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11/10/2025

Lucas 3:1-20: γεννήματα ἐχιδνῶν: La Herejía Serpentina de Juan el Bautista

BS"D



La interpretación que los sectarios de las Raíces Hebreas del Cristianismo hacen del pasaje de Lucas 3:1-20 se caracteriza por una tendencia a judaizar excesivamente el texto, buscando en cada elemento una correspondencia directa con prácticas, tradiciones y conceptos del judaísmo rabínico, frecuentemente anacrónicos o descontextualizados. Estos grupos tienden a leer el Nuevo Testamento como si fuera esencialmente un documento judío que debe interpretarse exclusivamente a través de lentes talmúdicas y de la halajá posterior, ignorando tanto el contexto grecorromano del siglo primero como la naturaleza distintiva del mensaje cristiano primitivo. En el caso específico de las notas de Amy-Jill Levine en "The Jewish Annotated New Testament", encontramos un enfoque académico que, si bien valioso por su erudición, presenta limitaciones significativas que merecen ser examinadas críticamente.

Levine trabaja principalmente desde la New Revised Standard Version, una traducción en inglés que, aunque respetable, inevitablemente introduce capas interpretativas que distancian al lector del texto griego original. Esta mediación lingüística resulta problemática cuando se pretende hacer afirmaciones categóricas sobre el carácter "judío" de ciertos pasajes, puesto que las decisiones de traducción ya reflejan presuposiciones teológicas e interpretativas particulares. Más aún, las anotaciones de Levine, aunque extensas en referencias rabínicas y a Josefo, no parecen considerar adecuadamente la crítica textual más reciente ni las variantes textuales significativas que afectan nuestra comprensión del texto lucano primitivo. El trabajo de Dieter T. Roth, particularmente en "The Text of Marcion's Gospel" y sus artículos subsecuentes sobre el aparato crítico de Lucas en el Novum Testamentum Graece 28, ha revolucionado nuestra comprensión de la historia textual del tercer evangelio, demostrando con rigor filológico que el texto de Marción preserva lecturas primitivas que anteceden a las armonizaciones y expansiones "judaizantes" posteriores. El Codex Sinaiticus, uno de los manuscritos más antiguos y completos del Nuevo Testamento griego, presenta lecturas que frecuentemente divergen de las traducciones modernas en aspectos cruciales.

¿Acaso Levine ha considerado que el testimonio patrístico unánime sobre el Evangelio de Marción—que carecía completamente de Lucas 3:2-20—sugiere que todo el material sobre Yojanán HaMatvil fue interpolación tardía diseñada precisamente para crear la apariencia de continuidad profética judía que el texto primitivo no poseía? ¿Cómo puede Levine hablar con tanta seguridad sobre el "carácter judío" del bautismo de Yojanán cuando la evidencia textual más antigua recuperable mediante crítica patrística indica que este material pudo no haber formado parte del evangelio original? La misma necesidad de Lucas de construir un sincronismo elaborado en 3:1 mientras simultáneamente sitúa el nacimiento de Yeshú durante el censo de Quirinio (6-7 EC) en contradicción con Mateo que lo ubica durante el reinado de Herodes el Grande (antes de 4 AEC), ¿no debería alertarnos sobre la naturaleza teológica, no historiográfica, de estos marcos narrativos?

Las observaciones de Levine sobre términos griegos clave revelan dependencia problemática en traducciones que suavizan el lenguaje original. Su tratamiento de γεννήματα ἐχιδνῶν como simple invectiva profética ignora completamente la posibilidad de significado técnico en contextos mistéricos del cristianismo primitivo, mientras que su traducción blanda de ὑποδείκνυμι como "enseñó" oscurece el vocabulario técnico de revelación mistérica que este verbo connota en literatura del período. ¿Por qué Levine no menciona que Josefo sintió necesidad de aclarar explícitamente que el bautismo de Yojanán NO lavaba pecados, sugiriendo que muchos seguidores creían precisamente lo contrario—que su ritual sí otorgaba perdón mediante mecanismo ajeno al sistema expiatorio ordenado por HaShem? ¿Por qué usa textos de Qumrán como marco interpretativo cuando ella misma reconoce que "no hay evidencia de conexión de Yojanán con la comunidad de Qumrán", y cuando los sectarios qumránicos nunca afirmaron que sus inmersiones otorgaban perdón de pecados independientemente del sistema sacrificial?

El silencio ensordecedor de Levine sobre el trabajo de Roth—publicado en 2015 por Brill y ampliamente reseñado en revistas especializadas—plantea interrogantes metodológicos serios. ¿Por qué una anotación académica ignora investigación que revoluciona nuestra comprensión de la historia textual de Lucas y que cuestiona directamente las presuposiciones sobre la originalidad del material de Lucas 3:1-20? Su metodología de saturar el texto con referencias a fuentes rabínicas tardías (Mishnah, Tosefta, Talmud Bavlí del siglo VI EC) sin diferenciación crítica sobre distancia temporal y desarrollo teológico representa eiségesis que proyecta conexiones anacrónicas sobre el texto del siglo primero. Cada elemento potencialmente problemático que sugiere discontinuidad entre el movimiento de Yojanán-Yeshú y el judaísmo normativo es rápidamente domesticado mediante referencia a algún precedente judío, sin examinar si tales precedentes funcionan como analogías válidas o representan categorías fundamentalmente distintas.

Los mesiánicos y los sectarios de las Raíces Hebreas del Cristianismo han encontrado en las anotaciones de Levine munición perfecta para su proyecto de "re-judaizar" el Nuevo Testamento, citando a profesora judía de universidad prestigiosa que supuestamente confirma que Yojanán operaba dentro de marcos “judíos legítimos”. Pero ¿qué sucede si el análisis directo del texto griego del Codex Sinaiticus, la reconstrucción del Evangelio primitivo mediante testimonio patrístico sobre Marción, y el examen filológico riguroso de términos técnicos revelan una imagen radicalmente diferente—un movimiento que no era variación legítima del judaísmo del Segundo Templo sino introducción de estructura religiosa fundamentalmente extraña que posteriormente fue "judaizada" mediante interpolaciones redaccionales para crear legitimidad profética retrospectiva que originalmente no poseía ni reclamaba?

Por tanto, resulta imperativo examinar el texto griego del Codex Sinaiticus directamente, así como considerar la reconstrucción que Roth ha realizado del Evangelio primitivo de Lucas en su versión marcionita, analizando este material desde una perspectiva académica rigurosa que no presuponga las categorías confesionales de las Raíces Hebreas, del cristianismo ortodoxo tradicional o las conclusiones miopes de Levine. Solo así podremos aproximarnos a lo que realmente dice el texto en su forma más primitiva recuperable:

Codex Sinaiticus folio 230

3:1 εν ετι δε πεντεκαιδεκατω τηϲ ηγεμονιαϲ τιβεριου καιϲαροϲ ηγεμονευοτοϲ ποντιου πιλατου και τετρααρχουτοϲ τηϲ γαλιλαιαϲ ηρωδου φιλιππου δε του αδελφου αυτου τετρααρχουντοϲ τηϲ ϊτουραιαϲ τε τραχωνιτιδοϲ χωραϲ και λυϲανιου τηϲ αβιληνηϲ τετρααρχουντοϲ

[Markion 3:1 — Ἐν τῷ {ἔτει πεντεκαιδεκάτῳ} τῆς ἡγεμονίας Τιβερίου Καίσαρος ἐπὶ τῶν χρόνων Ποντίου Πιλάτου . . .]¹

3:2 επι αρχϊερεωϲ αννα και καϊαφα εγενετο ρημα θυ  επι ϊωαννην το  ζαχαριου ϋϊον ε  τη ερημω

[Markion 3:2 — No atestiguado]²

3:3 και ηλθεν ειϲ παϲαν τη  περιχωρον του ϊορδανου κηρυϲϲων βαπτιϲμα μετανοιαϲ ειϲ αφεϲι  αμαρτιων

[Markion 3:3 — No atestiguado]

3:4 ωϲ γεγραπται εν βιβλω λογων ηϲαϊου του προφητου φωνη βοωντοϲ εν τη ερημω ετοιμαϲατε την οδον κυ  ευθιαϲ ποιειται ταϲ τριβουϲ αυτου

[Markion 3:4 — No atestiguado]

3:5 παϲα φαραγξ πληρωθηϲεται και πα  οροϲ και βουνοϲ ταπινωθηϲετε και εϲτε τα ϲκολια ειϲ ευθιαν και αι τροχιαι ειϲ οδουϲ λιαϲ·

[Markion 3:5 — No atestiguado]

3:6 και οψεται παϲα ϲαρξ το ϲωτηριον του θυ.

