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8/29/2010

Yirmiyohu /Jeremías (¿?)



Los mesiánicos dirán que Jeremías profetizo sobre la devolución de las treinta monedas de plata por Yehudah Ish-Keriot, a los sacerdotes, quienes compraron un campo, y según el  Evangelio de Mateo quien dice que presuntamente el profeta Jeremías dijo:


ܗܝܕܝܢ ܐܬܡܠܝ ܡܕܡ ܕܐܬܐܡܪ ܒܝܕ ܢܒܝܐ ܕܐܡܪ ܕܢܣܒܬ ܬܠܬܝܢ ܕܟܣܦܐ ܕܡܘܗܝ   ܘܝܗܒܬ ܐܢܘܢ ܠܐܓܘܪܣܗ ܕܦܚܪܐ ܐܝܟ ܕܦܩܕ ܠܝ ܡܪܝܐ ܀
הידין אתמלי מדם דאתאמר ביד נביא דאמר דנסבת תלתין דכספא דמוהי דיקירא 
דקצו מן בני איסריל
ויהבת אנון לאגורסה דפחרא איך דפקד לי מריא 

Entonces se cumplió lo que fue dicho por mano del profeta, que dijo: Y tomaron las treinta (piezas) de plata, el precio de aquel que era precioso, que los hijos de Israel esperaban; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señ-r.
Peshita Mateo 27: 9-10

Según los mesiánicos y natzratim dicen que se hace referencia a un profeta, el cual puede ser Zacarías (11:12-13) o Jeremías (19:1-13; 32:6-9), aún así no están seguros si se trata de alguno de estos dos y con este último no saben con certeza que sección fue. Por lo cual, ellos justifican sus palabras con un argumento de uno de los Padres de la Iglesia, Jerónimo del siglo IV quien escribió que un miembro de la secta nazarena le mostró un texto ‘apócrifo’ de Jeremías en el que la cita de Mateo podía encontrarse en su forma exacta. [1] En tal al texto de los notzrim, supuestamente dice:
דנסבת תלתין דכספא דמוהי דיקרא דקצו מן בני איסריל
ויהבת אנון לאגורסה דפחרא איך דפקד לי מריא
Mientras que toda la documentación encontrada en Qumran, no ha aparecido algún texto que se asemeje a dicha referencia imaginaria fabricada por los nazarenos, de hecho Jerónimo pudo haber inventado la historia entre el nazareno (notzri) y él. La misma gente del Clero dice que se trata de Jeremías 32: 6-9, y como es usual los mesiánicos (cristianaos protestantes) siguen el ejemplo de los católicos analicemos si Jeremías dice tal cosa.

Contestación es: El profeta Yirmiyoh en el pereq 19 1-13, solo hace referencia a una “botella de alfarero”, sin embargo este capitulo dice que el pueblo de Israel, han hecho avodah zara (idolatría), para enfocarse al culto popular (la creencia de Ba’al), por eso que diga Yirmiyohu/Jeremías 19:1-13 dice:

