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9/03/2010

Mística, haraganería y engaño

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Pregunta: Las personas se valen de todo tipo de medios místicos para solucionar sus problemas; astrología, visita de las tumbas de los tzadikim (justos), videntes del café, Cabalistas, milagreros, energías, Ain HaRrá y más. ¿Acaso hay algo de cierto en todo eso? Arguyen que curan todos los males, ¡y es un hecho que surte efecto! Lo que es seguro, es que muchas personas buscan esas cosas. ¡Existen lo secretos de la Torá! ¡No todo es racional en la vida!
Respuesta: Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk dijo que no todo lo que la gente cuenta es cierto, y “el tonto lo cree todo” (Mishlei 14:15). Por otro lado, no se puede ser un descreído – ya que hay cosas auténticas. Lo que es seguro, es que la difusión de ese tipo de cosas produce mucho daño para toda la humanidad (Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Bereshit Pág. 310-313).
En efecto, un gran daño porque la gente se acostumbra a la holgazanería, a las alucinaciones e imaginaciones, y deja de lado la labor. Nuestros sabios nos enseñaron que el camino de la Torá es “la persona nació para trabajar” (Iyov 5:7), como explica el Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato) en su libro “Mesilat Iesharim” (Cáp. 9). Todo es labor, también el rezo es una labor - y no una fiesta de sensaciones. También la elevación espiritual es una labor, y no precisamente un placer que se le es obsequiado a la persona de manos de alguien muy carismático…
En resumen, esas personas se hicieron un atajo en el que eluden la Torá y la labor.
El estafador es notorio en varias cosas – y una de ellas, es su bolsillo. Una persona que realmente sabe curar a los demás no le exige dinero a los que sufren, porque su meta es hacer el bien. Por el contrario, él les da dinero.
La mística falsa se pone en evidencia cuando el místico pide dinero por “agua santa”, o transacción bancaria a cambio del corregimiento de las almas, o incluso votar por algún partido político a cambio de todas las bendiciones habidas y por haber.
También por lo general carecen de la sabiduría de la “Kabala” [en hebreo, kabala es también factura. N. del T.] y el recibo, y muchos de esos místicos fueron acusados de eludir impuestos.
También por lo general carecen de sabiduría – ninguna fuente antigua ni tampoco el consentimiento de los grandes sabios que determinan la halajá.
Por supuesto que las personas se interesan por ese tipo de cosas: Por curiosidad, por holgazanería, porque están defraudadas de la ciencia. No se trata de una curiosidad científica sana, sino que de una curiosidad enfermiza. Siempre lo mágico es llamativo. Y por supuesto que de vez en cuando hay cierta decepción de la ciencia, porque no tiene soluciones para todo, hay grietas. Pero no debemos ensanchar esas grietas y llenarlas de un mar de tonterías...
No se le puede reprochar a un niño pequeño por tener una mentalidad infantil, una forma de pensar mágica. Pero la persona debe madurar, superarse y liberarse de esa forma infantil de pensamiento. En efecto, el escape del raciocinio no conoce límites de sectores sociales o pueblos.
¿Tiene efecto? ¡Por supuesto! 80% de las enfermedades se curan de por sí solas, en forma espontánea. Un tercio de los dolores desaparecen con la ayuda de algún placebo. Para constatar la validez de algún tratamiento se necesita un ensayo clínico controlado aleatorio, doble ciego.
Por supuesto que existe los secretos de la Torá, pero todas esas cosas no son secretos de la Torá. Los secretos de la Torá son una profunda sabiduría, en la que se habla de las cuestiones más recónditas: La conducción Divina del mundo, el sentido de la vida, la recompensa y el castigo, y otros temas.
En contraste, todas esas tonterías y engaños de los que hablas son terriblemente superficiales. El problema no es que no sean racionales: Por supuesto que hay cosas que se encuentran por encima del raciocinio, pero todas esas cosas no son secretos de la Torá, porque sencillamente no son Torá, sino que un camino distinto, una religión alternativa. En vez del culto a D's, en ves del cumplimiento de las mitzvot, se inventan cosas que no existen en la Torá – y a veces están en contra de ella.
Por supuesto que visitar las tumbas de los tzadikim
es mencionado por nuestros sabios – pero también los muertos coinciden que ese no es el punto principal de la Torá. También Ain HaRrá es mencionado, pero no según la interpretación superficial de las personas (ver Ein Aya, Brajot 20). Por supuesto que existe la inspiración Divina, pero no se alcanza a la ligera, sólo después de un largo camino que es descrito en el libro "Mesilat Iesharim": Prudencia, diligencia, limpieza, ascetismo, pureza, devoción, humildad, temor al pecado y santidad.
Es sabido que muchas personas creen en la astrología, en Ain HaRrá y los videntes del café. Pero nosotros somos los discípulos de nuestro patriarca Avraham, los discípulos de nuestro Rav Moshé, y decimos: "Serás íntegro con el Eterno, tu D's" (Dvarim 18:13), y la verdad saldrá a luz con el tiempo.