[Markion 3:6 — No atestiguado]

3:7 ελεγον ουν τοιϲ εκπορευομενοιϲ οχλοιϲ βαπτιϲθηναι ϋπ αυτου γεννηματα εχιδνω  τιϲ υπεδιξεν υμι  φυγειν απο τηϲ μελλουϲηϲ οργηϲ;

[Markion 3:7 — No atestiguado]

3:8 ποιηϲατε ουν καρπουϲ αξιουϲ τηϲ μετανοιαϲ και μη αρξηϲθε λεγειν εν εαυτοιϲ πατερα εχομεν τον αβρααμ λεγω γαρ ϋμιν οτι δυναται ο θϲ  εκ των λιθων τουτων εγειραι τεκνα τω αβρααμʼ.

[Markion 3:8 — No atestiguado]

3:9 ηδη δε και η αξινη προϲ την ριζαν των δεδρων κειται πα  ουν δενδρον μη ποιουν καρπον καλον εκκοπτεται και ειϲ πυρ βαλλεται :

[Markion 3:9 — No atestiguado]

3:10 και επηρωτων αυτον οι οχλοι λεγοντεϲ τι ουν ποιηϲωμε

[Markion 3:10 — No atestiguado]

3:11 αποκριθειϲ δε ελεγεν αυτοιϲ ο εχω  δυο χιτωναϲ μεταδοτω τω μη εχοτι και ο εχων βρωματα ομοιωϲ ποιειτω

[Markion 3:11 — No atestiguado]

3:12 ηλθον δε και τελωναι βαπτιϲθηναι και ειπο  προϲ αυτον διδαϲκαλε τι ποιηϲωμεν

[Markion 3:12 — No atestiguado]

3:13 ο δε μηδεν πλεον παρα το διατεταγμενον ϋμιν πραϲϲετε.

[Markion 3:13 — No atestiguado]

3:14 επηρωτων δε αυτον και ϲτρατευομενοι λεγοντεϲ τι ποιηϲωμεν και ημιϲ και ειπε  προϲ αυτουϲ μηδενα διαϲειϲητε μηδενα ϲυκοφατηϲητε και αρκιϲθαι τοιϲ οψωνιοιϲ ϋμων.

[Markion 3:14 — No atestiguado]

3:15 προϲδοκωντοϲ δε του λαου και διαλογιζομενων παντων εν ταιϲ καρδιαιϲ αυτων περι του ϊωαννου μηποτε αυτοϲ ειη ο χϲ,

[Markion 3:15 — No atestiguado]

3:16 απεκρινατο λεγων παϲι  ο ϊωαννηϲ :  εγω μεν ϋδατι βαπτιζω ϋμαϲ ερχεται δε ο ϊϲχυροτεροϲ μου ου ουκ ιμι ϊκανοϲ λυϲαι τον ϊμαντα των υποδηματων αυτου ┬ ϋμαϲ βαπτιϲει ε  πνι αγιω και πυρι ˙

[Markion 3:16 — No atestiguado]

3:17 ὁυ το πτυον εν τη χειρι αυτου διακαθαρε την αλωνα αυτου και ϲυναγαγειν τον ϲιτον ειϲ την αποθηκη  αυτου το δε αχυρο  καταϲβεϲι πυρι αϲβεϲτω.

[Markion 3:17 — No atestiguado]

3:18 πολλα μεν ουν και ετερα παρακαλω  ευηγγελιζε τον λαον :

[Markion 3:18 — No atestiguado]

3:19 ο δε ηρωδηϲ ο τετρααρχηϲ ελεγχομενοϲ ϋπ αυτου περι ηρωδιαδοϲ τηϲ γυναικοϲ του αδελφου αυτου περι παντων τω  πονηρων ων εποιηϲεν ο ηρωδηϲ.

[Markion 3:19 — No atestiguado]

3:20 προϲεθηκεν και τουτο επι παϲιν ┬ κατεκλιϲεν τον ϊωαννην εν φυλακη

[Markion 3:20 — No atestiguado]

(Traducción

[3:1 En el año decimoquinto del gobierno de Tiberios Kaisaros,¹ siendo gobernador Pontios Pilatos² de Judea, y siendo tetrarca de Galilea Herodes,³ y Filipos⁴ su hermano tetrarca de Ituraia⁵ y de la región de Trajonitis,⁶ y Lysanios⁷ tetrarca de Abilene,⁸

[3:1b versión de Marción: "En el año decimoquinto del gobierno de Tiberios Kaisaros, en los tiempos de Pontios Pilatos..."²⁶

[Los versículos 3:2-20 no están atestiguados en el Evangelio de Marción, aunque indirectamente se confirma su ausencia]

[3:2] en tiempos del sumo sacerdote Anas⁹ y Kaiafas,¹⁰ vino palabra de Dios sobre Ioanes,¹¹ hijo de Zajarias,¹² en el desierto.

[3:3] Y vino a toda la región alrededor del Iordanes¹³ proclamando un bautismo de arrepentimiento¹⁴ para perdón de pecados,

[3:4] como está escrito en el libro de las palabras de Esaias¹⁵ el profeta: 

“Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas.

[3:5] Todo valle será rellenado, y todo monte y collado será rebajado, y lo torcido será hecho recto, y los caminos ásperos en caminos llanos,

[3:6] y verá toda carne la salvación de Dios”.

[3:7] Decía pues a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: 

"Camada de víboras,¹⁶ ¿quién os enseñó a huir de la ira venidera?

[3:8] Haced, pues, frutos dignos del arrepentimiento, y no comencéis a decir en vosotros mismos: 'Tenemos por padre a Abraam'.¹⁷ Porque os digo que puede Dios de estas piedras levantar hijos a Abraam.

[3:9] Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; todo árbol, pues, que no produce buen fruto es cortado y arrojado al fuego".

[3:10] Y le preguntaban las multitudes diciendo: 

"¿Qué haremos, pues?"

[3:11] Y respondiendo les decía:

"El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene alimentos, haga lo mismo".

[3:12] Vinieron también publicanos¹⁸ para ser bautizados y le dijeron: 

"Maestro, ¿qué haremos?"

[3:13] Y él les dijo: 

"No exijáis nada más allá de lo que os ha sido ordenado".

[3:14] Le preguntaban también soldados¹⁹ diciendo: 

"¿Y nosotros, qué haremos?" 

Y les dijo: 

"A nadie intimidéis,²⁰ a nadie calumniéis,²¹ y contentaos con vuestras raciones".²²

[3:15] Y estando el pueblo en expectativa, y razonando todos en sus corazones acerca de Ioanes, si acaso él fuera el Khrestos (el Bueno),²³

[3:16] respondió Ioanes diciendo a todos: 

"Yo ciertamente os bautizo con agua, pero viene el más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

[3:17] Su bieldo²⁴ está en su mano para limpiar completamente su era y reunir el trigo en su granero, pero la paja la quemará con fuego inextinguible".

[3:18] Así que, exhortando también con muchas otras cosas, evangelizaba al pueblo.

[3:19] Pero Herodes el tetrarca, siendo reprendido por él a causa de Herodias,²⁵ la mujer de su hermano, y por todas las maldades que Herodes había hecho,

[3:20] añadió también esto sobre todo: encerró a Ioanes en la cárcel.