ירמיהו יט

Codex Aleppo
א כֹּה אָמַר יְהוָה הָלֹךְ וְקָנִיתָ בַקְבֻּק יוֹצֵר חָרֶשׂ וּמִזִּקְנֵי הָעָם וּמִזִּקְנֵי הַכֹּהֲנִים.  ב וְיָצָאתָ אֶל-גֵּיא בֶן-הִנֹּם אֲשֶׁר פֶּתַח שַׁעַר החרסות (הַחַרְסִית) וְקָרָאתָ שָּׁם אֶת-הַדְּבָרִים אֲשֶׁר-אֲדַבֵּר אֵלֶיךָ.  ג וְאָמַרְתָּ שִׁמְעוּ דְבַר-יְהוָה מַלְכֵי יְהוּדָה וְיֹשְׁבֵי יְרוּשָׁלִָם כֹּה-אָמַר יְהוָה צְבָאוֹת אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל הִנְנִי מֵבִיא רָעָה עַל-הַמָּקוֹם הַזֶּה אֲשֶׁר כָּל-שֹׁמְעָהּ תִּצַּלְנָה אָזְנָיו.  ד יַעַן אֲשֶׁר עֲזָבֻנִי וַיְנַכְּרוּ אֶת-הַמָּקוֹם הַזֶּה וַיְקַטְּרוּ-בוֹ לֵאלֹהִים אֲחֵרִים אֲשֶׁר לֹא-יְדָעוּם הֵמָּה וַאֲבוֹתֵיהֶם וּמַלְכֵי יְהוּדָה וּמָלְאוּ אֶת-הַמָּקוֹם הַזֶּה דַּם נְקִיִּם.  ה וּבָנוּ אֶת-בָּמוֹת הַבַּעַל לִשְׂרֹף אֶת-בְּנֵיהֶם בָּאֵשׁ עֹלוֹת לַבָּעַל  אֲשֶׁר לֹא-צִוִּיתִי וְלֹא דִבַּרְתִּי וְלֹא עָלְתָה עַל-לִבִּי.  {פ}

ו לָכֵן הִנֵּה-יָמִים בָּאִים נְאֻם-יְהוָה וְלֹא-יִקָּרֵא לַמָּקוֹם הַזֶּה עוֹד הַתֹּפֶת וְגֵיא בֶן-הִנֹּם כִּי אִם-גֵּיא הַהֲרֵגָה. ז וּבַקֹּתִי אֶת-עֲצַת יְהוּדָה וִירוּשָׁלִַם בַּמָּקוֹם הַזֶּה וְהִפַּלְתִּים בַּחֶרֶב לִפְנֵי אֹיְבֵיהֶם וּבְיַד מְבַקְשֵׁי נַפְשָׁם וְנָתַתִּי אֶת-נִבְלָתָם לְמַאֲכָל לְעוֹף הַשָּׁמַיִם וּלְבֶהֱמַת הָאָרֶץ.  ח וְשַׂמְתִּי אֶת-הָעִיר הַזֹּאת לְשַׁמָּה וְלִשְׁרֵקָה  כֹּל עֹבֵר עָלֶיהָ יִשֹּׁם וְיִשְׁרֹק עַל-כָּל-מַכֹּתֶהָ.  ט וְהַאֲכַלְתִּים אֶת-בְּשַׂר בְּנֵיהֶם וְאֵת בְּשַׂר בְּנֹתֵיהֶם וְאִישׁ בְּשַׂר-רֵעֵהוּ יֹאכֵלוּ בְּמָצוֹר וּבְמָצוֹק אֲשֶׁר יָצִיקוּ לָהֶם אֹיְבֵיהֶם וּמְבַקְשֵׁי נַפְשָׁם.  י וְשָׁבַרְתָּ הַבַּקְבֻּק לְעֵינֵי הָאֲנָשִׁים הַהֹלְכִים אוֹתָךְ.  יא וְאָמַרְתָּ אֲלֵיהֶם כֹּה-אָמַר יְהוָה צְבָאוֹת כָּכָה אֶשְׁבֹּר אֶת-הָעָם הַזֶּה וְאֶת-הָעִיר הַזֹּאת כַּאֲשֶׁר יִשְׁבֹּר אֶת-כְּלִי הַיּוֹצֵר אֲשֶׁר לֹא-יוּכַל לְהֵרָפֵה עוֹד וּבְתֹפֶת יִקְבְּרוּ מֵאֵין מָקוֹם לִקְבּוֹר.  יב כֵּן-אֶעֱשֶׂה לַמָּקוֹם הַזֶּה נְאֻם-יְהוָה וּלְיוֹשְׁבָיו וְלָתֵת אֶת-הָעִיר הַזֹּאת כְּתֹפֶת.  יג וְהָיוּ בָּתֵּי יְרוּשָׁלִַם וּבָתֵּי מַלְכֵי יְהוּדָה כִּמְקוֹם הַתֹּפֶת הַטְּמֵאִים לְכֹל הַבָּתִּים אֲשֶׁר קִטְּרוּ עַל-גַּגֹּתֵיהֶם לְכֹל צְבָא הַשָּׁמַיִם וְהַסֵּךְ נְסָכִים לֵאלֹהִים אֲחֵרִים.  {פ}
“Así dijo el Eterno: ve y procúrate una botella de barro de alfarero, y toma de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes, y sale al valle de Ben Hinom, que esta junto a la entrada del portal del oriente, y proclama allí las palabras que Yo te diré: y dí: Escuchad la palabra del Eterno Tzevaoth, el Elokim de Israel: He aquí que traeré el mal sobre este sitio, tanto que temblarán los oídos (percepciones) de quien lo oiga (entienda); porque Me han abandonado, y Me han enajenado este lugar, y han ofrecido sacrificios a otros dioses, a quienes ni ellos ni sus padres conocieron, ni los reyes de Yehudah, y han llenado este sitio con sangre de inocentes, han construido los altos de Baal, cosa que Yo no mandé, ni os hablé de ello, ni siquiera vino a Mi mente”. 
Una vez más se ve que no existe relación alguna entre lo que tratan de demostrar los mesiánicos, con textos proféticos que no existen.

