión judeo-cristiana del libro de Hechos (Praxeis) que utilizó Abd ‘Al-Jabbar AlJamaní en el Tathbit, no aparece tal referencia de ungir/impregnar, tal como se lee:
150) قَالُوا : « وَقَدْ قَالَ بُطْرُسُ ، وَهُوَ بِكُرُ إِيمَانِنَا وَأَصْلُ بِعَيْنَا ، لما سُئِلَ عَنِ ابْنِ اللَّهِ لَا عَنِ ابْنِ النَّاسِ ، وَعَنْ كَلِمَةِ اللَّهِ لَا عَنْ كَلِمَةِ النَّاسِ ، (151) فَقَالَ :هُوَ الَّذِي كَانَ بَيْنَ النَّاسِ وَتَرَدَّدَ مَعَهُمْ ، وَأَبْرَأَ الَّذِينَ نَكَاهُمُ الشَّرِّيرُ ».
וְאָמְרוּ: "וְאָמַר בּוּטְרוּס / פֶּטְרוֹס, שֶׁהוּא בְּכוֹר אֱמוּנָתֵנוּ וְשֹׁרֶשׁ שְׁלִיחוּתֵנוּ, כַּאֲשֶׁר נִשְׁאַל עַל בֶּן הָאֱלֹ וְלֹא עַל בֶּן הָאָדָם, וְעַל דְּבַר הָאֱלֹהִים וְלֹא עַל דְּבַר הָאָדָם,
אָמַר: הוּא זֶה שֶׁהָיָה בֵּין הָאֲנָשִׁים וְהָלַךְ בֵּינֵיהֶם, וְרִפֵּא אֶת אֵלֶּה שֶׁצָּעַר אוֹתָם הָרָע
(Traducción: [I:150] Dijeron: “Y Butrus (Bruto / Pedro), que es el primero en nuestra fe y la raíz de nuestra misión, cuando se le preguntó acerca del Hijo de dios (ibni l-laahi), no del hijo del hombre, y acerca de la palabra de dios, no de la palabra del hombre,
[I:151] dijo: Él es aquel que estuvo entre la gente y anduvo entre ellos, y sanó a aquellos que el maligno había afligido”.)
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. I:150-151. p. 16.
Por tanto, tenemos dos salidas sobre el texto de Hechos 10:38, una que en los manuscritos antiguos como el Codex Sinaiticus y Vaticanus, la palabra griega ἔχρισεν/ἐχρεισεν tenía un sentido metafórico de "impregnar" o "embeber". Desde el concepto cabalístico del 'ibbur' (la noción de que un alma extraña puede "preñar" temporalmente a una persona), algunos pudieron interpretar este versículo como que Yeshú fue "impregnado" o "poseído" por un 'ibbur', posiblemente de un gentil o idólatra, según la explicación proporcionada. Sin embargo, en la antigua versión judeo-cristiana de Hechos utilizada por Abd al-Jabbar, no hay mención alguna del concepto de "ungir" o "impregnar" a Yeshú. Esta versión simplemente afirma que Jesús anduvo entre la gente y sanó a los afligidos por el maligno, sin alusión a una investidura divina o posesión de un 'ibbur'. Por lo tanto, desde esta perspectiva judeo-cristiana primitiva, no habría base textual para interpretar que Yeshú fue "poseído" por un 'ibbur' extraño, menos que haya sido ungido por Di’s. Con esto queda descartado Hechos 10:38 como una posible alusión de vincular a Yeshú con una unción por medio del ritual del bautismo tal como teorizan erróneamente los cristianos.
Ya hemos visto que la palabra griega “Εχρισεν” se interpreta en un sentido metafórico como "impregnar" o "embeber profundamente" de alguna cualidad o sustancia. Esta interpretación se basa en el uso metafórico que se le daba al verbo χριω y sus formas en textos griegos antiguos, mientras que el título "Χριστος" se entiende como un título honorífico, similar a los epítetos que se otorgaban a reyes, gobernantes y personalidades destacadas en el mundo grecorromano, como "Augusto", "Epífanes", "Sóter", etc. Ya que ambas interpretaciones en realidad convergen en un punto: el uso del término "χριστος/εχρισεν" para referirse a Yeshú no implicaba necesariamente el concepto judío tradicional del Mesías ungido, sino que se utilizaba en un sentido metafórico y como un título honorífico al estilo grecorromano.