Almany, E. (traductor). (2025, 10 de noviembre). Lucas 3:1-20 [Traducción del griego koiné al español]. En Codex Sinaiticus (folio 230). The Codex Sinaiticus Project

Traducción del griego koiné al español por Eliahu Almany (10 de noviembre de 2025), basada en el Codex Sinaiticus, folio 230 (disponible en https://codexsinaiticus.org/), con notas comparativas del texto del Evangelio de Marción según la reconstrucción de Dieter T. Roth, The Text of Marcion's Gospel (Brill, 2015).

El pasaje de Lucas 3:1-20 preserva evidencia textual devastadora de la naturaleza herética del movimiento iniciado por Yojanán HaMatbil, quien funciona como mesit u'madiaj estableciendo un culto mistérico que desvía al pueblo de Israel del camino de HaShem. Sin embargo, la evidencia textual más explosiva no proviene del texto canónico final sino de las capas redaccionales primitivas recuperables mediante crítica textual rigurosa. El trabajo fundamental de Dieter T. Roth en "The Text of Marcion's Gospel" (pp. 358-359) demuestra mediante análisis de fuentes patrísticas múltiples que el Evangelio de Marción—probablemente la forma más antigua del texto lucano—comenzaba abruptamente con una versión editada de Lucas 3:1 seguida directamente por material de Lucas 4:31 en adelante, omitiendo completamente Lucas 3:2-20 (todo el ministerio de Yojanán HaMatbil) y Lucas 3:21-38 (el bautismo y genealogía de Yeshú). Esta ausencia textual no es accidental sino teológicamente deliberada y revela la naturaleza antinómica original del movimiento que posteriormente fue "judaizado" mediante interpolaciones redaccionales diseñadas para crear legitimidad profética artificial.

Roth documenta meticulosamente las atestaciones patrísticas del texto marcionita. El Diálogo de Adamancio (64,14-15) preserva la respuesta de Markus, el interlocutor marcionita, a la pregunta sobre cuándo Yeshú descendió para salvar a la humanidad: 

"Como está contenido en el evangelio: en el tiempo de Tiberio César, en los tiempos de Pilato" (Καθὼς περιέχει τὸ εὐαγγέλιον ὅτι ἐπι Τιβερίου Καίσαρος, ἐπι τῶν χρόνων Πιλάτου). 

La traducción latina de Rufino añade el detalle del año decimoquinto: 

"Sicut scriptum est in evangelio, anno quinto decimo Tiberii Caesaris, temporibus Pilati". 

Roth nota correctamente que este detalle del año probablemente fue añadido por Rufino basándose en el texto canónico, mientras que el texto marcionita primitivo mencionaba simplemente "el tiempo" (χρόνος) de Tiberio. Significativamente, en Adamancio 98,2-3, el autor del diálogo habla del "tiempo de Tiberio César", y en 102,22-23 afirma con referencia explícita a una proclamación marcionita (ὥς φασιν—"como dicen"): 

"ni era desconocido, ni, como dicen, manifestado por primera vez en tiempos de Tiberio, descendió y apareció en Capernaum" (οὔτε ἄγνωστος ἦν, οὔτε τότε πρῶτον, ὥς φασιν, ἐπὶ Τιβερίου κατελθὼν ἐφάνη ἐν Καφαρναούμ). 

Este pasaje confirma no solo el orden textual (3:1 seguido inmediatamente por 4:31) sino también los verbos teológicos clave: κατῆλθεν ("descendió") y ἐφάνη ("apareció/se manifestó"), que Tertuliano también atestigua como característicos de la cristología marcionita de aparición súbita.

Epifanio de Salamis (Panarion 42.11.4-5) proporciona confirmación adicional crucial. Cita el inicio del Evangelio de Marción: "En el año decimoquinto del gobierno de Tiberio César, en los tiempos de Poncio Pilato" (ἐν τῷ {ἔτει πεντεκαιδεκάτῳ} τῆς ἡγεμονίας Τιβερίου Καίσαρος ἐπὶ τῶν χρόνων Ποντίου Πιλάτου), pero interrumpe inmediatamente con "y lo que sigue" (καὶ τὰ ἑξῆς). Epifanio afirma explícitamente que Marción omitió "la genealogía y el relato del bautismo" (γενεαλογίας καὶ τῆς τοῦ βαπτίσματος ὑποθέσεως), refiriéndose en orden inverso al contenido de Lucas 3:21-38 y 3:1-20. Roth observa que el orden de palabras en Epifanio difiere del Codex Sinaiticus: Epifanio coloca el numeral antes de "año" (ἔτει πεντεκαιδεκάτῳ) y usa ἐπὶ τῶν χρόνων ("en los tiempos de") en lugar de ἡγεμονεύοντος ("siendo gobernador"). Este orden de palabras no está atestiguado en ningún manuscrito según el International Greek New Testament Project, lo que sugiere que puede reflejar la redacción propia de Epifanio más que el texto original de Marción, aunque la estructura básica permanece confirmada.

Tertuliano en Adversus Marcionem IV proporciona extensas referencias al texto marcionita, confirmando que el evangelio comenzaba con la manifestación de Yeshú bajo Tiberio sin material preliminar sobre nacimiento, infancia, o precursor bautista. Hipólito (Refutatio omnium haeresium), Orígenes en diversos escritos, y el texto [Pseudo-]Efrem atestiguan consistentemente esta estructura textual. La convergencia de estas fuentes patrísticas independientes elimina cualquier duda razonable: el Evangelio de Marción carecía de Lucas 1:1-3:20 y 3:21-38, comenzando abruptamente con la manifestación súbita de Yeshú en Kfar-Najum durante el año decimoquinto de Tiberio.

La implicación textual-crítica es explosiva y teológicamente devastadora para cualquier apologética cristiana o mesiánica que intente presentar a Yeshú como cumplimiento de profecías judías. Si el texto marcionita representa—como argumenta convincentemente Roth—una forma más primitiva del evangelio lucano, entonces la versión original de Lucas no contenía el material sobre Yojanán HaMatbil que ahora aparece en 3:2-20. Este material fue interpolado posteriormente en un proceso deliberado de "judaización" redaccional diseñado para crear continuidad artificial con el judaísmo mediante la inserción de un precursor profético que supuestamente cumplía escrituras del Tanaj. El texto original marcionita presentaba a Yeshú en su verdadera naturaleza antinómica: una manifestación súbita del dios bueno desconocido (ὁ ἀγαθὸς θεός) que apareció (ἐφάνη) repentinamente bajo Tiberio, descendiendo (κατελθών) del reino superior sin conexión alguna con el judaísmo, las “profecías” del Tanaj, la historia salvífica de Israel, o el sistema del pacto abrahámico-mosaico. La teología marcionita era explícitamente dualista: el dios bueno de Yeshú era radicalmente distinto y superior al Demiurgo creador identificado con el Di's de Israel. Yeshú no vino a cumplir la Torah sino a revelar un dios previamente desconocido y a rescatar a la humanidad del dominio del Demiurgo-legislador del Tana”j (Biblia Hebrea).

La posterior interpolación del material de Yojanán HaMatbil en Lucas 3:2-20 representa un esfuerzo redaccional consciente de la comunidad lucana posterior—probablemente durante la segunda mitad del siglo II—para "domesticar" el radicalismo antinómico del texto primitivo mediante la creación retrospectiva de un marco pseudo-judío que vinculara a Yeshú con el cumplimiento profético. Al insertar la figura de Yojanán como heraldo que proclama en el desierto preparando el camino, citando a Yeshayahu 40:3-5, los redactores tardíos intentaron resolver la tensión teológica insoportable entre las pretensiones mesiánicas de Yeshú y su fracaso obvio en cumplir las profecías mesiánicas verificables del Tanaj. La inserción de Yojanán servía múltiples funciones apologéticas: 

(1) creaba figura de transición que podía ser presentada como cumplimiento de Malají 3:1 ("He aquí, Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí"), legitimando así retrospectivamente a Yeshú mediante asociación; 

(2) proporcionaba continuidad narrativa con tradiciones sinópticas (Marcos y Mateo) que ya contenían material sobre Yojanán, armonizando así la tradición lucana con las otras corrientes evangélicas; 

(3) establecía precedente de ritual bautismal que posteriormente sería apropiado por el cristianismo como sacramento de iniciación; 

(4) creaba oportunidad para introducir material teológico sobre arrepentimiento, juicio escatológico inminente, y negación del privilegio étnico abrahánico—temas centrales de la teología paulina que debían ser retroproyectados sobre figuras anteriores a Pablo para darles legitimidad apostólica.