Los mesiánicos también dicen que esto se trata de Yirmiyohu 32:6-9, en donde creen que también hace referencia a la supuesta profecía, sin embargo esta porción del Tana”j corresponde a una Haftarah, la cual a su vez esta enlazada con la Parashah BeHar Sinay (Vaicrá/Levítico 26: 3-27, 34), mientras que la Haftarah es en el libro de Yirmiyohu HaNabbí (32: 6-27), por lo cual tal sección es estudiada una vez al año por millones de judíos alrededor del mundo, por el mes de abril-mayo.

La contestación es: Veamos primeramente que dice el profeta Yirmiyoh:
“Y contesto Yirmiyahu: “Me vino la palabra del Eterno diciendo: He aquí que Janamel hijo de Shalúm está en Anatoth, pues tuyo es el derecho de la redención [mishpat hagéuloh] para comprarlo. Así Janamel hijo de mí tío, vinpo a mí en el patio de la guardia conforme a la palabra del Eterno y me dijo: “Ruégote compres mi campo que está en Anatot, que está en la tierra de Binyamin, porque tuyo es el derecho de herencia y el de la redención. Cómpratelo para ti”. Supe así que era la palabra del Eterno. Y compré el campo que estaba en Anatot a Janamel hijo de mi tío, y lo pesé el dinero, siete shekalim y diez selahs de plata”.
La Toráh relacionando con la parashah BeHar Sinai, (Lev 26:3-27, 34), nos ordena el cese de la agricultura en Erretz Israel cada siete años. Este "Shabat" de la tierra se denomina Shemitá.. Después del séptimo año de Shemitá, en el año número cincuenta, se anuncia que es año de Jubileo (Yovel), con el sonido del shofar en Yom HaKippur. Y este año también es un año en el que la tierra permanece inactiva. El Eterno promete darles a los israelitas una cosecha abundante antes de los años de Shemitá y Yovel, para proveerle sustento al pueblo judío. En el año de Yovel, toda la tierra retorna a la división original que poseía en tiempos de Yehoshua Bin-Nun, y se liberan todos los sirvientes judíos contratados, aunque no hayan completado seis años de servicio.

Al sirviente judío contratado no se le puede encargar ninguna labor degradante, innecesaria o extremadamente difícil, y no se lo puede vender en el mercado. El precio de su labor debe calcularse de acuerdo con la cantidad de tiempo que reste hasta que quede libre automáticamente. El precio de la tierra se calcula de un modo parecido. En caso de que alguno venda su tierra ancestral, tiene derecho a redimirla después de dos años. Si se vende una casa en una ciudad amurallada, el derecho de redención se extiende únicamente al primer año luego de la comercialización. Las ciudades de los levitas les pertenecen en forma permanente. Se le prohíbe al pueblo judío aprovecharse los unos de los otros prestando o pidiendo prestado dinero a interés. Los miembros de la familia deben redimir a cualquier familiar que haya sido vendido como sirviente contratado, a causa de haber empobrecido.