El profesor Matthew V. Novenson quien pertenece al departamento de Crítica Bíblica y Antigüedades Bíblicas de la Universidad de Edimburgo, explica en su libro "Christ Among the Messiahs: Christ Language in Paul and Messiah Language in Ancient Judaism" (pp. 84-97) que el uso de "Cristo" por el Nuevo Testamento y por Pablo no era un título mesiánico en el sentido tradicional judío, sino más bien un título honorífico, al estilo de los títulos que los griegos y romanos acostumbraban otorgar a sus gobernantes y figuras destacadas.
El término hebreo "Mashiaj" (Mesías en griego) tenía connotaciones muy específicas en el judaísmo del tiempo de Yeshú y Pablo. Se refería a la expectativa de un rey ungido descendiente de David que liberaría a Israel y reinaría en la era mesiánica venidera.
Por otro lado, la palabra griega "Christos" simplemente significa "ungido", sin todas esas connotaciones davídicas y nacionalistas asociadas con el concepto judío de Mesías. En la tradición griega, la unción se usaba para designar a reyes, sacerdotes, profetas, filósofos, etc. sin necesariamente implicar la idea de un libertador davídico. Entonces, al usar "Christos" en lugar de Mashiaj, Pablo evitaba toda la carga semántica y las expectativas específicas que este último término traía desde el judaísmo. "Christos" era un término más genérico y amplio que le permitía presentar a Yeshú de una manera diferente, no atada a las nociones judías sobre el Mesías davídico.
De esta forma, Pablo podía desarrollar su propia comprensión de la identidad y misión de Yeshú el Cristo/Ungido sin tener que satisfacer todas las expectativas asociadas con el concepto judío del Mesías reinante. El título "Cristo" le daba más flexibilidad interpretativa.
En la tradición griega, el término "Christos" (ungido) se usaba de manera mucho más amplia que en el judaísmo. No se limitaba al concepto específico del Mesías davídico esperado por los judíos. En el mundo grecorromano, la unción se practicaba para investir diferentes clases de figuras importantes, no solo reyes davídicos:
Reyes y gobernantes en general eran "ungidos" al asumir el poder, no necesariamente de la línea davídica.
Sacerdotes paganos eran "ungidos" para su ministerio religioso.
Profetas paganos y maestros eran "ungidos" al recibir inspiración divina de los dioses.
Filósofos incluso eran vistos como "ungidos" por la sabiduría que poseían.
Entonces, en este contexto más amplio, ser el "Christos" no implicaba necesariamente la misma carga mesiánica nacionalista asociada al concepto judío del Mesías davídico libertador. Novenson sugiere que Pablo aprovechó esta connotación más genérica y flexible de "Christos" en la tradición griega para presentar a Yeshú de una manera nueva, sin quedar limitado por las expectativas judías sobre el Mesías davídico específicamente.
Novenson también explica que en la antigüedad, era común que los reyes helenísticos y los emperadores romanos asumieran títulos honoríficos además de sus nombres propios. Estos honoríficos funcionaban casi como un segundo nombre y resaltaban alguna cualidad o logro notable. Ejemplos son "Augusto" para Octavio, "Epífanes" (Manifestado) para Antíoco IV, "Sóter" (Salvador) para Ptolemeo I, entre otros. También argumenta que Pablo usó "Cristo" de una manera análoga para Yeshú- no como un título mesiánico judío tradicional, sino como un honorífico que resaltaba su estatus exaltado entre griegos y romanos. La sintaxis de las expresiones paulinas como "el Cristo Jesús" o "Jesús el Cristo" es paralela a los títulos dobles de los monarcas antiguos de los griegos y romanos.
Por lo tanto, las nociones como la "unción" de Yeshú en Hechos 10:38 o los relatos de Yeshú proclamándose el Mesías judío esperado en el Nuevo Testamento, serían fabricaciones literarias posteriores. El objetivo original de llamar a Yeshu "Cristo" no era proclamarlo el Mesías davídico, sino simplemente aplicarle un título honorífico al estilo griego y romano, realzando su importancia de manera retórica sin implicaciones mesiánicas judías tradicionales. Tanto "impregnar" (Εχρισεν) como "ungir con un título honorífico" (ὁ λεγομενοϲ χϲ) eran usos válidos del término en el contexto de la cultura grecorromana, y ambos apuntan a que Pablo, y el autor de Hechos de los Apóstoles no estaba proclamando a Yeshú como el Mesías judío esperado, sino presentándolo con un título especial adaptado a su audiencia grecorromana.
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