Esta reconstrucción textual-crítica demuestra que los propios documentos cristianos, cuando se analizan mediante metodología histórico-crítica rigurosa, revelan la naturaleza fundamentalmente no-judía y antinómica del movimiento de Yeshú. Los apologetas mesiánicos construyen toda su narrativa sobre la premisa de que Yeshú era judío observante de Torah que operaba dentro de debates halájicos legítimos del judaísmo del Segundo Templo, pero el texto más antiguo recuperable contradice frontalmente esta construcción: presenta a Yeshú como manifestación divina extranjera sin raíces en la historia de Israel. La "judaización" posterior mediante interpolaciones redaccionales no elimina esta verdad textual sino que la confirma: la necesidad misma de añadir material "judaizante" demuestra que el texto original carecía de tales elementos, revelando así la discontinuidad radical entre Yeshú y el judaísmo que solo pudo ser oscurecida mediante falsificación redaccional consciente.

La contradicción cronológica entre Lucas 3:1 y el relato de Mateo proporciona evidencia adicional de la naturaleza fabricada del marco narrativo evangélico sobre Yojanán. Lucas 3:1 establece con precisión inusual: "En el año decimoquinto del gobierno de Tiberio César, siendo gobernador Poncio Pilato de Judea, y siendo tetrarca de Galilea Herodes..." Este sincronismo elaborado sitúa el inicio del ministerio de Yojanán (y por extensión, de Yeshú tras su bautismo) en el año decimoquinto de Tiberio, que corresponde aproximadamente al 28-29 EC (Tiberio reinó desde 14-37 EC). Sin embargo, Mateo 2:1, 13-23 sitúa el nacimiento de Yeshú durante el reinado de Herodes el Grande (“cuando Yeshú nació en Belén de Judea en días del rey Herodes”), quien murió en 4 AEC. Mateo narra la huida a Egipto para escapar de la masacre de infantes ordenada por Herodes, y el retorno solo después de la muerte de Herodes cuando Arquelao su hijo reinaba en Judea. Si Yeshú nació antes de 4 AEC durante el reinado de Herodes el Grande, tendría aproximadamente 32-33 años en el año decimoquinto de Tiberio (28-29 EC). Lucas 3:23 confirma aproximadamente esta cronología: "Yeshú mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años".

Sin embargo, surge contradicción irreconciliable cuando examinamos Lucas 2:1-7, donde Lucas sitúa el nacimiento de Yeshú "en aquellos días" cuando "salió un edicto de parte de César Augusto, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria". El censo de Quirinio (Cirenio) ocurrió en 6-7 EC, aproximadamente una década después de la muerte de Herodes el Grande. Lucas aparentemente desconocía esta imposibilidad cronológica o la ignoraba deliberadamente. Si Yeshú nació durante el censo de Quirinio (6-7 EC), tendría solo 21-23 años en el año decimoquinto de Tiberio, contradiciendo la afirmación de Lucas 3:23 sobre "como treinta años". Más devastadoramente, si el censo de Quirinio es el marco correcto del nacimiento, entonces Yeshú no pudo haber nacido durante el reinado de Herodes el Grande como afirma Mateo, eliminando toda la narrativa mateana de la huida a Egipto y la masacre de los inocentes.

Esta confusión cronológica revela que los evangelistas estaban fabricando marcos narrativos incompatibles entre sí, cada uno diseñado para cumplir diferentes objetivos apologéticos. Mateo necesitaba situar el nacimiento durante Herodes el Grande para crear paralelo con Moshé (así como el Faraón ordenó matar infantes hebreos, Herodes ordena matar infantes judíos) y para justificar el cumplimiento de Hoshea 11:1 ("de Egipto llamé a mi hijo") mediante la huida a Egipto. Lucas necesitaba el censo de Quirinio para explicar cómo Yeshú, galileo de Nazaret, pudo nacer en Belén de Yehudah cumpliendo así Mijá 5:1 ("Pero tú, Belén Efrata... de ti me saldrá el que será Señor en Israel"). Ninguno de los evangelistas estaba registrando historia verificable sino construyendo teología narrativa diseñada para crear cumplimiento profético artificial. Que sus construcciones sean mutuamente contradictorias demuestra la naturaleza fabricada del ejercicio completo.

La relevancia de esta contradicción cronológica para nuestro análisis de Lucas 3:1-20 es directa: el versículo 3:1 con su sincronismo elaborado no es registro histórico confiable sino construcción teológica diseñada para situar la manifestación de Yeshú en momento históricamente verificable, respondiendo así a críticas sobre la naturaleza mítica e inverificable del relato. La precisión aparente del sincronismo ("año decimoquinto de Tiberio... siendo gobernador Poncio Pilato... tetrarca Herodes... Filipo... Lisanias... sumos sacerdotes Anás y Caifás") crea ilusión de historicidad que colapsa bajo escrutinio crítico. El mismo Lucas que proporciona este marco cronológico elaborado en 3:1 es quien sitúa el nacimiento de Yeshú durante el censo de Quirinio en contradicción con Mateo, demostrando que su interés no es precisión histórica sino creación de marco teológico que vincule a Yeshú con eventos y figuras verificables. El trabajo de Roth demuestra que este versículo 3:1, en su forma marcionita primitiva, no era seguido por el material de Yojanán sino que conducía directamente a la manifestación de Yeshú en Kfar-Najum, revelando su función original: no introducir a un precursor profético judío sino marcar el momento de la epifanía súbita del dios extranjero en el mundo del Demiurgo.

El versículo 3:7 constituye el núcleo filológico y teológico más explosivo del pasaje, revelando con claridad devastadora la naturaleza mistérica-gnóstica del movimiento de Yojanán. El texto griego del Codex Sinaiticus folio 230a preserva:

ἔλεγεν οὖν τοῖς ἐκπορευομένοις ὄχλοις βαπτισθῆναι ὑπ᾽ αὐτοῦ· Γεννήματα ἐχιδνῶν, τίς ὑπέδειξεν ὑμῖν φυγεῖν ἀπὸ τῆς μελλούσης ὀργῆς; 

("Entonces decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: víboras engendradas, ¿quién os reveló [místicamente] a escapar de la ira que está llegando?"). 

Cada elemento de este versículo requiere análisis filológico minucioso para exponer la estructura sectaria subyacente.

El término γεννήματα ἐχιδνῶν ("generación/engendro de víboras") ha sido objeto de confusión interpretativa masiva, oscureciendo su significado técnico original. La comparación textual entre Mateo y Lucas revela manipulación redaccional significativa que expone funciones teológicas radicalmente diferentes. En Mateo 3:7, la expresión se dirige explícitamente contra perushim y tzadokim ("fariseos y saduceos") en contexto de reproche hostil: 

"Pero viendo que muchos de los fariseos y saduceos venían a su bautismo, les dijo: Generación de víboras (γεννήματα ἐχιδνῶν), ¿quién os enseñó a huir de la ira venidera?". 

El teólogo Sjef van Tilborg en "The Jewish Leaders in Matthew" (p. 29) demuestra que esta dirección a perushim y tzadokim es adición editorial de Mateo. Solo Mateo especifica estos destinatarios; Lucas 3:7 habla genéricamente de ὄχλοι (multitudes). Van Tilborg nota que Mateo no usa aquí su palabra preferencial ὄχλοι, lo cual es significativo dada la actitud consistentemente positiva que Mateo adopta hacia las multitudes: Yeshú les habla (5:1; 11:7; 13:34; 23:1), las ve con compasión (9:36), ellas escuchan sus enseñanzas (7:28; 9:8, 33; 12:23), le siguen (4:25; 13:2; 14:13; 15:30; 21:9; 22:33), y son alimentadas antes de ser despedidas (14:15, 19; 15:36, 39). Solo en 26:55 suena reproche hacia las multitudes, pero incluso en el relato de la pasión no son ellas principalmente las reprochadas (27:20). Esta tendencia completa contradice la tesis de Walker sobre actitud negativa de Mateo hacia las multitudes. La sustitución mateana de "multitudes" por  perushim y tzadokim ("fariseos y saduceos") como destinatarios del reproche es, por tanto, redacción tendenciosa diseñada para convertir lo que originalmente era fórmula de iniciación positiva en denuncia hostil contra líderes judíos.