Sobre la Haftarah, Uno es que presenta un orden del Eterno a Yirmiyahu sabía que todo Erretz Israel estaba a punto de caer presa de los babilonios. ¿Qué necesidad había de redimir una propiedad que estaba a punto de ser capturada?

El Eterno le dijo a Yirmiyahu que por más grande que fuera la tragedia, por más largo que fuera el exilio, el Eterno finalmente redimiría a Su pueblo. La redención de esta propiedad no era algo meramente simbólico, pues con el tiempo el pueblo judío retornaría a su tierra para habitar en ella en paz. Esto nos enseña que cuando nos enfrentamos a la catástrofe, debemos conducirnos sin olvidar que el Eterno está dirigiendo el mundo y llevando a cabo todos los preparativos correspondientes.

"Grande en consejo y poderoso en acto, Cuyos ojos son conocedores de todo el camino de la humanidad, para darle a cada hombre de acuerdo con su camino y el fruto de sus actos". (32:19)
Para Yirmiyahu un acto de comercio normal que se suspenderá en la Tierra de Israel, primero para setenta, es entonces para los miles de años después de una segunda destrucción, durante la Diáspora del pueblo judío. Todavía es una declaración Profética que cosas así sucederían se reasumirá en la Tierra, en la Redención del pueblo judío.

Otro único aspecto de esta Haftarah es que ese Yirmiyahu es el Profeta que tenía las noticias para decirles al pueblo de Israel; sobre la destrucción de la Ciudad de Yerushalaim –Jerusalén- y el Beit HaMiqdosh. Su predicción fue la horrible derrota que de hecho fue lo que enfureció al rey Tzidkiyahu, y tendría como consecuencia que Yirmiyahu fuera encarcelado en el “Jatzar HaMatarah”, ó “el patio de la prisión real”. Yirmiyahu informará " brevemente en las lágrimas " en Megilat Eijáh, ‘el Libro de Lamentaciones’, cómo Yerushalayim :
“fue de estar lleno con sus gente a estar solo como una viuda, cómo Israel fue de ser la nación más poderosa, la más dominante, para proferir la devastación”
Eijah, 1:1

La Compra de Yirmiyahu y la redención (32:6-12)
“Y contesto Yirmiyahu: “Me vino la palabra del Eterno diciendo: He aquí que Janamel hijo de Shalúm está en Anatot, pues tuyo es el derecho de la redención [mishpat hagéuloh] para comprarlo.
El primo de Yirmiyahu, es Janamel, tenido que vender el campo en cuestión debido a las dificultades financieras. Según la Torah, en cosas así embolsa, el pariente más íntimo se obliga o comprarlo del pariente empobrecido, o para volverlo a comprar de una tercera fiesta que ya lo puede haber comprado. En el idioma de la Torah, esta obligación se llama la obligación para redimir el campo, como también se encuentra en el libro de Ruth dónde Bo’az “redime” el campo de Naomi y Rut. 
"Así Janamel, el hijo de mi tío entró a mí en el patio de la prisión real, según la palabra del Eterno.”
Y le pidió a Yirmiyahu que lo reembolsara, cuando HaShem se lo había dicho.
“Y compré el campo que estaba en Anatot a Janamel, el hijo de mí tío y lo pesé el dinero, siete shekalim y diez selahs de plata ".
“Y firmé la escritura, y la sellé, y llamé testigos, y le pesé el dinero en la balanza”
“Y tomé la escritura de compra, tanto la que estaba sellada y contenía los términos (mitzvah) y las condiciones (ve’juqqim) para la redimirla”.
(Creando un "golui-הַגָּלוּי”, para verificar la venta en caso de la muerte del que da testimonio, qué en este caso era sumamente probable.)

