8/07/2011

¿Jesús Histórico? ¿Deformaciones religiosas de un personaje histórico?


Los natzratim, aseguran tener la figura histórica y real de su Yeshu, ellos escriben:

Iehoshúa  de  Natzrát (Ieshua  en  arameo) y  su  enseñanza  han  trascendido  los siglos influyendo en todo el mundo como ningún otro hombre, esto pese a los casi dos mil años de su ausencia física, impactando no solo en su pueblo Israel, sino en el resto del mundo, de manera que los de las naciones han marcado una era que comienza con su  nacimiento,  según  sus  cálculos… El  Jesús  del Cristianismo  y  el  Iéshu  del  Judaísmo  quizás  tengan  1%  de  relación  con  el  Iehoshúa histórico, pero el 99% es un producto de las religiones. Por lo tanto si no se tiene claro este asunto, con dificultad se entenderá a Iehoshúa y su enseñanza.”

Avdiel ben Oved (Abdiel Frías), Extracto Centro de Estudios Maor BaOlam, Natzratim.com, pp. 3-4.

 

Por lo cual hemos investigado para tener en claro quién fue realmente Yeshu y tener en claro su enseñanza como lo enseña el HaKomer Avdiel ben Oved.

 

“Iehoshúa  de  Natzrát” (Yeshu) es un engendro fraguado por Roma, centro del imperio y del mundo helenizado, a partir del año 100, juntando rasgos tomados de los mitos de Atis de Frigia, Dionisio de Grecia, Buda de Nepal, Krishna de la India, Osiris y su hijo Horus de Egipto, Zoroastro y Mitra de Persia y toda una serie de dioses y redentores del género humano que lo precedieron en siglos y aun en milenios y que el mundo mediterráneo conoció a raíz de la conquista de Persia y la India por Alejandro Magno.

 

Los “judíos” mesiánicos o los primeros naztartim de los primeros tiempos tuvo que competir con varios de los misterios de Asia Menor y en especial con el mitraísmo, la gran religión del imperio de la que tanto tomó y a la que sólo se pudo imponer con el apoyo de Constantino y sus sucesores, ya bien avanzado el siglo III. Yeshu nació el 25 de diciembre de una Virgen, y en la misma fecha, que es el solsticio de invierno, nacieron Atis, de la Virgen Nana; Buda, de la Virgen Maya; Krishna, de la Virgen Devaki; Horus, de la Virgen Isis, en un pesebre y en una cueva.

 

Mitra nació el 25 de diciembre, de una virgen, en una cueva y lo visitaron pastores que le trajeron regalos. Y de una virgen también nació

Zoroastro o Zaratustra.

 

Atis murió por la salvación de la humanidad crucificado en un árbol, descendió al submundo y resucitó después de tres días. Mitra tuvo doce discípulos; pronunció un Sermón de la Montaña; fue llamado el Buen Pastor; lo consideraron la Verdad y la Luz, el Logos, el Redentor, el Salvador y el Mesías; se  sacrificó por la paz del mundo; fue enterrado y resucitó a los tres días; su día sagrado era el domingo y su religión tenía una eucaristía o Cena del Señor en que decía:

"El que no coma de mi cuerpo ni beba de mi sangre de suerte que sea uno conmigo y yo con él, no se salvará".

Buda fue bautizado con agua estando presente en su bautizo el Espíritu de dios, enseñó en el templo a los 12 años, curó a los enfermos, caminó sobre el agua y alimentó a quinientos hombres de una cesta de bizcochos; sus seguidores hacían votos de pobreza y renunciaron al mundo; fue llamado el señor, Maestro, la Luz del Mundo, dios de dioses, altísimo, redentor y santo; resucitó y ascendió corporalmente al Nirvana.

 

Dioniso también resucitó y fue llamado rey de reyes, dios de dioses, el Unigénito, el Ungido, el Redentor y el Salvador.

 

Horus fue bautizado en el río Eridanus por Anup el Bautista que fue decapitado; a los 12 años enseñó en el templo y fue bautizado a los 30; fue llamado el "Ungido", la Verdad, la Luz, el Mesías, el Hijo del Hombre, la Palabra Encarnada, el Buen Pastor y el Cordero de Dios; hizo milagros, exorcizó demonios, resucitó a Azarus y caminó sobre el agua; pronunció un Sermón de la Montaña y se transfiguró en lo alto de un monte; fue crucificado entre dos ladrones y resucitó después de ser enterrado tres días en una tumba.

 

Krishna fue hijo de un carpintero, su nacimiento fue anunciado por una estrella en el oriente y esperado por pastores que le llevaron especias como regalo; tuvo doce discípulos; fue llamado el Buen Pastor e identificado con el cordero; también fue llamado el Redentor, el Primogénito y la Palabra Universal; hizo milagros, resucitó muertos y curó leprosos, sordos y ciegos; murió hacia los 30 años por la salvación de la humanidad y el sol se oscureció a su muerte; resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo y fue la segunda persona de una Trinidad.