Lucas preserva la función original como fórmula dirigida a "las multitudes que salían para ser bautizadas" (τοῖς ἐκπορευομένοις ὄχλοις βαπτισθῆναι ὑπ᾽ αὐτοῦ), es decir, a los candidatos al ritual de iniciación. El manuscrito hebreo de Mateo de Shem Tov (Ms. Heb. 28) confirma esta estructura original al omitir completamente la expresión "generación de víboras" en su forma más primitiva, con las variantes que añaden "raíces de áspides" (שרש פתנים) o "descendencia de cocodrilos" (זרע תנינים) apareciendo solo en manuscritos tardíos (E, F, D, G) como interpolaciones que no pertenecen al texto original. Esto sugiere que la expresión fue añadida posteriormente en la tradición textual, probablemente durante el proceso de polemización anti-judía que caracterizó el desarrollo del cristianismo gentil.

La clave interpretativa reside en reconocer que γεννήματα ἐχιδνῶν ("engendros de serpientes/víboras") funcionaba como designación honorífica en contextos mistéricos gnósticos, no como insulto. Los gnósticos cristianos primitivos—específicamente los grupos documentados por los heresiólogos como ofitas, naasenos (del hebreo נחש najash, "serpiente"), peratas, y setianos—veneraban a la serpiente del Edén como agente positivo de iluminación que trajo gnosis salvífica contra el Demiurgo ignorante identificado con el Di's creador del Tana”j (Biblia hebrea). Para estos sectarios, la serpiente representaba sabiduría, conocimiento superior, y liberación del dominio del Demiurgo-legislador. Ser llamado "engendro de serpientes" en este contexto significaba ser identificado como hijo de la serpiente sabia, iniciado en los misterios que el Demiurgo intentaba ocultar.

La evidencia patrística sobre estos grupos es abundante y consistente. Ireneo de Lyon en Adversus Haereses I.30.15 describe a los ofitas: 

"Dicen que la serpiente... era Sabiduría misma... Por esto fue que la serpiente también fue arrojada del cielo por el Demiurgo... Afirman también que esta serpiente, oponiéndose al creador, otorgó conocimiento a los humanos". 

Hipólito de Roma en Refutatio omnium haeresium V.16.7-12 documenta la teología ofita en detalle: 

"Los peradas [peratas] afirman que la serpiente es el Logos del Demiurgo... Esta es la serpiente que instruyó a Eva, que reveló el conocimiento prohibido... Los que esperan en esta serpiente no serán destruidos por las serpientes del desierto, es decir, por las potencias". 

Hipólito preserva la conexión explícita con el Evangelio de Juan: 

"Y como Moshé levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado" (Juan 3:14). 

Los ofitas interpretaban esto ontológicamente: Yeshú es la serpiente sagrada (הנחש הקדוש) que trae gnosis salvífica. Hipólito continúa (V.17.2, 11): 

"La serpiente es el intelecto perfecto... Por esto también Moshé en el desierto levantó la serpiente de bronce... Esta es la serpiente que apareció en los últimos días en forma de hombre en tiempo de Herodes".

Epifanio de Salamis en Panarion 37 confirma: 

"Los llamados ofitas... veneran a la serpiente porque dicen que Di's les prohibió el conocimiento... Algunos de ellos mantienen una serpiente viva en una caja, y a la hora de sus misterios la sacan... y así celebran sus misterios". 

El Pseudo-Tertuliano en Adversus Omnes Haereses 2 documenta prácticas similares. Celso, el crítico pagano del cristianismo citado extensamente por Orígenes en Contra Celsum V.24-39, describe grupos cristianos que veneraban la serpiente mediante rituales elaborados y la consideraban símbolo supremo de sabiduría. Orígenes, defendiendo el cristianismo ortodoxo, no niega la existencia de estos grupos sino que intenta distanciar el cristianismo "verdadero" de tales prácticas, confirmando así implícitamente su prevalencia en el cristianismo primitivo.

El término técnico "naasenos" preservado por Hipólito deriva directamente del hebreo נחש (najash, "serpiente"), demostrando que estos grupos no solo veneraban la serpiente simbólicamente sino que adoptaban identidad lingüística hebrea basada en el símbolo serpentino. Matthew Black en "An Aramaic Approach to the Gospels and Acts" (pp. 197-198) demuestra que el término "Nazoraios" (Ναζωραῖος) aplicado a Yeshú y sus seguidores probablemente deriva no de Nazaret sino del término mandeo "nasoraya" (נצורייא), que a su vez deriva del hebreo נצר (natsar, "guardar", "observar"), con la derivación babilónica "natzoraya" significando "guardianes de los misterios". El erudito alemán Zimmern señaló que el nasir babilónico se usaba como nombre propio para los "protectores de los misterios divinos", sugiriendo que tanto los mandeos como los cristianos primitivos adoptaron este término del vocabulario mistérico babilónico. El Talmud Bavlí preserva referencias a בֵי נִצְרְפֵי (Bei Nitzrefei, "casa de los Natzrefei") como lugar de reunión de cristianos primitivos considerados totalmente idólatras:

איזו היא אשרה סתם אמר רב כל שכומרים יושבין תחתיה ואין טועמין מפירותיה ושמואל אמר אפילו אמרי הני תמרי לבי נצרפי אסור דרמי בי שיכרא ושתי ליה ביום אידם

"¿Qué árbol se supone que es un ashera?... Shmuel dice: Incluso si dicen: Estas fechas son para la casa de Nitzrefei, el árbol está prohibido porque arrojan los dátiles a la cerveza y la beben el día de su fiesta" (Avodah Zarah 48a). 

Rash"i explica: לבי נצרפי - ע"ז וכך שמה ("Bei Nitzrefei—idolatría, y así se llama"). El término נצרפי es disfraz cacofemístico de נוצרי (Notzri, cristiano), confirmando que los cristianos primitivos eran identificados lingüísticamente con el concepto de "guardianes de misterios" asociados con veneración idolátrica.

La conexión entre los seguidores de Yojanán y estos movimientos mistéricos serpentinos no es especulación sino conclusión basada en evidencia convergente. Epifanio en Panarion 19.1 y 29.1, 6-7 documenta una secta llamada "nasoraioi" (Ναζωραῖοι) que afirmaba descender de los seguidores de Yojanán HaMatbil, y sus prácticas ascéticas son consistentes con las atribuidas a Yojanán. Los mandeos posteriores, quienes llamaban a Yojanán "Yujuna" y lo consideraban su progenitor, usaban el término "manda" como sinónimo de "gnosis" (conocimiento), confirmando la estructura soteriológica basada en conocimiento revelado característica del gnosticismo. La fórmula usada por los mandeos replica estructuralmente la del versículo 3:7: revelación mistérica (ὑπεδίξεν) de conocimiento salvífico a grupo de elegidos identificados mediante lenguaje serpentino.

El segundo elemento filológico crucial del versículo 3:7 es el verbo ὑπεδίξεν (hypedeixen), cuyo significado técnico los traductores modernos consistentemente oscurecen traduciendo blandamente como "enseñó" o "mostró". Este verbo no es término neutro de enseñanza ordinaria sino vocabulario técnico del lenguaje mistérico que denota específicamente revelación de secretos esotéricos, misterios ocultos, conocimientos arcanos no accesibles mediante instrucción pública común. El lexicón de Liddell-Scott-Jones documenta este uso técnico: ὑποδείκνυμι significa "mostrar secretamente", "revelar misterios", "dar indicaciones privadas", "instruir en secreto". Este mismo verbo aparece en Ben Siraj 48:25 en el Codex Sinaiticus (folio 183b) en contexto explícitamente apocalíptico-esotérico:

ὑπέδειξεν τὰ ἐσόμενα καὶ τὰ ἀπόκρυφα πρὶν ἢ παραγενέσθαι αὐτά

"Reveló (ὑπέδειξεν) lo que sucedería hasta el fin de los tiempos, cosas ocultas (τὰ ἀπόκρυφα) aún por cumplir". 