Yirmiyahu ha pasado así por todos los pasos legales requeridos para la compra de propiedad, mientras creando el "shtar", o hecho; ¡sin embargo es absurdo que pueda estar en tal caso, bajo estas circunstancias! 
“Y entregué la escritura de compra a Baruj hijo de Neriyah, hijo de Majseyah, en presencia de Janamel, hijo de mi tío, y en presencia de los testigos que suscribieron la escritura de compra, ante todos los judíos que estaban sentados en el patio de la guardia”
Nota: Janamel se le designa como un "ben-dod-בן-דד-”, un "primo". Esto explicaré mas abajo.

“Yo ordené Baruj en su presencia, ' Para que dice el Señor de los Ejercitos, el D-s de Israel, " Toman estos contratos - el hecho de compra, el contrato con las firmas y el uno que públicamente confirman la venta - y los puso en un vaso de la alfarería, para que ellos se conservaran durante mucho tiempo ".
“Y encargué a Baruj ante ellos diciéndole: Así dice el Eterno de los ejércitos, Elokei Israel: Toma estas escrituras, la escritura de compra que esta sellada, y esta escritura que esta descubierta, y colócalas en una vasija de arcilla, para que se conserven muchos días”

“Porque así dice el Eterno de los ejércitos, Elokei Israel: Nuevamente serán comprados casas y campos y viñedos en esta tierra”.


La redención de esta propiedad no era algo meramente simbólico, pues con el tiempo el pueblo judío retornaría a su tierra para habitar en ella en paz. Inclusive cuando nos enfrentamos a la catástrofe, debemos conducirnos sin olvidar que Hashem está dirigiendo el mundo y llevando a cabo todos los preparativos correspondientes., por eso es que diga Yirmiyoh:
“Los hombres compraran campos por dinero, y firmarán las escrituras, y las sellarán, y llamarán a testigos, en la tierra de Binyamin, y en los lugares en derredor de Yerushalaim, y en las ciudades de la llanura, y en las ciudades de la serranía, y en las ciudades de la llanura, y en las ciudades del sur, porque haré que vuelvan en su cautividad, dice el Eterno“(32: 42-44)
Sobre Janamel, el primo de Yirmiyohu.


En el verso 32:7 y 32:9 del Haftarah, Janamel es claramente el primo de Yirmiyahu. ¿Todavía en verso 32:12, Janamel está llamado " mi tío-dodí-!?"


Hay varias respuestas dadas a esta pregunta. Uno que yo no he visto es como sigue: Janamel puede referirse a HaShem Que es forzado por los pecados de Israel para vender la ciudad y el Templo" a sus enemigos. Pero Él piensa reembolsarlos a todos y restaurarlos a su grandeza anterior finalmente.

La palabra " Dod " quiere decir “tío” y también “querido” en hebreo, cuando nosotros vemos en " Shir HaShirim, "Cantar de los Cantares, en las tales expresiones como " Domeh Dodi LiTzvi…," " Mi Querido está como un ciervo " (Cantar de los cantares 2:9) o " Dodi li va-ani lo" " Mi Querido es Mío y yo soy suya" (Shir HaShirim 2:16). La razón para esto es que era en tiempos antiguos era común para los tíos casarse con las sobrinas.

Así, HaShem quiso retener el estado "Querido" de Israel, a pesar de su infligir el castigo áspero que, por así decirlo, se "forzó" en él por las fechorías de Israel. ¿A todo esto que tiene que ver Yehudah Ish-Kerot y sus monedas de plata? Al final del asunto, no existe la supuesta profecía que dice afirmar Mateo, que le adjudica a Yirmiyah.

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[1] Charles Cutler Torrey, The Apocryphal Literatura: A Brief Introducction (Yale University Press, New Haven, 1945), p18