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11/17/2019

Budismo y desaliento.

BS"D

Ieshiva Ateret Ierushalaim
Bajo la dirección del
Rabino Shlomo Aviner

                                                 #465

Budismo y desaliento

Pregunta: El Rav explica a menudo que el budismo es desaliento del mundo y de la vida, y se basa en principios como “todo es malo”, “hay que desconectarse” – en contraste con la Torá que alumbra la vida y eleva la realidad. Pero según mi impresión y la lectura de libros que hablan del tema, se trata de una concepción que le entrega varias cosas buenas al que se dirige por ese camino. Las personas hablan de conciencia de sí mismos, de paz, de alegría, de salud, de longevidad y aceptar lo que hay con amor.
Cuando yo escucho monjes budistas hablando de una vida plena de felicidad y amor, siento envidia. ¿Acaso no tenemos lo qué aprender de ellos?
¿Realmente nosotros creamos una sociedad de personas sanas y alegres?
Los monjes hablan de “personas que se sienten bien consigo mismas”, aquí y ahora, sin necesidad de esforzarse desde la mañana hasta la noche para llegar a la satisfacción espiritual – sencillamente quitar las escorias que hacen sufrir al alma, y el alma de por sí brillará. Estoy harto de intentar esforzarme todo el tiempo, caer y levantarme, caer y levantarme, cuidar puntillosamente los detalles de la halajá, elaborar las virtudes que quizás nunca llegaré a ellas. ¿Y todo eso por un futuro utópico que será bueno ¿Y qué hay con el presente? ¿Con este momento? ¿Qué será con levantarse por la mañana con una sonrisa? ¿Qué será con alegrarse con el canto de los pájaros y con el sol que brilla, qué será con llenarse de amor para con cada hoja y cada flor? ¿Qué tan malo hay con alegrarse con mi realidad sencilla, con la naturaleza y la armonía sencilla?
Respuesta: Antes que nada, no soy yo en mi humildad que digo que el budismo es desaliento, porque no entiendo de budismo, sino que el Rav Kuk en su libro “Orot HaKodesh” (Orot HaKodesh Bet 486-488). Es más, él también menciona al filósofo pesimista Schopenhauer que tradujo a conceptos occidentales el pesimismo del budismo (allí, 482-484).
Una regla del estudio, cuando queremos conocer una concepción hay que estudiarla en su origen, y no sólo citas parciales que siempre se las puede desviar en la dirección que se desea para atraer personas o rechazarlas. Y en efecto, todas las cosas lindas que citas no se encuentran en las fuentes mismas.
En cuanto al tema en sí, el consejo de alegrarse con el canto de los pájaros quizás es adecuada para un muchacho soltero que no tiene ninguna obligación y sus padres lo mantienen, pero para una madre de hijos que tiene una responsabilidad grande, y a veces embarazo y tratado de los niños no es exactamente un canto de pájaros, sino que un yugo pesado, y ella lo acepta con amor, por el sentimiento interno puro de obligación, y realmente es un yugo, un yugo amado.
Y finalmente, cuando se desea juzgar una concepción no se lo puede hacer según sus declamaciones, sino que según sus acciones. Es muy fácil hablar, mucho mas que hacer. Cuando un turista llega al lejano oriente, lo dirigen a lugares especiales y le muestran sólo lo hermoso. Pero si por equivocación se encuentra con la vida cotidiana, él ve un mundo de los más desgraciados sobre la faz de la tierra: Sufrimiento, pobreza, niños que mueren de hambre, personas sin casa tirados por las calles, falta de servicios sociales, pobres sin un vintén al lado de multimillonarios, millones de viudas de 12 años de edad, el porcentaje más alto de violaciones, cuando la policía lo calla porque ella misma se ocupa de ello, viudas que son tiradas a la hoguera junto con el cuerpo de su difunto esposo, una sociedad dividida en castas que se enorgullecen unas sobre las otras. El corazón se quiebra en pedazos frente a esa terrible desgracia.
Que D’s se apiade de ellos y los haga arrepentirse, y sean merecedores de una vida dichosa. 

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