El paralelo es exacto: ὑποδείκνυμι se usa para revelación de "cosas ocultas" (ἀπόκρυφα), conocimientos escatológicos secretos no disponibles mediante vías ordinarias de instrucción. Cuando Yojanán pregunta "¿quién os reveló [ὑπέδειξεν] a escapar de la ira venidera?", no está preguntando retóricamente quién les enseñó mediante instrucción pública normal, sino quién les reveló místicamente el conocimiento secreto de la salvación escatológica inminente. La pregunta es beligerante porque presupone que estos candidatos no deberían tener acceso a tal revelación sin ser primero iniciados en los misterios que Yojanán controla.

Esta interpretación se confirma mediante el contexto: las multitudes "salían para ser bautizadas" (ἐκπορευομένοις... βαπτισθῆναι), es decir, buscaban iniciación en el ritual mistérico que Yojanán administraba. La pregunta hostil "¿quién os reveló...?" establece que Yojanán controla acceso a conocimiento salvífico mediante ritual de iniciación, estructura característica de religiones mistéricas donde la salvación depende de conocimiento secreto revelado solo a iniciados. Rudolf Bultmann en "Theologie des Neuen Testaments" (vol. 1, p. 141) argumentaba que la interpretación posterior de Pablo sobre el bautismo había sido "determinada por el pensamiento gnóstico" precisamente porque el bautismo funcionaba como ritual de iniciación que otorgaba gnosis salvífica. Si el perdón divino debía vincularse con el conocimiento de Di's bajo el nuevo pacto (Yirmiyahu 31:33-34), como afirma el Nuevo Testamento (Hebreos 8:11-12), y fue desde el principio concomitante del bautismo ofrecido por Yojanán (Lucas 1:77), entonces podemos comprender por qué Justino Mártir a mediados del siglo II consideraba el bautismo cristiano como uno de "arrepentimiento y conocimiento de dios" (Diálogo con Trifón 14:1). Los judíos que se reunieron en torno a Yojanán se consideraban "elegidos" que habían recibido revelación mistérica (ὑπεδίξεν) de salvación escatológica mediante ritual de iniciación (βάπτισμα), replicando exactamente la estructura de las religiones mistéricas helenísticas y los movimientos gnósticos que proliferaban en el período.

El paralelismo con el falso mesías Shabetai Tzvi y su profeta Natan de Gaza resulta devastadoramente iluminador para comprender la naturaleza herética del movimiento de Yojanán-Yeshú. Natan de Gaza (נתן העזתי), operando en el siglo XVII, desarrolló una teología cabalística que identificaba explícitamente a Shabetai Tzvi como la "serpiente sagrada" (הנחש הקדוש) basándose en guematria: משיח (Mashiaj) y נחש (najash, serpiente) ambos suman 358 en valor numérico. En su Derush HaTaninim (Tratado sobre las Serpientes), Natan enseñaba que el alma del Mashiaj era la serpiente sagrada cuyo destino era descender a los reinos de las klipot (fuerzas del mal) para redimirlas desde dentro. Según Natan, la serpiente primordial del lado de la klipa necesitaba ser corregida por la serpiente verdadera del lado de la santidad:

"él es Shabetai Tzvi, 'Porque él mismo es el mal absoluto que es su caparazón que es el Yesh"ú HaNotzrí que va a corregir'" (הוא שבתי צבי, 'כי שרשו בעצמו הוא רע הגמור שהוא קליפתו שהוא יש"ו הנוצרי שעתיד הוא לתקנו'Derush HaTaninim, p. 43). 

Para Natan de Gaza, el cristianismo representaba un intento inmaduro de redención en el mundo por parte de la serpiente que aún no había sido corregida y solo había aparecido su klipah en forma de cristianismo. Shabetai Tzvi era la serpiente sagrada que rompería el poder de la gran serpiente (הנחש הגדול).

La teología sabática replica estructuralmente la teología del movimiento de Yojanán-Yeshú: un mesías identificado con la serpiente, que desciende a reinos de impureza para efectuar redención, cuya misión requiere violación aparente de Torah (Shabetai Tzvi se convirtió públicamente al Islam en 1666; Yeshú violó Shabat, leyes de pureza, y halajot fundamentales) para lograr tikun escatológico. Natan de Gaza enseñaba el concepto de justificatio per fidem—el concepto paulino de que la fe en el mesías conduce a salvación—exactamente como Pablo había enseñado sobre Yeshú (ver D. Dimant, "Torah y Mitzvot con Paulus y Natan Hazati", tesis doctoral, Jerusalén 2016; G. Scholem, "Shabti Zvi", pp. 231-230). Shabetai Tzvi, durante su estancia en Gaza, realizó ceremonias inusuales incluyendo el nombramiento de doce personas como "las doce tribus", acto que tiene paralelo exacto con la selección de los doce apóstoles por Yeshú (G. Scholem, "Shabti Zvi", p. 181). En el secreto de las enseñanzas sabáticas residía la idea de que el vino y la matzá en la cena del Seder eran la carne y sangre de Shabetai Tzvi, replicando exactamente las palabras de Yeshú en la última cena:

"el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna" (Juan 6:54: הָאֹכֵל אֶת־בְּשָׂרִי וְהַשֹּׁתֶה אֶת־דָּמִי יֶשׁ־לוֹ חַיֵּי עוֹלָמִים—ver Y. Zakovitz y S. Roser, "Al principio era la palabra: ocho discursos sobre el cuarto evangelio", Jerusalén 1974, pp. 137-148).

El movimiento sabático del siglo XVII demuestra empíricamente cómo teología basada en identificación del mesías con la serpiente conduce inexorablemente a antinomianismo: si el mesías es la serpiente que trae conocimiento contra el Demiurgo/Torah, entonces la obediencia toránica se convierte en obstáculo para salvación, no en camino hacia ella. Los seguidores de Shabetai Tzvi, llamados sabateos (שבתאים), alardeaban de ser esotéricos dentro de la secta y consideraban a Shabetai Tzvi como la serpiente sagrada que descendía a las klipot para efectuar tikun mediante transgresión sagrada. Este patrón teológico idéntico en el movimiento de Yojanán-Yeshú—expresado mediante el lenguaje de "γεννήματα ἐχιδνῶν" como designación honorífica de iniciados en los misterios de la serpiente sagrada—demuestra que no estamos tratando con reformadores judíos sino con heresiarcas que introdujeron estructura teológica fundamentalmente incompatible con el judaísmo toránico.

La acción del rey Jizkiyahu respecto a la serpiente de bronce proporciona precedente profético devastador para el juicio sobre tales movimientos. El texto de Melajim Bet es explícito:

הוּא הֵסִיר אֶת־הַבָּמוֹת וְשִׁבַּר אֶת־הַמַּצֵּבֹת וְכָרַת אֶת־הָאֲשֵׁרָה וְכִתַּת נְחַשׁ הַנְּחֹשֶׁת אֲשֶׁר־עָשָׂה מֹשֶׁה כִּי עַד־הַיָּמִים הָהֵמָּה הָיוּ בְנֵי־יִשְׂרָאֵל מְקַטְּרִים לוֹ וַיִּקְרָא־לוֹ נְחֻשְׁתָּן

"Abolió los lugares altos, rompió las piedras rituales, cortó los árboles rituales de Asherah e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Mosheh, porque hasta aquellos días los hijos de Israel estaban quemando incienso a él, y él lo llamó Nejushtan" (Melajim Bet 18:4). 

El contexto establece que Jizkiyahu "hizo lo recto ante los ojos del Eterno" (18:3), haciendo de él modelo de tzadik que corrige desviaciones del pueblo. Rash"i explica el nombre despectivo "Nejushtan":

 ויקרא לו נחשתן - לשון בזיון, כלומר מה צורך בזה, אינו אלא נחש נחושת ("Y la llamó Nejushtan: se llamó así de forma peyorativa, para que dejaran de adorarla, es como si dijera, '¿Por qué es necesario? No es más que una serpiente de cobre'").