 

Zoroastro fue bautizado en un río con agua, fuego y viento santo; fue tentado en el desierto por el Diablo y empezó su ministerio a los 30 años; expulsó demonios y le devolvió la vista a un ciego; predicó sobre el cielo y el infierno, sobre la resurrección, el juicio, la salvación y el apocalipsis.

 

Con justa razón el Papa de los Natzratim diga:

“Nosotros,  sus  discípulos,  nos  sentimos  privilegiados  de  que  Avinu shebashamaim nos permita tener tan grande Maestro,”

Pues ellos son privilegiados en tener una quimera de Zoroastro, Dudha, Krishna, Horus, Dioniso Athis y Mitra al que cada uno de estos poersonajes le deverian de poner el sufijo de “…de Natzrat”; y tendremos a personajes tales como: Zoroastro de Natzrat, Dudha de Natzrat, Krishna de Natzrat, Horus de Natzrat, Dionisio de Natzrat,  Mitra de Natzrat, y Orfeo de Natzrat.

 

Al que afirme que su Iehoshua existió le toca probarlo: con escritos cristianos o paganos o marcianos. Para los marcianos habrá que esperar a que vayamos a Marte a ver si sus tormentas de arena no los han estropeado. De los escritos cristianos los principales son los evangelios canónicos de que he venido tratando. En cuanto a los escritos paganos aducidos como prueba de la existencia de Yeshu se reducen al Testimonium flavianum, un simple párrafo de las Antigüedades Judaicas de Flavio Josefo, que si bien nació en el año 37 (o sea un poco después de la muerte del Mamzer, a quien por lo tanto no pudo conocer) por lo menos era judío de Palestina y hablaba arameo.

 

Y no hay más que ese párrafo de ese libro terminado en el año 13 de Domiciano (o sea el 93 de la era cristiana) y escrito en griego. Sobra seguir citando a Suetonio, a Tácito y a Plinio el Joven, que eran romanos y no judíos, que no vivieron en Palestina, que escribieron después del año 100 en latín, y que si mencionan las palabras Crestus o Crísto o cristiano en sus escritos es de pasada y porque las han oído quién sabe dónde y por boca de quién sabe quién.

 

El Testimonium flavianum es el siguiente párrafo del libro 18 de las Antigüedades de los Judíos, (18,3,63-64) cuyo tercer capítulo empieza hablando de una sublevación de los judíos contra Pilatos y continúa diciendo:

Γίνεται δὲ κατὰ του̂τον τὸν χρόνον Ἰησου̂ς σοφὸς ἀνήρ, [εἴγε ἄνδρα αὐτὸν λέγειν χρή] ἠ̂ν γὰρ παραδόξων ἔργων ποιητής, διδάσκαλος ἀνθρώπων τω̂ν ἡδονῃ̂ τἀληθη̂ δεχομένων, καὶ πολλοὺς μὲν Ἰουδαίους, πολλοὺς [δὲ καὶ του̂ Ἑλληνικου̂ ἐπηγάγετο ὁ χριστὸς οὑ̂τος ἠ̂ν] [64] καὶ αὐτὸν ἐνδείξει τω̂ν πρώτων ἀνδρω̂ν παρ᾽ ἡμι̂ν σταυρῳ̂ ἐπιτετιμηκότος Πιλάτου οὐκ ἐπαύσαντο οἱ τὸ πρω̂τον ἀγαπήσαντες: [ἐφάνη γὰρ αὐτοι̂ς τρίτην ἔχων ἡμέραν πάλιν ζω̂ν τω̂ν θείων προφητω̂ν ταυ̂τά τε καὶ ἄλλα μυρία περὶ αὐτου̂ θαυμάσια εἰρηκότων.] εἰς ἔτι τε νυ̂ν τω̂ν Χριστιανω̂ν ἀπὸ του̂δε ὠνομασμένον οὐκ ἐπέλιπε τὸ φυ̂λον.

[63] Había por este tiempo Jesús, un hombre sabio, [si es lícito llamarlo hombre]; porque él fue un hacedor de obras maravillosas, un maestro de los hombres que reciben la verdad con placer. Atrajo hacia sí a muchos judíos [y a muchos gentiles. Era el Cristo]. Y cuando Pilato, por sugerencia de los principales hombres entre nosotros, lo condenó a la cruz, aquellos que lo amaron al principio no lo abandonaron; [pues se apareció a ellos nuevamente vivo al tercer día, según los profetas divinos habían predicho ésta y otras diez mil cosas maravillosas concernientes a él]. Y la tribu de los cristianos, así llamada por él, no se ha extinguido hasta el día de hoy.

Flavius Josephus. The Works of Flavius Josephus. Translated by. William Whiston, A.M. Auburn and Buffalo. John E. Beardsley. 1895; Cf. Flavius Josephus. Flavii Iosephi opera. B. Niese. Berlin. Weidmann. 1892.

 

Del Testimonium flavianum sabemos por primera vez por Eusebio que cita el párrafo completo en su Historia Eclesiástica (1,11), obra escrita entre el 312 y el 324. Ninguno de los escritores cristianos anteriores a él lo conoce, ni siquiera Orígenes (c185-c254) que en tres ocasiones con ligeras variantes (Comentario sobre Mateo X,17 y Contra Celso 1,47 y 11,13) se refiere a la pasajera mención de Jacobo el hermano de Yeshu en las Antigüedades de los Judíos de que ya he hablado.