El paralelo teológico es exacto y devastador: así como Bene Israel desviaron el significado de la serpiente mosaica—transformando un recordatorio de que HaShem estaba sobre ellos en objeto de culto independiente que recibía ofrendas de incienso—así el movimiento de Yojanán-Yeshú desvió la figura mesiánica de su significado toránico (gobernante davídico terrenal que restauraría la soberanía de Israel) transformándola en dios encarnado que requiere adoración y que se identifica él mismo con la serpiente levantada. La destrucción de Nejushtan por Jizkiyahu prefigura proféticamente la necesaria destrucción de la idolatría cristiana centrada en Yeshú como "serpiente levantada" que otorga salvación. Si el rey más justo de Yehudah destruyó la serpiente de bronce que Moshé había hecho porque el pueblo había comenzado a adorarla, cuánto más debe ser rechazado el movimiento que explícitamente identifica a su salvador con esa serpiente y construye teología soteriológica completa basada en veneración serpentina. Los apologetas mesiánicos no pueden explicar por qué el Nuevo Testamento establece conexión explícita entre Yeshú y la serpiente mosaica (Juan 3:14) ni pueden distanciarse de las interpretaciones ofitas sin rechazar elementos textuales presentes en sus propias escrituras. Su única opción es afirmar que la serpiente de bronce era símbolo positivo de salvación, pero esto enfrenta el problema insuperable de que el rey más justo la destruyó precisamente porque se había convertido en objeto de culto idolátrico.

La transgresión fundamental que el análisis del versículo 3:7 revela es que Yojanán estableció sistema soteriológico basado en revelación gnóstica mistérica (ὑπεδίξεν) administrada mediante ritual de iniciación (βάπτισμα) a grupo de elegidos identificados mediante lenguaje serpentino (γεννήματα ἐχιδνῶν), completamente al margen del sistema de expiación ordenado por HaShem en la Torah. Esta estructura constituye precisamente la conducta del mesit u'madiaj descrito en Devarim 13. La Torah establece mecanismos públicos, verificables, y accesibles para expiación mediante el sistema sacrificial del Beit HaMikdash. Yojanán crea sistema alternativo basado en conocimiento secreto revelado solo a iniciados, promete perdón de pecados mediante ritual innovador, y utiliza lenguaje mistérico-gnóstico que vincula su movimiento con veneración serpentina incompatible con el monoteísmo israelita. Esta no es diferencia interpretativa legítima dentro del judaísmo sino introducción de estructura religiosa fundamentalmente extraña—las religiones mistéricas helenísticas con sus rituales de iniciación, su soteriología basada en conocimiento secreto, y su simbolismo serpentino derivado de cultos paganos del Medio Oriente.

La evidencia convergente de múltiples líneas—el trabajo textual-crítico de Roth demostrando que el texto marcionita primitivo carecía del material sobre Yojanán revelando así la naturaleza originalmente antinómica del movimiento; el análisis filológico de γεννήματα ἐχιδνῶν y ὑπεδίξεν exponiendo la estructura mistérica-gnóstica serpentina; la documentación patrística abundante de grupos cristianos primitivos que veneraban la serpiente; el paralelismo estructural devastador con el movimiento sabático de Shabetai Tzvi; y el precedente profético de la destrucción de Nejushtan por Jizkiyahu—demuestra irrefutablemente que Yojanán HaMatbil debe ser categorizado como mesit u'madiaj cuya función histórica fue desviar al pueblo de Israel del camino de HaShem hacia sistema de creencias y prácticas que eventualmente cristalizó como religión separada y opuesta al judaísmo.

Los apologetas mesiánicos no tienen respuesta coherente a esta convergencia de evidencias. Intentarán argumentar que el bautismo de Yojanán era simplemente tevilá judía legítima, pero ya hemos demostrado que la tevilá prescrita en Torah era ritual de purificación de tumá, no mecanismo de expiación de pecados. La Mishná Yomá 8:9 es explícita sobre los mecanismos de expiación y no incluye inmersión ritual como mecanismo independiente. Intentarán argumentar que Yojanán operaba bajo autoridad profética, pero esto es razonamiento circular: su conducta misma de crear sistema expiatorio alternativo demuestra que no podía ser profeta auténtico según Devarim 13. Intentarán invocar precedente de Qumrán, pero los sectarios de Qumrán nunca afirmaron que sus inmersiones otorgaban perdón de pecados y anticipaban restauración futura del culto sacrificial legítimo, como demuestra el Rollo del Templo (11QT). Intentarán aplicar profecías de Yejezkel 36:25-27 y Yirmiyahu 31:33-34, pero estas profecías describen acción escatológica directa de HaShem en contexto de restauración nacional completa, no ritual humano contemporáneo. La aplicación de frases aisladas ignorando contexto completo constituye eiségesis deshonesta.

Los apologetas mesiánicos quedan expuestos como practicantes de metodología exegética fundamentalmente corrupta: extraen frases descontextualizadas de profecías, las aplican a eventos que no cumplen el contexto completo, crean equivalencias lingüísticas falsas mediante retro-traducción artificial del griego al hebreo, confunden deliberadamente categorías halájicas distintas (tumá versus jet, tevilá versus kaparah), invocan conceptos cabalísticos tardíos proyectándolos anacrónicamente sobre el período del Segundo Templo, y fabrican halajá inexistente para legitimar prácticas cristianas. Cada uno de estos métodos puede ser identificado y refutado mediante metodología exegética rigurosa y conocimiento auténtico de fuentes judías. La misma necesidad de emplear tales manipulaciones demuestra que el movimiento de Yojanán-Yeshú no puede ser legitimado mediante las fuentes judías auténticas cuando se interpretan honestamente según sus significados contextuales originales.

El juicio halájico es inequívoco e irrefutable. Yojanán HaMatbil estableció culto mistérico que prometía perdón de pecados mediante ritual innovador (βάπτισμα) administrado fuera del sistema ordenado por la Torah, utilizando lenguaje técnico mistérico (ὑπεδίξεν) para revelar conocimiento secreto salvífico a grupo de iniciados identificados mediante simbolismo serpentino (γεννήματα ἐχιδνῶν) vinculado con movimientos gnósticos que veneraban la serpiente contra el Di's de Israel. Esta conducta cumple exactamente los criterios de mesit u'madiaj establecidos en Devarim 13:2-6, quien mediante señales aparentemente impresionantes desvía al pueblo del camino de HaShem hacia "dioses ajenos"—en este caso, el sistema soteriológico alternativo centrado en gnosis mistérica y eventual divinización de Yeshú. La severidad de la transgresión queda establecida en Devarim 13:6: 

"Y aquel profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra el Eterno vuestro Di's... buscando apartarte del camino en que el Eterno tu Di's te mandó andar; así quitarás el mal de en medio de ti" (וְהַנָּבִיא הַהוּא אוֹ חֹלֵם הַחֲלוֹם הַהוּא יוּמָת כִּי דִבֶּר־סָרָה עַל־ה' אֱלֹהֵיכֶם... לְהַדִּיחֲךָ מִן־הַדֶּרֶךְ אֲשֶׁר צִוְּךָ ה' אֱלֹהֶיךָ לָלֶכֶת בָּהּ וּבִעַרְתָּ הָרָע מִקִּרְבֶּךָ).

El trabajo de Roth sobre el Evangelio de Marción proporciona la evidencia textual-crítica final que sella el veredicto: el texto más antiguo recuperable del Evangelio de Lucas no contenía el material sobre Yojanán HaMatbil, revelando que la conexión entre Yeshú y el judaísmo profético fue fabricación redaccional tardía diseñada para oscurecer la naturaleza originalmente antinómica del movimiento. Yeshú apareció en el texto primitivo como manifestación súbita de un dios extranjero sin raíces en la historia salvífica de Israel. La posterior interpolación del material de Yojanán fue intento desesperado de crear legitimidad profética retrospectiva que el movimiento originalmente no poseía ni reclamaba. Esta evidencia textual interna de los propios documentos cristianos, cuando se analiza mediante metodología histórico-crítica rigurosa, confirma el juicio halájico alcanzado mediante análisis de la Torah: Yojanán HaMatbil y Yeshú HaNotzrí operaban como mesitim u'madijim que desviaron al pueblo de Israel del camino de HaShem hacia sistema religioso que eventualmente se cristalizó como cristianismo—religión fundamentalmente opuesta al judaísmo toránico que ha constituido durante dos milenios uno de los desafíos más peligrosos para la supervivencia e integridad del pueblo judío y su Torah eterna.

Notas críticas del texto griego

¹ Markion 3:1 — Atestiguado por múltiples fuentes patrísticas (Tertuliano, Hipólito, Orígenes, [Pseudo-]Efrem, y el Diálogo de Adamancio). Epifanio (Panarion 42.11.4-5) cita el inicio del Evangelio de Markion: "ἐν τῷ {ἔτει πεντεκαιδεκάτῳ} τῆς ἡγεμονίας Τιβερίου Καίσαρος ἐπὶ τῶν χρόνων Ποντίου Πιλάτου", pero interrumpe con "καὶ τὰ ἑξῆς" (y lo que sigue). Nótese:

  • El orden de palabras difiere del Codex Sinaiticus: Epifanio coloca el numeral antes de "año" (ἔτει πεντεκαιδεκάτῳ)

  • Uso de ἐπὶ τῶν χρόνων ("en los tiempos de") en lugar de ἡγεμονεύοντος ("siendo gobernador")

  • Este orden de palabras no está atestiguado en ningún manuscrito según el IGNTP

  • Puede reflejar la redacción propia de Epifanio más que el texto original de Markion

² Markion 3:2-20 — No atestiguados, aunque indirectamente confirmados como ausentes. Epifanio (Panarion 42.11.4-5) explícitamente menciona que Markion omitió "γενεαλογίας καὶ τῆς τοῦ βαπτίσματος ὑποθέσεως" (la genealogía y el relato del bautismo), refiriéndose en orden inverso al contenido de Lucas 3:21-38. Esto implica que también faltaba el material previo sobre el ministerio de Juan el Bautista (3:2-20).

³ Estructura del Evangelio de Markion — Según el testimonio patrístico unánime:

  • Ausente: Lucas 1:1-2:52 (prólogo, anunciaciones, nacimiento e infancia de Jesús)

  • Ausente: Lucas 3:1b-20 (ministerio completo de Juan el Bautista)

  • Ausente: Lucas 3:21-38 (bautismo de Jesús y genealogía)

  • Presente: El evangelio comenzaba directamente con una forma editada de Lucas 3:1, seguido aparentemente por material de Lucas 4:14 en adelante (la manifestación pública de Jesús en Galilea)

Teología de Markion — Las omisiones reflejan la teología distintiva de Markion (ca. 85-160 d.C.):

  • Rechazo del Antiguo Testamento y del Dios creador

  • Negación del cumplimiento de las profecías mesiánicas judías

  • Presentación de Jesús como manifestación súbita del Dios bueno desconocido

  • Eliminación de referencias al nacimiento virginal, la genealogía davídica y las profecías del AT

  • El año decimoquinto de Tiberio (ca. 28-29 d.C.) marca para Markion el momento de la primera aparición de Cristo en el mundo

Fuentes primarias:

  • Epifanio de Salamis, Panarion 42.9.1; 42.11.4-5; 51.6.12; 51.19.2; 66.50.5; 66.78.1

  • Tertuliano, Adversus Marcionem IV

  • Hipólito, Refutatio omnium haeresium

  • Orígenes, diversos escritos

  • Dialogus de recta fide (Diálogo de Adamancio)

Notas de la Traducción al español.

¹ Tiberios Kaisaros (Τιβερίου Καίσαρος): Tiberio César, emperador romano (14-37 d.C.). El año decimoquinto de su reinado corresponde aproximadamente al 28-29 d.C.

² Pontios Pilatos (Ποντίου Πιλάτου): Poncio Pilato, prefecto romano de Judea (26-36 d.C.).

³ Herodes (Ἡρῴδου): Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, tetrarca de Galilea y Perea (4 a.C. - 39 d.C.).

Filippos (Φιλίππου): Herodes Filipo, medio hermano de Herodes Antipas, tetrarca de las regiones del noreste (4 a.C. - 34 d.C.).

Ituraia (Ἰτουραίας): Región al noreste de Galilea, en la zona del actual sur del Líbano.

Trakhonitis (Τραχωνίτιδος): Región volcánica al este del mar de Galilea, conocida por su terreno áspero.

Lysanios (Λυσανίου): Tetrarca mencionado únicamente por Lucas; gobernante de Abilene.

Abilene (Ἀβιληνῆς): Región en el Anti-Líbano, al noroeste de Damasco.

Annas (Ἄννα): Anás, sumo sacerdote judío (6-15 d.C.), aunque destituido por Roma, mantenía gran influencia.

¹⁰ Kaiaphas (Καϊάφα): Caifás, yerno de Anás, sumo sacerdote oficial (18-36 d.C.).

¹¹ Ioannēs (Ἰωάννην): Juan el Bautista, del hebreo Yojanan (יוחנן), "Yahveh ha sido misericordioso".

¹² Zajarias (Ζαχαρίου): Zacarías, del hebreo Zeḵaryāh (זכריה), "El Eterno recuerda".

¹³ Iordanēs (Ἰορδάνου): El río Jordán, del hebreo Yardēn (ירדן), "el que desciende".

¹⁴ arrepentimiento (μετανοίας): Cambio de mente o transformación radical del pensamiento y la conducta.

¹⁵ Ēsaias (Ἠσαΐου): Isaías, del hebreo Yəšaʿyāhū (ישעיהו), "El Eterno es salvación". La cita proviene de Isaías 40:3-5.

¹⁶ Camada de víboras (γεννήματα ἐχιδνῶν): Expresión profética que denuncia hipocresía y maldad arraigada.

¹⁷ Abraam (Ἀβραάμ): Abraham, del hebreo Aḇrāhām (אברהם), patriarca y padre del pueblo judío.

¹⁸ publicanos (τελῶναι): Recaudadores de impuestos, generalmente judíos que trabajaban para Roma, considerados pecadores y colaboracionistas.

¹⁹ soldados (στρατευόμενοι): Probablemente soldados judíos al servicio de Herodes o auxiliares romanos.

²⁰ intimidéis (διασείσητε): Del verbo diaseiō, literalmente "sacudir violentamente", usado para extorsión mediante intimidación.

²¹ calumniéis (συκοφαντήσητε): Del verbo sykophanteō, denunciar falsamente o extorsionar mediante acusaciones falsas.

²² raciones (ὀψωνίοις): Opsōnion, el salario o paga de los soldados, originalmente dinero para comprar alimentos.

²³ Khristos (Χριστός): El Cristo, del hebreo Mashîaj (משיח).

²⁴ bieldo (πτύον): Herramienta agrícola usada para aventar el grano, separando el trigo de la paja.

²⁵ Herodias (Ἡρῳδιάδος): Herodías, nieta de Herodes el Grande, quien dejó a su esposo Herodes Filipo (otro medio hermano) para casarse con Herodes Antipas.

²⁶ El texto de Markion: Según Epifanio de Salamis (Panarion 42.11.4-5), Markion comenzaba su evangelio directamente con Lucas 3:1, omitiendo los capítulos 1-2 (el nacimiento virginal y la infancia de Jesús) y también Lucas 3:2-20 y 3:21-38 (el ministerio de Juan el Bautista, el bautismo de Jesús y la genealogía). Epifanio preserva el inicio: "En el año decimoquinto del gobierno de Tiberio César, en los tiempos de Poncio Pilato...", pero interrumpe con "y lo que sigue" (καὶ τὰ ἑξῆς). La omisión de estos pasajes se relaciona con la teología de Markion, quien rechazaba el Tanaj y presentaba a Yeshú como una manifestación súbita del Dios bueno (Xhrestos), no como el Mesías (Christos) judío anunciado por las profecías.