 

Así dice Orígenes en el Comentario sobre Mateo (10:17):

''Y era tan grande la reputación de Jacobo entre el pueblo por su rectitud que Flavio Josefo, que escribió las Antigüedades judaicas en veinte libros, cuando quiere dar la causa de que el pueblo tuviera que sufrir tan grandes desventuras hasta el punto de que el templo fue destruido, dice que fue la ira de Dios por lo que se atrevieron a hacerle a Jacobo el hermano de Jesús llamado Cristo. Pero lo notable es que aunque Josefo no acepta a Jesús como Cristo, sin embargo da testimonio de la gran rectitud de Jacobo y dice que el pueblo pensaba que habían sufrido estas desgracias por él".

Lo notable para mí son dos cosas: que Orígenes diga que 'Josefo no acepta a Jesús como Cristo", con lo cual probamos que no conoció el Testimonium flavianum, cuya esencia es esta afirmación; y que en ningún lado de las Antigüedades de los Judíos tal como las tenemos hoy se dé como causa de la destrucción del templo la ejecución de Jacobo, aunque Josefo sí nombra a éste y precisa que es "el hermano de Jesús el llamado Cristo" pero de paso, sin darle mayor importancia (Antigüedades 20,9,200). Así que la copia de las Antigüedades que consultó Orígenes tenía algo que no tienen las copias nuestras actuales, y le faltaba algo que sí tienen y que también tenía la que consultó Eusebio: el Testimonium flavianum. Por lo tanto Eusebio, que escribía en griego, falsificó el Testimonium flavianum, o bien lo tomó de una copia que tenía la falsificación fresquecita.

 

Otros escritores cristianos anteriores o posteriores a Orígenes que como él escriben en griego, citan a Josefo y no conocen el Testimonium flavianum son Clemente de Alejandría (c150-c215), Juan Crisóstomo (347-407) y el patriarca de Alejandría Focio (c820-c891). Así pues, todavía en el siglo IX, en tiempos de Focio, circulaban copias de las Antigüedades judaicas sin la interpolación.

 

Fodo fue uno de los más grandes eruditos cristianos. Entre sus obras está la Mistagogia del Espíritu Santo, primera refutación de la doctrina latina del Filioque que, según ya he referido, lo enfrentó al papa Nicolás I; y el Myriobiblion o Biblioteca, una colección monumental de resúmenes de doscientos ochenta libros religiosos importantes, gracias a la cual hoy sabemos de la  existencia de muchas obras de la antigüedad griega y los primeros siglos del cristianismo que sin ella nos serían totalmente desconocidas.

 

En el Myriobiblion (código 33) escribe:

"He leído la Cronología de Justo de Tiberíades que empieza con Moisés y termina con la muerte de Herodes Agripa. Es de lenguaje conciso y pasa a la ligera sobre asuntos que habría tenido que tratar a fondo y así, debido a sus prejuicios judíos pues era judío de nacimiento, no hace la mínima mención de la aparición de Cristo, ni de las cosas que le ocurrieron, ni de las obras maravillosas que hizo. Era hijo de un judío de nombre Pistus y un hombre, según lo describe Josefo, de carácter disoluto".

Justo de Tiberíades fue un historiador judío contemporáneo y rival de Flavio Josefo, quien denigra extensamente de él en el apéndice autobiográfico que  le añadió a sus Antigüedades. Ya no quedan los escritos históricos de Justo de Tiberíades, se perdieron después de Focio; pero lo que sí queda claro por lo que respecta a éste es que conocía muy bien a los dos historiadores judíos de la segunda mitad del siglo I y que ninguno de ellos habla del tal Iehoshua de Natzrat de los naztartim del siglo XXI o del Jesús Histórico de los biblistas de la Escuela peruana-chilena.

 

Lo más raro es el Papa de los Natzratim escriba:

“El  Jesús  del Cristianismo  y  el  Iéshu  del  Judaísmo  quizás  tengan  1%  de  relación  con  el  Iehoshúa histórico, pero el 99% es un producto de las religiones.”

Mientras que el 1% de supuesto Testimonium flavianum hemos visto que es una farsa, por otra parte es curioso encontrar que todas las referencias que utilizan los natzratim y los mesiánicos son de la versión Nuevo Testamento de la Iglesia Católica Romana, ni siquiera han utilizado los evangelios gnósticos, o el canon de la Iglesia Griega Ortodoxa, o de la Iglesia Armenia, la Etiopie,  o que ellos en sus delirios de grandeza hayan conservado de los primeros natzratim de a finales del siglo XX (década de los 90 as con James Scott Trimm).

 

Tanto los naztartim, y mesiánicos no pueden sostener la historia de su movimiento y su dependencia psicológica de la Iglesia a través de los libros canónicos de esta; mucho menos podrán sostener la figura fantasiosa del supuesto Jesús Histórico el cual depende en su totalidad del paganismo del antiguo Mediterráneo. 

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